Habían pasado 30 minutos que para cierto moreno fueron eternos, el llevo a Sanji a una clínica conocida, donde tenía un viejo amigo y recientemente le habían informado de que el rubio estaba bien, eso lo alivio un poco.
-Roronoa-ya-llamo el doctor, tría una libreta en mano y buscaba al chico ya nombrado.
-¡Aquí!-contesto mientras se acercaba rápidamente hacia el médico, el que solo le sonrió y le hizo una seña con la mano de que avanzara.
Rápidamente ambos entraron a la sala, Zoro primero y luego el médico. La sala era un poco grande para solo una persona, pero claro eso se esperaba de una de las mejores clínicas del país, en ella se encontraba Sanji dormido y reposando como debía, al lado de él estaba un hombre alto, pálido y rubio “Rocinante”, el asistente personal de Law.
-¿Y cómo esta esté idiota?-pregunto el moreno intentando no sonar preocupado.
-Deberías preocuparte por ti, “niño problema”-rio un poco ya que el contrario tenía la mitad de la cabeza con vendas-Pareciera que tu vinieras a un control, pero él está bien, Roronoa-ya-suspiro-Pero no podrá trabajar por un tiempo, al menos de que alguien lo ayude. Tiene que tomar diversos medicamentos ya que estaba demasiado estresado y eso es malo para una persona como el-tomo su libreta y se disponía a leer lo que estaba escrito, Zoro lo escuchaba atentamente-Esta muy delgado, no se alimenta bien y casi no duerme nada, pero es muy responsable con su trabajo por lo que veo-el moreno asintió, no conocía muy bien a ese sujeto, pero se notaba muy responsable.
-¿Por cuánto tiempo no podrá trabajar?-se sentó en uno de los asientos que quedaba al frente de Law.
-mmmm-coloco su mano izquierda en su barbilla, estaba pensando-Pues creo que aproximadamente unos 3 me…-no alcanzo a terminar puesto a que el chico que supuestamente estaba “descansando” estaba delante del y sostenía la boca suya con su mano, impidiéndole hablar.
-¡¿Cómo que 3 meses?!-hablo con un tono bastante alto, se notaba furioso y miraba amenazantemente al médico.
-¡Tú debes descansar, cocinerucho!-interfirió mientras se levantaba de su asiento y respondía con el mismo tono del contario.
-¡Tú no te metas!-soltó al médico quien solo hizo una mueca de desagrado.
-¡AMBOS SE CALLAN AHORA!-Grito furioso el ayudante de Law que solo se había dedicado a mirar-¡EL RUBIO A LA CAMA! ¡Y EL MORENO A SU ASIENTO!-
-tks-ambos respondieron a la par, se cruzaron de brazos e hicieron lo que el rubio les ordeno.
-Como decía…El no podrá trabajar-el medico tomo asiento junto a Zoro, quería seguirle explicando la situación de Sanji.
Sanji solo miraba y escuchaba con un puchero en la cara, él no quería dejar de trabajar, él debía trabajar.
La mañana pasó rápidamente y eran alrededor de las 1:00PM, Zoro estaba feliz por no asistir a la escuela, al menos tenia escusa, pero de cierto modo le preocupaba ese idiota y se tendría que encargar del si quería faltar un poco más a su jornada de estudios. Después de que salieron de la clínica tuvieron que tomar un taxi para llegar a la casa de Zoro y aun que el rubio se resistía a darle su dirección termino cediendo, llegaron en unos 15 minutos y luego de que el moreno pagara bajaron y se miraron por un buen rato, como queriéndose decir algo.
-Qué lindo jardín-rompió el silencio el moreno, el jardín que tenía realmente era hermoso.
-¿Verdad que si?-sonrió-S-supongo que gracias, marimo-suspiro cansadamente, Zoro solo le devolvió la sonrisa-¡Pero aun así es tu culpa, gracias a ti no podre trabajar!-su felicidad cambio rápidamente a un enfado enorme.
-¡¿Mi culpa?!-contesto con un tono elevado-¡Tú eres el idiota que no duerme ni como por trabajar!-
-¡No tengo tiempo para comer ni para dormir!-en su hermosa cara se formó un puchero, parecía un niño pequeño.
-Pues desde ahora si no lo haces, no volverás a trabar y yo no te llevare nunca más tus estúpidas cajas-el rubio solo se quedó pensando un momento hasta que una sonrisa malévola apareció en su rostro.
-Trabajaras para mí desde mañana-sonreía mientras sacaba un cigarro de su bolsillo y se lo llevaba a su boca rápidamente.
-¡¿Qué?!-
-Ya lo dije, marimo-encendió su cigarrillo, necesitaba el sabor del tabaco.
-Yo no hare tal cosa, cocinerucho-ambos se miraban molestos, ya era habitual para el discutir cada 3 o 5 minutos.
-Si no lo haces are que tu hermana este tan loca por mí que cuando le diga que si puedes trabajar conmigo te ara aceptar inmediatamente-exhalo el humo, tenía una sonrisa triunfante.
-(Eso no tiene sentido)-pensó un poco e inmediatamente se dio cuenta de que si aceptaba perdería clases, Sanji solo lo miraba sonriente-Esta bien, cocinerucho trabajare para ti, pero no será 100% gratis, también necesito una paga y que a cambio duermas y comas adecuadamente.
-Está bien, mañana arreglare tu presupuesto y sobre comer y dormir, pues lo intentare-lo miro por última vez y dio vuelta, entraría a su casa-Mañana te quiero a las 7, llegaran muchas cajas y necesito tu ayuda, pero solo trabajaras en los recreos, nada de perder clases para un niño tan pequeño-
-¿Solo en los recreos?-se molestó un poco, pero ya le había dado su palabra.
-Solo espero que cumplas-abrió la puerta de su casa y se adentró en ella-Adiós, Marimo-cerro la puerta y sonrió, podría trabajar y eso le hacía feliz, pero claro tendría que hablar con su jefe por lo de haber faltado. Zoro en cambio se dirigió a la escuela, aun le quedaban 5 horas de clases…
continuara...