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FALLING IN LOVE por Sakurako

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Notas del capitulo:

Bueno este es el capítulo final. 

Me quedó mucho muy largo, pero aun así espero lo disfruten.

 

Capítulo No. 11

 

El camino a casa fue muy tranquilo, bastante silencioso de hecho. Habían decido regresar en shinkansen, y habían caminado desde la estación hasta el departamento de Yamashita. Pero el silencio no había sido incómodo, todo lo contrario. Era un silencio agradable, un silencio cómplice. Era difícil de explicar la sensación. Fue realmente agradable.

Cuando llegaron al departamento, en cuanto cruzaron la puerta, Kamenashi se sacó lo zapatos e iba camino a la cocina cuando sintió que lo jalaban del brazo. Yamashita lo había atrapado en un demandante beso.

-Tomo…- susurró con los ojos cerrados una vez que se separaron. Su corazón latía fuertemente y su respiración estaba un poco agitada.

Yamashita simplemente le sonrió antes de volver a besarlo.

-Llévame a la cama…- volvió a susurrar Kazuya con la voz ronca y la mirada nublada por el deseo.

Yamashita no respondió, al menos no con palabras, sólo sonrió complacido antes de besarlo más apasionadamente, levantando sus brazos para dejarlos caer en sus hombros y tomándolo de los glúteos, obligándolo a rodearle la cintura con las piernas, aferrándose a él mientras se dirigía a la habitación.

Lo dejó caer en la cama muy suavemente y comenzó a desnudarlo con una ternura imposible. Kamenashi estaba perdido en las sensaciones. No era la primera vez que lo hacían y sin embargo, era tan diferente a las otras veces…

Cuando se sintió completamente desnudo y al ver la mirada intensa que Tomohisa le dedicaba, llena de deseo y algo que por primera vez no supo descifrar, se sintió cohibido… se sonrojó violentamente.

Yamashita, que estaba de pie en la cama, admirándolo, comenzó a sacarse su propia ropa muy lentamente, sin despegar la mirada de la de Kamenashi, quien se mordía el labio inferior y seguía los movimientos sugerentes del moreno. Admirando el cuerpo tonificado de su pareja.

Kamenashi se incorporó un poco levantando un brazo en una invitación muda para que Yamashita se acercara, así lo hizo, tomó la mano y lentamente se colocó a un lado de su amante. Kamenashi se sentó a horcajadas en su vientre, comenzó a besarlo, yendo desde sus labios, pasando por su cuello y bajando por su pecho y abdomen.

Tomohisa se dejaba hacer le gustaba que el chico participara del acto también. Pero no aguantó mucho, lo necesitaba, necesitaba sentirlo, necesitaba hacerlo suyo…

Muy hábilmente, intercambió posiciones, dejando a Kame bajo suyo. Yamashita lo besaba, lo acariciaba. Recorría con besos todo el cuerpo de Kamenashi, quien se retorcía de placer, gimiendo fuertemente. El moreno se detenía en cada rincón a saborear la piel de su pareja. Deleitándose con los sonidos…

En algún momento en medio de los besos y caricias, Yamashita había empezado a preparar al castaño.

La preparación fue larga, lenta y cuidadosa. Yamashita estaba fascinado con las reacciones de Kazuya. Su cabello revuelto, sus ojos entrecerrados, sus mejillas sonrosadas, su boca ligeramente abierta luchando por controlar su respiración, su pecho subiendo y bajando profundamente y ese movimiento de caderas… era la imagen más erótica que jamás haya imaginado.

No lo resistió más, retiró los dedos de su interior y se acomodó entre sus piernas, acomodándolas a cada lado de sus caderas y entonces comenzó a penetrarlo lentamente también. Aun así, Kamenashi no pudo evitar lanzar un gemido ahogado al sentirlo completamente dentro.

Yamashita se acercó para besarlo nuevamente. Hizo un camino desde sus labios, sus mejillas hasta su oído, para susurrarle un “Abre los ojos” con una voz tan ronca que Kamenashi sintió una corriente eléctrica recorrerle la espina dorsal.

Cuando Kamenashi abrió los ojos se encontró con la mirada de Yamashita muy cerca de la suya.

-Mírame, Kame… mírame mientras te hago el amor…- le susurraba al oído y Kamenashi simplemente asentía, aguantándole la mirada. Mientras sentía cómo empezaba a moverse…

Quería responderle pero las palabras se le atoraban en la garganta, no podía controlarse, las embestidas de Yamashita lo estaban volviendo loco…

Entonces, en medio de una embestida especialmente profunda lo escuchó…

-Te amo, Kame… te amo tanto…- al darse cuenta de lo que había dicho detuvo los movimientos y las caricias.

-¿Q-qué…?- balbuceó Kamenashi, sorprendido y complacido al mismo tiempo.

-Eso…- respondió Yamashita reanudando las embestidas, lo que ocasionó que Kamenashi arquera la espalda. –Que te amo…

-Yo… también… te amo tanto…- respondió el menor, entre suspiros.

Yamashita sonrió satisfecho…

Unas cuantas embestidas más y ambos se vinieron. En medio del espasmo, Kamenashi había gritado el nombre de Tomohisa por primera vez. Yamashita se sintió pleno…

 

Luego de un rato, mientras ambos descansaban abrasados, saboreando los resquicios del reciente orgasmo, Kamenashi se removió un poco incómodo. Yamashita lo notó.

-¿Pasa algo Kame?- le preguntó mientras le acariciaba la espalda desnuda, un gesto que se había hecho costumbre y que Kamenashi disfrutaba de sobre manera.

-Tomo… yo… es que…- comenzó nervioso, sin despegar el rostro del pecho de su amante. –Hay algo que tengo que decirte…

-Dime- Yamashita se incorporó un poco para verlo mejor, instintivamente Kamenashi se incorporó también, alejándose ligeramente.

-Es que… ¿sabes?... hoy, cuando fuiste a hablar con Matumoto-san, en la fiesta…- intentó. Bajó la mirada un poco apenado. Pero no quería tener secretos con Yamashita, no ahora que se habían sincerado el uno con el otro. Así que suspiró infundiéndose ánimos. –Hablé con Jin…

-Lo sé…

-¿Qué?- levantó la mirada enseguida, sorprendido.

-Perdóname. Cuando volví los vi marcharse juntos y los seguí.- Kamenashi no dijo nada, simplemente se le quedó mirando, sorprendido. –Perdóname, Kame… no fue mi intensión…

-¿Nos viste, nos escuchaste?- le interrumpió.  

-Sí. Y en realidad no lo siento. Me alegra haber escuchado todo eso.- le sonrió tiernamente. Intentó acercarse al castaño pero este retrocedió, evitando el contacto.

-¿Por qué lo hiciste?- preguntó un poco dolido.

-No lo sé. Yo creí que tú aún lo querías y tuve miedo.- ahora fue Yamashita quien bajó la mirada avergonzado. –Cuando te escuche decirle que me amabas, yo… no puedo explicarte lo feliz que me sentí…

Kamenashi tardó un poco en reaccionar.

-Idiota…- le dijo luego de un rato. Volviendo a acurrucarse en los brazos de Tomohisa. –¿cómo pudiste dudarlo? Eres un idiota, Tomo-chan…

-Sí, pero así me quieres, ¿cierto?

Kamenashi lanzó una ligera risilla. Se abrazó fuertemente al cuerpo de Yamashita y hundió su rostro en la curvatura de su cuello.

Yamashita se sentía feliz de tenerlo así. Por primera vez en todo el tiempo que han estado juntos, esta fue la primera vez que realmente lo sintió suyo. Sonrió.

Luego de un rato ambos se quedaron profundamente dormidos. Soñando el uno con el otro.

 

 

*******

 

 

-¿Dónde está?

-¿Quién?

Yamashita observó fijamente a Nishikido. No iba a repetir la pregunta pues él sabía perfectamente a quién se refería.

-Escucha, Yamashita…

-¿Dónde?- le interrumpió.  

-A-atrás, está hablando con su agente.

-Gracias.- dijo en un tono amable. Comenzó a caminar hacia la zona que Nishikido le había indicado. Pero antes de cruzar el salón completo, la voz de Ryo lo detuvo.

-Yamashita…- lo llamó, antes de comenzar a correr en su dirección. –Escucha, yo…

-Ryo, realmente necesito hablar con Jin. ¿Te parece si luego hablamos?, con más calma…

-¿Qué…? Sí, sí… cuando tú quieras…- le dijo sorprendido de la actitud Yamashita.

En ese momento, Tomohisa retomó su camino, pero una vez más la voz de Ryo lo detuvo.

-Tomohisa…- se atrevió a llamarlo por su nombre después de mucho tiempo. –Me alegro mucho de lo tuyo con Kamenashi-san. De verdad.

-Gracias.

-Y lamento mucho lo que te hice…- confesó avergonzado.

-¿Y quién se acuerda ahora?- Yamashita le regaló una sonrisa sincera, la misma que Ryo le retribuyó, antes de casi correr hacía la zona de estacionamientos.

No es que ya no lo recordara, o que ya no le doliera. Pero ahora estaba con Kamenashi, realmente estaba enamorado del cantante, y sólo por eso, por estar ahora con él, todo el pasado, todo el dolor, absolutamente todo, había valido la pena. El rencor se había disipado.

Suspiró. 

Esa mañana se había levantado muy temprano. Tenía mucho qué hacer. Tenía ensayo por la mañana, grabación por la tarde y una entrevista en una radiodifusora por la tarde-noche. Pero antes que todo necesitaba arreglar ciertos asuntos.

Necesitaba hablar con Akanishi Jin antes de comenzar el día y, sobre todo, antes de que su “amigo” regresara a EUA.

Llegó al estacionamiento. A lo lejos, recargado en uno de los pilares, logró divisar a Jin, hablando por teléfono. Se quedó un rato esperando a que terminara la llamada, y cuando lo vio guardarse el aparato en el bolsillo, decidió acercarse.

-Hola, Jin.- Saludó con tranquilidad.

-¡YamaPi!- Akanishi se sobresaltó al reconocer la voz, más aun al verlo.

-Vaya, cualquiera diría que no te da gusto verme…- se notaba la ironía en sus palabras. Akanishi rio.

-Si vienes a decirme que no me acerque a Kazuya… puedes irte. Me doy por enterado.- Jin se giró y comenzó a caminar en dirección a su auto, pero la voz de Yamashita lo detuvo. 

-Escúchame bien, Jin.- Akanishi se detuvo, pero no se giró. Lo escuchaba atento, pero no tenía el valor de verlo a la cara. Aun así, Yamashita caminó hasta quedar justo detrás de él. –Kame ahora está conmigo. Si alguna vez tratas de…

-No te preocupes, no pasará.

-Jin…- Jin pudo detectar el tono de advertencia en su voz.

-Hablé con Kazuya ayer.- Ahora se giró, pero aún no se atrevía a mirarlo. –Créeme, si él me hubiera dado la pauta para pensar que aún siente algo por mí, que aún tengo una mínima oportunidad con él, no me habría detenido a pensar en ti, Tomohisa, te lo habría quitado sin dudar. Pero él te quiere...- Yamashita había notado el dolor en sus palabras, se conmovió.

-Lo sé.- respondió al fin con seguridad.

-Cuídalo, se merece ser feliz.

-Lo haré, no pienso cometer las mismas estupideces que tú.

Jin rio por el comentario. Y susurró un “lo sé” que también hizo reír a Yamashita.

En ese momento ambos se giraron y siguieron su camino.

Había sido una conversación extraña, pero había servido para limar las asperezas entre ellos. Después de todo, ellos siempre habían sido extraños.

 

 

 

FIN 

Notas finales:

Realmente espero les haya gustado. 

Aganmelo saber, Siii?

Nos leemos luego. Tal vez.... ;)


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