Capítulo No. 4
-Oye, ¿aún no estás listo? Debemos estar en el estudio en media hora…- le gritó Ueda a Kamenashi, quien todavía estaba en su habitación cambiándose.
KAT-TUN debía presentarse en el Music Night. Un especial de cuatro horas que se llevaba a cabo una vez al año y que se transmitía a todo Japón. Donde eran invitados un sinfín de bandas de todos los estilos. Predominando el JRock y JPop.
La presentación había sido confirmada hacía tres meses. Yamashita y Kamenashi habían bromeado sobre ella muchas veces, ya que Tomohisa sería el Host del programa.
Sin embargo, justo ahora, Kamenashi estaba un poco nervioso, de acuerdo, estaba mucho muy nervioso, con lo sucedido hacía un par de noches, no sabía si podría mirarlo si quiera a los ojos.
-Kame, si no nos damos prisa llegaremos tarde.- le dijo Koki, con una pose que le hizo reír. La mano derecha en la cadera, la otra recargada en el umbral, el rostro serio, pero sobre todo, el repiqueo del pie… realmente quiso reír.
-Sí, Ya voy…- se abrochó la zapatilla,- ¡Listo, podemos irnos…!- se levantó de un salto de la cama y tomó a sus compañeros del brazo y los arrastró corriendo por las escaleras.
Llegaron justo a tiempo para que las maquillistas hicieran su trabajo. Todos allí iban de aquí a allá, todos corriendo y gritando, era una locura, el programa comenzaba en menos de quince minutos y el co-host, Tegoshi Yuya, aún no había llegado.
-¡Todos Listos, A Sus Puestos! ¡Comenzaremos con el musical!- Grito un hombre con un manos libres pegado al oído y una lista en la mano izquierda y una radio portátil en la mano derecha. -¡¿dónde rayos está Yamashita-san?!- gritaba el pobre hombre por todos lados. -¡Empezará él solo!
-Kamenashi-san… lo están esperando…- le dijo uno de los chicos del staff mientras le daban los últimos retoques a su maquillaje.
Kamenashi llegó con sus compañeros, ya sólo lo esperaban a él. Entonces lo vio en el escenario.
En el momento justo en que observó a Yamashita en el escenario, interactuando con el público, no pudo evitar recordar sus besos. Se sonrojó violentamente. En ese momento Tomohisa anunció a la banda.
KAT-TUN terminó su primera presentación de la noche, todos los chicos se notaban un poco… incómodos. Durante la actuación, Kamenashi había tenido pequeños… deslices. Se había equivocado en algunos pasos y se había olvidado de la letra de la canción, aunque supo recomponerse a tiempo.
Para cuando pasaron a la sección de entrevistas, Tegoshi Yuya ya estaba presente. Y había empezado con algunas preguntas de rutina. El ambiente era agradable, hasta que comenzó con las típicas preguntas de “¿Alguno de ustedes tiene novia?” o “¿Qué clase de chicas te gustan?” Kamenashi realmente sufrió con ese tipo de preguntas.
Pero entonces la segunda ronda de canciones llegó, y Kamenashi aún se notaba distraído. Pero sus errores fueron un poco más discretos.
Cuando regresaron a la sección de entrevistas, Yamashita los recibió con una sonrisa extraña. Kamenashi tuvo un mal presentimiento.
Durante la entrevista Tomohisa se aprovechó de los traspiés de Kamenashi, supo sacarles provecho, pues no paraba de incomodarlo. Y el público reía desaforadamente, divertidos, por la manera tan incómoda en que el chico se removía en su asiento. Y sobre todo, las respuestas tan infantiles que daba.
Yamashita se complacía con los sonrojos de Kamenashi.
Los chicos de KAT-TUN, no pudieron evitar sentir que estaban de más en ese lugar. Era como si sólo Kamenashi y Yamashita existieran.
-¿Qué fue todo eso?
Le preguntó Kamenashi a Yamashita cuando el evento terminó, interceptándolo en el pasillo rumbo a los vestidores.
-Un gran Show…- respondió Yamashita conteniendo la risa.
Kamenashi no dijo nada, simplemente se quedó allí, mirándolo intensamente.
-Oye, Kame… no fue mi intensión molestarte, yo…- comenzó a disculparse, Kamenashi parecía molesto. Se asustó.
-To-mo-chan…- canturreó, sacándole la lengua. Luego estalló en carcajadas. –No te preocupes. Pero, a decir verdad, es tu culpa que yo me haya equivocado tanto esta noche….- confesó avergonzado.
-Ah, ¿Sí?- Yamashita captó el tono que utilizó y se acercó peligrosamente al menor, con un aire de autosuficiencia que hizo a Kamenashi estremecerse. Parecía que lo besaría en cualquier momento.
-Aquí no,- susurró. –Alguien podría vernos.- le dijo Kamenashi, mientras bajaba el rostro completamente sonrojado.
-¿Prefieres que vayamos a mi departamento?- preguntó pícaro, con una sonrisa cínica en el rostro.
-Mejor otro día.- respondió Kamenashi, también con una sonrisa astuta, y una mirada ladina. Entonces se despidió de Yamashita con un beso en la mejilla, un beso muy cerca de la comisura de los labios. –Por cierto,- agregó a medio camino –gracias por el recuerdo…- entonces corrió hacía la salida del recinto.
Yamashita no pudo evitar sonreír triunfante.
Desde entonces se encontraban cada vez más seguido. Salían a comer, a cenar o a bares, lo que fuera, el punto era pasar un buen rato juntos.
Además, esas salidas ya no eran en plan de amigos, pues había besos de por medio, caricias superficiales. Esto le preocupaba un poco a Yamashita, pues no habían aclarado aún ese punto. No eran novios, o amantes o amigos con derechos… entonces, ¿qué eran?
Yamashita ya lo había decidido, debían aclarar todo. Kamenashi lo había invitado a cenar, la semana siguiente, en su departamento; era un buen lugar para hablar con él.
Necesitaba saber qué clase de relación tenían.