Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El Amargado (Yoonseok) por Kantona Park

[Reviews - 7]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Hace muchísimo tiempo que no publico un fic por lo que, sed buenas conmigo por favor. Es mi primer shot de BTS y la pareja es un poco amorfa. No es de mis favoritas pero se lo escribí a una amiga porque a ella le encanta. Espero que disfrutéis de la historia y perdón por posibles errores gramaticales. Se aceptan críticas de todo tipo ^^

— ¡¡HOBI HYUNG!!

— ...

— ¡¡HOSEOK HYUNG ABRE!!

— ...

— ¡¡JUNG HOSEOK ABRE LA MALDITA PUERTA!!

 

Me desperté ante los golpes y esa voz gruesa y demandante que llamaba con desesperación mi nombre. Aún algo adormilado alargué la mano hasta la mesita de noche, mirando la hora en el móvil. Eran las 3:00 AM.

 

Jimin se encontraba acurrucado en la cama de al lado, frunciendo el ceño ante los ruidos molestos que no nos dejaban descansar después de ese día tan ajetreado.

 

Me levanté tambaleándome un poco aún por estar medio dormido, acercándome a la puerta para descubrir quién era esa persona tan molesta que golpeaba sin descanso. Al abrirla, vi al pequeño Taehyung con una almohada bajo el brazo.

 

— El "amargado" me ha echado de la habitación. Dice que le molesta mi respiración al dormir.

 

Resignado, abrí la puerta dejando que ingresara. No hacía falta que lo pidiera, yo sabía que quería dormir conmigo. Y no le culpo de ello. Últimamente estar en la misma habitación que Suga era un completo suplicio.

 

Al inicio pensábamos que se debía al estrés y cansancio del comeback. Pero a pesar de todo no era motivo suficiente para que estuviera tan irascible.

 

Seguramente tendría un humor de perros. Tras el concierto acabamos exhaustos, y al llegar a nuestro nuevo destino los fans casi nos matan al vernos en el aeropuerto. Sí, desde luego había sacado el pitbull que lleva dentro.

 

Miré a V con cara de comprensión y lo llevé hasta mi cama. Gracias a Dios en el hotel las camas son amplias, por lo que dormimos a gusto ambos.

 

Al par de horas sonó mi despertador, maldiciéndome mentalmente. Necesitaba dormir más, todo mi cuerpo pesaba. Antes de que el sueño me atacase de nuevo, decidí darme una ducha que me despejara para ir a desayunar con otro ánimo.

 

No sé cómo lo hice pero llegué el último. Incluso Jimin que se duchó después que yo ya estaba con la boca llena. Miré las mesas y fruncí los labios. Algo no estaba bien de buena mañana. Todos los chicos desayunaban alegremente en una mesa mientras Yoongi estaba solo en otra.

 

Cogí mi abundante desayuno y sin dudarlo me senté junto a él. Ni siquiera le di los buenos días, sabiendo que mi simple saludo lo irritaría de sobremanera. Me puse a comer en silencio, pero al parecer no fue suficiente para él.

 

— ¿Podrías dejar de hacer tanto ruido al masticar? — Gruñó molesto.

 

Lo miré con estupefacción, cosa que le molestó aún más, haciendo que se levantara para irse a otro lugar. Me quedé en mi sitio repasando mentalmente si en algún momento había hecho algo malo.

 

Es cierto que a todos nos trataba mal, pero conmigo se llevaba la palma. Normalmente cuando algo le molestaba de los demás, simplemente ponía mala cara y a veces se iba. A mí siempre me decía algo borde. Lo de la noche anterior con Taehyung había sido la excepción que confirma la regla.

 

— Eso te pasa por sentarte con él. — Namjoon me miraba con una sonrisa divertida. Pero yo no le veía la gracia.



Pasamos la mañana visitando esa ciudad desconocida para todos. Era inevitable sentirnos emocionados al poder visitar partes del mundo que nunca hubiéramos pensado. Más no podía disfrutarlo al cien por cien.

 

Toda la mañana estuve observando a Suga. A pesar de que a veces medio sonreía con algún chiste, la mayoría del tiempo estaba callado y de mal humor. Tenía unas bonitas ojeras que le adornaban sus gatunos ojos. Ocultándolas bajo sus gafas de sol. Ese era un factor que no comprendía, teniendo en cuenta que había echado a V para poder dormir.

 

Cada vez que me atrapaba mirándolo me miraba peor. Haciendo muecas de desagrado con sus labios e incluso sacándome el dedo de enmedio en alguna ocasión.

 

Supongo que se me tuvo que notar la tristeza, porque Jimin vino a mi rescate. Haciendo que de nuevo entre risas y bromas me olvidara del "amargado".

 

La tarde de ensayo fue amena. El concierto seguramente nos saldría bien, sintiéndome feliz por ello. A pesar de que en general lo hicimos todo correctamente a veces cometíamos fallos. Somos humanos, por lo que ninguno le dábamos importancia ya que a la hora de la verdad lo íbamos a hacer bien. Pero él no.

 

Cuando se equivocaba resoplaba frustrado. Y parecía que ese día no estaba muy acertado, ya que parecía un búfalo. Me acerqué algo receloso, colocando una mano en su hombro para darle mi apoyo en un momento en el que se le veía bastante molesto. A veces creo que soy idiota.

 

— ¿Por qué no te vas a la mierda Hoseok? — apartó mi mano de un manotazo antes de irse al backstage como alma que lleva el diablo.

 

Me acaricié un poco la mano para aliviar el leve picazón del golpe mientras miraba con el ceño fruncido por donde se había ido.

 

— ¿Tú es que no vas a aprender nunca? — Seokjin me miraba con burla mientras negaba. Todos sabían que debía evitarlo menos yo. Pardillo.

 

— Hablaré con él. Está insoportable y contigo se está pasando de la raya. — Habló serio nuestro líder. - Al principio era divertido porque no influía en el trabajo. Pero ahora es demasiado.

 

— No te preocupes Namjoon, esta noche hablaré con él y si no entra en razón te paso el turno.

 

Le contesté en un tono algo más brusco del que debía, pero estaba molesto. Suga se estaba cerrando a todos cuando era obvio que le pasaba algo. Que conmigo fuera peor, me daba una leve pista de que quizá yo tuviera que ver. O eso o era un muchacho con mala suerte. No descartaba nada.



Tras acabar el concierto fuimos de nuevo al hotel para ducharnos y descansar. Deberíamos haber celebrado nuestro éxito, pero ninguno tenía fuerzas para una fiesta en ese momento.

 

Había acordado con Taehyung que cuando acabara de ducharse viniera a nuestra habitación. Él me daría la llave de la suya y así podría hablar con Suga tranquilamente. Si no abría con la llave seguramente él no me abriría.

 

Una vez que tuve en mi poder la llave magnética me dirigí a su habitación. Taehyung le había dicho que dormiría con nosotros por lo que seguramente no estaría esperando a nadie.

 

Pasé con rapidez la tarjeta por la ranura y abrí sin vacilaciones. Yoongi tendría que escuchar lo que quería decirle le gustara o no. Teníamos que solucionar nuestras diferencias por el bien de nuestra amistad y del grupo.

 

Suga estaba recostado en el cabecero de la cama con los ojos cerrados y tapado hasta el pecho. En un principio pensé que dormía, pero un leve movimiento bajo las sábanas me dijo lo contrario.

 

Un suspiro ahogado salió de sus labios, haciendo que entrara en pánico. Si Suga me descubría mirándolo mientras se masturbaba se iniciaría la tercera guerra mundial. Entreabrió los ojos y una vez más el peso de su ira cayó sobre mí.

 

— ¡¿QUÉ MIERDA ESTÁS HACIENDO AQUÍ?!

 

Se tapaba con las sábanas hasta el cuello, mirándome con ojos desencajados. El sonrojo cubría todo su rostro, llegando al nacimiento del pelo. Yoongi estaba avergonzado y era lógico que lo estuviera.

 

— L-lo siento. Sólo quería hablar contigo y pensé que no me abrirías por lo que le pedí la llave a Taehyung.— hablé con temor.

 

Suga suspiró profundo, pasándose la mano por la cara. Se veía agotado, dejando de tener esa imagen de gruñón para dar paso a una de completo cansancio. A pesar de estar jugándome la vida, me senté en el filo de su cama. Él estaba más calmado (para mi suerte) y parecía querer hablar del tema.

 

— Hoseok me estoy volviendo loco — chasqueó la lengua mientras apoyaba la cabeza en el cabecero de la cama y cerraba los ojos.

 

— ¿Qué te pasa hyung? Somos amigos...podemos contarnos las cosas y ayudarnos entre nosotros - lo miré con cariño.

 

— Tú no lo entiendes. Es....tan complicado...

 

— Vamos hyung, ¡no será para tanto!

 

— Me paso el día empalmado mientras le miro el trasero a uno de los miembros.

 

Todo el hotel cayó sobre mis hombros. Si bien era cierto que ninguno hablábamos de nuestras preferencias sexuales, daba por hecho que Yoongi era el hetero más hetero que tenía el placer de conocer. Después de Namjoon.

 

Lo miré con estupefacción. Ya no sólo porque me acabara de confesar que le atraía un chico sexualmente, sino porque ese chico pertenecía a nuestro grupo. Me mantuve en silencio buscando las palabras adecuadas, mirándolo en silencio mientras escogía qué decirle de la mejor forma posible. Pero se me adelantó una vez más.

 

— Aparta tu trasero de mi vista Hoseok...Nunca he estado tan frustrado sexualmente. Tengo hasta ganas de llorar. Me masturbo y no se pasa. Quedo con chicas y no se alivia...no sé qué más hacer.

 

Mi primera sorpresa fue cuando dijo que quedaba con chicas...¿De dónde sacaba el tiempo? Hasta que me percaté de lo que el mensaje completo significaba. A veces escucho las cosas en el orden que me da la gana.

 

Suga me miraba con culpa. Había confesado que yo le atraía sexualmente, sintiéndose muy mal por ello. Por un momento tuve una sensación extraña, pero decidí que no me afectaría.

 

Cogí el rostro de mi hyung, acercándome a su cara hasta apoyar nuestras frentes. Su mirada quemaba. Eran unos ojos tristes que se disculpaban por su error. Un error que yo no le veía nada de malo.

 

Con lentitud y algo de duda fui acortando la distancia, posando con suavidad mis labios sobre los contrarios. Al sentir la piel cálida mi corazón se aceleró, acercándome un poco más para besarlo con comodidad.

 

Yoongi no dudó un momento en corresponder mi beso, cosa que me hizo sentir muy bien. No tenía ni idea de qué estaba haciendo o por qué. Pero no se sentía erróneo en absoluto.

 

Atrapé sus labios con delicadeza entre los míos, saboreándolos lentamente. Sus manos llegaron rápido a mis costados mientras ladeaba la cabeza para acercarse un poco más a mí. Haciendo que poco a poco me subiera más en la cama hasta estar tumbado sobre ella, estando suga medio recostado sobre mi cuerpo sin dejar de besarme.

 

Alejó su rostro levemente del mío, buscando con sus ojos una respuesta ante lo que acababa de pasar. Pero ni yo mismo la tenía, por lo que recibió una sonrisa a cambio. Sorpresivamente, él sonrió también.

 

Volvió a besarme, acariciando con delicadeza uno de mis costados por encima de la camiseta. Cualquiera que supiera la historia no entendería por qué Suga estaba tan calmado si me deseaba tanto. Pero yo sí lo sabía. Él nunca me obligaría a nada ni me haría daño.

 

Con ese pensamiento en la cabeza llevé la mano hasta su cabello, buscando profundizar el beso hasta sentir su lengua junto a la mía. Una vez que se encontraron llegó la lujuria.

 

El beso se hizo desordenado, haciendo que en algunas ocasiones nuestros dientes chocaran a causa del descontrol. Mis manos tiraban de su camiseta con fuerza, casi arrancándola de su cuerpo cuando alzó los brazos para ayudarme en mi tarea de desnudarlo. Las suyas hicieron lo mismo con mi prenda, lanzándose a mi cuello una vez que había sido retirada.

 

Ladeaba la cabeza para dejarle más espacio, notando los labios finos de mi hyung recorriendo la extensión de mi piel. Leves suspiros escapaban de mis labios mientras bajaba su bóxer, ya que al haber estado antes masturbándose se encontraba sin pantalón.

 

En cuanto estuvo desnudo por completo me dediqué a acariciar su cuerpo. Él estaba entretenido en mi pecho, arrancándome gemidos cada vez que de manera juguetona mordía uno de mis pezones. Sentí sus caricias en mis muslos, notando cómo sus yemas me ardían en la piel conforme me iba quitando las últimas prendas.

 

Se colocó a mi lado, bajando la mano por mi vientre de manera insinuante hasta que llegó a mi miembro. Inició una suave caricia que desentonaba con la intensidad de la situación, comprendiendo en ese momento que él estaba tan nervioso como yo.

 

Me relamí los labios un par de veces, viendo cómo me miraba la boca embelesado. Eso me hizo actuar. Quizá no de la mejor manera, pero puestos a experimentar todo valía.

 

Hice que se colocara boca arriba mientras me encorvaba hasta tener su entrepierna frente a mi cara. Su gesto era una mezcla de sorpresa y anticipación, por lo que sonreí satisfecho internamente.

 

Mojé mis labios un poco antes de dar un par de besos en el glande, sujetando el resto con mi mano derecha. Me sentía extraño, algo cohibido. Saqué la lengua para mojar toda la cabeza, notando el sabor amargo del miembro de mi hyung. Me dí cuenta de que si lo mojaba, deslizar los labios sería más sencillo, por lo que repartí largas lamidas a lo largo de todo su pene.

 

Una vez ensalivado comencé a masturbarle con la mano, chupando levemente el glande con los labios. Los gemidos de Suga eran profundos. Más que gemidos, eran gruñidos contenidos. Pero yo estaba dispuesto a hacerlo gemir de verdad.

 

Fui introduciendo poco a poco su miembro en mi boca, no pudiendo abarcarlo entero; por lo que me ayudé con la mano. Movía la cabeza de arriba a abajo. Succionaba con fuerza cada vez que iba sacándolo, intentando darle así un mayor placer. Conforme más lo hacía, más sencillo me resultaba, consiguiendo lo que más quería en ese momento: un gemido profundo de Yoongi.

 

Saqué el pene de mi boca para mirarlo, pero no me dio mucho tiempo. Yoongi había tomando mi rostro con rapidez para volver a besarme con toda su desesperación. Sus besos me nublaban los sentidos, no dándome cuenta de cuando me había vuelto a recostar en la cama.

 

Se incorporó para colocarse de rodillas mientras me miraba. Al principio no le entendí, pero tomó suavemente mis rodillas para separarlas unos centímetros. Me sentí algo conmovido. A pesar de todo quería asegurarse de que yo también quería hacerlo. Con una sonrisa doblé mis piernas y las abrí, dándole una visión completa.

 

Nunca en mi vida había sentido tanta vergüenza. Pero Suga me miraba fascinado. Se lamió un poco los dedos, comenzando a pasar las yemas por mi entrada completamente fruncida y virgen. Por acto reflejo, la oprimía cada vez que pasaba el dedo. Viendo cómo eso parecía calentar un poco más a mi hyung.

 

No esperó mucho hasta que comenzó a masajear con calma. Un dedo solitario se iba abriendo paso con lentitud dentro de mi cuerpo mientras mi hyung controlaba mis gestos faciales. A pesar de ser la primera vez que hacía algo así (y que entraba algo dentro de mí), la molestia fue tan mínima que ni siquiera consideré que fuera una molestia.

 

Poco a poco Yoongi me fue dilatando. Llegando a introducir tres dedos en mi interior. Dolía, claro que lo hacía. Pero los besos de mi hyung en los muslos y la masturbación lo hicieron más ameno.

 

En una ocasión dobló las falanges hacia arriba, haciéndome emitir el gemido más vergonzoso que haya dado nunca. Suga sonrió malicioso, golpeando un par de veces con firmeza antes de sacar los dedos de mi cuerpo.

 

Había llegado el momento y estaba nervioso. Pero esos golpes dentro de mi me hicieron desear que lo hiciera con algo más grande. Escupió un poco en su mano y se masturbó, esparciendo su saliva por todo su miembro.

 

Se recostó sobre mí, sintiendo como su corazón estaba igual de acelerado que el mío. Miró mis ojos profundamente antes de besarme de nuevo, sintiendo como aprovechaba la distracción para ingresar centímetro a centímetro en mi interior.

 

No esperó a que me acostumbrara, y a decir verdad, yo sólo quería que se moviera cuanto antes. Las embestidas comenzaron lentas pero muy profundas, amoldándonos el uno al otro. Viendo que movimientos nos daban más placer a ambos.

 

Apoyó los antebrazos en el colchón para mirarme desde arriba, mordiendome los labios conforme aceleraba el ritmo de las estocadas progresivamente. De su boca escapaban gemidos cortos pero sonoros. Sonidos que me parecían lo más sexy que hubiera podido apreciar en mi vida.

 

Notaba lo profundo que llegaba en mi interior y eso me daba un gran placer mental. Me sentía un guarro. Pero el puro placer físico sumado a esa sensación mental me daba una satisfacción inigualable.

 

De repente, las estocadas se hicieron fuertes y rápidas. Tuve que agarrarme de sus hombros con firmeza mientras gemía a todo pulmón. La calidez inundaba todo mi bajo vientre haciéndome enloquecer. El sonido de sus testículos chocando contra la piel de mi trasero acompañaba al de mis gemidos. Sus propios gruñidos resonaban en cada parte de la habitación, presentando una sintonía erótica cargada de lujuria.

 

Apreté las piernas alrededor de su cadera. Quería que llegara más profundo, que lo hiciera más fuerte. Que me golpeara una y otra vez donde lo estaba haciendo.

 

— Yoon...aaah Yoongi!! MÁS!! MÁS YOONGI, MÁS!!! — No pude evitarlo. A estas alturas todo el hotel me estaría escuchando y no me podía importar menos.

 

Comenzó con un ritmo frenético que duró solo unos segundos, pero fue suficiente para que yo alcanzara el orgasmo. Él continuó embistiendo con ganas hasta que acabó en mi interior, gimiendo roncamente en mi oído.

 

Nuestras respiraciones eran aceleradas. Ambos estábamos completamente cubiertos en sudor y con el corazón a mil. Pero extrañamente, me sentía en paz. Alcé el rostro para mirarlo, encontrándome con su sonrisa dulce antes de darme un beso en los labios que me hizo sonreír a mi también. Habíamos solucionado nuestros problemas de una manera muy peculiar.



Al día siguiente fuimos a desayunar como si nada hubiera pasado. Creí que los chicos pensarían que habíamos solucionado todo y simplemente me había quedado allí a dormir. Pero de nuevo, la suerte no estaba de mi parte.

 

— ¿Habéis solucionado ya vuestra tensión sexual? — dijo Jungkook. Nos miramos estupefactos para después desviar la vista hacia los demás.

 

— Hoseok hyung no te ofendas, pero te escuchó medio hotel. — Namjoon sonrió malicioso.


Ante mi cara de espanto todos comenzaron a reír, incluído Yoongi. No estoy muy seguro de qué pasará de aquí en adelante. Quizá haga frente a la situación como un hombre, o huya a una selva amazónica donde nadie me reconozca. De lo único que estoy seguro, es de que amo ver de nuevo a Suga sonreir.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).