De nuevo llegaba su nariz ese aroma.
El delicioso aroma a pan recién orneado. Inevitablemente su mano se dirigió a su estómago, y Yifan miró por encima de su hombro hasta dar con la panadería a dos locales de la parada de autobuses en la que estaba. Regresó su mirada hacia la calle para ver si su autobús se aproximaba, pero a no verlo decidió meter su mano derecha a la chaqueta y buscar su billetera.
Al sentirla sonrió y dejó la parada de autobuses para ir hacia la panadería.
A cada paso el aroma se intensificaba, comenzó a salivar y finalmente, al abrir la puerta de la panadería aspiró con todo lo que sus pulmones le dejaron para abrir sus ojos y mirar al chico de lo muffins, que lo miraba con una ceja alzada.
Algo extrañado, pero divertido.
-Buen día.- le saludó Yifan, girándose para ir hacia el pan recién horneado, estaba observando y evaluando cuál pan lucía mejor para comprarlo cuando el aroma a desodorante masculino se combinó con el del pan horneado.
Antes de voltear por encima de su hombro, notó que el panadero estaba a su lado, acomodando más de los muffins que tenía en su bandeja de la mano derecha.
Tao le sonrió a Yifan, al ver que no dejaba de mirarlo, se sentía un poco incómodo así que se apresuró a acomodar los muffins para regresar a la sala de hornos y seguir horneando. Yifan sólo lo miró sonriendo aún más, siguiendo los pasos de Tao.
Pero suspiró asintiendo, regresando la mirada a los muffins que recién Tao había colocado.
Tomó uno con las pinzas y lo colocó sobre la bandeja que sostenía en su mano, acomodó las pinzas de donde las tomó para caminar hacia la caja y que le cobraran.
Pasaron dos minutos y nadie se acercaba a cobrarle, Yifan miró por la ventana del local para ver si el autobús se acercaba, pero al no verlos asintió, aun se sentía ansioso, quién sabe si ya había pasado o aun no, y que no le cobraran sólo lo estaba retrasando.
-Lo siento, es que las donas…- susurró Tao limpiando sus manos con el pañuelo que siempre cargaba dentro de su mandil.
-No hay cuidado.- contestó Yifan sonriéndole. –Sólo el muffin.-
Tao asintió y pasó el código de los muffin por el pequeño laser rojo, luego miró a Yifan mientras le decía la cantidad que debería de pagar.
-Claro.- contestó Yifan sacando de nuevo su billetera para tomar un par de billetes y entregárselos. Después de regresarle lo que le sobraba, Yifan tomó el muffin y salió de la tienda, notó que su autobús estaba estacionado, abordando a las personas que también iban hacían donde él, por lo que se dio prisa, abordó, pagó, y se fue hacia los asientos medios.
Se sentó y sintió el movimiento del autobús, mientras le quitaba el papelito rojo al muffin recordó al chico de lo muffin, sonrió mordiendo la superficie de panecito.
-Me pregunto cómo te llamas.- susurró.