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El YeBum (no) es real por Karmilla46664

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Notas del fanfic:

Este shot me inspiré en una plática que tuvimos unas shippers de esta couple, donde debatimos quién de los dos era el pasivo...

Notas del capitulo:

¿Quién será el activo? Señoritas, hagan sus apuestas.

Kibum irrumpió ferozmente en la habitación de Heechul, dejando a sus hyungs pasmados por el repentino arrebato del menor. Miró al trío SiHanChul como si ellos tuviesen la respuesta a todos sus problemas, y quizás fuese cierto.

-¿Acaso parezco uke?-cuestionó acaloradamente tras cerrar la puerta.

Las caras atónitas de sus compañeros no se hicieron esperar, quedando a cuadros por la repentina pregunta.

-Yo te veo masculino- fue el chino quién se atrevió a romper el silencio, mientras los otros seguían observando al menor como si fuera un bicho raro.

-¿Desde cuándo te planteas esas cosas?- cuestionó el hyung mayor con perspicacia.

-Me he encontrado a Yesung leyendo un fanfic YeBum.- explicó ofuscado.

Si la pregunta había sido rara, aquello era el acabose… El vocalista principal ya de por sí era rarito: hablaba con sus tortugas (y las entendía), se paseaba desnudo sin pudor delante del resto, tenía una extraña obsesión con los philtrums, y un sinfín más de anécdotas que coronaban a Yesung como el 4D de Super Junior. Pero por muy excéntrico que fuera, no se esperaban que leyese relatos homosexuales sobre sus compañeros. No pudieron evitar sentirse sucios al pensar que ellos también podrían haber sido víctima de los fetiches del cabezón.

-Tranquilízate, quizás sólo lo leyó por curiosidad- Siwon trataba de encontrar la lógica a semejante acto pecaminoso.

-Debe ser repugnante saber que el bicho raro de Yesung se toca pensando en ti- se mofó Heechul.

Kibum miró a sus hyungs algo contrariado: ¿tan abominable les resultaba acostarse con ese hyung tan especial?

-¿En serio es eso lo que os extraña?- volvió a preguntar anonadado.- ¡Soy el pasivo en la relación del fic! ¿De verdad parezco tan afeminado?

Definitivamente aquello remató la conversación.

-Siempre te ukean- señaló Heechul- con Siwon, con Hangeng (aunque él no cuenta porque es mío), con Shindong… Sí, debes de parecer realmente un marica reprimido.

El menor parecía estar a punto de explotar, ya que la vena de su cuello latía con celeridad y su cara lucía roja por la rabia. Respiró profundamente antes de soltarle unas cuantas palabras ofensivas al bocazas de su hyung y, una vez se hubo calmado un poco, prosiguió.

-Entiendo que con ellos sea el pasivo… ¿pero con Yesung? ¿¡EN SERIO!?- volvió a levantar la voz, el tema le ponía colérico.

-Ambos sois masculinos- repitió Hangeng- aunque yo creo que tú te ves más como el activo.

-Exacto- hiló Siwon- tienes carisma, sonrisa de Casanova, y cuando estáis juntos sueles ser tú el que tomas una pose más protectora, siempre detrás de él o abrazándolo por los hombros. No creo que te veas cómo el uke de la relación.

-Entonces, ¿por qué tiene que llamarse nuestra pareja YeBum? Agh, odio los fanfics-se quejó con fastidio.

-Y, ¿de qué era el fic si se puede saber?- preguntó Heechul con el interés propio de una ajhumma.

-Lemon.

El chino y el caballo no entendieron, pero el mayor comenzó a carcajearse, sabedor de la magnitud del asunto.

-Bum, estás en un serio problema. Yo que tú tendría una charla con el cabezón porque sino el día menos esperado te viola mientras duermes.

Kibum miró a su hyung con desaprobación pero decidió aceptar el consejo.

-Creo que tengo algo que aclarar con Jongwoon. Gracias por escucharme- y salió de la habitación con la seriedad que caracterizaba al tsundere de Super Junior.

-¿Vosotros me veis pasivo?- preguntó con curiosidad Heechul, poniendo nerviosos a los otro dos.

-N-no entiendo, hyung- respondió con falsa torpeza el chino.

-¿Quieres mi opinión sincera?- preguntó temeroso Siwon.

El mayor los inspeccionó con ojos fieros, para luego relajar su semblante.

-Mejor haced algo productivo: chino, haz arroz frito; caballo, hazme un masaje, tengo los hombros tensos.

Y casi que prefirieron atender los caprichos de Cinderella que tener que contestar a la pregunta que les condenaría a una rabieta apocalíptica del temperamental hyung.

 

 

Kibum volvió a la habitación de su extravagante hyung, sentándose en la cama con gesto taciturno.

-Tenemos que hablar- habló con voz autómata.

Yesung, que en ese momento estaba en su escritorio con su tarea de curiosear fanfictions giró la silla para quedar frente al menor.

-¿De qué tenemos que hablar?-preguntó con una seriedad que pondría los pelos de punta a cualquiera, menos al original maknae.

-No sé qué hacías leyendo lemon YeBum pero no me gusta- habló con voz cortante, mirando fijamente a su hyung que lo observaba con severidad.

-¿Ahora vas a venir a decirme qué puedo o no leer? Sal de mi cuarto, Kibum- volvió a girar la silla para retomar su tarea lectora.

El menor se quedó a cuadros por la respuesta de su hyung: ¿en serio se iba a quedar la cosa ahí? Volteó con violencia al mayor, que se levantó velozmente, quedando frente a Kibum en actitud retadora.

-No voy a consentir que leas ese tipo de cosas. Yo no soy pasivo, ¿te enteras?

-Todos los fics donde aparecemos te describan como el uke de la relación, quizás va siendo hora de que alternemos roles.- respondió con arrogancia, cabreando más todavía al actor.

-Eso ni lo pienses. Fantasea conmigo si te apetece, pero no voy a ser el de abajo. El YeBum no es real.

Yesung miró con rencor a su pareja: no es que no le gustase ser el que recibe, pero se estaba comenzando a hartar de hacerlo siempre de la misma forma. Además, quería probar la experiencia de dominar al indomable de su dongsaeng. Si había aceptado ese rol fue por curiosidad pero ahora lo sentía como una imposición. Al principio era divertido por la adrenalina de poder ser descubiertos por alguno de sus compañeros que eran ajenos a su relación, pero lo excitante se había convertido en rutina y la fantasía de ukear a Kibum había llegado gracias a las mentes pervertidas de sus seguidoras. Había muchas que lo emparejaban con Ryeowook pero él sólo tenía ojos para el huraño y tímido dongsaeng que lo miraba con el ceño fruncido en ese momento.

-¿Sigues enfadado?- preguntó con tono cansado, sentándose en el lado de la cama que estaba vacío.

-No me gusta que me vean como pasivo- volvió con el berrinche.

-Ser el que recibe no te quita tu masculinidad, ¿sabes? Es ofensivo que pienses así de mí- ahora el que se estaba enojando de verdad era el mayor por la actitud intransigente del actor. Éste cayó en que quizás estaba siendo demasiado duro con su hyung, por lo que trató de provocarle tocándole el philtrum.

-Yah! Deja de hacer eso, estamos en medio de una discusión- una sonrisa traviesa se dibujó en los labios de Kibum, que volvió a atacar a su pareja- Kibum-ah, estate quieto.

El juguetón del menor siguió con su fechoría, tratando de relajar el ambiente que él mismo había vuelto tenso. Yesung trató de incorporarse para alejarse de él, pero fue tironeado con fuerza del brazo hasta volverlo a sentar en la cama. Sostuvo la pequeña mano del mayor, acariciando con delicadeza las venas que se intuían en el dorso. Se acercó al oído del cantante y susurró con voz raposa:

-No te enfades, hyung- se separó, culminando la actuación con una encandilante sonrisa de anuncio. Usualmente cuando estaban a solas se hablaban en banmal, pero quería actuar como un dongsaeng inocente tratando de ganarse el perdón de su pareja. El mayor suspiró y sonrió derrotado: aquel revoltoso chiquillo le traía de cabeza, en el buen sentido. Le encantaba la forma protectora en que Kibum lo sostenía por los hombros; cómo lo celaba cada vez que Ryeowook aparecía en escena, tratando de llamar su atención con rabietas que concluían en despampanantes sonrisas; le encantaba cómo en cada concierto se las apañaba para acabar a su lado y colgarse de su espalda… En definitiva, estaba enamorado hasta las trancas de cada pequeño gesto emitido por su dongsaeng. Le era prácticamente imposible cabrearse con él, aunque tenían sus peleas, y no eran poca cosa siendo ambos tan temperamentales. Hizo como si se pensase si lo perdonaba o no, ocurriéndosele una idea que pusiera a prueba al menor.

-Te perdono si dejas que te dé yo.

Por lo visto Kibum no se esperaba esa respuesta por la cara de póker que puso.

-Ni hablar, ya te he dicho antes que por detrás no. Y menos tú, con lo bien equipado que estás… ¡Ni hablar! Que no me dejo ukear.

-Entonces creo que estaremos una temporada sin sexo- lo estaba poniendo a prueba, sabía que el actor era demasiado vicioso como para aguantar sin acostarse con alguien- No estará nada mal, así podremos fortalecer nuestra relación en otros ámbitos- Kibum miraba al suelo con el semblante serio, como si esperase ver la respuesta en las losas.- Quizás Wookie se deje…

Aquella fue la frase que activó al menor, haciéndole incorporarse como si tuviera un resorte.

-¡Eres mío!- espetó con coraje, como si le fueran a quitar su juguete favorito.

-Tú mismo quisiste llevarlo en secreto por lo que técnicamente no somos una pareja formal y puedo hacerlo con quién me apetezca- veía la cara de desesperación de su dongsaeng y reía interiormente; estaba comenzando a flaquear.

-No estarás hablando en serio…- cuestionó dolido, preguntándose si para Yesung aquello no significaba los mismo que para él.

-Buscaré a alguien que esté tan seguro de su masculinidad que no tendrá reparos en disfrutar siendo el de abajo- concluyó el mayor, cruzando los brazos en el pecho esperando el veredicto de Kibum. Sabía que aquello había sido un golpe bajo, pero quería probar suerte una última vez. El menor agarró su rostro con firmeza, mirándolo con intensidad, y lo besó posesivamente.

-Pero hazlo suave- le susurró con abatimiento, viendo una malvada sonrisa pintada en el rostro de su hyung.

-Verás cómo no te vas a arrepentir.

-Me he arrepentido antes de abrir la boca- contestó con fastidio. El cantante le revolvió el pelo como si de un crío se tratase: lo tomó del mentón y depositó un suave pero firme beso en los jugosos labios del original maknae. Posó sus manos en la cintura del menor, acariciándola por encima de la camiseta, arrimándolo a su cadera. Le gustaba estar así con el actor, simplemente besándose de forma íntima. Saboreaba el grueso labio inferior de Kibum, pasando su lengua como pidiendo permiso para penetrar su boca. Cuando sus lenguas estuvieron en contacto, ambos cuerpos se pegaron más, tratando de profundizar el beso. Los labios de Yesung descendieron con parsimonia hasta el cuello del menor, depositando suaves besos en la delicada piel, haciéndole suspirar quedamente. Levantó la vista y sonrió con picardía.

-Estás saladito- el tono con el que lo dijo fue cautivador; el actor lo miró con fingido enojo ¿se supone que eso era un halago? Pero no tuvo tiempo de pensar ya que su mente se nubló debido a las corrientes placenteras que recorrían su cuerpo gracias a los hábiles labios de su hyung, que lamía lentamente su oreja. Mientras su lengua besaba desde el cuello hasta las orejas del menor, sus manos apretaban con fuerza la cadera de éste, hincándole las uñas tratando de contenerse para no tirarlo a la cama y follárselo sin preparación. Pero llevaba demasiado fantaseando con hacer el YeBum real, por lo que disfrutaría del momento. Además, aunque se moría de ganas por enterrarse en el estrecho trasero de Kibum debía ser paciente y prepararle en condiciones; lo último que quería era pasar una vergonzosa noche en el hospital poniéndole tontas escusas al médico para explicar el posible desgarro anal.

-N-no m-me gusta-aaah recibir toda la atención –se quejó entre jadeos el menor, que comenzaba a sentirse aturdido por todas las atenciones recibidas. No estaba acostumbrado a eso, más bien a jugar con la paciencia de su hyung para acabar penetrándolo en el momento menos esperado. Le gustaba el sexo rápido y sucio, siempre siendo él quien llevase las riendas. Sin embargo, Yesung parecía tomarse su tiempo, saboreando cada porción de piel expuesta. No podía decir que no le gustase el contraste de la tibia lengua en su clavícula con el doloroso agarre en su cadera, pero necesitaba más: ese ritmo era desesperantemente lento. Simuló una embestida, y luego otra; pensaba que el cantante se molestaría por ese gesto pero comenzó a respirar con dificultad, al igual que él, y los besos pasaron a ser mordidas y chupones, colando sus manos por debajo de la molesta camiseta. De pronto las camisetas volaron y comenzó el sonido de los cinturones siendo desabrochados con prisa y de sus respiraciones aceleradas. Yesung mordía los pezones del actor, que le arañaba la espalda mientras emitía jadeos roncos.

-Voy a follarte de tal forma que no vas a querer volver a ser el activo- lo dijo de una forma tan segura y autoritaria que Kibum sintió un tirón en su pene, deseoso de ver esa faceta salvaje de su hyung. Se cansó de torturar los hinchados pezones, por lo que volvió a subir a la boca del actor, que recibió su lengua con desesperación. Sus torsos desnudos estaban pegados y sus lenguas se devoraban con gula: las pequeñas manos del mayor bajaron hasta las nalgas del rapero, masajeándolas por encima de los bóxers. El cantante pellizcaba los erectos pezones, mientras mordía el lóbulo de su oreja izquierda. Sus manos subían y bajaban acariciando el pecho del menor, que comenzaba a impacientarse ya que su erección dolía. Con un brusco movimiento, Yesung lo volteó quedando su pecho contra la espalda del rapero: mientras que una mano seguía jugando con el pezón del menor, la otra descendió por su estómago hasta posarse en su entrepierna, sobando la erección por encima de la tela. El actor no pudo evitar emitir un gemido desesperado por las superficiales caricias que estaba recibiendo en su miembro- Hmm, no sabes cómo me gusta tenerte así de dócil- susurró el mayor con voz áspera en el oído del otro, pasando su húmeda lengua por la oreja. El actor giró la cabeza observándole con el ceño fruncido, mezcla de enojo y placer que le brindaba esa mano que seguía acariciándole.

-Cállate la boca- espetó muy cerca de los labios ajenos, para acabar besándose con lujuria. Yesung apretó con fuerza el miembro hinchado, sacándole un escandaloso jadeo al menor.

-No sabía que eras masoquista- volvió a susurrarle con voz sugerente, siendo respondido con un gutural gruñido de desaprobación. La mano que le acariciaba el endurecido pezón se unió con la otra, masajeando los muslos del menor. Abrió con fuerza las piernas de éste, colando sus manos por la zona donde se intuían los testículos.-Me están empezando a molestar tus pantalones…¡Quítatelos!

Kibum, lejos de molestarse por lo autoritaria que había sonado la frase, comenzó a quitarse el molesto pantalón: para ello tuvo que inclinarse levemente, provocando que su trasero rozase la entrepierna de Yesung, quien gimió quedo. Viendo el efecto que producía en el mayor, volvió a rozarse con descaro, haciendo enloquecer al cantante- Joder, Bummm- agarró sus nalgas con fuerza, amasándolas por encima de los oscuros bóxers. El menor volvió a incorporarse tras haberse desprendido de los fastidiosos pantalones, pegando más su espalda al pecho de su hyung. Nunca había estado en una situación similar, al menos siendo él el pasivo, y le encantaba cómo el palpitante miembro de Yesung tallaba su trasero, provocándole una deliciosa sensación jamás experimentada. El mayor tiró de su pelo, exponiendo su moreno cuello que comenzó a saborearlo de nuevo. Quería marcar al actor, dejarle bien claro al resto que ese cuerpo era de su propiedad. Kibum jadeaba mientras movía sus caderas en busca de más contacto con esas ágiles manos. Sus lenguas volvieron a encontrarse, jugando a ver quién dominaba. El pulgar del cantante comenzó a jugar con el filo del bóxer, tentando al otro. Tiró a la cama al menor, quién lo miró con lujuria y, de un tirón, le bajó los bóxers para luego tirarlos en cualquier parte. Se deleitó con la desnudez de su dongsaeng, dándole morbo el pensar que aquel chiquillo de apenas diecinueve años y de cuerpo trabajado iba a ser follado sin piedad por su gran miembro.

-Ahora mismo pareces un pervertido- le provocó Kibum con una sonrisa juguetona. Le encantaba sentirse observado de esa forma tan obscena, normalmente era él quien devoraba con la mirada a su hyung.

-Te voy a dar razones para que pienses que lo soy- le contestó con deseo mientras se acariciaba su propia erección.

-Menos hablar y más demostrar, hyung- Yesung amó la forma tan sucia en que usó aquel formalismo. El mayor se tumbó a su lado, volviendo  a acariciar con sus finos dedos los hinchados testículos del rapero, quien gimió sin pudor. Lamió los pezones del ahora pasivo: se habían convertido en su nueva obsesión. Pero él también comenzaba a impacientarse, por lo que descendió lamiéndole el estómago, hasta quedar su boca frente a la erección del menor. Kibum arqueó la pelvis de forma demandante, exigiéndole en silencio que lo lamiese. Sus miradas sobre excitadas se encontraron, dedicándose ambos una sonrisa socarrona. Repartió besos por el tronco del pene, volviendo a sentir cómo el actor levantaba las caderas buscando el roce de su lengua, que no tardó en aparecer, lamiéndole la punta en forma circular.- Hmmm, ¡JODER! Métetela de una puta vez en la boca- ordenó desesperado el menor. Como si la gravedad le empujase, se metió de golpe aquel palpitante falo en la boca, haciendo gemir escandalosamente al actor.

-¿Eso es lo que querías?- Kibum lo miró cabreado- Ruégamelo.

Pareció pensárselo: o su orgullo o su erección…

-Chúpamela, hyung.

¡Cómo le ponía escuchar al menor llamarle así! El pene del actor se vio envuelto en una exquisita humedad. Agarró el pelo de Yesung marcando el desquiciante ritmo, cosa que no molestó al mayor. Echó una ojeada, observando cómo su miembro entraba y salía de la experta boca del cantante, tragándosela por completo. Sintió que enloquecía cuando la boca del mayor descendió hacia su escroto, succionando los sensibles testículos del rapero, que se corrió abundantemente, salpicándole en la cara al cantante. El mayor se incorporó, quedando de rodillas en la cama, mirando con ojos demandantes al otro. Pasó sus largos dedos por el pecho de Kibum, recogiendo un poco del esperma que acababa de expulsar. Miró su mano ahora manchada de la esencia del menor, y luego miró al propietario.

-Lámeme los dedos, quiero que te pruebes- su voz era dominante, provocando que el otro temblase. Jamás había probado su propia esencia, pero estaba tan excitado que comenzó a lamer con gula aquellas falanges, chupando como si del miembro del mayor se tratase. Se incorporó, quedando en la misma posición que Yesung: agarró el rostro del cantante y pasó su lengua por sus mejillas, que estaban manchadas de su propio esperma. El mayor no pudo con ese gesto tan descarado, llevando una mano de Kibum a su entrepierna, exigiéndole ser acariciado. Las mano se coló por debajo de los pantalones y bóxers del mayor, acariciando la extensión mientas seguía lamiendo su propia esencia en la cara del cantante. Dejó de saborear el rostro ajeno, clavando sus dilatas pupilas en las contrarias mientras su mano acariciaba con torpeza el miembro del mayor. Yesung no podía soportar más la presión de las prendas, quitándoselas con desesperación para quedar en las mismas condiciones que el menor: completamente desnudo. La mano del rapero comenzó a moverse con total libertad, subiendo y bajando alternando el ritmo de la masturbación.- Vamos, puta, sé que estás deseando de mamármela.

Kibum miró sorprendido al mayor, nunca le había llamado así. Entonces, ¿por qué su pene respondía positivamente a ese humillante apelativo? Ver al mayor mirándole con esa intensidad le hizo estremecer. Había visto mil veces aquella punzante mirada pero nunca en un contexto erótico. Bajó la cabeza y observó a la soberbia Yeyeconda, que se alzaba regia, retándole a ver si era capaz de metérsela entera en la boca. Tragó saliva, sabía que le iba a costar abarcarla en su boca, y mejor ni pensar en su culo. Relajó la garganta y engulló aquel imponente falo, sintiendo cómo sus comisuras escocían del roce debido a la velocidad que le imponía el cantante. Sintió arcadas pero el mayor no aminoró el ritmo, sino que se excitó con el sonido. Las bolas de Yesung golpeaban con fuerza su barbilla y los labios le dolían. El mayor recordó el excitante hyung que le había dedicado Kibum, por lo que lo tumbó en la cama sin ninguna delicadeza y se sentó en su cara, violando la pequeña boca del menor. Sabía que estaba a punto de correrse, y tentado estuvo de acabar en esa deliciosa boca, pero se retiró: quería correrse en el estrecho trasero de su dongsaeng. El actor tosió y se sobó la mandíbula.

-Has sido un bestia, no vuelvas a hacerme eso en tu vida- la voz le salió ronca debido a su recién castigada garganta.

-Tranquilo, ahora es turno de tu culo- se burló de la expresión furiosa de Kibum, tanteando su virginal entrada con un dedo. Acariciaba el anillo de su entrada sin llegar a penetrarlo. Lo miró con picardía, alzando una ceja- Tú siempre me penetras sin prepararme antes… ¿debería de hacerte lo mismo?

Kibum lo miró con terror: si le desvirgaba con la Yeyeconda y sin preparación lo iba a partir en dos.

-Ni se te ocurra-le amenazó con fiereza.

-¿Exiges delicadeza cuando eres el primero que le importa una mierda follarme sin dilatarme? Muy mal, Bum, debería de castigarte y penetrarte sin pensármelo dos veces.

-No lo hagas- repitió, asomándose en su voz la desesperación.

-Hmm, buen intento, puta, pero debes aprender a ser más sumiso. Prueba otra vez- dijo, apuntando con su miembro la estrecha entrada.

-Yeye, por favor…

-No no no, quiero que me ruegues, que me supliques.- le estaba encantando aquel juego, ver cómo Kibum se removía desesperado al sentir cómo su miembro se hincaba en su ano.

-¡Por favor, hyung, no lo hagas!-exclamó exasperado. La presión en su trasero desapareció, cerrando sus ojos con alivio. Por lo visto “hyung” era la palabra mágica. Continuaba con los ojos cerrados cuando sintió una humedad en su entrada. Abrió los ojos y vio cómo la lengua de Yesung buscaba enterrarse en su cavidad. Le separó los glúteos y comenzó a clavarle la lengua- Aaaaah!!!!- si aquel gemido no se escuchó en ambos pisos fue de milagro. El placer que sentía era tan intenso que comenzó a gimotear. Aquello era algo que sólo le hacía a Yesung en ocasiones especiales: se anotó mentalmente lamerle esa parte siempre, aquella sensación era indescriptible. Sentía la lengua intentar abrirse camino por su cada vez más dilatada entrada, intercalándolo con lengüeteos de arriba abajo y circulares, para volver a penetrarlo. Agarró las sábanas y se mordió el labio inferior tratando de no volver a soltar un desesperado grito de placer, pero fue en vano. Cuando sintió un dedo colarse en su húmeda entrada, bramó con voz ronca- Aaaaaah, Yesuuung!!!-a la mierda”, pensó. Había llegado a un punto que le daba igual si sus compañeros se enteraban de que se acostaba con el emo de SuJu.

-Eso es, puta, no te reprimas. Grita para tu hyung- susurró el mayor, insertando otro dedo como reemplazo de su lengua. Penetraba con sus falanges la estrecha entrada del rapero, buscando ese punto que lo hiciera enloquecer. Sus dedos entraban y salían sin piedad, haciendo gemir desesperado al menor. Sabía que debía al menos penetrarle con un tercer dedo más antes de meterle su impresionante miembro, pero un lado sádico y vengativo quiso cobrarse por todas las veces que el menor no tuvo consideración con él. Sacó sus dedos y Kibum sollozó al sentirse vacío. Yesung se masturbó un poco para penetrarle teniendo su miembro al máximo de erguido: le ponía cachondo ver al rapero con los ojos cerrados y la piel perlada por el sudor, rogando en silencio ser penetrado. Puso la punta de su falo en la dilatada entrada, provocando que el menor abriese los ojos sorprendido. De una sola vez, se enterró en el estrecho trasero de Kibum, quién gritó de dolor. Aunque estaba tentado de torturarlo más comenzando a penetrarlo con fuerza, decidió darle tiempo a que su cuerpo aceptase aquel intruso, quería que el menor disfrutase de su primera vez. Las pestañas del rapero se humedecieron, dejando a intuir lágrimas de dolor, pero se contuvo de llorar, no quería verse tan vulnerable delante de su pareja. Inspiró hondo y abrió los ojos, mirando con intensidad al mayor.

-Muévete- susurró con voz queda.

Yesung le hizo caso, sacando su miembro hasta la mitad para volver a penetrarlo, todo eso en un ritmo suave. Repitió la acción unas cuantas de veces hasta que notó que el menor se relajaba y su entrada daba de sí, permitiendo que sus movimientos fuesen más rápidos y fluidos. Con una mano acarició la menguada erección del rapero, tratando de brindarle el mayor placer posible. Kibum posó su mano sobre la del cantante, mostrándole que ritmo quería recibir en su pene. Las estocadas comenzaron a coger velocidad al igual que sus manos entrelazadas sobre el palpitante miembro, que volvía a erguirse.

-¿Vas bien?-preguntó con preocupación el mayor, dejando a un lado su rol dominante. El actor asintió en silencio. Aceleró la cadencia de sus embestidas, haciéndole gemir roncamente. Lo había hecho con mujeres pero no tenía ni punto de comparación con la estrechez del trasero de su dongsaeng, que engullía la yeyeconda con gula.

-Ahhhummm- aquello fue el detonante, la inequívoca señal de que había encontrado el punto sensible de Kibum. Sacando fuerzas de donde no las había, movió sus caderas con lujuria, intentando taladrar la próstata del menor, que gritaba sin reparo- Aaaah, joder, Yesung, mmmás, más rápido, ahíii…

Rió con suficiencia, había domado al terco del actor, quien arqueaba la espalda y gemía sin control, aturdido por el nuevo placer que estaba recibiendo.

-¿Te gusta que te folle?

-Oh, mierda, siiii hmmm- así era Kibum, le ponía cachondo decir palabrotas en pleno acto sexual. Salió del interior de éste, quien lanzó patadas al aire iracundo.-Como me dejes a medias te corto la polla- le amenazó con todo su odio latente.

-No voy a dejarte a medias, quiero correrme en ese delicioso culo que tienes, pero quiero que te corras mientras me cabalgas.- se sentó en la cama, apoyando su espalda en el cabecero. El actor gateó hasta sentarse sobre Yesung, tratando de empalarse desesperadamente. Con las rodillas hincadas en el colchón y sus manos en el estómago del mayor preparadas para tomar impulso, comenzó a moverse. Era su primera vez en esa postura por lo que le costaba seguir un ritmo constante. El mayor se dio cuenta por lo que lo tomó de la cintura, ayudándole a llevar un movimiento sensacional. Kibum se empalaba con los ojos cerrados, disfrutando de lo profundo que llegaba el mayúsculo miembro del cantante, sintiendo cómo se correría en breves.

-Jongwoon, hyung, más rápido- jadeó con voz ronca y entrecortada. Yesung levantó sus caderas, haciendo que ambos se movieran y recibieran mayor placer. –Aaahmmm M-me voy aaaaaah-Con un áspero bramido, se corrió el menor entre sus cuerpos. El mayor siguió moviéndole la cintura y se corrió en la palpitante cavidad del menor, quien no dejó de moverse hasta que desapareció todo rastro del orgasmo del cantante. Cerró los ojos tratando de normalizar su respiración, aún con el miembro de Yesung en su interior. Arañó el estómago del mayor, quien lo miró con una sonrisa cansada.- No ha estado mal- musitó con soberbia. El vocalista sabía que estaba mintiendo descaradamente, pero se limitó a encogerse de hombros.

-Si tan poco te ha gustado la experiencia no sé por qué aún sigues clavado en mi polla- le contestó con suficiencia, provocando que el menor rápidamente se echara a su lado, sintiendo cómo el viscoso semen de Yesung resbalaba por sus muslos. Volvió a arañar el pecho del mayor tratando de marcarlo, mientras que sus bocas se ensalzaron en un demandante beso.

-No creas que porque hoy me haya dejado chantajear con lo de Ryeo vas a lograrlo siempre. Yo soy el activo te guste o no y, si te portas bien, algún día dejaré que me vuelvas a penetrar; así que, ve haciendo méritos- era demasiado orgulloso para reconocer que le había encantado la experiencia, su masculinidad se había magullado según él.

-En todo caso serás tú quien debe rogarme para que te folle, por tus gritos diría que estás desenado de repetir.

-Ni lo sueñes. Aquí el que te va a romper el culo voy a ser yo como se te suba el ego, ¿te enteras?- le tiró del pelo de forma demandante y le mordió la barbilla con fuerza.-Y lo de hyung…no te acostumbres, lo he hecho para darte el capricho.

Yesung rió quedamente, aquel soberbio dongsaeng no iba a dar su brazo a torcer. Lo abrazó con dulzura y besó su cuello delicadamente.

-¿Qué les vamos a decir a los chicos cuando nos pregunten por el jaleo que hemos montado?

-Creo que no va a hacer falta que aclaremos nada…-respondió con misterio el rapero.

 

 

En la habitación contigua, tres amigos se miraban en silencio: el chino traumatizado, Siwon con la cara descompuesta por haber escuchado a sus compañeros hacerlo, y Heechul disfrutando, deseoso de contar la exclusiva al resto del grupo.

-¡Os dije que Kibum era el pasivo! Sacad vuestro wones, caballeros, Heenim ha vuelto a ganar la apuesta.

-Creo que soy más hetero que nunca- masculló con voz temblorosa Hangeng.

-¡Tú que vas a ser hetero, chino insolente! Te prohíbo que lo seas teniendo al ser más hermoso que existe justo al lado tuya. ¿Dónde vas a encontrar una mujer más guapa que yo? Contesta.-exigió el mayor de los tres.

-No existe- admitió derrotado, no tenía sentido llevarle la contraria.

 

-Es la última vez que vuelvo a apostar contigo, hyung- se quejó con un puchero Siwon, sacando la cartera para pagar lo debido.- Por lo visto el YeBum es real.

Notas finales:

Sólo es un pequeño capricho que me he concedido, ya que apenas hay fics de ellos. Espero que hayáis ganado la apuesta xD

 

 

Especialmente dedicado a las locas shippers de esta couple, a ver si conseguimos ponernos de acuerdo con quién de los dos es el uke kekeke

 


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