Bajamos y luego de que sebastian pagara la comida salimos del local, subimos al coche y me acurruque en mi asiento. mi mente se lleno de pensamientos.
Era plenamente consciente de lo que estaba ocurriendo, sabia que lo que haciamos estaba mal y que logicamente tenia que parar pero que diablos, esta visto que la solucion no era una charla, en un minuto queriamos matarnos y al siguiente mi lengua estaba en su boca. ¿Que clase de mierda enferma era la que teniamos en la cabeza? ¿Como puede eso conducirnos a algun sitio?
- Que quieres hacer.
- Ir a casa supongo
- No me referia a eso. Hablo de lo que esta pasando con nosotros.
- No pasa absolutamente nada con nosotros. Solo somos un par de enfermos que no separan el deseo sexual de la familia.
- Si eso es asi la solucion obviamente seria dejar de vernos, ¿no?
Me sorprendio la frialdad con la que arrojo su propuesta, pero si, el tenia razon, la forma mas correcta de acabar con todo esto era dejar de estar en contacto. ¿Entonces porque me incomodo?
- ¿Que planeas hacer, Largarte de un momento a otro a dormir en un hotel dejando a mama haciendo un sin fin de preguntas sobre que fue lo que paso con nosotros? Si te marchas ella me culpara sin dudarlo.
Sebastian freno el coche en seco y se aparto a un lado de la via, sus ojos se clavaron en mi.
- Ciel, te hablare con toda la honestidad que me permiten mis treinta y dos años. Si me quedo en esa casa, cerca de ti, tomare tu cuerpo cada vez que me apetezca y juro por dios que me importara una mierda que seas el hijo de mi hermana, reconozco que mis intenciones son de todo menos puras y bondadosas, me mueve un deseo que no puedo controlar y no pienso contenerlo solo para no dañar tiernos sentimientos juveniles ni ninguna de esas porquerias. Asi que escuchame bien, porque esta es tu oportunindad de hacer lo que consideres correcto. Si me pides que me marche, hare mis maletas de inmediato y saldre de tu casa y de tu vida, llamare a tu madre y aclarare todo...
- Y si no te lo pido
Sebastian me miro con mas firmeza aun.
- Pues asumire que disfrutas de esta enfermiza relacion tanto o mas que yo, y te follare a penas estacione el carro y lo seguire haciendo durante cada dia hasta minutos antes de abordar mi avion a Estados Unidos, luego de eso lo que ocurra contigo no me importara un carajo. Te ofrezco el resto de mi vacaciones, ciel y si decides que eso es suficiente para ti, pues tendremos un trato.
- Me ofreces un maraton de sexo hasta que tengas que irte. ¿Quien dice que tengo tantas ganas de ti?
Sus labios se acercaron a mi oido.
- Vamos ciel, sincerate, cuando fue la ultima vez que disfrutaste tanto de un hombre.
Voltee mi rosto y nuestros labios casi se rozaron.
- Me preocupa que luego no puedas dejarme
- JA! no seas iluso niño, estoy seguro que para cuando sea tiempo de irme ya estare mas que aburrido de ti.
Me beso mientras sonreia picaramente.
- ¿Que es lo que decidiras?
Ahora yo me acerque para para besarlo.
- Tenemos un trato.
Sebastian sonrio, complacido por mi respuesta. y ambos nos miramos. Tenia la sensacion de que lo nuestro no era un trato, eras mas bien como una declaracion de guerra a muerte y yo moria de ganas por ver quien de los dos seria el primero en ser destruido.
El coche arranco, y fuimos a casa. La guerra estaba por comenzar.