Desde nuestro "pacto sexual" habian pasado ya tres dias y debo reconocer que sebastian seguia pareciendome escalofriantemente excitante. Peleabamos casi por cualquier cosa, y siempre terminabamos la discucion follando. Nunca habia estado mas de dos veces seguidas con la misma persona, asi que era hasta cierto punto emocionante.
Ahora me duchaba para desacerme de la terrible resaca que me habia quedado de la noche anterior, sebastian y yo fuimos de copas. Por lo general no llego a casa demasiado borracho pues mi presupuesto tiene su liminte, sin embargo cundo salias con sebastian no parecia haber nada que no pudiera pagar, probe tantos tipos de licor diferente que volvi a casa en sus brazos. Era un sadico amante, pero en ocaciones podia ser un caballero.
Deje el agua fria correr por mi cuello, con ojos cerrados disfrutaba de la refrescante sensacion. Sali de mi habitacion envuelto en la toalla, mama no estaria en casa asi que decidi divertirme un poco con el invitado.
Entre a su habitacion, pero no estaba, entonces escuche la ducha en el baño de visitas.
Silenciosamente entre al baño y y me deslice por las cortinas de la ducha. Tenia sus manos apoyadas en la pared y la cabeza baja, el agua tocaba su cuello y bajaba por su espalda como en una casacada, era una malditamente bien hecha espalda.
Entre a la ducha y en unos pasos estuve justo tras de el. Acaricie su espalda con mis labios y lo abrace desde atras, mis manos sintieron sus abdominales.
- ¿Que? ¿Te hice falte en la noche?
- Para nada dormi divinamente.
- Con lo ebrio que estabas no me extraña.
- Solo fingia estar borracho, para que no me tocaras.
Solteo una carcajada y luego se volteo hacia mi, con una de sus manos tomo un mechon de cabello que se deslizaba por mi cara. deslizo sus dedos entre el para peinarlo tras de mi oreja.
- Si no quieres que te toque que haces aqui.
- Esto es diferente, solo vine a pagar los tragos de anoche
- No creo que tengas algo tan bueno como para cubrir esa cuenta.
Sonrei y bese su pecho, fui bajando y al tiempo lamia sus abdominales, su omblico. Pronto estuve por completo frente a su pene que estaba casi erecto.
Jugue con el sosteniendolo en mi mano. Senti como crecia cada vez mas.
Sebastian me miraba fescinado sin un apice de verguenza, no sabia que era lo que disfrutaba mas Sesbastian, si sentirme, o mirarme.
Su pene ahora estaba completamente duro, le mire a los ojos y comence a ponerlo en mi boca. lo lamia despacio pero dedicadamente, confiaba mucho en mi tecnica, sabia muy bien como hacer que alguien perdiera la cabeza.
Senti como pasaba sus dedos entre mi cabello y me sujeto con firmeza. ahora era el quien marcaba el ritmo. Seguia mirandolo, y el utilizo mas fuerza, su pene chocaba contra mi garganta y sus ojos comenzaba a desorbitarse...
- ¿Chicos?
La voz de mi madre sono desde la sala
Los ojos de sebastian se abrieron como platos
- Maldicion...- murmuro.
- ¿Sebastian eres tu, estas en el baño?
El agua que aun salia de la regadera habia delatado que alguien se duchaba.
- Eh... ¡Si! aqui estoy preciosa, ¿necesitas que salga?
Sus manos aun sujetaban mi cabello y su pene seguia en mi boca. Se que sonara algo retorcido, pero una vez supere mi sorpresa inicial, la escena comenzo a precerme mas graciosa, sentia ganas de reime. Sebastian continuaba paralizado.
- Oh no tranquilo, termina tu ducha solo venia por un cambio de ropa y algo de comer. ¿Que tal ha estado todo por aqui?
La buena noticia es que mi madre no se quedaria mucho tiempo y eso me relajo un poco, de nuevo senti ganas de burlarme de sebastian, su expresion estaba matandome de risa. Comence a moverme.
- ¿Que diablos haces?- me pregunto susurrando
- ¿Sebas?
- Ah si, pues todo bastante tranquilo en realidad nada que reportar.
Serape mi boca y comence a masturbarlo con mi mano.
- ¿Seguro no quieres decirle que tienes a su hijo chupandotela en el baño?
Sebastian, ahora un poco mas relajado estuvo casi a punto de reirse.
- Eso es un alivio, sabia que se llevarian bien, es algo aislado pero muy buen muchacho.
Mi mano seguia frotando su pene mientras mi lengua se paseaba por su glande.
- Si, es muy bueno. -Le respodio a mi madre mientra me miraba a los ojos y sonreia.-
- Por cierto ¿Tienes alguna idea de donde esta?
Sebastian me tomo por los hombros y me levanto de golpe giro mi cuerpo poniendolo conta la pared, sus dedos mojados buscaron mi trasero.
- ¿Que no esta en su cuarto? Acabo de levantarme asi que no me fije.
Estaba tan excitado que me costaba seguir el hilo de la conversacion, sus dedos iban y venian dentro de mi y cada vez me desesperaba mas por sentir su miembro. eche una de mis manos hacia atras y tome su pene dandole a entender que lo queria dentro.
- Si lo meto nos escuchara. -murmuro en mi oido.-
- No cariño no esta aqui, ¿crees que haya dormido fuera?
- Solo apresurate y hazlo.
- Bueno es posible.
- Mas te vale que no grites niño, o estaremos jodidos.
Me penetro de un golpe, y me sorpredio no haber gritado, supongo que estar empapados ayudo en algo. Sebastian sus embestidas eran rapidas, pero cuidadosas de no hacer ningun ruido.
- Dios mio ¿cuanto tiempo puede tomar enviar un mensaje para avisar que no vendra? Esta juventud esta completamente descontrolada.
Mi respiracion era cada vez mas fuerte y amenzaba con convertirse en gemidos, Sebastian utilizo su mano y la puso con fuerza sobre mi boca, senti que me ahogaba y eso de alguna forma me excito mas.
- Si... estan completamente descontrolados. - Contesto a mi madre y note que en parte se referia a mis gemidos-
A sebastian le costaba cada vez mas responder sin que su voz flaqueara.
- Bueno nada que hacer, le llamare de camino al trabajo y te avisare que tal esta.
Mi espalda estaba totalmente arqueada y mis ojos por completo en blanco. senti a sebastian moverse freneticamente. Ambos estabamos por corrernos su cuerpo se apreto mas contra mi y senti que me aplastaba. Ya no resistia mas.
- Se... Seguro, avisame si quieres que. - Tuvo que tragar y tomar aire para continuar.- lo busque en alguna parte.
- Lo hare cariño, gracias. Volvere para la cena. un beso, disfruta la ducha.
- Seguro, nos vemos...
La puerta del departamento se cerro y entonces supe que mi madre por fin se habia ido. Sebastian retiro su mano de mi boca y sujeto mis caderas. Sus embestidas parecia estocadas profundas, senti como si me partiera en dos, nuestro gemidos hicieron eco en el baño y nos corrimos.
me giro con rapidez y me miro a los ojos.
- Estas efermo. -Sonreia mientras jadeaba-
- ¿Que, estabas asustado? - respondi burlandome.-
- Aterrado, hay que hacerlo mas seguido.
Nos partimos de risa al tiempo que nuestras bocas se juntaron para un intenso beso.
Las campanadas del reloj indicaron que eran las once de la mañana en punto. El dia habia comenzado estupendamente.