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Punto de quiebre por malugr

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El carro avanzó quien sabe por cuanto tiempo, yo estaba aturdido por el golpe y Permanecí en el asiento trasero sin siquiera poder notar el camino por donde me llevaban. Si alguien me hubiera dicho hace dos meses que iba a terminar secuestrado por un asqueroso viejo pedofilo y un traficante humano con el que me había acostado, hubiese pensado que me estaban jodiendo, supongo que es cierto que las desgracias nunca vienen solas.

Esta era la primera vez que alguien me golpeaba así, mi mejilla ardía terriblemente y el golpe en mi cabeza no me dejaba coordinar movimientos, al menos no lo suficiente como para intentar escapar. Que mierda me importa, estoy decidido a morir de una paliza antes que permitir a ese viejo tocarme, si lo que piensa es que compró un crío asustado pues va a perder todo su maldito dinero.

Poco a poco las curvas se hicieron más seguidas y la velocidad fue disminuyendo, al parecer estábamos llegando ¿tal vez podría correr luego de que este fuera del coche? No creo llegar muy lejos pero al menos puedo intentarlo.

De pronto los dedos de Tonny se etrelazaron en mi cabello y tiro de él con fuera levantando mi cabeza cerca de su rostro.

- Estás muy callado ciel... ¿Estas pensando hacer alguna maldad?

- Sueltame desgraciado.

- No eras así de grosero la última vez que nos vimos...

De pronto nos detuvimos y Tonny bajo por la puerta contraria a mi, así que rápidamente me incorpore y abrí la otra puerta, pronto fui derribado por una patada en mis costillas luego de no haber dado más de dos pasos.

- No me hagas golpearte ciel, York no pagará tanto por ti si estás herido.

Estaba casi sin aire por el golpe pero aún así le respondí al maldito mientras luchaba por sentarme.

- Entonces devuelvele su dinero, porque tendrá que sacarme en trozos de esta maldita isla.

Tonny se agachó frente a mi, y sostuvo mi rostro casi con gentileza.

- Ciel en verdad me da pena que pienses así, el tráfico humano es un negocio cruel y no tendrá piedad de ti solo por ser un chiquillo ¿Crees que York te mantendrá como a una muñeca de porcelana? Te rebajara a menos que basura y te llevará lejos de tu hogar hasta que lo único que conozcas sea el, el será tu única realidad, te olvidarás de ti y de tu orgullo. Ese hermoso rostro ciel, es tu gloria y tu maldición, el salvavidas que evita que te ahogues, pero también es el océano que amenaza con devorarte. Al final te convertirás en un perra sumisa para evitar que te golpeen y que así tu bonita cara te mantenga vivo, porque si este enfermo millonario se harta de ti, acabarás en cualquier burdel barato en manos de algún enfermo pobreton y entonces sabrás que hay cosas mucho peores que follar con un viejo.

Levanté mi rostro y lo mire sonriendo.

- Gracias por tu charla motivacional, pero te la puedes meter por el culo.

Ahora me había levantado y le miraba desafiante.

- Apartate de mi camino bastardo o disparame de una vez y no me jodas más.

- Jajaja quien iba a pensar que un niño así de lindo pudiera tener cojones. Pero como ya te dije ciel este es un negocio cruel con mucho dinero invertido y si tu no quieres ser la puta, tal vez busquemos a Ammy, es algo vieja pero hermosa.

Mi sangre hirvio de rabia y me abalance sobre el infeliz golpeando su labio con mis nudillos... Comenzó a sangrar.

- No vuelvas a mencionar a mi madre maldito o te juro...

- ¿Que, que es lo que vas a hacer mocoso? Si no quieres que ella pague tu cuenta tendrás que poner ese culo a producir dinero! Así que dime ciel ¿aún quieres largarte o entrarás a la cabaña por las buenas? 

Ahora si estaba jodido, este desgraciado sabía de mi madre, entonces me quedo claro que no podía huir.

- Claro que entraré malnacido, pero yo que tu me amarraria porque si te descuidas un poco ¡Te matare!

Mis ojos le veían furiosos y su sonrisa de pronto se borro, como si mi amenaza le hubiese impactado...

- Muy bien, en ese caso...

Un golpe seco en la cabeza con su arma me derribó y a penas quede con fuerzas para no desmayarme.

Tonny se paró tras de mi, me tomo por los brazos y comenzó a arrastrarme hacía la vieja cabaña, no era para nada un lugar lujoso como el resto de la isla, este sin duda era un lugar que no conocían los demás, una guarida para que el cerdo de York hiciera sus suciedades. Sentía las piedras y la tierra rasgando mi ropa a medida que avanzaba por el suelo.

No pude evitar pensar en aquella noche, ese hombre casi tierno y poco interesante resultaba ser un cruel desgraciado. El pequeño cachorro era una maldita hiena carroñera.

Uno, dos y tres, sentí cada escalón chocar contra mis ya adoloridas costillas a medida que tiraban de mi escalera a arriba. La puerta se abrió y si no hubiese estado tan desvanecido por el golpe quizás hubiese gritado de asco...

La cabaña no parecía ser más que una enorme sala de torturas, cubierta por terciopelo rojo y mueble de cuero Negro mi mente viajó de inmediato a las salas de poker dónde aquel maldito me había aplastado. Los muros estaban cubiertos por objetos típicos del sadomasoquismo, sin embargo mi atención se centro en algo más escalofriante.

En el medio de la sala había un enorme poste con cadenas y una joven mujer colgaba con la espalda en carne viva, sus ojos en blanco no veían hacía ningún sitio mientras dos hombres se turnaban para azotarla. La mujer no gritaba ni se movía, luego de quien sabe cuanto dolor ahora estaba en un shock que la había desconectado de su propio cuerpo. En lo sillones habían otros 5 hombres dispersos con sus propias mujeres, golpeadas aunque no con tanta brutalidad como la del poste a la que mis ojos veían con dolor ¿como pueden estos animales hacer algo así? Sentí la impotencia y la ira recorrerme. Tonny me soltó por un momento.

- Caballeros, aquí está es cotizado ciel phantomhive. El señor York lo ha pedido listo para cuando el llegue.

Se acercó con total indiferencia hacía la joven encadenada y la pateó.

- Está puta está más muerta que viva, sueltenla y llevensela de aquí, esta ensuciando todo.

- Aún está viva Tonny, queremos ver cuanto resiste.

Tonny sonrió por un momento aunque casi inmediatamente su mirada se volvió sombría. Saco el arma de su chaqueta y disparó justo en la frente de la chica. El sonido del disparo retumbo en las paredes de la sala y mi sangre se congeló.

- Ya no resiste más. Llevense a esa perra dije.

No podía creer la tranquilidad con la que Tonny se echó en el sofa, como si no acabara de matar a alguien.

- Quiero que limpien el poste, ciel necesita su escenario listo. Hoy tiene que dar un buen show.

No pude responder, mis ojos estaban clavados en el malogrado rostro de aquella joven, la sangre brotaba escandalosamente mientras uno de los hombres la arrastraba hacía la puerta por una de sus piernas, como si de un saco de basura se tratara.

- No te preocupes ciel, York ha pagado un suma importante por tu trasero, no creo que termines así, al menos no está noche, aunque claro que eso depende de ti y tu comportamiento.

Tonny tenía a una mujer en su regazo y jugaba con su trago mientras me hablaba.

- Esto es monstruoso...

- Jajajajaa no seas tan sensible, son un putas públicas. Nadie las extrañará, debería agradecerme por mandarla a un lugar mejor. Después de una noche con la blanda polla de York en la boca quizás tu también quieras que te regalé un disparo.

Dos hombres se acercaron a mi y me sentaron justo donde había muerto la mujer, me pusieron las cadenas y mis brazos quedaron tras mi espalda. Levanté mi cabeza y mire a Tonny

- Tu serás el único que se trague todas las balas de ese cartucho.

Los hombres en la sala se rieron, pero Tonny permaneció serio con sus ojos puestos en mi. Se levantó y se acercó terriblemente a mi rostro.

- Es difícil ver este lado de tu personalidad ciel, luego de que te tuve encendido de una cama, prenetrandote con tus propios dedos, deseando mi polla. Debo reconocer que disfruto mucho recordarte así.

  Su mano intento tocar mi rostro, pero yo lo aparte asqueado de solo pensar en su tacto.

-  Vamos ciel, no puedes odiarme tanto luego de esa excelente noche que te regalé, que cuerpo más obsceno, gimiendo como un puta debajo de mi.

Ahora fui yo quien se acercó. Frente a frente con el bastardo podía sentirle respirar.

- Sebastián.

- ¿Que dices?

- Te folle a ti pensando en Sebastián y quizás sea bueno que venga, para que te de unas clases, que te enseñe como folla un hombre de verdad maldito maricon.

Su mano apretó con fuerza mi rostro y sus dedos se enterraron en la herida de mi mejilla, pero no obedeci al dolor y seguí viendole, su rostro estaba retorcido por la rabia.

- Si no te hubiese vendido a ese anciano, te follaria aquí mismo hasta rasgarte las entrañas.

- Tu no podrías rasgarme ni la ropa bastardo frustrado.

De su pecho salió un gruñido y su otra mano se alzó con furia en un puño, estaba seguro de que me quebraria la nariz, levanté más mi cabeza, hazlo bastardo, si tienes cojones matame aquí mismo.

la puerta de la cabaña se abrió y una voz hizo a Tonny desistir de su propósito.

- Si sigues destrozandole la cara, no te daré el resto del dinero.

Era York acompañado de unos tres hombres, todos armados. Tonny me miró y apretó los dientes con fuerza hasta que exhalo y su puño bajo.

- Lo siento sr York. Es que el joven ciel es bastante difícil de domar.

Se levantó y se separó de mi. Ahora el anciano avanzaba...

- Tengo una hacienda ciel ¿sabias eso? Nada que ver con mis negocios, solo me dedico a criar caballos por placer. Muchas personas compran caballos adiestrados, purasangres campeones listos para competir y ganar, yo soy diferente.

El anciano le dio una calada a su habano y acercó a mi rostro el rejo con el que me había golpeado.

- Yo busco potros salvajes, potros que hayan gozado la libertad y los hago adorarme como a un dios por la fuerza. Yo veo en tus ojos esa maldita bravura y no hay nada que me tenga más excitado que el deseo de domarte. Esta noche voy a mostrarte solo un poco del entrenamiento básico.

Podía haber muerto de rabia en ese instante, odiaba a ese anciano, quería matarle con mis propias manos. Nuestros ojos chocaron.

- No eres más que una rata, tu dinero puede pagar perros que te defiendan, pero sólo eres basura y por eso jamás podrás doblegar la voluntad de un phantomhive, así que aprovecha que estoy encadenad porque si me suelto te arrancare los ojos y haré que te los tragues... ¡Te lo juro!

- Eso está por verse...

La tensión entre los dos cortó el aire. Sin duda alguna iba a ser una noche muy larga...

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  - ¡SEBASTIÁN!!

Me desperté de golpe con aquel estruendoso grito, me había quedado dormido en la sala luego de aquel miserable día.

- ¡SEBASTIÁN!

Un segundo grito me permitió reconocer la voz de Grell, me incorpore de prisa y camine hasta la puerta.

- Grell cathy no está aquí aún, debe seguír con ciel y no quiero hablar más sobre esa mier...

Al abrir la puerta no pude continuar hablando ¿Porque cathy estaba aquí y porque lloraba?

- ¿Que mierda está pasando Grell?

  El rostro de Grell luchaba por mantener la compostura, cathy me miraba aterrada mientras intentaba detener su llanto, un escalofrío me recorrío...

- ¿Grell dónde está ciel?

- Sebastián tienes que calmarte.

Una angustia que jamás había experimentado me oprimio hasta casi dejarme sin aliento. De pronto estaba ciego de ira. Mis manos apretaron el cuello de su camisa y lo levantaron con furia hasta que estuvo frente a mi.

- ¿DONDE ESTA CIEL?

Sus manos apretaban las mías intentando safarse, estaba asfixiandolo pero ya no le reconocía mi mente en estaba en blanco... Ciel, ciel, ciel, donde está ciel?!!

- No... No ha sido culp... De nadie.

- ¿DONDE?!!!

Una de mis manos soltó el cuello de su camisa pero mi cuerpo no respondía más que a la desesperación que sentía "Sebastián es Grell no lo hagas" pero no pude determe. Mis nudillos chocaron con violencia contra sus labios y el calló al suelo. 

Ahora cathy me sujetaba por un brazo.

- Amo Sebastián ha sido todo mi culpa.

  Sujete a cathy con fuerza por sus hombros, pero entonces...

- ¡Sebastian ha sido York!

  Mi cuerpo entero se paralizó.

- York y tonny, el bastardo del hotel en Londres, se lo llevaron hace una media hora.

Los nombres salieron de boca de Grell y se clavaron en mis oídos, entonces una demencia terrorífica se adueñó de mi. No recuerdo haber sentido nunca tantas ansias de matar a alguien...


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