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Cuando La Vida Te Da La Espalda. por Lise Francis

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Notas del fanfic:

Este Fanfic es algo depresivo, tal vez mostrando que la vida no es bella para todos y que tal vez, como en la vida real es, el amor no siempre triunfa.

Este es mi primer fanfic y cualquier opinión o duda que tengas sobre él es bienvenida y será contestada. Y sin más solo léanlo y difrutenlo.

Notas del capitulo:

Aquí le dejo el primer capitulo. Espero lo disfruten y me comenten lo que opinan.

Siempre sospeche que mi vida terminaría así. Estaba deambulando sin rumbo definido por esas calles monótonas que se extendían paralelamente al rio para luego morir en el puerto. Me sentía tan vacío y solo, cada minuto era una tortura. Trataba con todas mis fuerzas de reprimir aquellas lagrimas que amenazaban con salir cada vez que tu rostro acudía a mi mente. Seguía caminando hacia la mismísima nada. Sabía que.. no podía permitir derrumbarme enfrente de todas esas personas  desconocidas que ignoraban mi vida y yo las suyas. No podía dejar que la armadura en la que me refugiaba se deshaga tan fácilmente. De pronto deje de caminar para pasar a observar a la gente que me rodeaba. Podía imaginar sus vidas, con problemas no mas grandes que una mascota perdida o un celular extraviado. Si tan solo pudiera tener problemas tan sencillos, pero no era el caso. Levante mi vista al cielo, este era irónicamente hermoso; El atardecer teñía de un color rosa las pocas nubes que había mientras que el cielo estaba, junto con el sol, de un tono amarillo-dorado. Hasta el cielo  me hacía acordar a él, que cruel.
El aire olía a café, gire y rápidamente encontré la fuente; Una cafetería. Al acercarme me di cuenta de que era esa cafetería, en donde todo comenzó. No había mucha gente en su interior, mas las mesas que daban a la vidriera estaban vacías. Recordaba sentarme allí y al observar el ancho rio pensar que tanto el tiempo como la vida de las personas iba fluyendo tan rápidamente como sus corrientes para inevitablemente desembocar en el mar de la muerte. Fije mi vista al reflejo que la vidriera me devolvía; en el podía observar como mi pelo verde estaba mas largo de lo que recordaba aparte de desaliñado y en las ojeras y el rojo de mis ojos se podía observar lo que mi corazón sentía. Inevitablemente tu recuerdo se hizo demasiado poderoso como para poder retener mis lágrimas, que silenciosa pero abundantemente recorrían mi rostro.
Solo pude correr. Los más lejos como si eso dejara el dolor detrás, chocando con muchas personas, sintiendo como todo se venía abajo una vez mas. Cuando llegue al puente tuve que parar para recuperar el aliento. Una vez un poco recuperado seque mis lágrimas y me subí a la viga.
Mire el horizonte como si este me diera una razón para no hacer lo que me proponía. No tuve objeción o respuesta alguna, solo un sol que moría abriéndole paso a las estrellas. Mire al vacío tan reconfortante que me prometía un dejar de sufrir, un alto al dolor y obscuridad que me rodeaba.
Antes de saltar inevitablemente recordé el principio que se interponía de alguna manera a mi final.

Estaba en esa cafetería, “Capricho del destino”, creo que se llamaba. Me encontraba sentado en una de esas mesas que daban al rio. Leía distraído un libro, mientras que cada pocas páginas levantaba la vista para mirar el rio.
De la nada un chico rubio y alto se paró al lado de la silla vacía enfrente a la mía;
-¿Me puedo sentar?- Este pregunto.
-Claro- Le dije sin darle mucha importancia retornado a mi lectura.
-Emm veo que terminaste tu café. ¿Quieres otro?- Preguntó.
Levante los ojos del libro algo molesto por la interrupción para encontrarme con esa mirada. Mi corazón empezó a latir algo rápido. ¿Qué era ese sentimiento?
-Ah, si ¿Por qué no?- Le conteste. Retome mi lectura algo nervioso notando los ojos del rubio clavados en mi. A los pocos minutos apareció la camarera con los cafés que él había ordenado. Deje mi libro a un lado y tome el café.
-Veo que te gusta leer..- Dijo él.
- Si, se podría decir- Conteste algo nervioso.
-Por cierto soy Laxus- Me dijo extendiéndome la mano.
Tímidamente la tome- Freed- Dije.
Desde ahí empezamos hablar muy normalmente sobre trivialidades como si nos conociéramos de toda la vida. Era raro estar con alguien de esa forma, ya que prefería no entrar en la vida de las personas y que estas tampoco entraran a la mía de forma que no saliera lastimado. Pero con Laxus sentí una atracción que me asusto cuando me di cuenta que la sentía pero que luego acepte.
Se hacía tarde asi que abandonamos el café. Él me dijo que me acompañaba a casa. Yo acepte porque lo único que quería era estar con el más tiempo.
Hacia frio y yo no había traído abrigo ya que no pensaba quedarme hasta tan tarde.
-Hace frio- Le comenté.
Este sin pensarlo dos veces se sacó su abrigo y lo coloco en mis hombros.                                               -Toma- Me dijo desviando la mirado debido a su sonrojo y de esa forma no viendo el mío. Su abrigo olía a él, un olor tan embriagador en el que quería perderme.
Al llegar a mi casa le devolví el abrigo y el me dio su número.
-Por si quieres, ya sabes, tomar otro café o algo- Yo lo acepte con una sonrisa no muy típica de mí y le prometí llamarle. Nos encontramos otras veces y me presento 2 de sus amigos; bickslow y Evergreen los cuales me cayeron bien y, al parecer, yo a ellos. En esas salidas me di cuenta de los que verdaderamente sentía por Laxus para luego pasar lo inevitable.

Notas finales:

Y... ¿Que le parecio? ¿Aburrido? ¿Que tal la trama?


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