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¿Podrías...Hacerlo una vez mas?(Eunhae) por elke_ns_sg

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Notas del fanfic:

Eunhae Eunhae Eunhae Eunhae, creo que quedo claro de que va la cosa xD

Notas del capitulo:

 

Pueeees que, tenemos 2 años sin publicar aqui :( oh que buenos tiempos aquellos...

Ahora volvemos para dejarles un fic que surgio hace un tiempo, nunca habiamos escrito en esta categoria n.n esperamos y nos apoyen durante lo que dure este fic.

Sera un fic de Super Junior.

Pareja: EUNHAE, aunque en el camino iran surgiendo mas, ya veran con el tiempo.

Esperamos y les guste.

Sin mas el primer cap...

 

 

CAPITULO 1

 

 

“Hola SungJin (espero que tu padre deje que conserves ese nombre, me gusta).

Hice un estimado de vida, el promedio es de setenta y cinco. Quería escribirte un pensamiento por cada día de vida (pienso que los días son más importantes), pero… lo siento. Mi ingenio es muy limitado y soy perezoso, así que decidí que escribiré para ti un pensamiento por año, hasta tus veinte años (dije que era perezoso).

Creo que debería empezar…”

 

-          ¿Qué haces? – DongHae cerró apresuradamente la pequeña libreta, guardándola en su mochila.

 

-          Nada importante.

 

-          Vale. – KyuHyun tomo asiento frente a él - ¿Deberíamos empezar?

 

-          ¿Deberíamos? – Cuestiono Donghae. Era incómodo para él cuando KyuHyun se comportaba como profesional.

 

-          Recibo un pago por estas sesiones ¿sabes? Tienes derecho a un servicio como el de los demás pacientes.

 

-          Soy tu amigo KyuHyun, no quiero el trato que le das a tus pacientes. – La mirada de KyuHyun se oscureció. Se quitó los lentes.

 

-          De acuerdo, una charla de amigos ¿Hablaste con Hyukjae? – Preguntó. Ese era su amigo, directo a lo importante.

 

-          Si, fue un desastre. – El castaño sonrió.

 

-          Eso ya lo sabíamos, ¿Qué tan malo?

 

-          Como la mierda. – Una carcajada estallo en el consultorio. Solo él conocía la verdadera personalidad de KyuHyun, era un retorcido y también terapeuta. DongHae seguía preguntándose qué tan mala era esa combinación - ¿Estas burlándote de mí mala situación? Hieres mis sentimientos, sabes. – El psicólogo seguía sosteniendo su estómago a causa de la risa. Cuando recobro el aliento hablo.

 

-          Dijiste que no querías ser tratado como un paciente, sabíamos que el resultado de ese encuentro sería malo y que mi reacción seria esta ¿Todavía puedes sentirte mal? – DongHae asintió.

 

-          Que sepa los resultados no hace que duela menos.

 

-          Eso es lo fascinante de este trabajo. Las personas saben lo que sucederá, se supone que están preparadas y al final, sus sentimientos son heridos. Porque las personas son así de débiles es que yo siempre tengo trabajo. – La sonrisa del doctor resplandeció. 

 

-          ¿Te alegra que las personas sufran? – Cuestiono Donghae como si no conociera la respuesta, como si quisiera que su amigo contestara algo diferente, como si aún tuviera la esperanza de alguna sensibilidad emocional dentro de él.  

 

-          No. – DongHae abrió los ojos de la sorpresa – Solo me parece divertido. Es entretenido ver como las personas se destruyen a pesar de tener la solución en sus manos. Tú, tienes la solución en tus manos y sigues rompiéndote la cabeza para encontrar otra igual de efectiva porque la que propongo te parece demasiado cruel.

 

-          No quiero optar por eso. – Dijo el pez bajando la cabeza, cohibido, triste.

 

-          Claro que no. Eso te convertiría en una horrible persona, peor de lo que ya eres; piensas que si optas por el aborto habrás cruzado la línea. – Dijo serio el doctor.

 

-          Esa palabra, dijiste que no la usarías. La odio, lo sabes ¿Por qué la usas? – Espeto algo molesto, casi divagando.

 

-          Porque te afecta.

 

-          ¿Y eso te divierte? – Cuestiono ya molesto. Jugando con sus dedos.

 

-          Me es útil. – Los grandes y oscuros ojos de KyuHyun se posaron en los suyos – Para ayudarte, necesito saber qué piensas, que me lo digas, saber qué harás de todo eso que estás pensando desde que te enteraste que estas embarazado. – El temblor en el cuerpo de DongHae disminuyo – DongHae, el aborto es lo conveniente.

 

-          Te dije que no usaras esa palabra. – Espeto molesto, temblando nuevamente.

 

-          Puedo ser todo lo técnico y usar otras palabras, pero no cambia el significado y el hecho de que es la respuesta a tus problemas. Practicarte un legrado te regresara tu vida, tal y como estaba antes de esto.

 

-          Quitándole la vida al bebé. No quiero eso, no hare eso.

 

-          No le llames bebé, apenas está formándose, no es una persona. No pienses que serás un asesino si lo abortas. – El medico realmente se veía preocupado. Convencido de que lo que decía era la respuesta.

 

-          No digas esa palabra. Eres medico ¿No? Deberías aconsejarme lo contrario. – Expreso el pez con voz apagada.

 

-          Al diablo con eso. Soy un puto psicólogo. No todos los médicos son médicos por amor a la vida, unos lo son por amor al dinero, al prestigio, a la dificultad. No voy a decirte que lo tengas solo porque no hacerlo esta moralmente mal visto, maldita sea, tener un hijo y no saber qué hacer con él es igual de malo. – KyuHyun estaba irritándose, odiaba entrar en ese tipo de asuntos - ¿Vas a conservarlo? ¿Vas a criarlo? Ambos sabemos que no puedes hacer eso. Convencer a HyukJae de que llevas a su hijo es más posible. – La mirada de Donghae cayó a sus pies, el temblor de su cuerpo seguía. KyuHyun respiro profundamente – Vale, así que esa es tu idea ¿No? DongHae, lo engañaste con tres tipos, no hay manera de que…

 

-          KyuHyun. – La voz del pez era débil e insegura –  Esa era la idea. Ya no más, simplemente… me las arreglare. – Cho KyuHyun suspiró.

 

-          ¿Así que vas a tenerlo? – Tenía la esperanza de una respuesta negativa.

 

-          Si – Respondió el pez. KyuHyun se levantó y tomo su chaqueta del respaldo de su sillón.

 

-          Vale, no hay nada más que decir. Me voy a comer. – DongHae se levantó de su silla.

 

-          Te invito.

 

-          No. Lo que menos quiero en este momento es verte. – El castaño salió de su oficina. DongHae sabía que su amigo estaría molesto al final de la charla. Como había dicho KyuHyun, la gente era débil y por eso era herida. Por eso él se sentía herido por aquella reacción de KyuHyun, aun conociendo su carácter.

 

 

+*~~~~~~~~~~*+

 

Habían pasado tres semanas desde la plática con KyuHyun; el castaño termino por respetar su decisión de tener al bebé, después de prometerle que cualquier cosa que sucediera llegaría a sus oídos. Desde ese momento solo había conocido el lado infernal del embarazo, mareos, agotamiento, horribles nauseas matutinas que terminaban en vómito y volvían una y otra vez. Se sentía como una máquina de vomito programada para desechar cada cuatro horas.

Ya había perdido la cuenta de las llamadas de atención en su trabajo. Ya que no había informado sobre su condición, todos pensaban que de alguna forma su torpeza natural había evolucionado, pasando de distraído a incompetente.

-          Donghae. – Le llamo su supervisor. Otra llamada de atención y solo eran las diez cuarenta y cinco, rompiendo el record.

 

-          Si. – Hizo una pequeña reverencia. El hombre de mayor edad le indico que le siguiera a su oficina. Una vez dentro le pidió sentarse. No le ofreció bebida así que sería rápido, y lo agradecía.

 

-          DongHae, últimamente no estas rindiendo en el trabajo, haces las cosas con lentitud, te escapas al baño a cada momento, pareces estar en las nubes. Algunos de tus compañeros te han visto quedarte dormido.

 

-          Sí señor, lo sé, vera…

 

-          DongHae, no te llame aquí para pedirte explicaciones, sino para decirte que pases por tu liquidación. - ¿Había escuchado bien? ¿Lo estaban despidiendo?

 

-          Señor, por favor, si me deja explicarle…

 

-          No quiero explicaciones, quiero resultados y no me los estas dando. Nunca has sido un buen empleado, pero antes por lo menos te esforzabas un poco. – Decía molesto su jefe – Recoge tu liquidación. Gracias por tu tiempo con nosotros. – La primera vez que le jodía un gracias. El gracias más mierda de la historia.

 

Tomo su bolso, recogió su dinero y se fue. No extrañaría el lugar, no le apasionaba su trabajo, no le gustaban sus compañeros. Siempre molestándole, haciéndole menos por no tener suficientes estudios o simplemente ser él; era como ir a la preparatoria nuevamente, solo que más cansado y con pago de por medio. Toda una mierda. Miro su vientre; no lo había hecho desde que se enteró de su condición, no había crecido pero, sintió que se merecía una mirada.

 

+*~~~~~~~~~~*+

 

Una semana más había pasado. Estaba bien hasta el momento y cuando le contó a KyuHyun sobre su despido pudo reírse mientras lo convencía de no prenderle fuego a su ex jefe. Estaba durmiendo todo lo que las náuseas y el vómito le permitían, casi todos los alimentos le causaban malestar, pero se obligaba a comer. Su amigo le había seguido acompañando al médico, en su caso tenía que ir dos veces al mes, el Dr. Yesung, como le decía KyuHyun y ahora él, le había explicado con detalle, había resuelto sus dudas; dándole medicamento y recomendaciones sobre alimentos, el hombre era algo extraño e intimidante a primera vista pero agradable una vez que se le conocía. Le hacía cariños a su vientre ligeramente curvo, cualquiera que hiciera eso era un malvavisco en el interior.

Estaba planeando ver una película basura mientras bebía su séptimo vaso de leche de fresa de esa tarde; estaba preparando las tostadas para acompañar cuando tocaron a su puerta. Vale, sus planes tendrían que esperar un poco. Camino hasta la puerta y abrió.

-          Hyuk… – Dijo en un susurro. Sentía su garganta seca. Lee HyukJae, teñido en rubio casi platinado, con ropa oscura a excepción de los tenis blancos y los accesorios en gris, parado en su puerta ¿Y él? El vestido con esa pijama azul desteñida con peces de colores. Justo para la ocasión.

 

-          ¿Puedo pasar? – Su voz era la misma, pero su tono no. El tono amable de Hyuk no estaría presente nunca más, al menos no para él. DongHae se hizo a un lado dejándole pasar, le ofreció sentarse mientras volvía a la cocina por su aperitivo.

 

-          ¿Estás en el negocio de los lácteos con sabor ahora? – Cuestionó Hyuk. Había entrado a la cocina, y obviamente había visto los dos cartones repletos de leche de fresa que tenía sobre la barra.

 

-          Me los regala una vecina mayor ¿Quieres un vaso? – Dijo mientras tomaba un par de vasos. Sabía que la respuesta era sí.

 

-          De acuerdo. Odias la leche de fresa ¿Por qué sigues aceptándola? – Preguntó el rubio tomando un trago del vaso que le acababa de servir DongHae.

 

-          No la odio. Es lo único que puedo beber además de agua así que…

 

-          ¿En serio? – Preguntó Hyuk.

 

-          Sí. Calma las náuseas, tener tantos litros en casa es una bendición – Expresó el pez mientras bebía su vaso y comía sus tostadas - ¿Qué es lo que…? ¿Por qué estás aquí?

 

-          Te despidieron.

 

-          Así es, pero no creo que hayas venido para informármelo.  – Dijo Donghae con la intención de hacer reír a HyukJae. Solo la intención.

 

-          Hable con tu jefe, puedes volver. – Explico Hyuk. DongHae sonrió melancólico.

 

-          Gracias, pero igual no volveré.

 

-          ¿Por qué no?

 

-          Porque en palabras de mi jefe, nunca fui un buen empleado aunque lo intente, no tiene sentido seguir esforzándome. Además, el médico me dijo que es lo mejor. – El rubio le miró fijamente.

 

-          Apenas tienes dos meses de embarazo.

 

-          Lo sé. – Dijo despreocupadamente, sirviéndose otro vaso de leche de fresa.

 

-          ¿Cómo vas a mantenerte y pagar al médico? – Preguntó Hyukjae.

 

-          Mi liquidación es un buen dinero. – El pez mantenía los ojos sobre la mesa, sabía que el rubio le observaba, no quería mirarlo directamente.

 

-          No es tan buen dinero ¿Quién va a ayudarte? – Esa pregunta le pico la comodidad.

 

-          KyuHyun…

 

-          KyuHyun. – Repitió Hyuk con amargura. El castaño elevo la mirada solo para encontrarse a su Hyukiee… a HyukJae molesto - ¿Sigues viéndote con ese cabrón?

 

-          Es mi amigo.

 

-          Cogiste con él. – Alego el rubio.

 

-          Ya no. – Hyuk apretó los puños sobre la mesa – Además ¿Qué importa si alguna vez me acosté con él?

 

-          ¿De verdad? – Expreso el rubio molesto e incrédulo – Es un bastardo retorcido ¿Cómo puedes pedir su ayuda y creer que no habrá un precio? - ¿Quién era Hyuk para decir eso? Él no conocía a KyuHyun, nadie lo hacía, solo él. Eso le enfureció.

 

-          ¿Y que se supone que haga? – Dijo alzando la voz, poco después azoto las palmas sobre la mesa – Es la única persona con la que cuento. La única ¿Sabes por qué? ¡Porque soy una zorra que se metió con otros y no puede siquiera soñar con que el padre de su bebé le dé el beneficio de la duda! – HyukJae lo miro con ojos abiertos, no esperaba esa explosión de rabia ¿Qué derecho tenía DongHae de enojarse? Él lo había engañado, no con uno sino con tres hombres; incluido el bastardo insano de Cho KyuHyun. El rubio sonrió arrogante.

 

-          DongHae, nadie te daría el beneficio de la duda. Si fuera otro, habría pateado tú culo fuera de mi casa cuando me lo dijiste.

 

-          Eso lo sé, lo sé. Te engañe, soy una escoria y no hay manera de que me creas, lo tengo claro ¿Dime que no viniste solo a repetírmelo? – No sabía cómo tenía valor de hablar así, era como si otro DongHae saliera cada vez que se sentía extremadamente vulnerable. Este DongHae que se defendía, que alzaba la voz como un trueno, era lo único que lo mantenía de pie.

 

-          No. Vine para devolverte tu trabajo. Vine porque… no fui razonable. – Dijo más tranquilo y serio el rubio – Cuando fuiste a decírmelo, te mande al diablo como si no hubiese posibilidad de que el bebé sea mío; y sé que la hay. No puedo creerte, pero haciendo cálculos tampoco puedo decir que es imposible. Quizá no debería importarme, no, definitivamente no debería importarme pero, tengo la duda. – El castaño sonrió. Hyuk siempre había sido una buena persona; quizá le odiaba y no confiaba en él, pero no podía ignorarlo completamente.

 

-          No hay necesidad de que te preocupes, no te lo dije para romperte los nervios; lo hice porque creí que debías saberlo, porque pensé que si no te lo decía, después podrías tener la oportunidad de reclamarme, solo eso.

 

-          ¿Solo eso? – Preguntó Hyukjae con la voz más dura que pudo. Quería creerle, quería creer que el bebé que DongHae esperaba era suyo y así tener una excusa para estar cerca de él, para comenzar de nuevo, porque simplemente no era el mismo sin DongHae. Reconocer que seguía amándolo y que sería capaz de darle otra oportunidad después de lo que le hizo era equivalente a comer mierda, lo odiaba, odiaba amar a DongHae y estar dispuesto para él ¿Por qué simplemente no podía ignorarlo?

 

-          Hyukiee… - Cerró la boca una vez se dio cuenta como lo había llamado. Ya no debía llamarlo así – HyukJae, no puedo esperar que me creas, no lo hago. Estas bien ahora y… solo olvídalo. – DongHae había terminado de comer, se levantó y dejo los trastos en el lavabo. Se sentía bien de que Hyuk no lo ignoraba por completo, aún era alguien para él, una molestia, pero era algo.

 

-          No puedo hacer eso. – Sentencio el rubio levantándose de su silla. El pez sintió que le faltaba aire – ¿Estás dispuesto a una prueba de paternidad? – El castaño le miro directamente a los ojos.

 

-          No en este momento. Es malo para el bebé, tú… ¿Puedes esperar a que nazca? – Hyuk le miró fijamente, en silencio.

 

-          Puedo. – Sentenció el rubio antes de abandonar el departamento.

 

 

 

 

Notas finales:

 

Esperamos y les haya gustado :)

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