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just let yourself fall to the empt por neko1yo

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Notas del fanfic:

Como dije, esto es una especie de final alternativo que puede tomarse como un one shot independiente.

Cuando me levante, supe en seguida, que este sería uno de esos días en los cuales no tengo ánimos de absolutamente nada, me levante con la firme intención de llamar al periódico y pedir el día libre por “causas medicas” sin embargo al estar cerca del teléfono, recordé vagamente que mi jefe había pedido verme, sin embargo, me importaba una mierda; me recargue en la mesa donde se encontraba el teléfono y pensé solo un instante, para que llamar, ¿Valía realmente la pena, llamar, solo para decir que no iria? La verdad, lo dudo, desisti de mi idea de llamar y en lugar de eso, me dirigi a la sala, a ese pequeño estante junto al librero, tome una botella de vino y fui al baño, llene la tina y me meti en ella, dejándome llevar por la agradable sensación que me daba el agua caliente, destape la botella y comenze a beber, estuve así por un largo rato, hasta que mi cuerpo comenzaba a entumecerse por el agua, que, sin darme cuenta, había descendido en temperatura hasta estar helada, salí y tome la bata que se encontraba colgada en la puerta, me la puse encima y salí del baño, dejándome caer en la cama, al poco rato me quede dormido, despertando un par de horas después, la cabeza me dolia, me puse de pie y me acerque al closet, necesitaba vestirme, y comer, me vesti muy lentamente, a penas notando lo que hacia, ni siquiera me vesti como siempre lo hacia, esta ves tome una pantalonera y una sudadera, y mientras revolvía el closet buscando los tenis que hace años no usaba encontré en un rincón unas cuantas cajas apiladas, las cuales no recordaba que tenia, eran tres cajas grandes y dos mas chicas, las tome y me levante para ponerlas sobre la cama, olvide lo que buscaba en el closet y solo me dispuse a ver el contenido de las cajas. La que estaba hasta encima, la reconoci en seguida, sonreí con nostalgia al recordar de donde había salido; Thor me la había regalado unos días después de conocernos, el dia de mi cumpleaños, la caja tenia varios chocolates, los cuales, guarde por unos meses antes de atreverme a comerlos, la abri, encontrando dentro un sinfín de cartas y notas, todas, de Thor hacia mi, las leí una a una, sonriendo con nostalgia hasta llegar a la que estaba hasta abajo en la caja, la primera que me había dado, era del día en el que nos habíamos conocido, sonreí con un poco de tristeza cuando comencé a leerla.

 

Hey, Revoltoso, ¿Qué hiciste para estar aquí?, no pareces del tipo rebelde.

Defender a la comunidad estudiantil, ya que las autoridades, no sirven para su trabajo, ¿Y tú grandote, que te trae por aquí?

Yo, a diferencia tuya, no peleo por causas perdidas, jajaja, solo golpee a un chico que se quería pasar de listo.

Recuérdame nunca pasarme de listo contigo, no me gusta que me golpeen, jajaja. Y para que lo sepas, no son causas perdidas.

Jamás te golpearía, eres muy lindo para desfigurarte el rostro ;) y si, son causas perdidas, todo lo que tenga que ver con los simios que trabajan en este recinto del “conocimiento” son causas perdidas.

Es bueno saber que mi belleza me salva de una paliza, yo aún creo que no son causas perdidas…

Sigue diciéndotelo y tal vez te crea.

 

“Es bueno saber que mi belleza me salva de una paliza”

 

Recordé aquella primera pelea en la que Thor y yo llegamos a los golpes. Habíamos estado algo distanciados durante unas semanas, yo lo atribuí a el caso que Thor tenia entre manos y mi nueva columna, la cual, me estaba costando un poco de trabajo, al final de la semana, Thor y yo decidimos salir a cenar, sin embargo, estuve por mas de tres horas esperándolo, pero jamas llego, enfadado, me fui del restaurant y me dirigi a un club cercano, estuve ahí el resto de la noche y cerca de las cuatro de la madrugada tome un taxi y regrese a casa, al llegar, Thor me esperaba en la sala, yo aun estaba demasiado enfadado asi que ignorandoló me dirigi a la que era nuestra habitación, entre reclamos, gritos e insultos terminamos golpeándonos en la sala, ambos estábamos lo suficientemente heridos como para necesitar algunos puntos en las heridas mas graves, cada uno se fue por su lado y no nos volvimos a ver las caras en al menos una semana y durante ese tiempo no regreso. Sin darme cuenta había comenzado a llorar, tenia el rostro abnegado en lagrimas, hacia tanto tiempo que no pensaba en eso.

Tome la siguiente caja, encontrándola llena de chocolates (los últimos que había recibido de su parte, hace mas de tres años) sonreí con nostalgia al recordar la mala costumbre de no comerme los chocolates hasta mucho tiempo después, tome uno del centro y lo lleve hasta mi boca, era de menta, mis favoritos, cerre la caja con una sonrisa en el rostro; la siguiente era un poco mas grande, al abrirla encontré demaciadas hojas, mis escritos en el tiempo en el que soñaba con escribir novelas. Por curiosidad y nostalgia decidi leerlos, tome la hoja de hasta arriba y pasee mis ojos por las palabras escritas.

 

La escena era grotesca, el cuerpo cercenado y con los órganos de fuera, daba al pacifico vecindario un aire terrorífico, había personas arremolinadas alrededor de la cinta amarilla que marcaba que el paso estaba cerrado, los murmullos se escuchaban, lamentos y una que otra acusación. En ese momento un hombre de oscuro cabello y ojos fríos y fulminantes “como un revolver” habría dicho su compañera la Dra. Morgan,  si no se encontrara observando fascinada los órganos esparcidos por el césped, llevaba puestos unos guantes de látex blancos; era algo terrorífico, el ver a una mujer mirar y tocar con tal fascinación a un hombre recién mutilado y esparcido por el suelo como abono, el hombre de gélidos ojos azules se acercó a la mujer llamando su atención y diciendo.

-Lu, deja de mojarte viendo al cadáver o comenzare a creer que tú lo mataste por algún extraño placer necrófilo- Dijo observando la cara de indignación de su compañera.

-Me ofendes Mikey- Dijo ella, con fingida ofensa en la voz- No soy una necrófila, soy solo una amante de los cuerpos en descomposición- Dijo, con un ligero tono de orgullo, notando la mirada burlona en el hombre a su lado- Sin ningún tipo de placer más haya de el del conocimiento y la investigación- Agrego irritada- Y no me llames Lu, es demasiado infantil, llámame Luzbel o Dra. Morgan, aunque si lo prefieres, puedes llamarme “Su real majestad, la reina de corazones”- Dijo con burla en su voz, haciendo que el oficial volteara a verla con la ceja arqueada y la advertencia en sus ojos de “Cállate” al hacerle recordar al oficial el ultimo cumpleaños de su sobrina, en el cual termino disfrazado como el rey de corazones.

-Pasemos a cosas más importantes ¿Cómo murió?- Pregunto fijando la vista nuevamente en el cuerpo en aquel jardín.

-Homicidio, más que claro- suspiro- Aunque esto te sorprenderá, ven- Dijo la mujer acercándose al cuerpo, al estar cerca tomo la piel que caía a los lados y la acomodo de la manera correcta- Veras, la manera en la que este hombre fue abierto revela perfectamente que lo hicieron mientras aún estaba vivo, y no solo eso sino que, además, lo hizo alguien con conocimientos en cirugía, pues los cortes están hechos con bastante precisión y fueron hechos con un bisturí, así que, si no fallo, tratamos con un médico al cual ya no le agrada mucho salvar personas- Dijo la mujer soltando un    suspiro de resignación…

 

Mi incursión en la literatura policial termino en algún punto que no recuerdo, había más escritos dentro que eran solo ideas de cosas que jamás se finalizaron. La siguiente caja era un poco pesada, al abrirla encontré en ella fotografías, había mías de cuando era niño, de cuando iba en secundaria y en preparatoria, había muchas fotos se Thor y yo juntos, de la preparatoria y la universidad, había del día de nuestra boda, ambos estábamos tomados de la mano, vestidos con traje blanco, comencé a llorar de nuevo, tantos recuerdos que había olvidado ya, decidí cerrar la caja antes de no poder contenerme, la última, era de madera y tenía un pequeño cerrojo con un candado pequeño, busque alguna llave que no recordara entre mis cosas, hallándola en la caja de las cartas, metida en una de las invitaciones de mi boda con Thor que no había notado antes, abrí el candado y la abrí, había hojas de cuaderno arrancadas, recordé entonces lo que eran. Notas de suicidio, todas las que había hecho en mis peores momentos, había olvidado la existencia de dicha caja y estaba seguro que sería como abrir la caja de pandora, solo traería caos y una vez que comenzara no podría detenerme. Tome la primera hoja, tenía una fecha en la parte alta.

 

04 de Noviembre del 2000

No creo que sea buena señal escribir algo como esto a los quince años, no creo que se buena señal escribir algo como esto y punto. Tómenlo como quieran, digan lo que quieran, yo, no aguato más, he aguantado suficiente, no solo de los demás, si no de mí mismo, porque me he dado cuenta que soy solo un pedazo de mierda insignificante en este podrido mundo, es en parte, culpa de ustedes, bola de estúpidos imbéciles, gracias por hacerme creer toda esas mierda que me dijeron durante toda mi vida, jodidos bastardos, los veré en el infierno infelices.

Es en parte culpa mía, ¿Por qué? Bueno, realmente no tengo la mejor autoestima de todas, si es que se le puede llamar autoestima a insultarte y gritarte groserías a ti mismo cuando te ves en un espejo, generado solamente por mi falta de confianza, pero, a la mierda toda, igual no soy tan indispensable.

Mamá, papá, realmente no es su culpa, los amo, lamento esto, en serio lo lamento, pero ya no lo soporto, me detesto demasiado como para seguir así, lo siento.

Loki L.

 

Cuando termine, no pude evitar llorar, lleve una de mis manos hasta mi boca, tratando de callar los sollozos que salían de mi garganta, a pesar de ser solo una estúpida nota suicida de un adolescente, recordé lo mucho que me afectaba en aquel entonces, tome la siguiente nota, en esta tenia dieciocho.

 

12 de Abril del 2003

Para Loki:

No eres más que un asqueroso pedazo de mierda sin valor, lo sabes, lo sé, ambos lo sabemos, así que toma toda la mierda que representas, haznos un favor a todos y vuélate los jodidos sesos, desaparece del mapa, nos harías un excelente favor, no sirves para nada, entiéndelo de una maldita vez, todo lo que haces siempre resulta mal. Date cuenta, por una vez en tu vida que a nadie le importas, nadie te quiere, en la vida lo harán; sabes cómo hacerlo, al menos eres listo en eso, no habrá forma en la que falles, hazlo antes de que causes más problemas, aunque, tu sola existencia ya es un problema.

Tu sabes quién soy, estoy demasiado cerca de ti, vivo en ti, desgraciado, yo soy tu, te conozco, se cuanto lo deseas, solo hazlo, ¿quieres?

 

Te quiere. Loki

 

Apenas podía respirar, había sido de las peores, fue el momento en el que había comenzado a escribirme cartas que para cualquier psicólogo serian brutalmente angustiosas, había sido la primera de varias, la respiración se me cortaba, las lágrimas no me dejaban ver, deje de leer las notas, me levante presuroso de la cama, entre al baño abriendo el botiquín con manos nerviosas, tire un par de frascos antes de tomar los que necesitaba, los abrí y tome varias píldoras de cada frasco en mi mano, las lleve a mi boca y llene un pequeño vaso con agua del grifo, las tome todas y me mire al espejo, sosteniéndome del lavabo y ahí frente a mí, se encontraba alguien a quien llevaba años sin ver, pareciera como si me viera con burla, riéndose de mí, orgulloso de joderme otra vez, parecía como si me susurrara “Esta vez lo lograre, te lo juro” su sonrisa burlona, sus ojos como venenosos aguijones, no podía verlo un segundo más, lo detestaba desde siempre, no podía soportarlo, muchos años escondido, no podía con esto, no ahora, su estúpida sonrisa, esa estúpida sonrisa, no puedo más, no puedo, NO PUEDO…

Mis manos se estrellaron fuertemente contra el espejo que callo en pedazos al suelo y sobre el lavabo, no podía soportarlo no podía, en ese momento todo lo que había tratado de callar apareció, desde el maltrato escolar hasta mi reciente pelea con Fandral, sumado a la depresión, cortesía de mi madre. En algún momento termine perdido entre alcohol y calmantes, estaba en el piso de la sala, los espejos estaba rotos a mi alrededor, mi ojos estaban hinchados, rojos y húmedos, podía escuchar a lo lejos los golpes en la puerta, escuchaba voces gritándome. Estire mi mano alcanzando a tomar un trozo grande y puntiagudo de espejo, escuche el traqueteo de la puerta al tratar de ser abierta, escuche como alguien entraba y gritaba, buscando por mí, ya no me importaba, tome el espejo y lo clave en mi cuello, justo en mi yugular, dolió como el puto infierno, pero, en unos cuantos segundos comencé a quedar inconsciente, alcanzando solo a ver cuatro figuras postrarse sobre mí, tratando de parar la hemorragia en mi cuello, un par de segundos y mis sentidos se apagaron, nunca sentí nada mejor que mi vida escurriéndose entre mis manos, fue ahí cuando entendí, toda mi vida había esperado este momento, el momento de irme, el momento de morir.

Notas finales:

Aqui esta, espero les guste y no les haga llorar, dejenme un comentario con sus opiniones saben que me encanta leer sus comentarios.

 

 

 

Besos Diana


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