Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Aférrate por Miss DFertaine

[Reviews - 5]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

¡Hola, estoy de vuelta chicos! Ya sé, ya sé, no había hecho nada desde hace tres meses porque la mugre escuela (en especial la materia de fotografía) no me dejaba hacer casi nada, por supuesto, aprovechaba mis translados para escribir cositos pero no había desarrollado nada hasta hace poco que hice este fic, otros dos y en camino vienen otros tres AJAJAJAJAJA. Sí, soy malvada por guardarme todo esto para mis ojos solamente (y los de la musa porque a la beta no le enseño nada hasta que lo tenga terminado así que :v) pero pronto lo verán por aquí, supongo que en estas últimas tres semanas habrá más actividad por aquí y pues sólo espero que todo les guste! :D

Bueno, tal y como lo prometí para una persona que dejó un review en "Si pudiera verte otra vez" este fic está dedicado a spiritññ quien quería leer más de Santorin y Seiya en aquel fic pero lamentablemente está finalizado, así que para no romperle el corazón, le traigo este fic menos trágico y de tres capítulos, ¡yay! La verdad es que publicar 10,000 palabras de golpe se me hace muy pesado y decidí dividirlo en tres, así que esperen los siguiente capítulos con ansias.

No tengo mucho que decir más que espero que el título no sea tan raro, la verdad es que por más que busqué otro, ninguno me convencía así que lo dejé así, muchas gracias a la musa por ayudarme como siempre y a la beta que siempre trabaja presionada por mi culpa, lo siento Karen! Los personajes en esta historia no me pertenecen total ni parcialmente y no busco ningún fin lucrativo con esto.

 

¡ENJOY IT!

Notas del capitulo:

Pareja: Santorin/Seiya — Dyrus/Sneaky

Género: Romántico, humor, ¿drama? Sólo un poquito.

Advertencias: Ahhhh… ¿lenguaje ofensivo?

Aférrate.

Capítulo I.

 

 

La IEM San José era un evento importante para Lyon Gaming, tenían que, más bien, debían demostrar que los servidores más jóvenes podían estar a la altura de aquellos más viejos y que su nivel de competitividad profesional era del nivel de la LCS Americana o la Europea porque si se hablaba de los coreanos, bueno, eso era prácticamente ir a otra dimensión.

 

Ali Bracamontes, el reconocido mid-laner de Lyon y conocido en los bajos barrios como “Seiya”, estaba dispuesto a demostrar que tanto LAN como LAS existían y estaban dispuestos a dar el todo por el todo en el torneo que Riot había organizado y que les abría la puerta más allá de Latinoamérica. Thyak, el jungler de su equipo, entró a la habitación para avisarle que la camioneta que los llevaría al aeropuerto había llegado y estaba fuera esperándolos. Asintió, tomó su maleta y mochila y bajó para encontrarse con el resto de Lyon, su coach y los representantes de Riot que los acompañarían en su travesía por San José.

 

Su coach les había dicho que primeramente irían a Santa Mónica, allí se encontrarían con los equipos de NA, Team Solomid y Cloud 9 que también eran invitados del evento. Cuando su avión aterrizó fueron recibidos por más empleados de Riot y estos los llevaron a la sala de espera donde los otros equipos estaban. Secretamente, Ali era un fan de TSM siendo Bjergsen un ejemplo a seguir pues era considerado, el mejor mid-laner de NA y EU gracias a su inigualable habilidad en el carril central y su control en cada uno de los campeones especializados en esa línea.

 

Se sentaron frente los asientos donde estaban Bjergsen, Dyrus y Wildturtle, los últimos dos jugando en sus respectivos 3DS, les tomó una fotografía sin llamar la atención y la publicó en Twitter, quería que sus seguidores supieran que tenía el privilegio de compartir el mismo espacio con uno de los equipos más famosos dentro de toda la comunidad. Se rio ante las inmediatas respuestas en la red social y volvió a tomar una fotografía pero esta vez, Santorin, el nuevo jungler de TSM apareció en la escena atrayendo más la atención de los usuarios de Twitter que le seguían.

 

Después de responder algunos mensajes, se paró y preguntó por el baño y caminó hasta este, entró y después de una buena miada, el azote de la puerta lo sobresaltó y casi le hace romper el cierre de su pantalón. De pronto el sonido de un cuerpo contra la pared seguido de un gemido lo dejó estático. Se abrochó el botón de los jeans y volteó con cuidado de no hacer ruido y por un pequeño espacio de la puerta con el marco de esta pudo ver al famoso tirador de Cloud 9 compartiendo un furioso y lujurioso beso con el top-laner de TSM. De haber sido anatómicamente posible, su quijada hubiera golpeado el suelo de la gran impresión ante semejante escena, él no tenía nada en contra de los homosexuales, pero era muy sorprendente ver a uno de los jugadores más serios compartir un beso tan apasionado con otro jugador aún más serio. No supo que hacer así que por el momento sólo se quedaría a que los otros dos terminaran con su sesión de besos candentes y salieran de ahí.

 

Diez minutos después, el tirador le susurró a su acompañante que casi era hora de abordar el avión y que en cualquier momento podrían entrar por la puerta buscándolos y para el gran alivio de Seiya, salieron del baño. Suspiró y se levantó del retrete y al fin pudo presionar el botón para que se drenara, salió del cubículo y se recargó en el lavamanos mirándose al espejo, se encontró nada más y nada menos que con su rostro teñido de rojo y una semi-erección se notaba en sus pantalones.

 

¡Malditos sean Dyrus y Sneaky que con sus gemidos lo habían prendido! Se lavó la cara pero ni el agua fría hacía que el sonrojo abandonara sus pómulos. Se recargó en el lavabo y se concentró, no podía presentarse así ante el resto, que estaban en la sala de espera, si no quería terminar siendo el blanco perfecto de bullying por el resto de su vida, así que tenía que hacer que tanto el sonrojo como la erección desaparecieran, después de todo, la mente controla el cuerpo, ¿verdad?

 

Cuando supo que había llegado a su límite, por lo menos la erección ya no se notaba pero el sonrojo no le dejaba en paz, pues cada vez que trataba de cerrar los ojos y concentrarse por completo, los gemidos de ambos llegaban a sus oídos y no podía evitar que los colores se le subieran al rostro. Las cosas no estaban mejorando así que mejor se dio por vencido y golpeó el lavabo donde estaba recargado.

 

— ¡Carajo! ¡Los odio a los dos! ¡Los odio! —Levantó los brazos en señal de exasperación cuando nuevamente fue sorprendido por la puerta del baño. Santorin había entrado a la habitación encontrándose con un chico desesperado y sonrojado hasta el cuello.

 

— ¡Lo siento! No quería interrumpir… —Habló en su decente inglés con el marcado acento danés lo que dejó anonado a Seiya que seguía maldiciendo a el duo que hasta hace poco estuvieron a punto de tener sexo mientras él estaba encerrado en uno de los cubículos.

 

— ¿Qué? —La verdad era que ni siquiera estaba prestando atención a lo que pasaba justo ahora—. ¿Perdón? —Santorin lo miró fijamente a los ojos por varios momentos y el poco color del que se había logrado deshacer le regresó en un instante. Ese chico tenía una mirada muy penetrante.

 

— ¿No hablas inglés? —El danés le habló de nuevo, sacando finalmente de sus cavilaciones al mid-laner.

 

— Ah, sí, perdón estaba muy distraído. Con permiso. —En su acento chilango le respondió y salió corriendo del baño dejando atrás a un Santorin extrañado por su actitud.

 

— Que imbécil soy, Dios mío, hoy no es ni por poco un buen día para mí. —Llegó hasta su asiento en la sala de espera y se sentó a lado de Thyak quien lo examinó con los ojos entrecerrados y le pegó en un costado con el codo para atraer su atención.

 

—Güey, te echaste una buena cagada, ¿verdad? Te tardaste un montón y vienes todo rojo, no mames. —Y soltó una carcajada que llamó la atención de todos los presentes, miró al frente y se encontró con la mirada de Santorin y el rojo de sus mejillas aumentó dos tonos más. ¿Por qué me odias Dios? Pensó e inmediatamente le soltó un golpe al jungler en el brazo para que se callara pero el otro sólo seguía molestándolo y riendo, no dejándole otra opción más que taparse la cara con las manos para evitarse la vergüenza de seguir llamando la atención hacia su persona.

 

Afortunadamente la llamada para abordar el avión que los llevaría a San José lo salvó de seguir siendo molestado por Thyak y se apresuró en busca de la paz que le traería su asiento pues estaba dos atrás del jungler. Se sentó y suspiró, sacó su iPod y estaba por ponerse los audífonos cuando la persona que se sentó a su lado lo saludó.

 

— Hola de nuevo. —Seiya deseaba que se lo tragara la tierra o que el asiento en el que estaba lo expulsara del avión, como en las películas. A su lado estaba nada más y nada menos que Santorin, con esa amplia y blanca sonrisa que le hacía envidiarlo y por supuesto, con esa mira penetrante.

 

— Me siento violado. —Susurró para sí mismo en español y enseguida le sonrió al danés respondiendo el saludo.

 

— No sé mucho de LATAM pero sé que ganaste un evento muy importante, felicidades. —. Bendito sea aquel que le haga sonrojar con una simple sonrisa.

 

— Gracias, tampoco es un evento muy importante como la LCS, pero aun así, gracias.

 

— No creo que sea así, un trofeo y dinero es lo mismo que la LCS.

 

— Bueno sí pero eso no quiere decir que somos iguales en el nivel de jugabilidad, lo que pasa en LATAM no le llega ni a los tobillos a lo que pasa en la LCS, los metas son totalmente diferentes.

 

— Sigo pensando que no es tan diferente.

 

— Es tan diferente que apuesto que no pasaremos de la primera ronda.

 

— Pues yo apuesto lo que quieras a que sí ganarán la primera ronda y nos enfrentaremos en la grieta.

 

— Si es así, podrás pedirme lo que quieras, pero si no, entonces harás lo que yo quiera. —El danés sonrió de tal manera que escalofríos recorrieron su cuerpo entero.

 

— Hecho. —Fue lo único que dijo antes de ponerse sus propios audífonos y dedicarse a ver videos en su tableta.

 

Seiya se quedó con las palabras en la boca, creía que seguirían argumentando acerca de la diferencia de nivel entre LATAM y NA pero el otro se veía tan confiado de sus palabras que había puesto punto final a la conversación. Hizo un pequeño puchero y volteó el rostro a la ventana poniéndose los audífonos y se dedicó a escuchar música por el resto del camino. Despegaron sin dificultades y pronto el viaje de hora y media se le hizo eterno y con el suave ritmo de “Don’t die before me”, se quedó dormido esperando que, en ausencia de su bot-lane oficial, la de reemplazo fuera suficiente para ganar un solo juego.

 

 

. . .

 

 

Se despertó ante los insistentes rayos de sol, entreabrió los ojos y miró la hora en el iPod que tenía entre las manos, apenas había pasado una hora y unos cuantos minutos desde que despegaron y seguían en el aire, aún podía dormir un poco más y aunque no quisiera, la sensación de una respiración entre las hebras de su cabello le mandaba pequeños escalofríos refrescantes y lo invitaba a seguir durmiendo; se sentía tan bien que deseaba tenerlo un poco más cerca por lo que se movió y se acomodó en el ancho hombro en el que estaba recargado, sintiendo el aire más cerca de él, sonrió ante la sensación y estaba dispuesto a dormir el resto del viaje cuando supo que algo no encajaba en todo eso.

 

Abrió los ojos de golpe y miró hacia abajo, estaba prácticamente recostado en Santorin y este dormía plácidamente soportando todo su puerco peso y encima tenía la cabeza recargada sobre la suya lo que equivalía a no permitirle moverse si no quería despertar al jungler. ¡Qué vergüenza! ¡Puta vida! Seiya deseaba desaparecer, evaporarse como el agua, lo que fuera pero que lo sacara de esa incómoda situación —bueno, tenía que admitir que era muy cómoda para su propio bienestar— sólo esperaba que nadie más se diera cuenta de cómo se encontraban.

 

De pronto, Santorin se movió, restregándose en su cabeza, el movimiento le provocó un pequeño susto que hizo que se enderezara y el peso del danés se le vino encima; sus cráneos chocaron con la fuerza de dos huracanes —la verdad no había sido tan fuerte— y hasta la quijada le dolió. Santorin se llevó la mano al lugar del impacto y se quejó en su lengua madre mientras que Seiya se llevaba las manos a la cabeza y pequeñas lágrimas se asomaban en la orilla de sus ojos.

 

— Ah, no mames, que pendejo estoy. —Siseó en voz baja sobándose el golpe—. Me dolió un montón, mierda.

 

— ¿Estás bien? —Santorin le tomó de las manos y lo volteó para que lo encarara—. Lo siento mucho, me quedé dormido y te golpeé sin querer.

 

— Estoy bien —Dijo con dificultad, pues el otro lo tenía por las mejillas y con sus pulgares le limpió las involuntarias lágrimas—. Fue mi culpa, me levanté bruscamente, perdón. —Se miraron a los ojos y el sonrojo regresó a las mejillas de Seiya pero con él trajo un ligero rosado a los pómulos de Santorin. El sonido de alguien aclarándose la garganta los hizo salir de su repentino trance y separarse mirando a direcciones contrarias con los colores en el rostro.

 

— Disculpen la interrupción… —La joven azafata les habló—. Pronto aterrizaremos, por favor, abrochen sus cinturones. —Y tal como les ordenaron, así lo hicieron.

 

El avión aterrizó. Seiya no tuvo el valor de ver al jungler a los ojos después de bajar de éste y llegar a la sala, donde empleados de Riot ya los esperaban para abordar sus vehículos y ser llevados al hotel donde se hospedarían ese día. Simplemente le dio la espalda y corrió a su transporte para reunirse con el resto de su equipo. Thyak estuvo a punto de hacerle alguna otra broma pero el mid-laner lo pasó de largo y abordó la camioneta negra donde pidió una botella de agua helada y después de que la consiguieran, se la puso sobre el golpe que se había dado donde ya se había formado un chipote* y mientras sostenía la botella, pensaba en el extraño sobresalto que había sentido en el pecho cuando Santorin lo había tomado por las mejillas y lo miró tan profundamente.

 

— No otra vez… por favor… —Susurró para sí mismo, ya cansado.

 

El resto de su equipo subió a la camioneta y partieron hacia el hotel donde se hospedarían una sola noche para después regresar a Santa Mónica, lugar en el cual grabarían para Hyper X alguna locura con tal de promocionar sus nuevos productos y a las cuales siempre invitaban a los equipos de League of Legends.  Esta vez, le tocaba a Lyon Gaming ser víctimas de la compañía de accesorios para PC.

 

Mirando por la ventana, Seiya se preguntó seriamente si ellos tenían el nivel de competencia que NA o EU, había que tomar en cuenta muchos factores: LATAM era prácticamente la zona más joven competitivamente en League of Legends, ellos no tenían horas de entrenamientos porque no vivían en una gaming house* como TSM o Cloud 9, incluso las prácticas entre equipos no eran tan comunes, se dedicaban más a jugar clasificatorias por equipo al azar o individuales y a pesar de sus esfuerzos —no sólo de ellos sino de los demás equipos de la región— podía decir claramente que el nivel de las demás regiones era más grande con sólo ver un juego de ellos; las mecánicas, las selecciones y lo bloqueos, las rotaciones, los objetivos, todo era tan diferente a LAN, pero ahora que habían llegado hasta ahí con tanto esfuerzo, diría el tío Sky*, el león debía rugir y decirle al mundo que ellos estaban en camino, ellos existen, ellos van a por todo.

 

 El camino fue tranquilo y rápido. Llegaron a un edificio simple y moderno, entraron a recepción e inmediatamente fueron guiados a sus habitaciones, pues el personal llevaba esperándolos desde hacía un buen rato. Para mala suerte de Seiya, el piso lo compartirían con los equipos de Norteamérica. Aun así no todo era malo, por lo menos le había tocado solo en la habitación; lo que significaba dormir y hacer lo que él quisiera a la hora que él quisiera. Dejó su maleta en una de las camas y se dejó caer en la otra, tenía mucho sueño, la cabeza le dolía y que decir del golpe, seguía punzándole; se acomodó entre las almohadas y le mandó un mensaje a Porky, su top-laner, para avisarle que dormiría un rato, que si pasaba algo, le hablara por teléfono —de otra forma, sólo apagaría el tono del celular y no se levantaría— esperó paciente viendo la pantalla de su teléfono esperando una respuesta del otro y mientras trataba de mantener los ojos abiertos, pensó en aquel que había sido su dolor de cabeza —literalmente— desde el incidente en el baño y pronto cayó dormido con la imagen de esos ojos azules viéndole fijamente.

 

 

. . .

 

 

Una hora después, abrió los ojos viendo desvanecerse el rostro del hombre que le hacía sonrojar con la mirada y suspiró, no pudo haber caído tan rápido, ¿o sí? Era tan ingenuo que lo más seguro era que, efectivamente, se había sentido más que atraído por el jungler danés de Team Solomid. Se llevó las manos a la cara y volvió a suspirar cansinamente, ya le había pasado lo mismo con su propio jungler, se había enamorado estúpidamente del hombre más mujeriego del mundo. Le había dado su cuerpo y corazón con las más bellas intenciones y a Thyak no le importó lo mucho que significaba para él haber llegado hasta ese punto y su compañero descaradamente le dijo que únicamente había sido un juego para la satisfacción sexual que no podían conseguir debido a su trabajo y aún se dignó a preguntarle si no había accedido a todo eso por la misma razón. Ese día descubrió que podía fingir muy bien; le sonrió al otro y le dijo que lo conocía bastante bien y se marchó. Desapareció para Lyon durante tres días, los cuales pasó en la casa de un amigo muy cercano de su infancia. Lloró todo lo que pudo en esos días, como una niña a la que le negaron tener una Barbie exclusiva y no podría conseguir jamás en la vida.

 

Estaba cansado de llorar y de lamentarse por lo que le había sucedido y estaba dispuesto a pasar así el resto de su vida de ser necesario pues, al ser su primera vez pasando por una situación así, no sabía si tendría la fuerza para regresar y hacer como que nunca había pasado nada. Se convenció cuando la novia de su amigo habló con él, lo apapachó y lo dejó llorar el resto de sus penas en su regazo, en ese momento, cuando las lágrimas dejaron de salir, se dijo a sí mismo que no volvería a tropezar con la misma piedra… Y ahí estaba él, atraído estúpidamente de alguien a quien sólo había visto en internet y que vivía a millas de distancia. Su vida era muy triste.

 

Se levantó de la cama y se metió al baño para poder ducharse, sacudió la cabeza varias veces bajo el agua tratando de alejar los malos recuerdos que tenía de aquella experiencia, no necesitaba pelearse con su pasado, pronto sería la hora de la función y debía dar lo mejor de sí en ella.

 

 

 

Continuará…

Notas finales:

*Chipote: En México le decimos así a los golpes en la cabeza que se hinchan.

**Gaming house: Es la casa donde regularmente vive un equipo completo de e-sports, para tener la garantía de practicar sin problemas y llevar la relación de los miembros de equipo a condiciones donde la confianza y el trabajo de equipo sean primordiales (o eso nos hacen creer 7u7).

***El tío Sky: Skyshock es un comentarista de los juegos en Latinoamérica y empleado de Riot, la verdad no sé de donde salió lo de tío, pero si alguien lo sabe, que me avise para modificar esto.

Bueeeeno, espero que les haya gustado esto, me divertí muuuucho escribiendo de un personaje como Seiya, no lo conozco muy bien pero así como lo tengo en la mente me gusta mucho (siento que puede llegar a ser muy amargado xD -no le digan nada por favor-) me siento más cómoda escribiendo de estos dos que de Dyrus y Sneaky por sus personalidades pero ellos dos siguen siendo mi OTP <3

Sin más, muchas gracias por leer y realmente espero que les esté gustando esta pareja que a mi me encanta

¡Hasta el siguiente capítulo!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).