Y todo por un videojuego…
Había escuchado sobre ese juego ya miles de veces, hasta el punto en que llego a darle curiosidad y decidió descargarlo. Si señores y señoras ese juego era “Yandere Simulator”, el pequeño Misaki no pudo más con la intriga y decidió jugarlo.
Obviamente no pensaba que llegaría a volverse adicto a ese juego, primero jugaba algunas horas pero después la situación se fue agravando más y más.
Ya no eran “algunas horas” sino todo el día, claro que no dejaba sus labores de lado; los hacia y después iba directamente a su cuarto para encerrarse a pasar el tiempo con dicho juego.
Esa actitud molestaba mucho al peli plata, ya que eran vacaciones y podrían hacer muchas cosas juntos (NA: 7u7 oie sy cosas ricas) pero no! El decidía quedarse encerrado en su cuarto después de cocinar o hacer los quehaceres, la verdad tenía ganas de matar a la maldita pc por robarse a SU Misaki (NA: tranquilo Usagi san >_<).
Pero llego el día en que el mayor subió al cuarto del menor para reclamarle su falta de atención.
Subió lentamente las escaleras esperando que el cuarto del menor no sea todo un desastre, camino de poco a poco hacia la puerta respectiva, toco levemente…nada, no hubo respuesta…volvió a tocar la puerta esta vez mas fuerte…y de nuevo nada… Ok se harto quería parecer educado pero ese niñato ni siquiera lo escuchaba. Abrió la puerta y lo vio, sentado frente al computador jugando ese maldito juego, con las cortinas totalmente cerradas y su cuarto algo desarreglado pero manteniendo el orden.
-Misaki…- Dijo suavemente el peli plata…pero el menor no contesto, estaba tan sumido en el juego que no lograba oír los llamados del ojilila.
El mayor ya estaba en su límite así que dispuso desconectar el computador, Misaki estaba jugando y lo último que vio fue desvanecerse la imagen junto a la electricidad que recorría al computador.
-Pero que te pasa! Usagi san! Estaba jugando!- dijo totalmente molesto el menor.
–Odio que a ese maldito “senpai” llegues a tomarle más importancia que a mí- Dijo algo molesto el peli plata.
–Obviamente usted se equivoca Usagi san- explico Misaki- Usted es mi senpai…
Esas palabras bastaron para subir todo el ego en el mayor, así que decidió jugar a su favor con eso. Hizo que el menor se sentara encima de él, frotándose así el trasero del menor sobre su miembro.
-Entonces que harás si ya tienes a tu senpai totalmente seducido a tus pies?- Pregunto el peli plata mientras mordía un poco el cuello del menor, ocasionando que este saltara encima del miembro del oji lila
- Ah! Senpai- Misaki estaba tan sumido en su imaginación hasta el punto en que llego a decirle así al mayor (NA: después porque se lo violan 7u7)
Dejando todo el pudor y la moral de lado empezó moviendo su lindo traserito encima de la ya naciente erección del mayor.
-Así Misaki…- dijo jadeando el mayor.- Muévete mas ghh…-
-Nnngh como…Ah como usted desee senpai…nngh- El vaivén de sus cuerpos se convertía en una exótica danza que solo aquellos dos conocían, obviamente el peli plata ya estaba perdiendo el poco autocontrol que le quedaba, así que de un solo movimiento puso al ojiverde contra el piso, quitándole lentamente su camisa [-Dios mío- pensó el mayor- él es tan erótico y tierno a la vez, Mi Misaki…]
Empezó a lamer esos botones rosas que tanto amaba ya que provocaba exquisitos sonidos que saldrían de la boca del menor y claro, eso no se hizo esperar.
-Ahhn Usagi san…nghh por favor..ahh! no hagas eso..nh- El pequeño ya no podía aguantar más erotismo, su erección dolía bastante al no ser atendida.
-Pero por que debería parar? Si se nota que te gusta mucho- Dijo el mayor desabotonando el pantalón del menor y masturbando la erección que tenía.
-Ah…Senpai..ah más rápido por favor nnhg- Alcanzo a decir el pequeño al sentir esa mano grande y fría tendiéndolo tanto como el deseaba.
El mayor le indico tres dedos al ojiverde, quien capto muy bien el mensaje y empezó a lamerlos como si del miembro del mayor se tratase, ocasionando que el oji lila pierda mas la cordura por ese pequeño castaño.
Al dejarlos suficientemente lubricados el mayor paro con la masturbación y empezó a preparar a su oji verde, primero un dedo entro en el menor, haciendo que este de unos pequeños gemidos de entre dolor y placer.
[Es que simplemente lo amo- pensó avergonzado el menor- Mi Usagi sabe dónde tocar para tenerme a sus pies] Paro de pensar ya que dos dedos entraron en movimiento de tijera que hizo que el castaño gritara de placer, ya no podía aguantar mucho, quería tenerlo ya! Y el sabia como seducir a su querido Usagi san.
-Ahh nngh Senpai nhg entre en mi ahh por favor nngh lo quiero en mi nnh ahh- Dijo un Misaki sonrojado y gimiendo, sin duda una vista tan erótica que solo el mayor podía ver.
-Como tu desees mi pequeño- Dijo el mayor, lanzándose a besar a su castañito y penetrándolo de una sola estocada.
Empezó con un vaivén lento cargado de cariño, besando cada parte del menor, pasando por su cuello mordiéndolo y chupándolo solo como él sabía, llegando de poco a poco nuevamente a los rosados botones ya erectos del ojiverde, lamiendo en círculos, chupándolos y mordiéndolos suavemente hasta enrojecerlos un poco.
Volvió a subir a la carita del menor, la cual beso. Joder esos labios tan dulces y suaves que tanto amaba lo correspondían tímidamente pero con gran frenesí. Su vaivén suave se fue convirtiendo en uno más rápido, y en una de esas estocadas toco aquel puntito especial del castaño que lo hizo gritar como loco.
-Ah!! Usagi san nnh ahí nng ahh más rápido! Nngh- dijo el con locura, y si su castañito pedía más fuerte o más rápido el peli plata lo concedería, ese pequeño oji verde era puro placer.
Las estocadas llegaron a ser más rápidas y duras, tocando ese puntito que tanto los volvía locos. El menor ya no aguanto más y derramo toda su semilla gritando el nombre de su amado-Ahh!! Usagi san nnh!-
Ante la estrechez del menor el oji lila no aguanto más y también se vino dentro del menor, llenándolo por completo (NA: o sy llénalo todo XD)
Trataron de normalizar sus respiraciones de poco a poco, hasta calmarse por completo; el mayor saco su miembro de la entrada del menor y se recostó a su lado…
Abrazándolo posesivamente pero a la vez con una gran delicadeza y una acogedora tranquilidad que inundo el corazón del castaño. Momentos como ese era lo que ellos dos más adoraban, el sentirse tan juntos y saber con seguridad que no se separarían jamás.
El peliplata acurruco a Misaki y le dijo suavemente al oído –Te amo, no te dejare nunca-
Esas palabras que envolvían los oídos de Misaki y lentamente se metían en su cuerpo para hacer que su corazón retumbe fuertemente, y un gran sonrojo apareciera en su cara al saber y sentirse tan amado por la persona de la cual estaba enamorado…
-Yo también…te amo, Usagi-san- Dijo en un suave susurro, que el peliplata alcanzo a escuchar y a respuesta de esa tierna confesión, le dio un beso en su frente para después caer los dos en brazos de Morfeo…