Había pasado más de un mes desde que se le había asignado su misión para saber que pasaba en ese lugar, y sabía que tarde o temprano tendría que rendir cuentas al señor oscuro. Por más que trataba de saber de qué hablaban las personas que vivían en la casa, hurgar un poco el lugar para poder dar una respuesta aceptable a su señor de si en verdad eran magos y conspiradores, por el tiempo que tenía sin dar resultados, pero todo intento siempre terminaba centrándose en el chico de pelo azabache el cual le hacía olvidar todo.
Inútilmente por las noches trataba de analizar todo lo que pasaba en la casa, las charlas y movimientos de los adultos, pero cual frustración y desespero porque nuevamente al final sus recuerdos derivaban en el dueño de los ojos esmeralda y sonrisa de encanto que se empeñaba en a llevarlo a lugares que creía interesantes y según debía de conocer o que Harry quería conocer, como la universidad a la que se supone que asistía y los amigos que tenía (ese día fue agotador, lanzar tantos hechizos imperio, casi juraba haber hechizado a todos en aquella universidad).
También había ido a varios lugares a los que fue arrastrado por chico como el parque, la feria y distintos restaurantes, así como en ese preciso momento que nuevamente parecía secuestrado por Harry para ir a otro lugar desconocido para él mientras este le decir que le gustaría mucho y muchas cosas más…
“que pasa conmigo” pensaba Draco mientras iba con Harry caminando a algo llamado cine no entendía que le llamaba la atención de ese chico Potter y se lo cuestionaba cada que lo tenía de frente y no podía despegar su mirada del otro, no entendía como podía atraerle de alguna forma un muggle al que pronto tendría que matar, eso era inevitable, por Merlín si su padre lo viera en ese momento o cualquiera del mundo mágico seguramente sería asesinado a punta de cruciatus en cuanto lo tuvieran de frente, el solo pensar en ello le causo un escalofrió.
Harry pasó una mano por la espalada del rubio al percatarse del temblor de este, sacándolo de sus cavilaciones. Draco lo volteo a ver sin saber por qué se sentía tan bien el brazo del chico mientras un ligero sonrojo aparecía en sus mejillas, cosa no pasó desapercibida por el otro el cual solo sonrió de manera picara, para luego pasar una expresión de incredulidad para decir:
-¿en serio, Tom? no logro entender como nunca has ido a un cine, ¿de verdad, ni siquiera una vez?
-no, lo que pasa Potter es que yo si soy culto y no me interesan ese tipo de cosas de baja categoría, un Malfoy jamás se rebajaría a presenciar tal aberración -respondió Draco con sorna.
Harry se llevó la mano que tenía libre al pecho y hablo dramáticamente –que tonto soy, no sabes lo mal que me siento de hacer que te rebajes a mi nivel, además ya vamos a comenzar otra vez con los apellidos Felton – Draco no entendía porque a ese chico no le afectaba lo que le decía, y muy aparte tenía el descaro de sonreír-por cierto, ¿Qué es Malfoy?
-es solo un decir mío, Harry- dijo Draco deteniéndose, un poco tenso por haberse descubierto así- pero hazme el favor de no mencionárselo a nadie.
-otro más de tus secretos- Draco no dijo nada solo mostro su característica sonrisa marca Malfoy- oh, está bien, pero a cambio tendrás que salir conmigo cuando yo quiera y sin replicas o aires de grandeza.
-Está bien- mascullo Draco “todo sea por no revelarme” se dijo, tratando de ignorar esa extraña sensación en el pecho- por cierto nada tiene de extraño, cuando quieres llegas y sin más me arrastras a tus según “increíbles aventuras”.
Harry no pudo evitar soltar una sonora carcajada con las palabras de su rubio, el cual se sonrojo al sentir múltiples miradas de esos asquerosos muggles y solo atino a mirar a Harry con desprecio lo cual hizo reír aún más a susodicho.
“ojala pudiera cruciarlo por ser tan…tan él” pensó Draco miraba al chico que no dejaba de sonreír.
-bueno Tom, mejor hay que apresurarnos a llegar por que la película que quiero ver está a punto de comenzar- dijo tomando a Draco de la mano, volviendo a caminar rumbo al dichoso cine.
-Jamás podremos tener una cita sin que me apresures, Harry.
El mencionado se sonrojo un poco y Draco al darse cuenta de lo que había dicho miro así otro lado sabiéndose que un calor en el rostro y se aclaró la garganta pero aun no dijo nada. Después de un momento se preguntó si estaría tan rojo de la cara como se imaginaba, tanto que a los Weasley les daría envidia.
-así que esto es un cita, eh- dijo Harry sacándolo de sus pensamientos y sus ojos tomaron un brillo curioso y de ser posible más hermosos.
-ja, ya quisieras Harry sé que sería grandioso para ti estar con un ser tan maravilloso y perfecto como yo, pero lamento desilusionarte y decirte que no, no es una cita- dijo Draco y después añadió -es más como un secuestro donde yo soy la victima que es tomado sin previo aviso y es arrastrado sin decoro a lugares desconocidos.
-ya deja de ser tan presumido y quejicas, y vamos, que no me vas a negar que te gusta que te lleve a estos lugares sino- dijo soltando a Draco- puedes marcharte.-ah no, ahora terminas lo que
empezaste, ya me trajiste hasta aquí- dijo señalando el lugar, pues ya habían llegado al cine- ahora me llevas a ver tu dichosa película, que según tu está muy emocionante-sentencio cruzándose de brazos y haciendo un puchero.
-porque eres tan antipático, eh Tom con lo lindo que te ves cuando sonríes… o cuando te sonrojas- dijo Harry jalando a un shockeado y confundido Draco para que entrara con él al cine. “que pasa conmigo” era el único pensamiento que tenía el rubio al sentir el contacto con la piel del otro chico la cual le hizo sentir un calorcito en todo su interior, sin darse cuenta de que por milésima vez era nuevamente arrastrado por el ojiverde.
---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- Harry en ocasiones pensaba que se su amigo Tom era un amargado con su porte aristocrático, su arrogancia al hablar con la gente y su mirada fría, inexpresiva que tomaba frente a personas ajenas a su círculo de amigos (cosa que le causaba curiosidad ya que el día que lo conoció se presentó muy amable y simpático). A pesar de todo, incluso antes de hablarle, desde el primer momento que lo vio le llamo tanto la atención que se propuso conocer al chico de principio a fin, por eso mismo llego a conocer otras facetas del chico rubio como la que presentaba en ese momento en el cual Tom observaba todo dejando salir a flote sus emociones (obviamente el rubio no se percataba esto) asombrado como un niño pequeño que mira aquello por primera vez. Harry se veía sumergido en esos ojos que parecían plata fundida, como si a través de esos ojos pudiera ver a la luna cuando se iluminaban con un brillo diferente y esa sonrisa tan simple, sencilla, verdadera y perfecta si le preguntaban a él. La cual lo desarmaba, podría hacer cualquier cosa que el chico le pidiera y ello haría son cuestionar absolutamente nada.
Deseaba estar con su rubio amigo y hacerlo tan feliz como él se sentía a su lado.
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Entraron a la sala donde se proyectaría la película, Draco siguiendo a Harry el cual cargaba palomitas, refresco y diversa comida que Draco había querido. El ojiverde llevo al rubio hasta los asientos más retirados para mayor privacidad (si eso era posible). Draco observaba todo sin entender como los muggles podían haber hecho aquello. En cuanto comenzó la película Draco se maravilló por aquel invento, “algo positivo tenía que tener estas… personas” pensó admirando las imágenes que se presentaban ante él.
La película que proyectaban se llamaba el truco final. Para el moreno fue un enorme placer mirar a chico rubio hacer todo tipo de gestos mientras la cinta corría, observarlo gritar, pujar con algo de decepción, emocionarse tanto durante las escenas de acción y sintió mucho asco con las de romance, mientras continuaba murmurando cada cosa que le pasaba por la mente sin tener la menor consideración y haciendo que Harry se disculpara por él cada vez que alguien pedía silencio no sin cierto grado de molestia, cosa que Draco ignoro. Lloro, aplaudió y en ocasiones soltaba una que otra cosa impropiedad cuando algo le parecía injusto o absurdo, en un momento se escuchó que el rubio daba un resoplido mientras decía “y a eso le dicen magia”.
El ojiverde se prometió traerlo de vuelta, aunque tal vez debería checar la cartelera y elegir otra película más tranquila, tal vez así podría evitar que trataran de callarlos tanto o probablemente la próxima vez no correrían la misma suerte y serian sacados de la sala.
Después de la película dieron una vuelta por el centro de Londres sin hablar y al poco rato se despidieron para ir cada uno a su casa, Harry con una última mirada al rubio el cual se alejaba caminando con suma elegancia se sintió verdaderamente completo, deseaba poder seguir al lado de ese chico, entendía que lo que sentía por él era más que amistad.
Draco decidió caminar un poco para despejarse y poder pensar sobre todo lo que había pasado a lo largo del día, nunca lo admitiría ni bajo tortura pero le gustaba salir con Harry.
Tal vez el amor si exista, o al menos el querer, ya que de otra forma no podría explicarse esta felicidad que siento, tal vez por primera vez… "vaya por fin algo bueno puedo decir de los Weasley”
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Antes de entrar en su casa, la marca en el brazo izquierdo comenzó a escocer: era llamado por su señor, sabía que tenía que haber acudido ante Voldemor y ponerlo al tanto de como se estaba desarrollando la misión por lo cual no se le hacía extraño que ahora se le pidiera presentarse ante él, aun así no pudo evitar que un miedo se colara dentro de su ser al saber que se hacían realidad esos pensamientos que lo habían invadido los últimos días, ¿qué pasaría si sabía que había estado haciendo todo ese tiempo? ¿Qué podría decir él al respecto? escucho una carcajada conocida, no podía ser lo habían estado vigilado, como pudo ser tan tonto debía saberlo después de tanto tiempo sin dar resultados favorables. Sin demostrar lo que en verdad sentía se desapareció hacia el lugar donde se encontraba Voldemor.
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-Tranquilo James, no creo que sea algo tan malo- decía Remus a un descontrolado James
-¡¿cómo puedes decir que no es malo?! Harry acaba de decirme que está enamorado de ese chiquillo rubio que tienes de vecino.- rugía James que caminada de un lado a otro.
-puede ser algo de la edad. Algo pasajero, nada más.
-no entiendes Remus, no lo entiendes, eso no es algo pasajero conozco a mi Harry sé que no lo va a dejar… al menos no tan fácil- decía James pasando sus manos por el cabello.
-espero no te metas entre ellos, sabes cómo reaccionaría Harry si se enterara
-pero no sé qué hacer, por cierto lleva días preguntando por el chico, creo desde su ida al cine no lo ha vuelto a ver. Me desespera verlo así de inquieto.
-no James, ni yo ni Sirius sabe nada del chico, ya Harry nos había preguntado por el.- dijo Remus con voz cansado de repetir lo mismo.
-pero no se supone que lo tenían vigilado.
-sí, lo vigilamos día y noche pero desde la noche que salió con Harry lo vimos entrar a su casa y no volvió a salir- decía Remus- pero si notamos señales de magia.
- ¡y pretendes que no me importe que Harry quiera a ese chico! Y si es uno de ellos y si le hace daño a mi Harry- volvió a desesperarse James.
-tranquilo James, no sabría responderte aquello, no conocemos al chico ni sus intenciones con Harry.
-pero podemos asegurar que es mago o si no porque se encontró magia… y si nos han encontrado y piensan eliminarnos, seguro es el quien el grasiento dijo, el que los estuvo espiando hace un mes.
-podría ser, no puedo negártelo como tampoco puedo afirmarlo- respondía Remus sin alterarse pues el mismo ya se había planteado todo eso desde el primer día, cuando Lily lo había mencionado
-que más pruebas necesitas para darte cuenta Remus-suplico James
-lo único que yo necesito es s….
No pudo terminar la frase ya que Sirius entro corriendo y los arrastro afuera de la casa, mientras les decía lo que había pasado.
-hemos encontrado al chico Tom… bueno Harry lo encontró, está afuera en la entrada de su casa y al parecer está herido, aun no lo sé. Harry no ha querido separarse de él, está muy asustado por su estado.