-Oh Kibum, mi amor...-brinqué en mi lugar, giré dándole la espalda a mi espejo de cuerpo completo para toparme con la mirada llena de lujuria de mi hermanastro.- deberías de cerrar la puerta de tu cuarto que...-silbó sin despegar sus ojos de muchacho caliente de mi cuerpo semidesnudo, solo tenía puesto un short pequeño, sin nada más que me cubriera.- ¡me vuelves loco bombón!.
-¡Largo de aquí maldito mocoso depravado.- lo saqué de mi cuarto y cerré la puerta con seguro-.
Siempre era lo mismo. Era un chico tan adorable cuando niño...
Siempre era "Bummie mira" o "Bummie, ayúdame con las divisiones".
Desde que cumplió 15, claro, desde que sus hormonas de puberto le comenzaron a aflorar se la pasa diciéndome cuanta guarrada se le cruza por la cabeza.
Y ha empeorado, ya en varias ocasiones me a dado nalgadas o pellizcado las piernas. Y no le puedo decir a mi padre porque nunca está, además de que me quiero ahorrar inconvenientes, pero...
¡Ya no lo soporto! Es un cerdo.
-¿Cómo puedo hacer que me deje en paz?.- le pregunté a mi reflejo-.
Me fijé en mi esbelta figura, mi estrecha cadera y mi lechosa piel, mis largas y torneadas piernas. Y tengo unos ojos... Por un instante observé mis pequeños pezones, ¿Cómo diría Minho? Se veían deliciosos.
-Es normal que tenga a Jonghyun así.-sonreí con autosuficiencia-.
*)-*)-*)-*)-*)-*)-*)
-¡Jonghyun!.- grité para que pudiera escucharme.- ¿Puedes venir a mi habitación un momento?.- fin y al cabo, no había nadie en la casa, mamá estaba con unos parientes y papá en un viaje de negocios. Todo justo para hacer lo que quiero -.
-¿Qué ocurre muñeco?.- giré los ojos fastidiado por su arrogancia -.
-Es que... ¿Me harías un favor?.- casi vomito por la forma tan melosa en la que lo dije, esperé a que asintiera.- necesito que te pongas esto en los ojos y te sientes en la cama... ¿Lo harías?.- iba acercándome a él después de haber cerrado la puerta de mi cuarto para no dejarlo escapar. Vi que pasó saliva, y casi por instinto hice lo mismo -.
-Es-está bien.- tomó la bufanda que le daba, ah~ Jonghyun no sabes cuanto me voy a divertir -.
Lo guié a mi cama. Se sentó y relamió sus labios ansioso. Yo solo sonreí.
Fui a mi armario y saqué todo lo que usaría con mi hermanito y mi ropa también.
Después de instalar todo como me lo había enseñado Taemin (si, ese amigo mío fue el que me ayudó con todo esto) procedí a quitarme la bata de baño que traía puesta.
Volteaba de vez en cuando a ver a Jong, solo tenía sus manos entrelazadas sobre su regazo, no había intentado quitarse la bufanda de los ojos, lo que por obvias razones había agradecido. Suspiré, me coloqué el saco y fui hacia el.
-Jonghyun...-susurré sobre su oreja, mi aliento chocó contra su piel que pude sentir como temblaba-.
-¿Qu-qué sucede?... ¿Ya-ya qui-quieres que te ayude?.- pasé la punta de mi nariz sobre su cuello que sentí su tartamudeo. Acaricié su hombro derecho con la punta de los dedos y un nuevo escalofrío lo recorrió-.
Es normal que actúe así, no por nada sigue siendo un niño. Un niño que le gusta jugar al adulto.
-Levántate, pero no te quites la bufanda... ¿Está bien?.- ahora mi voz sonaba más demandante, Jonghyun solo asintió -.
Lo levanté y encaminé a la puerta de mi armario. Levanté una de sus manos y la sujeté con una de las cadenas que había colocado hace unos instantes.
-¿Qué es eso Kibum?.- susurró apenas audible, yo le colocaba la segunda cadena a su otra mano.- ¿Qué-qué me estás haciendo?.
-Jugaremos como adultos...-dije de forma seductora quitándole la bufanda de los ojos .- Y dime Key.- sonreí, me gusta esto.- ¿O no quieres jugar con tu hermano mayor?... Eh Jonggie.- me acerqué a sus labios lentamente, el presionó los ojos fuertemente cuando sintió mis labios sobre los suyos-.
Mordiéndolo... Succionando.
Era un beso demandante, más de lo que un mocoso de 15 años pudo haber experimentado hasta ahora.
Me separé de sus labios y un leve jadeo salió de los labios de mi hermanito.
Jonghyun abrió lentamente los ojos y al verme enrojeció. Yo traté de no hacerlo ya que lo que Taemin me había "sugerido" que usara para lo que iba a hacer era... ¿Cómo decirlo?. Provocativo, quizá.
Llevaba un pantalón entallado y rasgado por todos lados color negro. Una pechera de cuero que cubría solo por partes mi torso desnudo y el color blanquecino de mi piel relucía más como porcelana, un saco y unas botas del mismo color. Además... Taemin me tiñó el cabello de color rojo y me regaló, el muy "considerado" una fusta... ¡UNA FUSTA!.
Si lo quiero hacer es asustar a Jonghyun... más vale que lo consiga con esto. Con fusta en mano me dirigí de nuevo hacia mi hermano. Jonghyun se había puesto un poco blanco, una risa secarrona se me escapó de mis labios.
-¿Qué sucede Jjong?...- con la punta de la fusta, y a una distancia prudente, acaricié su mandíbula y cuello.- ¿El gatito te comió la lengua o que?. Me acerqué lentamente a su cuerpo y el no perdía detalle alguno de mis movimientos. -¿No me habías dicho que era tu bombón?.- amaba usar sus palabras en contra suyo... Su cara era una poesía, ¿Por qué no se me había ocurrido esto antes?.- ahora me tienes en frente.- le guiñé un ojo de manera seductora.-
-No es justo Kibum...
-Key.- le espeté.-
-Key... No es justo...- habló ya un poco más alto.- me tiene sujeto.
-Se te pudo haber ocurrido antes.- hablé antes de pensar en las plabras tan prometedoras que salieron de mis labios.-
-Lo haré Key... Claro que lo haré, tiene que prepararse para mi jugada.- sus ojos, me sentía devorado por ellos-.
¡PELIGRO!
Lo único que pude hacer fue reírme escandalosamente, con mucha falsedad, debo agregar, mientras le quitaba las cadenas a Jonghyun.
-Era juego Jong... puedes irte jeee.- lo empujé fuera de mi cuarto, el se giró, pero antes de que abriera su boca de perro le estampé la puerta en la cara y cerré con llave-.
-Ni creas que te has librado de mi, bombón.- escuché que dijo al otro lado de la puerta, yo me recargué en la misma dejándome caer al suelo y suspiré-.
-Bravo genio...-Me golpeé con la palma de la mano en la frente varias veces.- le diste cuerda al cerdo de tu hermano.