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¿Esto es amor verdadero? (En proceso de edición) por Princesa de los Saiyajin

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Notas del capitulo:

¡Hola! ¿Cómo están?

Perdonen que no haya escrito en tanto tiempo, la escuela me mató… dormía (con suerte) tres horas diarias, la tarea era demasiada… Pero en fin, ya vine. ¿Alguien sigue todavía el fic?

Como sea, aquí está el capítulo, espero que les guste, lo hice en uno de mis ataques de bilingüecidad… ok, suena raro XD. Pero sí, estaba haciendo hot cakes y recordé a Alex, y luego recordé una canción de Eros Ramazzotti (Stella Gemella)… y luego recordé a BTR y la canción Boyfriend… y pues… aquí estoy…

Practicando mis lenguas XD.

Nee, en realidad quería escribirles esto.

Disfruten.

9

Ti amo con tutto mio cuore

 

 

—Yo no…—empezó a titubear un poco. El mayor se preocupó por su reacción, por lo que dejó lo que estaba haciendo y se acercó a él. Lo tomó de los hombros, pero el menor retrocedió. Pudo ver claramente cómo sus ojos se humedecían y su respiración se alteraba.

     —Antonio…—empezó a calmarlo, pero él estaba demasiado angustiado.

     —Alex… te juro que yo no tengo nada con él—dijo sollozando y con la voz entre cortada—. Yo no quiero, pero sigue insistiendo demasiado. Intento ignorarlo, pero a decir verdad yo no puedo hacer que deje de enviarme eso…—el más alto se acercó y lo abrazó, le empezó a acariciar la espalda con delicadeza, y empezó a repartir besos en su hombro y cuello.

     —Tranquilo, no estoy molesto…—le dijo con voz serena, con ello el menor correspondió el abrazo—. Es sólo que me sorprendió que alguien se atreviera a mandarte eso y que… pues… tú no me lo dijeras…—lo atrajo más y sonrió—. Confío mucho en ti, así que supongo que tuviste una muy buena razón para no haberlo dicho…

     —Te explicaré todo…—le dijo, en su voz pudo notar cierta desesperación.

     —Primero tranquilízate un poco, pequeño…—le dijo en el oído. Lo acercó a una silla para que tomara asiento y así lo hizo, luego se arrodillo frente a él y apoyó sus brazos cruzados sobre sus piernas, para después posar su cabeza sobre éstos, viéndolo fijamente a los ojos, con una media sonrisa, transmitiéndole gran seguridad.

     —Alex, perdón… pero…—su voz se entrecortó—. Yo antes salí con él y… estuve a punto de acostarme con él…—dijo y no pudo evitar que las lágrimas se derramaran en su rostro.

     —Tranquilo, no estoy molesto… Lo que sí me incomoda es el hecho de que, aunque ahora estés conmigo, siga aferrado a ti… y lo peor es que te envía esa clase de cosas…—frunció un poco el ceño y apretó sus puños con fuerza—. Esos videos… ¿desde hace cuánto te los manda?—preguntó con amabilidad, aunque en el fondo sentía que la sangre le hervía del coraje, Antonio era suyo y de nadie más.

     —Un mes después de que terminamos…

     —Entiendo… Antonio, ¿podrías contarme qué pasó exactamente entre tú y él?

     —Sí—dijo nervioso. El mayor, al notar eso, se acercó al fregadero y tomó un vaso, sirvió un poco de agua y se la ofreció, a lo cual la aceptó—. Gracias…—bebió un poco, aclaró su garganta y decidió contarle—. Verás, hace ocho meses, yo estaba estudiando, y a Josh lo conocía ya desde hace tres meses atrás… Yo estaba enamorado de él… y ese día me pidió que fuera su pareja… Siéndote sincero, estaba demasiado feliz, creí amarlo con fuerza…—se mordió el labio inferior, desvió la mirada de su novio y sonrió un poco—. Todo iba tan bien, él era atento, considerado, muy inteligente… Y yo, en realidad, me sentía demasiado bien a su lado… Cada lunes me daba una carta, los martes me mandaba mensajes todo el día, los miércoles estaba siempre a su lado, los jueves me daba una nota con un poema, y los viernes… iba a su casa y me tocaba una canción con su guitarra… Durante el fin de semana ambos salíamos al cine, o al parque… Una vez me llevó a patinar en hielo…

     Alex no podía creer lo que ahora escuchaba, pero a su vez se puso a pensar. ¿Acaso ese tipo era mejor que él? Si lo analizaba un poco, él casi nunca hacía eso que su novio mencionaba que hacía su ex. ¿Flores? Muy apenas le trajo un ramo el día anterior, pero lo hizo luego de que había arruinado todo. ¿Peluches? Todo su dinero lo usaba para financiar las piezas del auto que estaba arreglando. ¿Cartas? Su cerebro prácticamente parecía quemarse al intentar redactar algo, incluso una paráfrasis de algo que haya leído; aunque sus sentimientos hacia él los tenía en claro, no dejaba de ser gran esfuerzo expresarlos en papel. ¿Poemas? Lo único que buscaba en internet eran los partidos en vivo de su equipo favorito. ¿Cine? Se la vivían encerrados en la habitación del más alto besándose y acariciándose. ¿Parque? Él lo acompañaba siempre en su alcoba…

     —Pero, cierto día…—su mirada se ensombreció y eso lo notó el mayor—yo estaba en su casa, sus padres habían salido por todo el fin de semana, estábamos solos. Y él me cocinó una rica cena, cuidó muy bien todos los detalles, la mesa estaba muy bien puesta, preparó Cordon Blue y de postre… fresas con crema…

     El pelinegro apretó los dientes con fuerza. Fresas con crema, eso sólo significaba una cosa, y lo sabía perfectamente.

     —Yo no me había dado cuenta, pero él me estuvo haciendo insinuaciones sexuales toda la velada… Ya sabes, lamer la crema con la punta de la lengua con los ojos cerrados…—tragó saliva, intentando buscar el valor suficiente—. Al finalizar de comer, fuimos a la sala a ver una película, yo me recosté sobre él, siempre lo hacía… Pero… él no estaba concentrado en la televisión… me acariciaba la espalda… hasta que empezó a bajar más su mano…—apretó sus puños con fuerza, logrando encajarse sus uñas—. Empezó a tocar ahí, al principio me sentí incómodo, pero después me convenció de tener sexo con él… Realmente lo quería mucho, y creí que era la mejor manera de demostrarle mi aprecio… Así que accedí, con la condición de que si yo le decía que parara, lo haría. Él había dicho que sí, por lo que empezamos a besarnos, y a quitarnos la ropa y yo...—contuvo la respiración, sentía tanta impotencia, coraje, dolor, tristeza… tenía tantos sentimientos dentro de sí que lo hacían atragantarse en esos momentos.

     —Antonio, mejor detente, te estás haciendo daño—dijo con gran preocupación al verlo en ese estado.

     Pero no, no era el momento para ponerse débil. Ya no había vuelta atrás, tenía que decir todo lo que había acallado en ese tiempo que salió con él. Además, si no lo decía ahora, sentiría de nuevo esas inmensas ganas de llorar, tener esa sensación de que se estaba ahogando.

     —Yo… empecé a sentirme incómodo—continuó hablando, ignorando el comentario del de cabellera azabache—, estaba siendo muy brusco. Me mordía con fuerza, a tal punto de hacerme sangrar. Me decía “Tú eres sólo mío”, es como si estuviera marcando su territorio… Me tocaba y movía su mano muy rápido, me corrí varias veces, pero no se sentía bien, estaba siendo muy agresivo. Cuando intentó tocarme… “en ese lugar”, retrocedí, a decir verdad empecé a asustarme… —dejó de empuñar sus manos y volteó a ver a Alex con los ojos vidriosos, el mayor se incorporó y lo abrazó, así el menor pudo llorar escondiendo su rostro en su pecho, pero a pesar de ese estado quiso continuar el relato hasta terminarlo—. Le dije que se detuviera, pero no me hizo caso. Empezó a meter sus dedos con brusquedad, me estaba lastimando. Cuando los sacó, estuvo dispuesto a hacérmelo… Pero no me había preparado lo suficiente, me iba a lastimar demasiado... pero por lo que vi en su rostro no le importaba en lo absoluto. Me puse de pie y me alejé de él rápidamente. No podía creer que era todo lo contrario a como lo pensé, en realidad sólo quería sexo… Y yo no quería eso, creí que me amaba de verdad, así como yo a él… pero no… Me vestí y me fui corriendo de su casa…

     —Ese maldito malnacido… casi se aprovecha de ti—dijo con gran odio al terminar de escuchar eso. Era lógico que haya tenido otra pareja antes, y posiblemente que haya tenido relaciones… pero no se imaginaba que de ese modo. Lo aferró a sí con más fuerza, y empezó a besarle la cabeza, para transmitirle todo ese amor que le tenía.

     —Dejé de verlo… y a decir verdad me alegraba de eso. Aunque en el fondo aún sentía algo por él, pero pensé que lo mejor era olvidarlo. Después me dieron la oportunidad de viajar a Italia, y no quería desperdiciar esa gran oportunidad, así que me fui del país… Pero un mes después comencé a recibir correos suyos, me enviaba videos de él masturbándose y diciéndome que me haría el amor hasta que ya no pueda más, y otras cosas de ese tipo… Esa cuenta es la que yo usaba como contacto en todos mis trámites, por eso no puedo desactivarla… —se aferró más a él—. Lo peor es que ha enviado varios mensajes diciendo que sabe dónde estoy y que vendrá a visitarme dentro de poco…

     —Amor…—le dijo al oído, provocando que se sonrojara—. Yo te cuidaré de él, no dejaré que nadie se te acerque…—le besó la mejilla, y luego le besó la frente. Finalmente le dio un beso en los labios.

     —Alex, ti amo—le dijo en susurro.

     —¿Ti?—dijo riéndose—. O me estás hablando en otro idioma, o no comer ya te está afectando—le dijo con cierta burla. El menor sonrió de medio lado.

     —No te niego que tengo hambre…

     —Bien, porque el desayuno está listo… Aunque te prometo que aprenderé a cocinar otras cosas—le dijo y le besó la mejilla—. Tú te mereces lo mejor—agregó. Se acercó a servir todo sobre la mesa, mientras el castaño se acomodaba en la silla, colocó sus brazos sobre la mesa y posó su cabeza sobre ellos.

     —Sono molto innamorato di te—dijo con una sonrisa y un sonrojo pronunciado en sus mejillas. El más alto, que estaba de espaldas a él, se detuvo, y sonrió enormemente.

     —Eso sí lo entendí—le dijo con una sonrisa. Sirvió todo y se sentó a su lado. De su plato empezó a cortar con el tenedor un trozo del pancake y se lo dio en la boca al menor, logrando que se sonrojara todavía más.

     —Puedo comer solo—dijo apenado.

     —Lo sé—dijo y le dio otro bocado—. ¿Sabes? Algún día aprenderé a hablar en italiano y así sabré qué clase de cosas me dices…

     —No es nada malo, si eso sugieres…

     —Lo sé… Sé que eres muy tímido, por eso no te atreves a decírmelo directamente lo mucho que me amas—le dijo y el menor desvió la mirada, no podía soportar esos ojos azules fijos sobre él.

     —Estoy muy enamorado de ti—le dijo y volteó a verlo. Unió sus labios en un profundo beso, en el cual compartían muchos sentimientos.

     —Antonio, ¿sigues preocupado por ese sujeto?—le preguntó. Él asintió—. ¿Y si te quedas a dormir en mi casa?—sugirió.

     —Alex, tu padre…

     —Shh…—lo calló sutilmente colocando su dedo sobre sus labios—. No te preocupes por él, yo me encargo de eso… No puedo dejarte solo sabiendo que ese sujeto está acosándote… Aunque tampoco puedo dejar a mi hermanita sola… Créeme que si Mike fuera buen padre, en estos momentos tú y yo estaríamos haciendo el amor otra vez y yo me quedaría a vivir contigo—dijo y el rostro del menor se puso completamente rojo—. Pero como las cosas no son así, te sugiero hacer las cosas como te digo…

     —¿Y cómo ocultaremos que tú y yo somos…?

     —Mike se la vive en el bar, no te preocupes por él, apuesto a que ni se dará cuenta… Bueno, siempre y cuando no grites mi nombre en la noche y gimas bajito—dijo despreocupadamente.

     —¡Alex!—dijo con el ceño fruncido ante esas insinuaciones. Al ver la sonrisa burlona en su rostro suspiró—. ¿Desde cuándo eres tan pervertido?

     —No soy pervertido, sólo me gusta verte sonrojado…—le dijo con una sonrisa. Le dio un casto beso en los labios y se separó de él—. Entonces, ¿qué dices?... ¿Te irás a vivir conmigo?

     —Necesito pensarlo—dijo en susurro. El pelinegro sonrió.

     —Está bien, no te preocupes. Piénsalo todo lo que necesites…

     —Gracias…

     Ambos jóvenes siguieron comiendo, en silencio. El único sonido que se escuchaba era el de los cubiertos. Cuando terminaron, se dirigieron a la sala. Alex estaba recostado en el sillón a lo largo de éste, y Antonio sobre él, apoyando su cabeza en su pecho.

     —Alex… ya lo pensé bien y… confiaré en ti…—levantó la mirada y pudo ver que su rostro estaba lleno de confusión—. Me quedaré en tu casa—le dijo con una sonrisa, el más alto también sonrió enormemente—. Y sí, gemiré bajito—agregó. El pelinegro se sonrojó al escuchar ese comentario.

     Antonio rio al ver su reacción. Fue ahí donde el más alto se dio cuenta de que estaba bromeando, por lo que quiso hacerlo sonrojar a él también.

     —Perfecto… ¿Has oído hablar acerca del kamasutra?—le susurró sensualmente al oído para después morderle levemente el lóbulo de la oreja. Esta acción hizo que el rostro del menor se tornara a un color carmín.

     —Pervertido—le dijo y ocultó su rostro en su pecho.

     —Yo sé que tú me amas así—le dijo con una sonrisa.

     —En ti… sí…—susurró, pero fue audible para Alex, quien sonrió enternecido al verlo de ese modo.

     —I love you so much—le dijo en voz alta, el menor sonrió al escuchar esas palabras.

     —Ti amo con tutto mio cuore, perché tu sei la persona più carina che ho incontrato. So che io sono un ragazzo più in questo mondo... ma io ti amo come nessun altre persona potuto fare...—le dijo. El mayor se quedó unos segundos en silencio.

[N/A: Tipo con cara de  (._.”)    XD.

P.D. Significa “Te amo con todo mi corazón, porque tú eres la persona más linda que he conocido. Sé que soy un chico más en este mundo… pero yo te amo como ninguna otra persona podría hacerlo].

     —Algún día sabré qué rayos me estás diciendo—le dijo, el menor sonrió.

     —Algún día…—susurró—. Alex, yo te amo—le dijo y se incorporó para besarlo de nuevo, introduciendo su lengua en su cavidad bucal, saboreando cada rincón de esta. Compartían esos fluidos tan exquisitos.

     El mayor empezó a acariciarle la espalda mientras se besaban con pasión. Cuando el oxígeno les hizo falta se separaron, pero un hilito de saliva los unía. Sus miradas expresaban todo, realmente se necesitaban amar en cuerpo y alma, necesitaban sentirse conectados y unidos. Necesitaban sentir la piel del contrario contra la suya, amarse con locura…

Notas finales:

-¿Qué pasará cuando Mike se dé cuenta de que Alex llevará a su novio a vivir a su casa? ¿Qué hará ahora que sabe que él es… gay?

-¿Ese tal Josh Maxwell realmente sabe dónde está?

En verdad lamento no haber actualizado, realmente no tuve tiempo… y probablemente este semestre será igual, por lo que quiero preguntarles si preferirían, aunque sea, capítulos cortos que yo escriba desde el celular en cualquier oportunidad que tenga de tiempo libre en la escuela cuando entre (ahí habría posibilidad de que tenga una que otra falta de ortografía). Ustedes díganme.

Sin más, me despido. Pero realmente me apena no haber actualizado antes.


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