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¿Esto es amor verdadero? (En proceso de edición) por Princesa de los Saiyajin

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Notas del capitulo:

Luego de mucho tiempo, por fin tengo el tiempo para escribir....

3

Conociéndonos

 

Esos días pasaron rápido, tanto que ya era viernes. Alice se encontraba conversando afuera de la escuela con los amigos de su hermano mayor.

—¿Y Alex?—preguntaba al ver que no salía aún.

—El entrenador dijo que quería hablar con él acerca de sus calificaciones...—respondió Steve.

—Entonces tardarán... creo que mejor regreso a casa, Antonio tampoco ha salido, fue a la biblioteca y creo que también tardaré...

—Oye, entonces mañana, ¿sí o no?—preguntó Logan.

—Sabes que sí, pero mi hermano no se debe enterar de lo que exactamente haremos. Ya sabe que iremos al cine los tres, y después al parque, pero no sabe por qué el repentino interés de salir—le dijo, haciendo que los otros dos la miraran confundidos.

—¿Por qué no quieres decirle?

—Porque aún no supera lo que pasó, y sigue fastidiando con eso. Además, yo a lo mío y él a lo suyo. Iré, no importa que me regañe, estaré ahí el día de conseguir territorio.

—Entonces nos vemos mañana. Cualquier cosa, ya sabes mi número—le dijo rápido y se fueron ambos, tenían ciertos asuntos que planear para el día de mañana.

Salió por fin el chico de cabello castaño, con varios libros en sus brazos. Portaba unas gafas que, a la vista de algunos, lo hacían ver como un "nerd". Claro que no las necesitaba, ni siquiera tenían aumento, eran para poder estar frente a una pantalla de una computadora y así evitar dañar su vista, aunque le gustaba cómo se veía con ellas.

—Ehm... Antonio... ¿Te parece si vas mañana a mi casa? No entendí los problemas de matemáticas, me confundí con eso de las ecuaciones, y además tenemos que hacer tarea en equipo de tecnología...

—Por supuesto, vos sabéis que estaré ahí. ¿A qué hora?

—A las once...—dijo y comenzó a caminar— Te espero.

 

***

 

—Eres el mejor jugador, pero si no obtienes como mínimo un ocho punto cinco de promedio este bimestre, tendré que sacarte del equipo—decía el entrenador.

—Pero...

—Alex, no puedes seguir con sietes. El capitán debe tener calificaciones altas, principalmente ya que pronto entrarás a prepa. Elige, te saco del equipo; mejoras tus notas; o te cambio de posición, y probablemente estés en banca...

—Mejoraré mis notas...—dijo un poco desganado, amaba ser el capitán del equipo, ya que eso le ayudaría mucho al tener referencias para el bachillerato, quería ser un futbolista profesional, y lo admitirían en cualquier escuela por ser tan bueno en los deportes, sin embargo, tenía que ser mejor estudiante.

 

***

 

Es sábado, así que ese chico listo de ojos azules se dirigió a la casa de la hermana del chico que lo traía un poco distraído (por pensar en él, se equivocó en una pregunta de un examen. Aunque era una prueba de 100 preguntas...). Llegó a la casa, y pudo ver a Alex arreglando un auto, ya que el cofre del coche estaba levantado.

—¿Está vuestra hermana?—preguntó tímidamente mientras se acercaba a él.

 

—Lo siento, pero salió con unos amigos—decía mientras limpiaba con un trapo la grasa que estaba en su torso, no se había molestado en ponerse una camisa, y podía observarse su bien formado abdomen.

—Me imagino que debió ser un imprevisto, ya que ayer me dijo que viniera...

—De hecho, viene planeando esta salida desde el miércoles...—decía riendo levemente.

—Por supuesto...—decía un poco molesto, en estos momentos hubiera podido leer un capítulo más de su libro favorito.

—Lamento que ella sea así, no es la primera vez que pasa...

—Claro... Decidle que vendré mañana a esta hora...—dijo y dio media vuelta, dispuesto a irse.

—Espera, ¿no gustas pasar a tomar algo?

—No, gracias...—decía un poco nervioso.

—Por favor, insisto...—decía con una sonrisa. Ya había recordado aquella plática que tuvo con ella, y debía conocer mejor a ese español que ahora se encontraba frente a él.

—De acuerdo—dijo apenado.

—Perfecto. Dame un minuto—dijo y bajó el cofre del auto, entró y se sentó en el lugar del conductor, introdujo la llave y encendió el motor. Así lo dejó unos segundos, y lo volvió a apagar—¡Ya está!—decía emocionado, llevaba varios meses intentando arreglar el automóvil.

Caminó hasta la puerta y la abrió, pero antes de entrar dejó que el de menor estatura entrara. Una vez en el interior, lo guio hacia la cocina, donde él tomó asiento en una de las sillas del comedor.

—¿Qué te ofrezco? Hay jugo de naranja en el refrigerador, también hay refresco...

—Un vaso con agua, por favor—decía con gran pena.

—Sí...—dijo y, antes de tomar el vaso, volteó a ver a su invitado—ehm... discúlpame, pero ¿podrías tomar tú el vaso? Tengo mucha grasa en las manos. Iré a darme una ducha, y bajaré a preparar algo de comer—dijo y caminó hacia las escaleras, para luego entrar a su habitación.

Antonio se quedó ahí, sentado. Estaba muy nervioso, tener a ese apuesto joven frente a él lo hacía perder el control de sí mismo, y no ayudaba en nada el hecho de que no llevara puesta su camisa.

Luego de varios minutos, por fin bajó. Pero esta vez, fue peor para el menor. Sólo llevaba puestos unos bóxers azules.

—Prepararé hot cakes—decía mientras sacaba la leche del refrigerador.

—¿Qué no son para desayunar?—preguntó al ver su reloj que marcaba las 11:29.

—Vamos, no tiene nada de malo comer algo a cualquier hora—dijo y comenzó con la mezcla.

Colocó dentro de una vasija una taza de harina, tres cuartos de taza de leche, un huevo y una cucharada de mantequilla derretida. Batió la mezcla, y luego precalentó un sartén.

Empezó a cocer varios, claro que siguiendo las instrucciones que venían en el empaque de harina. Una vez que terminó, los colocó al centro de la mesa, sobre un platón. Le pasó un plato al amigo de su hermana, y otro lo colocó para él. Sirvió una taza de café para cada quien, y colocó un frasco de mermelada de fresa en la mesa.

—¿Y cómo te llamas?—preguntó de repente el más alto, ya que no podía llamarlo por su nombre a pesar de que ya lo sabía, aún no se habían presentado.

—Antonio, ¿y vos?

—Alex...—respondió. Un silencio incómodo llenó ese lugar, así que decidió romperlo— ¿Y cómo lograste llegar hasta acá? ¿Te mudaste? ¿o eres estudiante de intercambio?—preguntó refiriéndose a su acento, ya que era notablemente distinto.

—Me enviaron aquí por mis buenas calificaciones, era viajar o ir a un curso avanzado.

—¿Y has ido a otros países?—preguntó con cierta curiosidad, le parecía interesante.

—Ehm... sí. A Noruega, a Italia y a Argentina... sólo por tres meses en cada uno...

—¿Italia? ¿Sabes hablar italiano?—preguntó viéndolo a los ojos con una sonrisa, le gustaba mucho ese acento, además siempre le llamó la atención "la torre inclinada" que había ahí (la torre de Pisa).

—Sí...—decía con cierta pena.

—Di algo en italiano—pidió mientras colocaba su codo en la mesa, y apoyaba su rostro en su puño.

—Tù sei il ragazzo che mi piace, vorrei che tu mi dia l'opportunità di essere con voi—dijo con otro acento y velocidad al hablar. (Traducción: Tu eres el chico que amo, quisiera que me des la oportunidad de estar contigo).

—Vaya...—dijo con una pequeña sonrisita en su rostro, no entendió absolutamente nada de lo que dijo, pero le gustó mucho esa forma de hablar. Pero después reaccionó—Ehm... de casualidad... ¿das asesorías de matemáticas... y de todas las materias?—preguntó recordando lo que le había dicho ayer el entrenador.

—Sí, ¿tenéis problemas en las asignaturas?

—No...—dijo—sí...—corrigió.

—Pues... tal vez si veo lo que haces en clase, podría comprender y ayudarte...

—Gracias—le respondió—La verdad, no había tenido un tutor hace tiempo, y creí que no podría volver a tenerlo, pero serás una gran salvación para mí.

—¿Qué le pasó a tu antiguo tutor?

—El... murió hace seis meses...—respondió con pesadez.

—Lo siento, no sabía que era tan importante para vos...

—Era mi pareja—dijo y sus ojos se pusieron vidriosos. Cerró sus ojos, y una lágrima solitaria cayó por su mejilla. Pero después la limpió y sonrió— ¿Te parece si empezamos ahora? Mi hermana tardará mucho, y así no desaprovecharás tu visita...

—Sí, por supuesto—le respondió con simpleza.

El castaño ahora sabía que Alex también tenía esas preferencias, pero le causaba una cierta culpabilidad u otro sentimiento el hecho de que su exnovio haya fallecido. No podía salir o fijarse en él, eso sería como aprovecharse de la situación... ¿o no?

 

Notas finales:

Hasta lueguito :)


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