Izaya era el típico cabrón, rico, guapo, varonil y con una actitud arrogante que podía llevar al borde del desespero a cualquiera. Era heredero de la acaudalada familia Orihara por lo que creía que todo el mundo debía rendirse ante sus absurdas peticiones. Por otro lado estaba su tutor personal Shizuo, un chico rubio, muy guapo también y con un cuerpo que parecía esculpido por los dioses.
Su personalidad era más bien afable, siempre debía aguantar la actitud infantil del mimado Izaya.
-Shizuo, Shizuo, mira mis nuevas botas-puso sus pies sobre la mesa-¿no son lindas?
-Será mejor que bajes los zapatos de ahí, esa mesa es bastante antigua y tu padre podría enojarse.
-Qué aburrido eres-lo miró molesto-como quieras.
-Bueno, vamos a continuar con los problemas del martes-abrió un libro.
-Ya te he dicho que me da sueño con esos problemas-se cruzó de brazos.
-No me importa, ahora, abre tu agenda.
-Como sea-se dispuso de muy mala gana.
Luego de media hora el chico comenzó a reírse sólo mientras terminaba su trabajo.
-¿Qué es tan gracioso joven Izaya?-lo miró irritado el rubio.
-Nada-respondió sínicamente.
-Entiendo-siguió leyendo un libro de política.
De nuevo Izaya sacó su risa burlona.
-Escucha muy bien, me estás comenzando a irritar-dijo serio Shizuo.
-¿Sabes de qué me río? De ti-lo señaló-eres tan cuadriculado, en serio, mírate, eres igual a un robot, no pareces un ser humano.
-Entonces…¿no soy un ser humano por no ser un irresponsable como tu?
-¿Cómo te atreves? Eres un imbécil-lo gritaba, respiró hondo y siguió riendo-ahora veo, no podrías hacer algo realmente emocionante jamás.
-Creo que voy a salir un momento.
-Ni lo pienses, idiota-lo tomó de la mano.
-Izaya, estoy llegando a mi límite.
-Eso…es lo que he estado esperando todo este tiempo-lo miró lascivamente.
-La clase terminó por hoy-tomó sus libros.
-Ya te lo dije idiota, no irás a ningún lado.
-Escucha mocoso-lo levantó del cuello-será mejor que me dejes en paz.
-Estás en graves problemas infeliz-seguía riendo con una débil voz, Shizuo lo apretaba muy fuerte del cuello.
El rubio lo soltó, respiraba agitado.
-Tengo una forma de compensar lo sucedido-se relamió Izaya incorporándose de nuevo.
-Estás demente.
-Probablemente, pero será la única forma de poder estar contigo, siempre me has gustado idiota, desde el primer día que llegaste.
-No soy uno de los putos que metes cada noche a tu habitación.
-Entiendo el punto, pero realmente me gustas, tu virilidad me hace desearte-le lamió el lóbulo del oído-ver como mi cuerpo te desea intensamente.
-No digas tonterías-se empalmó un poco.
-Vaya ¿miren qué tenemos aquí?-se mordía sus labios provocativamente, de inmediato agarró el gran paquete del tutor.
-Esto ya llegó a su límite-lo empujó.
-Puedo ver como lo deseas-se acercó de nuevo-sólo déjate llevar Shizuo, prueba aunque sea una vez y luego me podrás decir si no te gustó-bajó la bragueta de su pantalón.
-Esto es vergonzoso-se sonrojó el chico.
-Descuida-bajó su ropa interior-yo te quitaré la pena, joder-el chico encontró una polla monstruosa algo erecta y escurriendo un poco de líquido pre seminal-veo que no me equivoqué contigo-abrió prominente su boca.
-No me jodas ¿qué piensas hacer? Aghhh-gimió el rubio de excitación.
-Me encanta-lamió con la punta de su lengua el glande-tiene un sabor salado, está deliciosa.
-Se siente muy bien.
-Veo que te gusta-comenzó a dar pequeños chupones al miembro del chico mientras se masturbaba.
-Sólo cállate y sigue.
-En ese caso, acuéstate de lado-le ordenó.
-¿Qué? Ni lo pienses.
-Hazlo-lo miró de una manera que sus ojos desbordaban lujuria.
-Entendido-se hizo en posición.
-Muy bien-el chico se acostó de tal manera que ambos quedaron con sus miembros de frente-ahora chúpalo tu también.
-Ni lo pienses imbécil, yo jamás he chupado un pito.
-No te creo, apuesto a que lo deseas, sólo mírala, está tan dura ¿no quieres probar siquiera un poco?-le arrimó su miembro a la boca.
El rubio tragó un poco de saliva y lamió sus labios.
-Puedo ver que lo quieres, bueno, te daré ánimos-le dio lamidas al miembro de Shizuo.
El rubio gemía de placer, la sensación era deliciosa, en un instante el chico no pudo contenerse y al tener tan cerca el miembro del sátiro decidió probarlo, ese sabor salado y dulce a la vez lo cautivó tanto que no dudó luego de haber vencido la timidez en tragarla toda hasta el fondo.
-Eres un goloso puto-lo miró complacido Izaya-sabía que te gustaría mi polla.
-Callate-dijo el chico luego de sacar el miembro de su boca.
Ambos chicos siguieron ahí un buen rato, les gustaba mucho mover su lengua mientras chupaban el miembro del otro, su saliva se escurría un poco, pasaba de sus labios a la “bandera izada” de su oponente, la mezcla de sabores era un manjar exquisito, algunas gotas también se filtraban sobre la alfombra.
-Izaya, me voy a correr-exclamó el rubio.
-Espera-paró de chupar y se levantó-veo que te gusta esa mesa.
-¿Qué piensas hacer?
-Acuéstate en la mesa.
-¿Qué quieres hacer?
-Haz lo que te digo-ordenó.
Shizuo estaba tan excitado que no dudó en hacer lo que decía Izaya, quería más placer para si. El rubio se acostó sobre la mesa y con su pene erecto pudo ver como Izaya ponía sus nalgas sobre el mismo. Para ese momento ambos chicos estaban completamente desnudos. Curiosamente Izaya no se había quitado sus botas
-Ahora te demostraré la mejor parte de que ambos seamos hombres-dilató su vía anal con sus dedos y algo de saliva.
-¿Qué carajos haces?
-¿No me digas que jamás has penetrado un culo?-metió la punta del miembro de Shizuo en su ano-esto se siente muy bien-sacaba su lengua como un animal hambriento mientras bajaba poco a poco-vamos idiota, no seas remilgado, déjate llevar por el deseo-bajó hasta donde el miembro del chico podía tocar su punto G-mierda-gimió, unas gotas de semen se escurrieron de su erecto pene-diste en el punto-sonrió pícaramente.
-Así es-dijo Shizuo en tono lascivo tomando al chico de la cadera-te vas a arrepentir de esto, idiota-lo embistió con fuerza.
-¡!Puta madre!!-gritó Izaya-¿qué haces?
-Será mejor que te calles, no querrás que nos pillen.
-Me duele mucho Shizuo, tienes una polla enorme, creo que me rompiste el culo-salían lágrimas mientras apretaba el trasero y sus manos temblaban.
-Lo siento ¿quieres que pare?-dijo preocupado.
-Idiota, si lo llegas a sacar, te mato.
Shizuo sonrió y continuó con sus movimientos cada vez más fuertes contra el trasero de Izaya.
-Eres un puto vicioso-gritaba Shizuo.
-Eres un jodido animal Shizuo-saltaba el chico sobre el miembro incansable del rubio, sus gotas de sudor caían sobre el sujeto que también estaba empapado.
-Mierda, Izaya, no puedo contenerme más, me voy a correr.
-Hazlo, quiero que te corras en mi culo-seguía saltando.
-Puta…Maaadre-el rubio retorció todo su cuerpo, sintió como tocaba la gloria con su miembro, expulsando un gran chorro de semen dentro de la cavidad de Izaya-Aghhh
-Joderrr-decía Izaya arañando las piernas de Shizuo mientras se masturbaba y corría su leche sobre su escultural abdomen-mierda, qué sensación-al final se dejó caer sobre el cuerpo del otro sujeto aun con sus piernas abiertas y empalado, el sudor había dejado completamente mojada la mesa antigua-me duele todo el cuerpo-susurró
El miembro de Shizuo salió algo flácido del pegajoso y dilatado ano de Izaya.
-Creo que no eres tan aburrido-lo miró pícaramente el malcriado jovencito mientras se limpiaba.
-Será mejor que me marche ahora si, he fallado a mi código ético-agachó su cabeza.
-Tonto, deja de decir estupideces-levantó su rostro y lo besó-¿quieres ducharte conmigo?
-Está bien-se sonrojó.
Desde ese día Shizuo e Izaya estudiaron mucho más tiempo, el jovencito hacia sus trabajos con entusiasmo, creo yo por la recompensa que le esperaba al final del día.