— Hey, Coups —Llamó Soonyoung, un chico de sexto año perteneciente a Gryffindor y que también desempañaba el rol de mano derecha de Seungcheol. Este último apartó su vista de los cazadores en entrenamiento que se encontraban en lo alto para mirar a Soonyoung mientras caminaba hasta donde estaba. El menor estaba sudando además de estar totalmente desaliñado, como era lo usual y era comprensible ya que, después de todo, adoraba el quidditch más que a su propia madre. Para ese chico una práctica no era práctica hasta quedar totalmente sudado.
— ¿Cómo van los golpeadores? ¿Alguna lesión? Me estoy impacientando —Seungcheol inquirió con la voz un poco ronca por haber estado gritando órdenes por todos lados.
— De ninguna forma —Hizo una breve pausa antes de hacer una leve reverencia—. Adivina quién está en las gradas leyendo.
— ¿Está aquí de nuevo? —Un destello apareció en los ojos de Seungcheol y sus labios se curvaron en una sonrisa. No pasó mucho para que diera media vuelta y caminara hacia uno de los extremos de la cancha de quidditch, teniendo a Soonyoung siguiéndole con bastantes ánimos.
— Bien, él no está aquí precisamente por ti. Ambos sabemos eso —Al recibir una penetrante mirada por parte del mayor, la sonrisa de Soonyoung se desvaneció—. Está mirando al capitán del equipo de quidditch de Hufflepuff.
— Su mejor amigo, ¿Quién más sino? Juro por Merlin que uno de estos días voy a verter alguna poción en su bebida —Seungcheol rodó los ojos con amargura de solo pensar en Hong Jisoo, “el santito” de Hufflepuff.
— Como si pudieras hacer una poción —Bufó el menor quien de inmediato guardó silencio al encontrarse con una intensa mirada por parte del pelinegro.
— ¿Sí? Vete entonces y mantén al equipo a raya —Ordenó el capitán del equipo y como buen segundo al mando que era Soonyoung, este pronto estaba corriendo mientras daba las órdenes correspondientes. Seungcheol, por otro lado, había montado su escoba para abandonar el suelo e ir hacia las gradas.
Su aterrizaje fue tan suave que no emitió ruido alguno cuando sus pies entraron en contacto con la superficie de madera de las graderías descubiertas mientras removía su escoba para desmontarla con su característica maestría. Sin mayores preámbulos, le sonrió al chico que no estaba tan alejado de su posición.
— Quería verte aquí —Declaró el capitán de Gryffindor con una maliciosa mirada.
La mirada del susodicho no se apartó de su libro aunque cada cierto tiempo levantaba su mirada para poder observar con disimulo el otro lado de la cancha en donde había un grupo de jugadores siguiendo una trayectoria circular.
— Jeonghan —Le llamó Seungcheol—. Dije que es bueno-
— Te escuché la primera vez —Fue la brusca respuesta que recibió el pelinegro. El muchacho apartó su flequillo para despejar su rostro y observar de mala manera a Seungcheol. El chico de Gryffindor tragó saliva—. Usualmente estoy aquí durante las prácticas de quidditch para apoyar a mi amigo. Perdóname por querer optimizar mi tiempo —Murmuró Jeonghan distraídamente.
— Sólo quería charlar —Fueron las palabras de Seungcheol al fruncir levemente el entrecejo.
— Quieres ligar; es lo único que quieres hacer. Estoy al tanto de todos tus intentos y por si no te has dado cuenta todavía, he estado ignorando cada uno de ellos —Habló Jeonghan al levantar su rostro nuevamente para fijar sus claros y suaves ojos en el estudiante de Gryffindor.
— Yo no estaba… Estaba tratando de… —Una torpe risa se le escapó y luego suspiró, dejando caer sus hombros—. Está bien, ¿Qué hace falta para que me tomes en serio? Digo, ¿Qué debo hacer para tener una cita contigo?
— Bien, primero deberías dejar de interrumpir mis períodos para estudiar-
— Pero todos los minutos cuentan como tu período de estudio-
— Y si pudieras dejar de hacer tus “teatritos”
— Juro que no quería que las flores sobrepasaran el límite. Lamento haber arruinado la clase de encantamientos-
— Y si pudieras dejar de interrumpir —El chico de cabellos largo recalcó esa palabra, entrecerrando sus ojos. Los ojos de Seungcheol se abrieron más de lo normal y guardó silencio —Y comienza a tomarte en serio la escuela por una vez en tu vida. Tu educación importa —El chico de Ravenclaw arregló nuevamente su flequillo para luego volver su atención al libro que tenía en sus manos.
— Mi educación… ¿Te importa? —El pelinegro alzó ambas cejas con cierta esperanza.
— Sólo limpia tu reputación, Choi. Estás reprobando “Pociones” y ni siquiera has hecho acto de presencia en clases —Jeonghan suspiró y nuevamente le dirigió la mirada.
— Entonces te has dado cuenta de mi ausencia y de que estoy reprobando —Seungcheol no pudo evitar sonreír, inflando el pecho casi con orgullo.
— Siempre puedo contar contigo para malinterpretar todo lo que digo —El de cabellos largos, luego de hablar, no hizo más que enterrar su rostro en sus manos.
— Entonces… Si mejoro mi conducta y comienzo a ser un buen estudiante, ¿Tendrías una cita conmigo? ¿O pasarías el rato en alguna oportunidad conmigo? —El capitán del equipo de quidditch asintió un par de veces, insistiendo.
— Sólo ven a una de mis sesiones de estudio en la biblioteca — Jeonghan parpadeó un par de veces, mostrando cierto desdén, rindiéndose luego de meses de constante insistencia.
El estudiante de Gryffindor casi gritó por su triunfo antes de montar su escoba y alejarse de las graderías. El menor observó como el otro dibujaba círculos en su camino además de otras acrobacias peligrosas sobre su escoba y luego cayó en cuenta de lo que había accedido.
* * * * *
Luego de haber transcurrido algunas semanas, Seungcheol había tratado de usar una agenda de citas por primera vez para organizar todo lo que tenía que hacer cada día. Había sido increíblemente útil para él, quizás demasiado ya que luego de haber distribuido todas sus actividades con su correspondiente período de duración, notó que tenía tiempo para hacer más cosas, dándole mayor prioridad a su vida de estudiante que a ser el capitán del equipo y una persona bastante social.
— No lo puedo creer —Musitó sin poder creerlo su compañero en la clase de “Pociones” Mingyu mientras veía como el pelinegro entregaba su tarea de la misma asignatura; quince pulgadas de escritura detallada acerca de las propiedades de la raíz de asfódelo—. Coups, ¿Con quién tuviste que acostarte para que hiciera todo el trabajo por ti? —Mingyu lo codeó en las costillas, moviendo sus cejas de arriba hacia abajo y haciendo que Seungcheol frunciera el entrecejo. Apartó el brazo del menor como pudo y sonrió ladino.
— A diferencia de ti, Kim Mingyu, yo no tengo a uno de Slytherin enredado en mis sábanas haciendo toda la tarea de “Pociones” por mí — Vociferó altivamente. En la mesa contigua a ellos estaba Wonwoo, el llamado chico de Slytherin que el capitán del equipo antes había citado, quien se encontraba totalmente avergonzado por aquel comentario al cual no pudo replicar ya que el profesor estaba haciendo su entrada al salón—. Todo lo hice yo. Pasé cuatro horas sentado en la sala común describiendo todo acerca de este maldito ingrediente durante el fin de semana.
— Seungcheol está tratando de impresionar a un Ravenclaw —Anunció Soonyoung, volteándose hacia Mingyu desde la mesa que estaba enfrente.
— Por Merlin, ¿En serio? Apuesto a que es Yoon Jeonghan, ¿Verdad? ¿Acaso te está obligando a sobresalir en clases para echar un buen polvo? —Mingyu golpeó el brazo del mayor con el dorso de su mano. Luego de eso, se rió casi en un susurro—. Hombre, estás acabado.
— Cállate. No soy yo el que tuvo que pedir ayuda a los profesores cuando el conjuro de lubricante salió terriblemente mal —Contraatacó Seungcheol.
Mingyu guardó silencio y por otro lado, Wonwoo tiró un frasco de tinta. Soonyoung quería ocultar una risita bastante evidente y su compañero, un Slytherin llamado Boo Seungkwan le dio un leve golpe en la cabeza.
— Presta atención, idiota. No quiero reprobar esta clase porque tengo que hacer pareja con un incompetente de Gryffindor —Siseó Seungkwan.
— Ya fallaste en la vida, ¿Qué tan malo sería fallar otra clase? —Respondió Soonyoung sonriendo maliciosamente.
Veinte minutos después y Soonyoung ya estaba cubierto por una sustancia amarilla proveniente de una poción que había “hecho mal”, o eso era por lo menos lo que decía Seungkwan.
* * * * *
Seungcheol estaba muerto de sueño cabeceando hasta que su rostro hizo presión en contra de un libro abierto que se encontraba sobre la mesa, provocando que sus anteojos se marcaran en el puente de su nariz.
— Hey —Dijo alguien—. Hey, el profesor ya está aquí —Ese alguien movió uno de los hombros del estudiante de Gryffindor. El chico poco a poco fue despertando, notando lo torcidas que estaban sus gafas luego de bostezar.
— Oh, gracias —Respondió finalmente quien recién despertaba. Había sido Seokmin, un estudiante de Hufflepuff que usualmente se sentaba junto a él en las clases de “Transfiguración”. Suponía que eran amigos. Seokmin era un tipo bastante risueño que se llevaba con Soonyoung. Era listo por lo cual Seungcheol solía copiarle de vez en cuando durante los exámenes.
— Nunca te había visto usando anteojos —Señaló Seokmin—. ¿Son nuevas?
— Yo uso anteojos pero no cuando no los necesito como durante un juego o mientras voy caminando —Rió entre dientes y mantuvo un tono de voz bastante bajo ya que el profesor había comenzado a hablar y a entregar los resultados de los exámenes de la semana anterior.
— Sí pero estás estudiando también… ¿Y durmiendo menos?
— Sip —Respondió el de Gryffindor, bostezando.
Se había adelantado en cuanto a las lecturas requeridas durante las noches, encontrándose con que disfrutaba bastante leer más de la cuenta. Era inusual; nunca habría siquiera sospechado lo fascinante que podía ser el mundo mágico si no hubiese organizado su horario de la forma que lo había hecho. Ahora perdía horas de sueño solamente porque estaba siendo productivo con su vida.
— No pensé que fueses alguien tan ocupado —Pronuncio Seokmin, parpadeando con sorpresa.
Ambos recibieron los resultados de sus exámenes y los labios del capitán del equipo de quidditch se curvaron hacía un lado antes de mostrárselo a su compañero. Había obtenido una “O” por Outstanding (Espectacular).
— No me molesta ser alguien ocupado; serlo vale la pena.
* * * * *
Un chico de Hufflepuff llamado Hansol se había dirigido hasta la mesa de los de Gryffindor aquella mañana para decirle que Jeonghan iba a estar en la biblioteca durante la tarde y que, además, el capitán del equipo de quidditch era libre de ir si es que tenía tiempo. Seungcheol, por supuesto, tomó esa oportunidad reuniendo todos sus libros y notas de los dormitorios luego de haber almorzado. Tenía que llegar a la biblioteca lo más pronto posible.
Le dedicó al sospechoso bibliotecario una sonrisa mientras entraba, caminando rápidamente para que el otro no tuviera ninguna razón para dudar de sus intenciones al estar en la biblioteca.
Cuando Seungcheol por fin encontró al estudiante de cabellos largos perteneciente a Ravenclaw, lo vio en una mesa con alguien más. Era el capitán del equipo de quidditch de Hufflepuff: Hong Jisoo. La sonrisa del estudiante de Gryffindor se desvaneció de sólo ver aquella escena.
Había pensado en ir y venir rápidamente, caminando y casi corriendo si era necesario para pasar desapercibido pero Jisoo ya le había visto y le estaba haciendo señas con una de sus manos amigablemente. Jeonghan alzó la mirada, dejando de lado el libro que estaba leyendo mientras apartaba algunos mechones de su rostro y observaba sin ninguna expresión en particular al recién llegado.
No sabía qué decir exactamente. No era amigo de ninguno de los dos y nunca había interactuado con ellos anteriormente, salvo en alguno que otro partido de quidditch con Jisoo, sin mencionar sus intentos fallidos por cortejar a Jeonghan.
— Siéntate —Pidió Jisoo, sonriendo —Acabamos de empezar.
Seungcheol tomó asiento teniendo cuidado cuando dejaba sus materiales sobre la mesa. Estaba mirando a Jeonghan y el susodicho le estaba devolviendo esa mirada. El de Ravenclaw no parecía molesto por su presencia por lo que el capitán del equipo de Gryffindor lo tomó como una buena señal, pero entonces pensó que tampoco había dicho algo que sugiriera cierta inclinación por su presencia.
— No solemos hablar mucho cuando estamos estudiando —Habló Jeonghan mientras volvía su atención al libro con indiferencia. El otro vio como su cabello caía cual cascada, cubriendo el rostro del estudiante de Ravenclaw—. Es una biblioteca así que hablar no es algo que esté permitido.
— Me sorprende que ustedes dos sean amigos. Jeonghan suele ser bastante desagradable —Resopló Jisoo, mirando a quien había llegado hace poco.
Seungcheol sintió como la mesa se movió, percibiendo un ruido sordo para luego notar como Jisoo esbozaba un gesto de dolor, todo al mismo tiempo, dejando en claro que bajo la mesa había recibido una patada por parte del chico de cabellos largos
Por otro lado, Jeonghan no había negado el hecho de que fueran amigos exactamente (Y eso era muy satisfactorio como para ser considerado algo normal) y luego pensó que también gustaría de ser más cercano al estudiante de Ravenclaw, tanto como para que le pateara bajo la mesa por decir algo indebido acerca de él. Podían llamarle masoquista, pero Seungcheol anhelaba ese nivel de intimidad en la relación y ver como Jisoo estaba a un lado de Jeonghan experimentándolo le estaba molestando. Pero en vez de decir algo, guardó silencio ya que era una biblioteca después de todo.
Abrió su libro, dejando sus más recientes notas cerca para luego sacar su varita mágica de debajo de la mesa a escondidas para hacer un encantamiento que mejorara su visión. Se sentía inútil por el de cabellos largos, pero no había mucho que pudiera hacer si después de todo lo anterior el otro no se fijaba en él. En vez de seguir pensando en lo anterior, decidió hacer algo productivo y perderse en su texto de “Transfiguración”, tomando nota de vez en cuando. Mientras hacía su mejor intento por estudiar, también trataba de ahuyentar el sueño. Tenían entrenamiento por las mañanas y durante las tardes lo cual gastaba gran parte de su energía, sin contar que tenía clases a lo largo del día y apuntes que revisar y mejorar durante la noche. Tomaba una cuota de su salud, pero con ello conseguía más aprobación de profesores y estudiantes de lo que alguna vez hubiese imaginado, por lo cual no se quejaba. Por ello, continuó estudiando, olvidándose de que contaba con compañía para empezar.
* * * * *
Se despertó cuando alguien movía uno de sus hombros. Despertó sobresaltado, apartándose del libro en el cual había tenido el rostro aplastado y agitando un poco su cabeza. Observó los alrededores por unos momentos, pestañeando de forma somnolienta.
— Bien —Pensó—. Estoy en la biblioteca… Y me quedé dormido —Y cuando se volteó hacia la derecha, se encontró con Jeonghan sentado a su lado. Se devolvió, sorprendido.
— ¡Jeonghan! —Exclamó antes de darse cuenta que en la biblioteca no debía hacer tanto escándalo. El susodicho le observaba y Seungcheol trató de despertarse más rápido de lo que su cuerpo respondía.
— Te quedaste dormido —Informó el estudiante de Ravenclaw.
— Sí… Me di cuenta. ¿Dónde está Jisoo? —Seungcheol asintió, mirando al otro con incertidumbre.
— Se retiró —Anunció entretanto extendía una de sus manos—. Esto se cayó de tu bolsillo.
El de Gryffindor miró hacia abajo, entrecerrando levemente los ojos para ver lo que sostenía la mano de Jeonghan para luego encontrarse con unos anteojos, sus anteojos para ser exactos.
— Con razón veo todo tan borroso. El encantamiento perdió su efecto —Pensó y no demoró en arrebatarle las gafas, bastante avergonzado.
— ¿Por qué no las usas? —Inquirió Jeonghan al mismo tiempo que su cabello caía sobre sus ojos. Seungcheol no pudo evitar sentirse fascinado. Aquel chico y el anaranjado brillo del atardecer que entraba por la ventana le hacían ver como un ángel.
— Oh, uhm… —Tartamudeó—. Hay un encantamiento para corregir la visión que siempre uso. Los anteojos son para cuando nadie me pude ver —Arrugó su nariz—. Además, no se ven muy bien.
Jeonghan le arrebató los anteojos al contrario de sus manos sin que este pudiera hacer algo para evitarlo. Luego, el de Ravenclaw los abrió y los deslizó en el rostro del capitán del equipo de quidditch con especial cuidado. Seungcheol sintió como su corazón latía más rápido y todo eso debido a que nunca había tenido a Jeonghan tan cerca anteriormente.
— En mi opinión, se te ven bastante bien —Y los labios del chico de cabellos largos se curvaron en una sonrisa mientras usaba sus manos para arreglar sus propias hebras, apartándolas de su rostro—. Deberías usarlas más seguido.
— Oh. Uhm… Está bien —Accedió el de Gryffindor, siguiendo la mano del otro chico mientras recordaba algo—. Oh, hay un hechizo para ayudarte con eso.
— ¿Huh? —Jeonghan inclinó su cabeza hacia un lado, confundido. El otro buscó en sus apuntes por un rato hasta que encontró lo que quería. Le sonrió al de cabellos largos mientras sacaba su varita, apuntando hacia la cabeza del mismo.
— Capillus Repellendo —Pronunció y el flequillo de Jeonghan se apartó de su faz, dejando sus facciones totalmente expuestas—. Aparta el cabello de tu rostro cuando estás leyendo —Sonrió un tanto torcido—. He notado que siempre pasa y busqué algo para ayudarte. Lo puedes quitar con Finite y no se siente tan incómodo como los broches. Es como si tu cabello desafiara la gravedad, es genial, ¿No?
El estudiante de Ravenclaw observó al muchacho de forma extraña, como si estuviese tratando de resolver algún tipo de acertijo. Seungcheol no sabía qué hacer con sus manos, así que las mantuvo sobre su regazo mientras desviaba la mirada al notar que no recibía respuesta alguna.
— He escuchado que no has dormido mucho —Dijo Jeonghan repentinamente y el mayor no demoró en dirigirle la mirada—… Y también, he escuchado que obtuviste una ‘O’ en todos tus exámenes.
— ¿Cómo?...
— Tengo mis contactos —Admitió, pestañeando—. Como Seungkwan y Seokmin. Sólo unas cuantas conexiones —Seungcheol abrió su boca con asombro pero luego recordó que los cuervos* eran engañosos, discretamente engañosos muy por el contrario de los de Slytherin quienes disfrutaban de presumir sus planes. Nuevamente, no sabía qué decir así que sólo asintió.
— No sabía que podría mejorar tanto —Se encogió de hombros, tratando de evadirle al bajar un poco la cabeza—. No sabía que necesitaba limpiar mi reputación. Se sintió bien y todos comenzaron a respetarme más, pero es el respeto que de verdad merezco porque me lo he ganado. Por eso he continuado haciéndolo.
— Y también has estado perdiendo horas de sueño —Señaló Jeonghan y por primera vez, su mirada se mostró más suave—. Estoy contento de que no estés haciendo esto solamente por mí.
— Bueno, parte de mí aún lo hace —Seungcheol encogió sus hombros de nueva cuenta, pero de una forma totalmente destartalada entretanto su vista se mantenía sobre su regazo—. Digo, sigue haciéndolo por ti. Eso quise decir —Resopló—. No creo que me haya expresado lo suficiente pero al mismo tiempo, pienso que estoy haciendo demasiado. Tanto así que te estoy alejando pero… Me gustas tanto… Me gustaría decir que no haría nada esto si no fuera por ti, pero te haría sentir culpable y me haría sonar como un completo idiota. Pero siendo sincero, no habría hecho ni la mitad si… Si no fuera por ti. Me gustas, Jeonghan.
Seungcheol estaba impresionado de las palabras que habían salido de sus labios. Pero lo más impresionante fue el notar cómo Jeonghan inclinaba su mentón para dejar un dulce y breve beso sobre los pares del otro. El mayor sintió su pecho subir, como si una burbuja de inexplicable emoción creciera dentro de él al tiempo que cerraba sus ojos, disponiéndose a disfrutarlo por completo.
— Lo has hecho bien, Gryffindor —Murmuró Jeonghan. El aludido abrió sus ojos, mirando el rostro del chico de cabellos largos totalmente embelesado, recibiendo una sonrisa además—. No tenías que hacer todo eso, pero me alegra ver al nuevo y ‘mejorado’ tú.
— Entonces… Entonces —Seungcheol no podía siquiera ordenar sus palabras correctamente en esos momentos porque Jeonghan le había besado y su mano continuaba sobre su mejilla—. Estamos… ¿Estamos?...
— Sí, saldré contigo, Coups. Estamos saliendo —Anunció Jeonghan riendo entre dientes.