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Ese doncel y yo por Misaki Heartfilia

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Notas del capitulo:

Misa: y como avisé en mi página de face, aquí me tienen con la actu ^^ además, cuando actualice Amor en el tiempo, también les dije que pronto, pero no pensé que tanto. Verdaderamente, me esmeré en este capi >//<

No acepto reclamos sobre la tardanza, tengo vida ¿saben? una muy ocupada por cierto, ahora que es verano, y estoy de vacaciones, he podido escribir.

Ya no les molesto más, y los dejo leer.

Nos leemos al final.

PD: todos los reviews contestados.

Disfruten, rían, lloren (?

Capítulo 3: Tu presencia me hace bien.

 

—Sabes, es la primera vez que alguien se interesa en saber de mí.

—Bueno, a mí me gustaría escucharte, conocerte, estoy seguro que tú y yo podríamos llegar a ser muy buenos amigos.

—¿Tú crees? —le preguntó algo sorprendido.

—Claro —Sasuke le sonrió, lo que causó que Naruto se conmoviera— ¿Estás bien? —le preguntó Sasuke al ver la expresión de Naruto.

—Sí, lo que pasa es que… hace mucho que nadie se interesaba en mí.

—Pero ahora estoy yo.

—Gracias —hizo una pausa—. Bueno, verás, como te dije, yo antes tenía familia. Mi familia es de clase alta y yo era su único hijo, mi madre no pudo tener más hijos, por lo que siempre me consentían en todo, pero cuando yo tenía 19 años, cometí un gravísimo error… me enamoré. Me enamoré de una persona, que siempre procuró mostrarme un lado falso y mi familia lo sabía. Yo en aquel entonces, estaba demasiado embobado como para ver más allá. Un día, me rebelé a mis padres, porque no me dejaban estar con la persona que amaba, entonces ellos me dieron a elegir; o lo olvidaba o me iba con él y me olvidaba que tenía familia, yo al creer que mis padres eran injustos, tomé la segunda opción. Tomé algunas cosas, el dinero que tenía ahorrado y me fui, pensando que empezaría a vivir mi cuento de hadas, pero no fue así.

Después de irme, me fui a la casa de él y le expliqué todo. Él se molestó muchísimo, aun así, me dejó quedarme. Pensé en que era normal que se molestara, pero luego me di cuenta que no era así. Él solía salir mucho, no sabía a donde iba y siempre que llegaba, se veía alterado y me gritaba. Me decía que si quería quedarme, que al menos cocinara y limpiara, pero yo jamás había hecho nada de eso y eso hacía que se molestara y… —la voz se le empezó a quebrar— me golpeara.

Sasuke soltó una maldición en un susurro. No entendía cómo alguien podía ser capaz de dañar a alguien como Naruto.

—Yo… —Naruto continuó su relato— soporté durante un tiempo esos maltratos, algunas veces, me escapaba escondiéndome en el cuarto hasta que se fuera otra vez. Un día, después de que llegara de comprar unas cosas, vi que todo estaba muy tranquilo y eso me extrañó, me dio una mala sensación. Fui al cuarto y vi que las cosas de él no estaban, entonces decidí registrar entre mis cosas, dándome cuenta que me faltaban varias y que mi dinero no estaba. Ahí me di cuenta que lo único que él quería de mí, era mi dinero y que por eso se enojó conmigo cuando me salí de mi casa —Naruto hizo una pausa y después de unos segundos, prosiguió—. Justo en el momento en el que me di cuenta de eso, alguien tocó la puerta, yo fui a abrir con la tonta ilusión de que fuera él y que me dijera que todo había sido un malentendido, pero tal fue mi sorpresa, al encontrarme con la policía.

 

—Tenemos una orden para registrar la casa —me dijo.

—A mí no me quedó de otra más que dejarles pasar, y tras registrar por todos lados, encontraron unas bolsas de drogas —Naruto hizo otra pausa, una sumamente larga—… y me culparon a mí. Yo no sabía nada, les grité, pero no hubo caso, igual me llevaron detenido. Allá tuve que declarar, sin embargo, no sirvió de nada, todo apuntaba a que yo también era culpable, cuando no era así, pero como el que era mi novio, huyó, no había forma de que declarara a mi favor. Tras eso, fui condenado a 4 años de cárcel por tráfico y venta de drogas —Naruto vio que Sasuke le miraba con cara de horror, pero mas no dijo nada. Naruto supuso que estaba esperando a que él terminara la historia por completo—. Poco después de ser condenado, mi madre fue a verme.

 

—Mamá —dijo Naruto al ver a una mujer de largo cabello pelirrojo, ojos azules y muy elegantemente vestida, sentarse al frente suyo en la sala de visitas— ¿Vi-viniste a ayudarme?

—¿Por qué habría de hacerlo? Estoy sumamente decepcionada.

—Mamá, yo sé que cometí un error al ir tras él, pero te juro que yo no tengo nada que ver con esas drogas, ni siquiera sabía que estaban ahí.

—Es una excusa bastante tonta.

—Pero mamá…

—Mira, si vine hasta aquí, fue sólo para decirte que estamos haciendo todo lo posible, porque nadie sepa que estás aquí, ya que eso nos afectaría mucho a tu padre y a mí. Y por supuesto, que cuando salgas de este lugar, ni se te ocurra volver a la casa.

—Pero mamá, soy tu hijo…

—Fuimos muy claros cuando te fuiste, si te ibas, ya no volvías. Te advertimos que ese tipo no era bueno, y tú no nos hiciste caso. Ahora asume las consecuencias. Adiós —Kushina Uzumaki, se levantó de la silla para irse.

—Mamá —Naruto también se levantó y le agarró de la manga de su blusa para que no se fuera—. Por favor, no me dejes aquí, te juro que yo no tengo nada que ver. Si quieres que me arrodille para que me perdones, lo haré, pero por favor, no me dejes aquí —Naruto cayó de rodillas suplicando entre lágrimas.

—No. Aprende de tus errores, eso es lo que tienes que hacer —la pelirroja se soltó del agarre de su hijo, y salió de ahí, dejando a Naruto hecho un mar de lágrimas.

 

 

—Esa fue la última vez que vi a mi madre y que supe algo de mi familia. Tras eso, tuve que soportar la cárcel, por suerte, me hice amigo de un grupo de donceles bastante respetados y mi estadía no fue tan mala, sin embargo, eso no quitaba el hecho de que estaba ahí por algo que no hice. Después de estar casi un año, encontraron al que era mi novio, y por suerte, él confesó todo y se comprobó que yo era inocente, ya que su versión coincidía con la mía. Cuando salí de la cárcel, no sabía qué hacer, no tenía nada, sólo la ropa que llevaba puesta y un par de billetes que me dieron mis amigos de la cárcel. Así que sólo vagué por días, tuve que dormir en la calle, tuve que robar a algunos borrachos que encontraba en las noches tirados en la calle. Hubo un punto en el que pensé en acabar con mi vida, ya que al paso que iba, moriría de todas formas. Entonces, una noche en la que me quedé en un callejón a dormir, apareció un tipo y se me tiró encima con la clara intención de abusar de mí. Yo estaba asustado, trataba de forcejear, pero no tenía energías para hacerlo y cuando pensé que ya no podría salvarme, el tipo cayó inconsciente. Una mujer lo había golpeado con una botella de vidrio, sólo lo suficiente para dejarlo inconsciente y no matarle. En ese momento, fue que mi suerte cambió.

 

—¿Estás bien? —una mujer de cabello azulado corto y ojos dorados, empujó al tipo para que se quitara de encima de Naruto y ayudó al rubio a levantarse.

—Sí. Mu-muchas gracias.

—¿No te hizo nada? Escuchamos unos gritos y vinimos a ver.

—No, no me alcanzó a hacer nada —respondió Naruto con la voz quebrada.

—Gracias a Dios. Pero dime ¿Qué hacías a estas horas en un callejón tan peligroso como éste?

—Yo, me quedé aquí para dormir.

—¿No tienes casa? —Naruto negó con la cabeza— ¿Has comido?

—Ayer.

—¡Oye, Yahiko! —llamó la peliazul a su compañero.

—¿Está todo bien? —un joven de cabello naranjo y ojos marrón, se acercó corriendo a ellos, al parecer, la chica había corrido más rápido que él al oír los gritos de Naruto.

—Sí, pero oye ¿no necesitamos un nuevo bailarín para el club?

—Sí.

—Dime —habló esta vez, refiriéndose a Naruto— ¿sabes bailar? —Naruto negó— Bueno, no importa. Aprenderás ¿te gustaría trabajar con nosotros? Eso sí…

—¡Claro que sí! —contestó Naruto con alegría.

—Bien, pero para eso tendrás que aprender a bailar, a deslizarte por el tubo y a andar con poca ropa.

—No importa, si sólo se trata de eso, aceptaré.

—Muy bien, entonces, ven con nosotros. Por cierto, mi nombre es Konan y este es mi esposo Yahiko, el dueño del club en el que trabajarás.

—Mucho gusto eh… —saludó Yahiko, pero se detuvo al no saber el nombre del doncel.

—Naruto.

—Naruto, bienvenido al Club Jinchuuriki —le sonrió.

—Muchas gracias —agradeció de todo corazón Naruto.

 

 

—Después de eso, Yahiko y Konan me trajeron aquí y tuve que aprender todo. Por suerte, no tardé mucho en aprender, además, de que mis compañeros fueron muy amables conmigo. De eso ya han pasado dos años. Realmente, les debo la vida a mis jefes —Naruto puso una sonrisa muy sincera.

—Ya veo. Debo decir, que me dejaste anonadado. No pensé que hubieras pasado por tanto.

—Cometí un error y lo pagué muy caro. Quizá todavía lo esté pagando. Les tengo mucho cariño a mis jefes, ya que me salvaron, pero eso no quiere decir que me guste mi trabajo, lo hago porque es lo único que sé hacer. Nunca me agradó la idea de mostrarme frente a tantas personas, ni que me miren de esa forma.

—Lo sé, pero no se puede evitar. Eres capaz de embobar a cualquiera cuando bailas.

—¿Cómo dices?

—Es decir… —Sasuke no sabía que decir. Había hablado de más, aunque todo aquello fuera nada más que la verdad— bueno, me gustó tu baile. Ayer, no le presté atención, pero hoy sí, y si te soy honesto, me gustó —finalizó su explicación esperando que Naruto no lo tomara como un pervertido más.

Tal fue su impresión al oír a Naruto reír ¿se estaba burlando de él?

—¿Qué es tan gracioso? —preguntó frunciendo el ceño.

—Nada, es sólo que, admiro tu honestidad —contestó Naruto cuando paró de reír.

—¿No estás molesto?

—¿Por qué habría de estarlo?

—Pensé que me tacharías de pervertido.

—¿Por qué? Tú solo hiciste alusión a mi baile y nada más.

Ahora que Naruto lo decía, era verdad, él sólo había hablado del baile del doncel.

—Oye Menma, y entonces ¿no supiste más de tus padres?

—No. Mi madre me dijo que no los buscara y eso hice. Es probable que se hayan enterado de que salí libre, pero si ellos no hicieron ningún esfuerzo en buscarme, yo no lo haré. Además, estoy seguro que si se enteran de dónde estoy y en qué trabajo, se mueren jeje.

—Tienes razón.

—Aun así, los extraño.

—Eso es inevitable.

—Ojalá algún día, pueda volver a verlos, a hablar con ellos. Siempre, suelo recordar los días en los que éramos una familia feliz y unida. Recuerdo, cuando era niño y estaba asustado por las noches e iba a dormir a su cama con ellos, o cuando no podía dormir y mamá me leía un cuento o cuando papá me andaba trayendo en su espalda por toda la casa. Esos y más recuerdos siempre llegan a mi mente.

 

Sasuke miró con tristeza a Naruto. Deseaba poder hacer algo para quitar esa expresión dolida del rostro del doncel. No le gustaba verlo así.

—Estoy sorprendido —la voz de Naruto sacó a Sasuke de sus pensamientos.

—¿Por qué lo dices?

—Porque jamás creí que podría abrirme así ante alguien, ni mucho menos a una persona que conozco hace apenas un día.

—Bueno, eso quiere decir que parezco un tipo de confianza.

—Sí, eso es muy probable.

Sasuke iba a abrir la boca para decir algo, cuando la vibración de su celular en el bolsillo derecho de su pantalón lo interrumpió.

—Disculpa, me llegó un mensaje —Sasuke sacó su celular, abriendo el mensaje, viendo que se trataba de su hermano y que decía:

 

“¿Dónde estás? Estoy afuera de tu departamento. Supe lo que pasó con Gaara y vine de inmediato, y al no encontrarte, me preocupé de que pudieras hacer algo. Por favor, responde rápido, sino soy muy capaz de ir a la policía para que te busquen.

Con amor, tu hermano más querido, Itachi.”

 

Lo mejor sería responderle de inmediato a Itachi, porque él sí que era capaz de hacer lo de la policía. Sin contar, de que todavía le sorprendía que Itachi pusiera en sus mensajes “tu hermano más querido” ¡Era el único que tenía! Verdaderamente, Itachi podía hacer cada estupidez.

 

—¿Pasa algo?

—Es mi hermano. Me está esperando afuera de mi departamento.

—Ya veo, entonces ve.

—Le voy a escribir un mensaje para decirle que voy.

Sasuke le escribió de inmediato, temiendo que Itachi ya haya llamado a la policía, por lo que le escribió brevemente: “Ya voy para allá. Espérame”.

—Bueno. Me voy —Sasuke se levantó de su asiento y sacó unos billetes de su billetera para pagar lo consumido.

—Yo… quería agradecerte por haberme escuchado, y por haberte interesado en alguien como yo —dijo algo sonrojado y apenado.

—No es nada, yo de verdad quería escucharte y conocerte —Sasuke tuvo que desviar la vista de la adorable cara de Naruto sonrojada.

—Gracias.

—Por cierto ¿podemos vernos, pero fuera de este lugar? Ya sabes, por las tardes en algún restaurante.

—No lo sé. No creo, ya que no sería bueno que nos relacionáramos con los clientes fuera del trabajo.

—Entonces pregunta, y mañana me das una respuesta. Y si no es así, pues vendré todas las noches a verte.

—¿Por qué insistes en tratar conmigo?

—No sé, porque tu presencia me hace bien, creo —contestó Sasuke haciendo sonrojar un poco a Naruto.

—Ya veo. Entonces preguntaré y mañana te digo —dijo Naruto agachando la mirada para evitar que Sasuke vea su sonrojo.

—Bien. Hasta mañana.

—Hasta mañana.

Se despidieron y Sasuke salió del local con una tonta sonrisa en la cara. Esperaba que la respuesta de Naruto al día siguiente, sea un sí.

Verdaderamente, la presencia de Naruto le hacía muy bien, si incluso, ni había pensado en lo de Gaara sino hasta que le llegó el mensaje de su hermano, lo que le recordaba, que debía apurarse a ir a verlo. Le haría bien hablar con él y contarle sobre Naruto.

Continuará…

Notas finales:

Misa: ¿creen que se me pasó la mano con Naru? pude hacer cosas peores, pero tampoco soy tan cruel (?

Personalmente, a mí me gustó el capi. Sasu y Naru, van progresando muy bien.

Ahora, me dedicaré al capi 19 de Amor en el tiempo, cuando terminé ese, escribiré el 4 de este ¿ok?

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Recuerden, si les gustó, hagánmelo saber en un review ^w^

 

 

 


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