Prologo
Midnight Shadows
Ya eran pasadas la media noche, una despistada joven caminaba por las obscuras calles de Londres ignorando que alguien la estaba asechando, camino hasta un callejón, el sonido de un gato llamo su atención, entro al callejón. Camino buscando al minino que aullaba, seguramente por el frio que hacía, lo encontró, era un gatito de pelaje negro y ojos de color carmesí que brillaban en la obscuridad. El gato inspiraba temor pero a la vez ternura…
-Qué bonito- exclamo la joven tomándolo en brazos, el gato ronroneo enterneciendo a un más a la joven
-Encontró a mi gato- la joven se sobresaltó y su cuerpo se tensó, se dio vuelta encontrándose con un fino caballero, perteneciente, seguramente, a la nobleza. Un apuesto caballero que no llegaba a los 25 años, cabello negro azabache y ojos de color escarlata, brillante, atrayente… Inspiraba temor pero a la vez confianza
-¿Es suyo?- pregunto la joven temerosa y sonrojada, nunca en su vida un caballero así de apuesto le había dirigido la palabra
-Es mío, gracias por encontrarlo- el gatito de inmediato se lanzó a los brazos de su dueño- Mi nombre es Sebastián Michaelis
-Yo soy Clare Smith- se presentó con una reverencia- Un placer conocerlo Duque Michaelis- decía totalmente avergonzada, por no haber reconocido a tan afamado hombre
-Deja las formalidades, me gustaría recompensarte, este travieso es mi adoración…- acaricio al gato mientras su rostro lucía una sádica sonrisa que intimido a la chica
-Lo siento, tengo que ir a casa- la joven empezó a alterarse ¿Qué era esa sensación de peligro?
-Yo insisto. Te divertirás mucho conmigo- Sebastián empezó a avanzar hacia la chica que por instinto retrocedía, cuando su espalda toco la pared el pánico la invadió- Te llevare a un lugar muy divertido- dejo al gato en el suelo, sus manos tomaron gentilmente el rostro de la chica, una de sus manos se deslizo por su juvenil pero bien formado cuerpo
-Por favor déjeme ir, no diré nada- sollozo la chica tratando de no alzar la voz, su cuerpo se estremecía
-Sabes eres idéntica a la mujer que yo amaba, ojos azules y cabello rubio- sus manos juguetearon con su rubio cabello- Le di todo lo que tenía, la colme de las más grandes riquezas, la trate como una reina, le di mi corazón, mi cuerpo y puedo jurar que hasta mi alma- la joven vio claramente como esos ojos carmesí se inundaban de lágrimas- Pero ella me dejo, tuvo el descaro de engañarme con aquel a quien yo llamaba amigo ¿Puedes creerlo? - la joven estaba conmovida por tal historia
-Lo siento de verdad, pero yo no hice nada- exclamo asustada
-Tienes razón, no has hecho nada…- el joven suspiro de alivio pues esperaba que Sebastián la dejara ir- Pero te pareces mucho a ella… a ella que no le puedo hacer daño alguno- la joven sintió un terrible dolor en su abdomen, agacho su mirada que se tiño de horror, el fino y apuesto caballero le había enterrado un cuchillo- A ella que la amo con toda mi alma- la volvió a apuñalar- Duele sabes… ver como es feliz con alguien que no soy yo- el vestido de la dama se tiño de carmesí, sus ojos perdieron rápidamente brillo, si piel se volvía blanca y su corazón de apoco dejaba de latir- Verla feliz con a quien a quien yo llamaba hermano- el cuerpo de la joven cayo sin vida- ¿Cómo hacerle pagar por este sufrimiento sin tocarla?- sus ropas estaban llenas de sangre, su mirada carmesí se encontraba perdida, tomo al gatito y se fue del lugar…
Al llegar a su mansión se quitó con toda la calma del mundo el abrigo lleno de sangre, lo puso en el perchero, camino hacia la sala en donde lo esperaba la chimenea encendida, el gatito salto de sus brazos para acurrucarse junto a ella. Su mirada se dirigió al enorme cuadro que adornaba la pared, iluminado por la tenue luz de la chimenea
-¿Cómo hacerte pagar por este sufrimiento?- le pregunto a la mujer que se veía en el cuadro, era hermosa, su cabello rubio resaltaba sus ojos azul zafiro- Y a ti- señalo al hombre que estaba al lado de la dama, galante, de postura intimidante, cabello negro azulado y ojos castaños- ¿Cómo hacer que te retuerzas de dolor? ¿Cómo hacer que desees la muerte? ¿Cómo hacer que te pierdas en el abismo de la locura? El mismo en donde ahora estoy- sus ojos ahora se clavaron en el pequeño adolecente que estaba en medio de los dos. Su postura era igual a la de su padre, su carácter también, pero la belleza la había sacado de su madre-¡Rachel mi amada Rachel! ¿Por qué te fuiste con él? ¡Vincent! Yo te quise como un hermano ¿Por qué me la arrebataste? – Sus ojos estaban llenos de lágrimas pero a la vez de ira- Rachel Durless y Vincent Phantomhive, esta será mi venganza, ustedes que me arrebataron lo que más amaba… ¡Ustedes me convirtieron en eso!- se señaló, sus manos aún estaban cubiertas de sangre- ¡Ustedes pagaran! ¡Y con la misma moneda! ¡Les arrebatare aquello que más aman en este mundo! ¡Aquello por lo cual han dado todo! ¡Les arrebatare a su pequeño pedazo de cielo!- tomo el cuadro para aventarlo al fuego de la chimenea, el retrato se hizo cenizas…
Lo último en quemarse fue la imagen del joven que estaba entre Rachel Durless y Vincent Phantomhive, Ciel Phantomhive…