Su cuerpo pequeño, frágil y delicado, sudaba, se arqueaba, contorsionaba y movía ante los toques, caricias y fuertes embistes recibidos por su atacante, captor, amo, pareja, amante "¿Qué termino definiría mejor a esa persona?", los gemidos y gritos aveces de dolor, otras de placer inundaban la habitación.
Era una locura su estancia en aquel lugar, era consciente de su grabe problema mental, al volver junto a aquel hombre que lo mantuvo encerrado, privado de su libertad por ese año, mientras ultrajaba su cuerpo, violaba su mente, marcaba su alma y domaba su espíritu.
Al terminar la guerra todo había sido una locura total, los juicios, condenas y demandas de justicia inundaban el ministerio y la vida de cada uno de los involucrados en ella ya fuera como acusados o demandantes, con ello también llegaron las demandas hacia su familia.
Él había aparecido en el momento justo, cuando su desesperación llego al máximo, contrario a lo que todos creyeran no temía por su destino, hasta la muerte o el beso del dementor le eran insignificantes ante la perspectiva de un destino cruel para su familia, ese hombre pareció saberlo en ese momento, ofreciéndole la salvación para su familia y el mismo.
Todo lo que había pedido a cambio de ello era 1 año de su vida, en esos momentos creyó que deseaba ese tiempo a su lado para humillarlo y vengarse con ello de todo lo vivido en el colegio, pero aun ahora que era consiente de cual era el destino que le esperaba, tiene claro que de igual manera hubiera aceptado, "La familia es lo mas importante" recordaba las palabras de su padre en aquellos momentos de desesperación, cuando se encontraban cautivos en su propio hogar.
Increíblemente todo después de aceptar su propuesta había pasado con relativa velocidad, juicios, entrevistas y declaraciones después, desencadenando en un resultado final, su familia y el liberados de toda acusación, aun manteniendo su fortuna al completo, su padre había decidido marcharse del mundo mágico, una estadía en Francia haría mas fácil que la gente olvidara o siquiera tratara de olvidar su participación en la guerra, librarse de una condena en azkaban no necesariamente significaba que los demás te consideraran inocente.
Teniendo un trato que cumplir y del cual no había informado a sus padres, les izo creer que durante ese año viajaría, se iría de mochilero y vería el mundo por si mismo, por lo tanto no seria extraño perder comunicación con el durante ese año, no queriendo volver a imponer su voluntad por encima de los deseos de su hijo, su padre había aceptado su decisión, con un hasta pronto despidió a sus padres, para segundos después dirigirse voluntariamente a la casa que durante 1 año seria su cárcel.
Aun recuerdo la primera vez que tomo mi cuerpo, las lagrimas, gritos y golpes, en ese tiempo era rebelde y luchaba contra mi destino, maldecía sus caricias, escupía sobre sus palabras, rechazaba el mundo que me ofrecía, pero sobre todo me mantenía firme en no ceder ante cada violación, mas el tiempo paso y mi mente se perdió, entre la bruma de lo real y lo ficticio veía como mi pensar iba cambiando, convirtiéndose en algo normal y hasta esperado cada visita suya, aunque solo me lastimara y abusara de mi en todo sentido, era un hecho que ya estaba cayendo en su plan, y este amor enfermizo comenzaba a nacer.
Recuerdo cada paso que di para tenerlo junto a mi, esclavizar su alma, cuerpo y mente fue solo un paso mas para apoderarme de su ser, cada día tomaba su cuerpo, invadía su mente con imágenes destinadas a doblegar su voluntad, mostrandole todo lo que me había lastimado y como aun con ello yo lo amaba, como apesar de todo cuidaba de el, me grave en su mente como alguien indispensable, alguien sin el cual...el jamas podría vivir.
Mientras tomo su cuerpo con salvajismo propio en mi, pienso en como llegue a crear este plan, como decidí que enamorarlo y conquistarlo de formal "normal", no era lo que deseaba, yo no quiero un amor normal, aquellos aveces desaparecen, mueren, perecen, cambian, se transforman con el tiempo, quiero un amor enfermo, sumiso, necesitado, dependiente, entregado a mi sin contemplaciones, restricciones o inivisiones, lo quiero a el atado a mi mas que a su propia vida.
-Ahhhh...ha...har...Harryyyy....mghhh- gime bajo mi cuerpo, mientras me hundo en su ser con fuerza, es la segunda ronda de una noche llena de sexo duro y desenfreno, hoy deseo romperlo, follarlo sin parar hasta que me quede sin fuerzas y mañana el no pueda ni levantarse.
-Mghhh....maldito rubio....aun con todo lo que te follado en este tiempo..mmgghhh...estas tan estrecho- me es difícil hablar claramente cuando siento como su interior aprisiona tan deliciosamente mi miembro, que aun con ello no deja de follarlo duro y rápido.
Sino supiera que fui yo quien le quito su virginidad diría que lo estoy desflorando en este mismo instante por primera vez, y es que aun cuando solo han pasado 2 meses desde que lo deje en libertad, luego de cumplir el año que especificaba el trato, no puedo negar que este rubio maldito esta nuevamente tan estrecho como la primera vez, una sonrisa maliciosa aparece en mi rostro mientras incremento mis estocadas "Tal vez todo lo que necesita mi rubia obsesión es que lo follen todos los días, para permanecer abierto y accesible para mi".
- Ahhhh...Harry...ya no..ya no aguanto- gimo con desespero, se que no debo correrme hasta que el me lo autorice, pero es mi cuerpo quien me traiciona pidiendo una liberación que solo Harry puede darme.
-Tienes suerte putita....mghh...porque ya quiero llenarte...ahhhh- gime sobre mi cuerpo, mientras me embiste con mas fuerza, y solo puedo agradecer en silencio estar de nuevo junto a el, cierro los ojos y me dejo llevar por las sensaciones, he extrañado tanto esto durante estos 2 meses que me negué a volver, pero lo sabia, tarde o temprano debía volver, porque sin el...no hay vida.
-Draco!!!!- grita mi nombre mientras se corre inundando mis entrañas con su semen, marcándome como suyo, como tantas veces desde aquella primera vez que tomo mi cuerpo.
-Harry!!!!- grito su nombre mientras me dejo llevar por el placer que me produce este nuevo orgasmo, dejando regada mi semilla sobre el pecho de mi amante, al tiempo que dejo caer mi cuerpo sobre las sabanas de aquella cama, muda testigo de las incontables noches de pasión, locura y deseo consumadas allí.
Se que volver a ese lugar que fue mi cárcel, junto a el que fue mi verdugo y carcelero, quien jugo con mi mente trastornando mi realidad, utilizando y mancillando mi cuerpo, doblegando mi espíritu y encadenando mi alma a la suya, es una locura, pero es que ya no soy el mismo, estoy dañado, roto y corrompido, ya no sueño con el amor ideal, ya no espero por ese amor que ahora me sabe a "normal", porque yo no quiero un amor normal, quiero un amor enfermo, sumiso y dependiente, quiero este amor que me ata a el como un esclavo de su piel, su sentir, sus deseos.
Yo no quiero un amor normal, yo quiero un amor...con síndrome de estocolmo.
-Levántate y ponte en cuatro, ahora deseo follarte como a una perra, como la perra sumisa que eres.
No importa que...yo quiero este amor.
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