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Te elijo a ti por Tseje

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Notas del fanfic:

Este es un aporte pequeño para este mes, porque siendo mi pareja favorita no podia quedarme sin subir nada de ellos. 


Espero sea de su agrado. 


Kuroko no Basket no me pertenece, es propiuedad de su autor yo solo ocupo a los personajes para entreternerme y entretenerlos un rato. 


 

Lo aprendí de Ti

 

“Cuando una puerta se cierra… se abre una aún más grande”

 

 

Había soñado mucho tiempo con ser parte del equipo de baloncesto y por fin era capaz de cumplirlo, no le importaba el estar en el tercer equipo, en el grado más bajo… se conformaba con poder jugar el deporte que amaba.

Sin embargo, era más consiente que nadie de lo débil que era y, porque no quería retrasar a sus compañeros se dispuso a entrenar en serio. Llegando, incluso, a quedarse hasta la noche en el gimnasio. Allí, en sus prácticas nocturnas y solitarias fue que lo conoció.

Te conocí en un día de abril, un día común

El día que menos lo esperaba

 

Era un día de principios de año, mediados de abril para ser más exactos. Las flores de cerezo se acumulaban en el patio, esperando que en la mañana las removieran para dejar el paso libre.

Hacia un poco de frio, pero él seguía entrenando con nada más que un short y una playera que era más conveniente para la época de verano. Sudando y agotado, no se dio cuenta de la presencia de una segunda persona que merodeaba por las solitarias instalaciones. Hasta que un grito rompió la tranquilidad del lugar.

-UN FANTASMA!!-

 

Yo no pensaba en el amor, ni lo creía  y mucho menos lo buscaba

Y de pronto apareciste tú

Destrozando paredes, ideas, te volviste mi luz

 

Desde aquel día Kuroko Tetsuya y Aomine Daiki practicaban después de los entrenamientos. Daiki, con una sonrisa en el rostro le había prometido ayudarle para que ingresara al primer equipo. Kuroko lo notó en cuanto lo vio: Daiki compartía la misma pasión que él por el básquet, así que se permitió el ser ayudado. Se permitió el acercarse a alguien junto al que, ya no se sentía tan desapercibido.

Pronto sus esfuerzos dieron frutos, cuando Akashi lo acepto en el primer equipo, después de descubrirlos jugando pasadas las horas regulares de entrenamiento. La emoción que demostró el rostro de Aomine le permitió darse cuenta de que, si era una sombra, había encontrado a su luz. Alguien junto al que no podría destacar pero que con su ayuda podría levantarse mucho más alto que el resto.

Yo no sabía que con un beso se podría parar el tiempo y lo aprendí de ti

Ni que con solo una mirada dominaras cada espacio que hay dentro de mí

Tampoco sabía que podía amarte tanto hasta entregarme y ser presa de tus labios

Descubrí que sí

Porque lo aprendí de ti

No fue consciente, tal vez ninguno de los dos lo fue, de cuando su amistad paso a ser algo más. Solo fueron conscientes de lo bien que se sentían los labios del otro, lo bien que sabían para el otro. Un simple beso de Daiki, aunque solo fuera un roce, lo hacían experimentar tantas sensaciones nuevas, una simple mirada de aquellas orbes azul marino le derretían por completo.

Hasta que Kuroko Tetsuya conoció a Aomine Daiki nunca pensó que amar a otra persona fuera algo tan maravilloso. Su único amor, lo único que le importaba antes de eso era el baloncesto y ahora,  su pasión desbordaba por el moreno as del equipo. 

 

De pronto algo pasó y la pasión faltaba, nuestras noches se alargaban,

Jamás pensé sentirme sola y fría y tonta aun estando acompañada

Después todo se volvió monotonía, luego tantas mentiras que ya ni tú te las creías

 

Pero, con el paso del tiempo, las cosas dejaron de verse y sentirse tan hermosas. Poco a poco el moreno fue cambiando su actitud. Del chico lindo, sonriente y que se esforzaba por mejorar cada vez paso a convertirse en alguien que sonreía poco, incluso en presencia de su “novio”, en aquel chico que no se preocupaba por presentarse a los entrenamientos.

Kuroko no lo entendía.

Quería hacerlo, pero realmente no podía. Porque no solo había cambiado en relación al básquet sino en su relación.

Extrañaba sus miradas cálidas, sus sonrisas tímidas… Ahora sus ojos eran fríos, ya no había amor en ellos. Incluso sus besos, antes dulces, eran ahora demandantes y dolorosos. Poco a poco Tetsuya fue regresando a esa época en que solo eran él y el balón de básquet.

Aomine cada día se distanciaba más, cada día con excusas más ridículas y falsas que las anteriores. Y eso, al peliceleste, le partía el corazón. ¿Era muy difícil decirle la verdad?

Llego al punto en que ya no pedía ni una explicación…

El último partido en el mismo equipo, llegó. 

Al final de aquel encuentro todo se rompió, como un frágil cristal. Todo desapareció ante sus ojos. No pudo despedirse. Y, la verdad, es que no quería hacerlo. Era más que claro, para él y para el resto, que todo había llegado a su fin.

 

Yo no sabía que sin tus besos pasaría tan lento el tiempo y lo aprendí de ti

Y que aguantarme no llamarte tomaría toda la fuerza que hay dentro de mí

Tampoco sabía que podría extrañarte tanto ni desbaratarme y que se secaran mis labios

Descubrí que sí, porque lo aprendí de ti

 

Si, sabía que todo había terminado. Aunque no lo hayan dicho, era claro para ambos. Sin embargo, le dolía. Sentía como si se hubiera desgarrado algo dentro de él, algo que nada podía curar, algo que era más doloroso que cualquier herida. Porque esta no podía ser curada.

Era doloroso ver pasar el tiempo, que parecía pasar más despacio, solo.

Era doloroso observar el celular sobre el escritorio, la cama o la mesa y no poder llamar. Sentir como sus dedos ardían de deseo por marcar aquel número, por teclear un mensaje. Por hacer cualquier cosa que les diera una oportunidad…

xXx

Kuroko despertó de golpe, preguntándose porque justo en ese momento tenía que recordar eso. ¿Por qué ahora volvían a su mente todos aquellos recuerdos que ya había logrado enterrar?

Maldito Aomine y su maldito mensaje… pensó el peliceleste poniendo sus manos sobre su cabeza. Realmente lo mataría la próxima vez que lo viera…

 

Y ahora que por fin te he logrado olvidar hoy me vienes a buscar

Pero es muy tarde ya me he enamorado de alguien más

 

-¿Estás bien?- una voz en medio de la oscuridad se dejó escuchar, aun adormilada pero con un claro tinte de preocupación. Mientras unos ojos rojos lo miraban expectantes.

-Estoy bien, Kagami-kun- respondió con una sonrisa- Solo recordé algo…-

-¿Quieres hablar de eso?- preguntó el pelirrojo, sentándose igual que su compañero, con la clara intención de pasarle un brazo por los hombros y acercarlo hacia si, pero conteniéndose por si eso molestaba al pequeño. Sin embargo Kuroko, entendiendo, se acercó recargando su espalda en el pecho del mayor.

-Kagami-kun… Si te dijera que alguien está intentando algo conmigo… ¿Qué harías?-

Aquella pregunta sorprendió al tigre, quien se quedó unos segundos meditando la respuesta, para al fin decir.

-No podría hacer nada…- Kuroko se sorprendió y se volteó a observarlo, sorprendiéndose aún más al verlo sonriendo- Seria tu decisión, Kuroko. Yo no puedo, ni quiero, obligarte a estar conmigo si existe alguien más importante para ti- y entonces se dio cuenta…

-Te amo, Kagami-kun- dijo sin pensar, expresando lo que sentía. Provocando un evidente sonrojo en el rostro del aludido.

-Q-que… Que Cosas dices!!- exclamó molesto, tratando de ocultar su bochorno- Ya duérmete-

-Claro, Kagami-kun- contestó al tiempo que, suavemente, rozaba sus labios con los del 10 de Seirin, enviando una corriente eléctrica por todo su cuerpo, desde el lugar del contacto hasta las puntas de los pies. Aquella sensación, a pesar de lo que creía, era mucho más intensa que aquellas que le provocaban otros besos.

El simple hecho de que Kagami rozara su mano, posara la mano sobre sus cabellos alborotándolos enviaba miles de corrientes eléctricas alrededor de sus terminales nerviosas, provocaba que su estómago brincara y sintiera como si se hubiera comido un millar de mariposas.

Mil veces más aleteos en su interior que antes… mil veces más sensaciones que antes.

 

Yo no sabía que con sus besos iba a reemplazar los tuyos

Lo aprendí de ti

Ni que existieran otras manos que al tocarme superaran lo que antes sentí

Tampoco sabía que podía amarlo tanto después de tu engaño que me hizo tanto daño

Descubrí que sí…

 

 

 

 

De: Aomine Daiki

Para: Kuroko Tetsuya

Oi Tetsu, tenías razón. Fui un verdadero idiota.

Pero ¿podríamos darnos una segunda oportunidad?

 

 

 

 

 

De: Kuroko Tetsuya

Para:Aomine Daiki

Tienes razón, Aomine-kun… lo fuiste.  Pero lo importante es que te diste cuenta.

Y, con respecto a lo otro… lo siento, no habrá nada entre nosotros.

Ya es un poco tarde.

Aun asi, Gracias.

 

Todo lo aprendí de ti

Notas finales:

Pues si llegaron hasta aqui, les doy las gracias por darse el tiempo. Y les gardeceria mas un comentario, esos siempre nos ayudan y nos suben el animo. 

Solo me queda decir: Feliz día KagaKuro!!

-Tseje- 


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