Cada relación tenía ciertas complicaciones que luego de ser solucionadas fortalecían esta misma, para Jinki y Jonghyun esto iba un poco más allá ¿Por qué?
El menor tenía una condición algo extraña, se trataba de un hombre lobo, Jinki al principio dudo de aquel estado del cual le hablaba el más bajo, pero fue entonces que la primera luna llena llego. Luego de aquella noche creyó completamente en las palabras del que luego se convertiría en su novio.
Luego de tres años de relación cada luna llena seguía siendo difícil de soportar más no imposible, claro que el estado de animo de Jonghyun era por decirlo menos cambiante y se irritaba con facilidad, el moreno también poseía unos pequeños colmillos caninos cuando no estaba en su estado animalesco; pero cuando se convertía en hombre lobo aquello colmillos podrían ser tan mortales como cuchillos recién afilados. Jinki se había acostumbrado a que a veces su cuerpo quedara algo magullado por los colmillos de su novio, pero no llegaba hacerle daño realmente, hoy, hoy era el día que tanto les costaba pasar cada mes.
-Luna llena – salió de los labios del mayor como un suspiro, Jonghyun seguía plácidamente dormido sujetándolo con firmeza, se sentía seguro aunque aquella noche seria el quien debía otorgarle protección a Jonghyun.
-¿Dónde vas?- de tanto removerse para sacarse el brazo del hombre lobo de encima logro despertarlo- quédate un rato más a mi lado- lo apretó contra su pecho.
-El desayuno no se hará solo, cachorrito –le beso la nariz y se liberó de sus brazos – ¿Quieres un poco de tocino?
-Con un huevito –pidió esperando que Jinki aceptara, el asentimiento del mayor lo hizo sonreír-¿Te había dicho que eres el mejor novio del mundo?
-Sí, pero creo que aún no me canso de escucharlo –le robo un corto beso pillando por sorpresa al moreno –hoy es una noche difícil…
-Dímelo a mí – miro el calendario y allí estaba remarcado con rojo que hoy era luna llena- ¿Saldremos a alguna parte?
-Sabes que no –camino hasta la puerta para ir a preparar el desayuno- dúchate, no quiero tu olor a perro mojado por toda la casa si se te ocurre escapar nuevamente.
-Solo fue una vez – Jinki lo miro con desaprobación – bueno han sido muchas veces, pero jamás he dañado a nadie.
-Rompiste mi bolso de piña- le recordó molesto –sabias que me gustaba mucho.
-Era horrendo – recordó como despedazo al pobre PINee- juro que no romperé nada mas –puso cara de cachorro bajo la lluvia.
-¿Y si me rompes a mí?- a decir verdad muchas veces se lo pregunto, si Jonghyun perdía el control estando transformado en lobo ¿Podría llegar hacerle daño?
-Nunca – dijo muy seguro el más bajo, salió de la cama y camino hasta Jinki para abrazarlo –sabes que jamás te haría daño- dejo algunos besos en el cuello del mayor – te amo demasiado como para hacerlo.
-Perro cursi –nuevamente escapo de sus brazos y bajó las escaleras para preparar el desayuno al fin- ¡Recuerda ducharte! – le grito.
-¡Si mamá! -grito el moreno desde la ducha.
La mañana transcurrió algo lenta, era día Domingo así que no tenían planes de dejar la casa, se entretendrían preparando el almuerzo juntos. Lo malo de todo esto era que Jonghyun se ponía de lo más pesado cuando se le preguntaba algo y Jinki tenía ganas de pegarle con un periódico como si fuera un cachorro malo. En su mayoría dejaba pasar aquellos arrebatos del moreno solo porque quería entender la posición en la que se encontraba pero a veces lo rebasaba y su buena voluntad se agotaba.
-¿Prefieres ver una película de acción o de terror?- consulto con ternura mirando los oscuros ojos de su cachorro malcriado.
-¿Por qué siempre preguntas lo mismo? ¿Acaso no siempre vemos la misma película? ¿Porque finges que no te molesta tener que estar encerrado todo el día en casa conmigo debido a mi condición?- Jinki se distancio un poco del moreno – sé que te gustaría tener un novio normal, no te atrevas a negarlo – y detrás de todas esas pesadeces había mucho miedo de perder a Jinki, pero el mayor a su vez también le cansaba ser cuestionado.
-¿Quieres estar solo? Bien, entonces quédate solo y ve la película que quieras, no sé ni para que me molesto en preguntarte las cosas de buena manera – subió las escaleras tomando su chaqueta, se colocó los zapatos y azoto la puerta de entrada dejando solo al moreno.
-¡Bebé, no!- dijo demasiado tarde quedándose para hablar con la puerta ya cerrada, odiaba llenarse de dudas cuando Jinki nunca le había dado motivos de molestia con su condición, pero no era fácil superar una luna llena teniendo que controlar todo lo que tu instinto grita- perro idiota – se auto regaño.
Las horas pasaban y faltaba poco para que oscureciera, Jonghyun se había quedado en el sillón hecho una bolita viendo películas de Tim Burton que eran tan lúgubres como su ánimo en estos momentos. La puerta se abrió y Jonghyun pudo sentir el perfume de Jinki golpear en su nariz de tal manera e intensidad que parecía que estuviera oliéndolo mientras lo abrazaba. Jinki traía unas bolsas en las manos y paso directamente a la cocina, Jonghyun lo vigilaba desde el sillón asomando solo sus ojos por encima del sofá temiendo ser sorprendido mirando a su novio.
Luego de un rato observando al mayor desde lejos, un olor exquisito llego inundando todos sus sentidos y tampoco aguantaba mucho más lejos de Jinki, se levantó del sofá y se colocó detrás del mayor que revolvía algo en una olla, cruzo sus brazos en su estómago y apoyo su rostro en la curva del cuello del mayor.
-Perdón- susurro en el oído de su novio notando como se estremecía- soy un idiota, no quería decir todo eso pero sabes que me pongo peor que chica con el periodo y trastorno de bipolaridad juntos- se sentía culpable- dime algo…
-Tonto –susurro mientras seguía revolviendo algo que olía delicioso en la olla- lo único que me dolió de todo lo que dijiste fue que yo quería otro novio – se giró para hablar de frente- yo te amo, lo sabes, y odio que lo cuestiones por tu proceso de transformación, no me queje antes y no lo hare ahora, yo te quiero con todo y pelos.
-Entonces… ¿No estás enojado?- el mayor negó –de todos modos quiero hacer algo para compensar el mal rato –sus manos viajaron por el pecho del mayor deteniéndose en el borde de sus pantalones, gruño en su cuello como un verdadero lobo – hueles exquisito- seguido lo mordió levemente sacando un gemido de Jinki –esta noche no se puede, pero mañana… -disfruto mordiendo los labios de su novio – mañana habrá reconciliación.
-Perro pervertido-le dio un coscorrón – ya es hora- miro el reloj de pared, eran las ocho de la noche.
-¿Es necesario?- Jinki asintió –ni modo.
Subieron las escaleras, Jonghyun sin mucho ánimo claro estaba pero era necesario, las medidas que había tomado Jinki cada noche de luna llena lo habían mantenido a salvo a ambos, pero eso no quitaba que a Jonghyun odiara ser sometido como un animal mal portado. Llegaron al ático y en el rincón había una ventana con barrotes y de estos colgaba unas cadenas que servirían para detenerlo momentáneamente, en un principio pensaron en cadenas de platas pero estas terminarían dañando seriamente a Jonghyun.
-¿Me veo sexy encadenado? –Pregunto bromeando mientras Jinki atravesaba las cadenas por su pecho como si fuera un cinturón de seguridad y les ponía candado- sé que disfrutas haciendo esto.
-Solo un poco – el mayor tuvo el descaro de reconocer –estás listo – echo un vistazo que todo estuviera bien asegurado – cualquier cosa… aúlla fuerte, nos vemos mañana lobito.
Jinki se quedó un rato en el sillón, aprovecharía el tiempo leyendo un libro que tenía inconcluso desde hace unas semanas y su concentración iba bien hasta el momento que los golpes en el piso del ático comenzaban a preocuparlo, llevaba tres años con el mismo ritual cada mes pero no lograba acostumbrarse del todo, siguieron varios aullidos y uñas rascando la madera, decidió ir a inspeccionar. Jonghyun ya estaba convertido en hombro lobo, se veía imponente, fuerte y peligroso, su pelaje era negro y gris, sus ojos color ámbar lo observaba hacia donde se moviera, sus dientes parecían perlas blancas pero afilados como navajas, sus ahora patas tenían garras que podría despellejar a cualquiera, pero para el mayor ese seguía siendo su lindo cachorro. Cuando Jonghyun vio a Jinki le gruño pero el mayor de todos modos se acercó sentándose en frente.
-Que ruidoso eres –lo regaño sobándole el puente de la nariz hasta su peluda frente- calla un rato.
Mas gruñidos le siguieron con notables forcejeos con las cadenas para ser liberado, pero Jinki solo deposito un beso en su nariz que ablando las acciones del hombre lobo y luego acaricio sus ojeras, prácticamente podía ver como Jonghyun movía sus patas por el placer que le causaba ser acariciado así. Jinki se sentó a su lado continuando con la lectura mientras el lobo daba pequeños toques en su cuello con su nariz húmeda, aullando despacio como si llorara para que lo soltara.
-Si te suelto… ¿prometes no escapar? –el lobo jadeo contento, y Jinki tomo eso como un acuerdo- bien, entonces serás un cachorro obediente.
Solo basto que Jinki lo soltara para que el hombre lobo corriera escaleras abajo rompiendo la ventana de la sala para escapar y dejar a su novio tomándose la cabeza por creer que sus instintos animales lo mantendrían en casa.
-Kim Jonghyun… que voy hacer contigo –coloco una bolsa de plástico muy grande en la ventana para que el frio no se colara, tomo sus llaves y fue a buscarlo, claro que lo que encontró en la puerta de su casa no fue nada de su agrado –de nuevo no… -junto a la alfombra de bienvenido había un animalito muerto, ni siquiera quiso saber que era solo lo tomo con asco y lo dejo tras los arbustos- cuando lo encontré junto que lo mato- reclamo.
Sabía perfectamente en donde podía estar Jonghyun ya que unos cuadras más allá de su casa, habían unas granjas, criadero de gallinas y seguido de esto un bosque. Jinki saludo a varios de sus vecinos, Jonghyun había cobrado la vida de varias de sus mascotas en sus noches como lobo y Jinki debía lidiar con el lamento de sus vecinos por perder a sus gatos, conejos, etc.
Llegando al criadero de gallinas se encontró con el dueño de esta a quien saludo de pasada pero el hombre de todos modos lo detuvo.
-Hola Jinki –el chico sonrió – ¿tan tarde dando un paseo?
-Sí, es que mi perro se escapó… de nuevo –se rasco la nuca.
-Es algo travieso ¿No? – Jinki solo sonrió ya que aquello tenía muchas interpretaciones para el- mis gallinas en cambio siguen desapareciendo, así que me decidí por poner trampas por los alrededores y atrapar a la cosa que las está matando, en fin… espero que encuentres a tu perro, Jinki.
-Lo mismo espero yo –se despidió y fue rápidamente hasta el bosque, si Jonghyun no era cuidadoso podría caer en alguna de esas trampas de las que hablo su vecino.
Fueron casi diez minutos de búsqueda hasta que vio un rastro de plumas y sangre, ese obviamente era Jonghyun alimentándose y cuando lo encontró estaba muy echado al lado de una gallina muerta.
-Te pedí que no escaparas, además los vecinos comienzan a sospechar porque matas a sus mascotas, no necesito que las lleves hasta la puerta de la casa como regalo para saber que me quieres, deberías controlarte un poco más, Jjong- con cada reclamo se acercaba un poco más hacia el lobo pero en cambio este solo le gruñía molesto, incluso llegando a ladrarle – no hagas eso conmigo, sabes que no me impresiona- estaba más cerca y Jonghyun se le abalanzo encima, Jinki pensó lo peor, pensó que realmente seria mordido por su novio, pero todo se congelo cuando sintió un aullido muy fuerte y gemidos de dolor por parte de Jonghyun- ¡Amor!
Cuando se fijó en lo que había pasado realmente, su corazón dolió, Jonghyun estaba herido por salvarlo a él, sin darse cuenta mientras le reclamaba cosas se había acercado demasiado a una trampa de oso y Jonghyun solo buscaba alejarlo terminando atrapado en ella, Jinki con la ayuda de una rama logro liberar la pata de Jonghyun, acariciar su cabeza para consolarlo un poco, debía llevarlo a casa y curarle la herida, así que lo llevo todo el camino apoyado en él, por lugares en donde nadie pudiera verlos, llegando por fin a casa.
-De no haber sido por ti, tendría el pie partido en dos –deposito otro beso en la nariz del lobo mientras lo curaba haciendo aullar para luego vendarlo –lo siento- recibió una lamida de Jonghyun en la cara en gesto de que todo estaba bien- cuidare de ti toda la noche –lo ayudo a subir la escalera a saltitos acomodándolo en la cama- buenas noches cachorro- otra lamida en respuesta.
Jonghyun lo cobijo en sus peludos brazos y Jinki se fundió en el calor que le brindaba su novio. Los primeros rayos de sol despertaron al mayor sintiéndose más feliz que nunca pero recordando que Jonghyun estaba herido, los brazos que lo rodeaban ya no era peludos, sino que fornidos y protectores, se giró para mirar a Jonghyun quien dormía plácidamente.
-Mi pie esta mejor- susurro aun con los ojos cerrados- soy de sanación rápida ¿Lo olvidas?
-Me preocupe demasiado–se lamentó el mayor –perdón, por mi culpa caíste en esa trampa.
-No importa, lo importante es que logre que no fueras tú el herido y eso más que suficiente, te dije que no haría nada para hacerte daño, siempre voy a cuidarte amor.
-Hueles feo –reclamo Jinki comenzando un ataque de besos por parte de Jonghyun.
-¿Así que huelo feo?- seguía comiéndoselo a besos – pero bien que te gusta esto.
-Ven –se levantó de la cama y estiro su mano hacia Jonghyun –hoy te ayudare a bañarte, ya que estas herido por mí.
Jonghyun se imaginó muchas cosas pero no lo que estaba obteniendo en la tina en este momento, ambos desnudos con Jinki restregándolo con la esponja hasta por detrás de las orejas.
-Estas lleno de barro –lo restregó aún más –hay otras partes que tienes igual de sucias –bajó con la esponja por el pecho del menor llegando a su pelvis- ¿Quieres que te limpie allí?
-Por dios, claro que quiero –comenzaba a excitarse y podía notar que Jinki también, así que guio la mano del mayor hasta donde la quería sobándolo- así… -mordía el cuello del mayor.
-Lo que sea por mi valiente cachorro –comenzó con sacudidas más pronunciadas y excitantes en el miembro del menor, provocando que Jonghyun se quedara sin aire al gemir en su oído pidiendo más de aquellas sucias caricias- quiero el sexo de reconciliación que me ofreciste ayer.
-Lo que tú me pidas, amor – los besos inundaron todo el cuarto de baño, Jonghyun pertenecía a una especie muy salvaje pero en manos de Jinki no era más que un cachorro en busca de cariño y protección- te amo demasiado.
-Y yo te amo mucho más que tu demasiado- comenzaron una lucha de quien amaba más al otro, mientras terminaron fundiéndose en uno solo en un concierto de gemidos y algunos quejidos por el herido pie del menor.
Las lunas llenas eran complicadas para la pareja, pero cada una de ellas hacia que su amor se fortaleciera.
Fin.