"¿Donde está este Súper Saiyajin Dios?".. Se pregunto Beerus con un aliento de cansancio y frustración al no encontrar su deseado sueño, aquel individuo 'Súper Saiyajin Dios' que apareció de entre sus sueños. De los pocos Saiyajins que quedaban con vida, tres eran mitad humanos y los otros dos de raza pura desconocían de ese dios.
"¡Perdón por la tardanza! ¡Esto es una pirámide de Takoyaki." Apareció el príncipe Vegeta con una enorme comida especial para Beerus y Whis, se arrodillo ante ellos ofreciéndole Takoyaki. El temía si algo malo llegara a suceder en la tierra si es que el dios de la destrucción se enfadaba.
Tanto Beerus y Whis se acercaron hacia el enorme plato de bollos que les ofrecía el príncipe, ambos agradecieron y tomaron el palillo que sostenía el bollo después pasaron a disfrutarlo deliciosamente.
"Ya no quiero más, mi estomago esta lleno. Creo que será mejor irnos, necesitó una siesta." Hablo Beerus girando el palillo con agilidad mientras bostezaba y echaba su cabeza hacia atrás. Sus esperanzas de encontrar al Súper Saiyajin Dios al parecer se habían acabado.
"Si, muy bien estúpido.. ¡Regresen de una vez a su planeta!." Pensaba Vegeta viendo hacia el suelo, se sentía aliviado ellos se irían de la tierra sin causar daño alguno. Pero Beerus le habló, Vegeta levanto su cabeza y volteo a mirarlo confundido.
"Ese otro sujeto que estaba en el planeta del Kaio del Norte... ¿Cómo era su nombre?..." Beerus tomó nuevamente un bollo y empezó a moverlo tratando de recordar el nombre con el que hace poco había tenido una pelea 'amistosa'.
"Son Goku.." Contestó su maestro Whis.
"Si, si.. Goku." Dijo Beerus ya reaccionando con el nombre del Saiyajin. "¿Qué relación tienes con el?." Pregunto un tanto curioso, el dios de la destrucción hace mucho tiempo, no tenia una agradable amistad con esa raza y desconocía como ellos se llevaban.
"Podríamos decir que somos enemigos." Contestó Vegeta viendo a Beerus.
"¿Podríamos decir?.." Pregunto indiferente hacia la respuesta. El destructor de alguna manera no se sentía seguro por lo que Vegeta había dicho.
El silencio se apodero de Vegeta, él bajo su cabeza hacia el Takoyaki, sus ojos empezaron a temblar con un sudor invisible. Al príncipe le empezó a latir de una forma rápida el corazón al mirar la penetrante mirada que Beerus le daba, como si el dios afirmara algo mas que esa relación que tuvieran ambos Saiyajins.
"Parece que los Saiyajins han cambiado desde la ultima vez que los vi. Se han vuelto cobardes." Hablo viendo a Vegeta con una sonrisa satisfactoria mientras se recargaba en el barco.
"¿A que se refiere?.." Pregunto sorprendido Vegeta, levantándose del suelo.
"Te lo dejo a tu criterio." Contesto volteando a ver hacia a otra parte, Vegeta abrió sus ojos confundido no sabia realmente de lo que el dios hablaba.
Apenas cuando Beerus estaba apunto de devorar su bollo fue atacado por una pistola de agua pertenecida a Trunks, que por accidente fue a caer a su rostro. Tanto Goten como Trunks corrieron del lugar asustados.
Mas tarde, todo se encontraba perdido. Beerus estaba decidiendo el fin de la tierra en un peculiar juego, el 'Piedra, Papel o Tijera' contra el indefenso Oolong. Pero este perdió, llevándose la victoria el Dios de la destrucción, cuando todo estaba acabado, llegó Goku. Los presentes se alegraron al verlo, incluso Vegeta no se mostró tan arrogante por verlo formando una pequeña sonrisa sin ser vista. Beerus aun con las ilusiones de encontrar al Súper Saiyajin Dios le pregunto a Goku si este ya sabia de su existencia, desafortunadamente aun era un misterio. Hasta que Goku había usado la cabeza: Se le ocurrió la grandiosa idea de usar las esferas del dragón y preguntar por aquel dios. Shenlong les comento que esa deidad no existía como tal, que necesitaban cinco Saiyajin de corazón puro para iluminar un alma.
"¡Vegeta! ¡Vamos a hacerlo!" Dijo Goku alegre mientras lo veía.
Vegeta mostró arrogancia con una enorme pesadez de apoyar a Goku en eso del Súper Saiyajin Dios, que solo pudo dar un respiro de molestia al verlo. Se acerco hacia el circulo que estaban formando los demás Sáiyajins. Goku tomó la mano enguantada de Vegeta dándole una sonrisa sincera.
"¿Por que Kakarotto es el que lidera siempre las cosas?.." Pregunto Vegeta tratando de desviar su vista hacia otra parte, sin ver al sonriente Saiyajin que tenia de por lado. Le molestaba esa imborrable sonrisa que siempre mostraba. Apretó con fuerza la mano de Goku, el menor hizo una pequeña mueca de dolor.
"No digas eso, Vegeta.. Si esto realmente llega a funcionar, dejaré que tu seas el siguiente en hacerlo." Respondió conservando su sonrisa, apretó con suavidad la mano de Vegeta.
"¿En serio?.." Pregunto Vegeta, no es que le interesaba demasiado aquella transformación. Le molestaba que siempre él estuviera en segundo plano, que nunca llegaba a ser mas fuerte que Goku. Cada vez que pensaba que había sobre pasado los limites de Goku, éste ya había adquirido aun mas poder del que ya tenia. Vegeta realmente no deseaba ser su rival, él quería ser digno de Goku, ser ese alguien que pueda protegerlo en cada ocasión, en el que pueda confiar, ser aquel amante Saiyajin que busca, la persona que quiera de una forma amorosa. Pero estaba lejos de llegar a su meta.
Concluyendo que por fin Goku había adquirido una nueva transformación; El legendario Súper Saiyajin Dios. Gracias a la ayuda de su ahora nuera Videl, que se había enterado que iba hacer abuelo. Eso había alegrado a la familia 'Son', para Vegeta fue algo que realmente no le interesaba, pero de todas formas le inquietaba. ¿Arruinar la ahora familia de Goku?.. Vegeta también tenia una pequeña familia, pero no cumplía con sus expectativas mas no era infeliz viviendo con Bulma. Goku incluso le decía que era parte de su familia. Mientras los participantes de la fiesta se fueron a una nave a contemplar mejor la pelea que ahora tenia Goku contra Bills, Vegeta decidió quedarse en la punta del barco a mirar desde esa vista, su cuello estaba de por medio a lastimarse pero eso era poco para el príncipe que ni siquiera sintió dolor. Veía la increíble pelea de Goku en la atmósfera de la Tierra, pero un fallo hice que el Saiyajin cayera de nuevo a la Tierra gravemente herido, Vegeta pertenecía callado con las esperanzas que Goku recobrara el sentido y volviera al campo de batalla de nuevo. Y así fue, sintió aquel Ki que solo los dioses podían sentir, mostrando una orgullosa sonrisa al ver un destello rojizo dirigiéndose al cielo.
No se podía garantizar que Goku ganaría la pelea, pero para Vegeta ya era un completo ganador el Saiyajin menor. Kakarotto era el Saiyajin mas fuerte del universo. Desafortunadamente poco duro la diversión de Beerus, Goku se le había acabado el tiempo limite de la transformación del Súper Saiyajin Dios aún así Goku no lo notó procediendo a darle mas batalla, hasta que Beerus se lo comento.
"Podrá ser muy fuerte, pero es un imbécil en notar los detalles.." Dijo bajando sus brazos sin dejar de mirar al cielo, por fin podía escuchar con claridad lo que Beerus y Goku estaban hablando. Lo que le preocupaba a Vegeta era si Beerus intentaba matar a Goku o alguna clase de humillación que hizo con los demás Saiyajin hace mucho tiempo con el.
Aquellos individuos siguieron luchando, se prepararon para lanzar sus mejores técnicas que el resultado del choque de esas energías dio luz a una enorme bola rojiza llena de poder. Beerus se encargó de agrandarla aun más, para la fortuna de Goku no pudo con esa devastadora energía perdiendo la conciencia, siendo así, fue cayendo a una rápida velocidad a la Tierra. Vegeta al notar la presencia de Goku dirigiéndose al barco, se alarmó aun mas cuando notó que estaba gravemente herido.
"¡Estorban!, ¡Salgan de aquí!.." Grito el príncipe hacia los infantes que estaban viendo al cielo, ellos rápidamente se espantaron y corrieron del lugar. Vegeta salto al lugar verificando donde iba a caer Goku, alzo sus brazos y el Saiyajin menor por fin cayo entre sus brazos.
"Gracias.." Dijo Goku volviendo en si con una respiración agitada, volteo su mirada hacia el príncipe.
"¡Cállate! Aun robando mi poder has perdido lastimosamente." Respondió un tanto enojado viendo en el mal estado que estaba Goku, entre aquellas palabras se podían escuchar un tono preocupante, pero su orgullo era grande.
"Lo siento.." Hablo cerrando sus ojos con acto de disculpa, había hecho su mayor esfuerzo pero sus resultados fallaron. Vegeta guardo silencio mientras lo veía con unos ojos iluminados, entre sus brazos estaba el Saiyajin del cual estaba enamorado, su amor de toda la vida, aquel hombre que quería con toda su alma proteger y amarlo por el resto de sus días. Finalmente Vegeta tenía una oportunidad era ahora o nunca.
"Kakarotto.." Hablo en voz baja apretando con fuerza a Goku, este abrió sus ojos "Diste tu mayor esfuerzo, te admiro por eso.. Y aunque no hayas ganado contra ese lampiño, tu siempre serás el número uno." Dijo bajando su cabeza, acercándose al rostro del menor, este abrió sus enormes ojos confuso. Vegeta con una sonrisa nunca antes vista, besó a Goku delante de todas las personas presentes, que estos se quedaron sorprendidos por tal acto que hasta el mismo Goku igual respondió de una forma cariñosa hacia Vegeta, sujetándose del cuello del príncipe para un mejor acceso a demostrar su amor.
"La Tierra es un planeta verdaderamente muy extraño, parece que tiene una energía rara que hace cambiar a esos peligrosos Saiyajines.." Dijo Beerus llegando al lugar junto con Whis, ambos viendo lo que ahora es una escena bastante rara para los demás, pero para ellos al parecer no, que simplemente sonrieron.