Capitulo II
-¿Joey..?- Pregunto Yugi al haber llegado a su casa, abrendo la puerta al notar que esta estaba entreabierta.
-¡Yugi! ¡Pasa rápido y quedate en la sala!- exclamo una voz femenina desde la cocina.
Yugi, a pesar de haber escuchado una voz de mujer, hizo caso. Pensó que Joey se habría metido en alguna otra tontería y tenia a una mujer ahí en la cocina. Se dejo caer en el sillón, ansioso, esperando al otro.
-no…n-no te vallas a asustar- otra vez la voz suave y femenina, Yugi volteo a la cocina como esperando ver algo y… casi se le sale el alma.
La versión muñequita de Joey salió de la cocina, aunque solo traia una playera blanca que por lo general le quedaría bien, esta vez era demasiado grande y holgada.
-¿Tu…quien eres tu?- pregunto Yugi impactado, aquella chica tenia un parecido increíble con Joey, era identco a el, pero en una versión femenina, aunque debía admitir que era bastante….hermosa.
Joey no supo como contestar, y camino lentamente acercándose y parándose delante de el.
-Soy yo, Yug, Joey…- dijo, extendiendo sus manos a los lados. –Al parecer yo..me converti en mujer-
-¿¡QUE?!- grito Yugi, poniéndose de pie. –¿es un juego? ¿eres algun familiar de joey? Te…¿te pidió que hicieras esto no? –dijo, y luego empezó a reírse –bien bien amigo me atrapaste, buena esa, ya sal de donde quieras que este- hablo con una sonrisa nerviosa en su rostro.
-Yugi- dijo, tomandole de los hombros con ambas manos y mirándolo fijamente, algo a lo cual el pequeño (aunque ahora estaban casi de la misma estatura,pero Joey le seguía sacando mucho al de altura al pequeño) se tenso y le miro a los ojos. –Me. Converti. En. Mujer.- volvió a repetir, más que serio. -¿Crees que le diría a algun familiar que termine con Mai porque la engañe con un hombre..? ¿o que cuando te llame por teléfono ayer alcance a oir como te agasajabas con Atem?-
Yugi se torno de rojo, sobre todo por lo ultimo y amplio los ojos bastante.
-¡¿Joey?!- grito, a lo cual ‘la’ rubia lo soltaba. -¿Cómo…? ¿Qué es esto? ¿Qué esta pasando Joey..? ¿como es que tu…?
-tengo tres palabras que siento son la respuesta.- dijo, dando un suspiro –Par de zorras- hablo, tan solo confundiendo aun más a yugi que se estaba empezando a marear y se volvió a sentar en el sillón –Mai e Ishizu-
-¿Podrias tan solo explicarme…? No estoy entendiendo nada
-Esta es la cosa…después de lo que le hice ayer a Mai, se fue hecha de la casa un enojo completo,y Mai enojada puede hacer un millón de cosas inimaginables. Cuando..cuando me fui a dormir tuve una pesadilla, Mai me tenia atado a una cama y me encajaba un monton de agujas por cada parte, y de fondo se escuchaban una voz femenina muy macabra…entonces fue que me desperté y ya estaba asi. Llegue a la conclusión de que esa vieja ardida de Mai fue con la bruja Ishizu…y todos sabemos la cantidad que esa tipa tiene cuando le das un muy buen motivo para hacer las cosas…y todavía que son amigas, peor. Estoy bastante seguro de que algo me hicieron ese par de locas y por eso estoy asi.- Dio toda su teoría mientras caminaba de un lado a otro con ansiedad. Yugi se le quedo viendo aun mas mareado que antes.
-No se si eres muy inteligente o estas en extremo paranoico pero… tiene bastante sentido-
-¡Por que esa es la verdad!
Joey y Yugi voltearon a la puerta al escuchar una voz proveniente de esta. Ahí se encontraba Mai Valentine parada, ya que habían dejado la puerta abierta, quien sabe desde cuando estaba ahí.
-¡Tu perra maldita!- grito Joey, pero su voz tan femenina seguía sonando rara inclusive hasta para él. -¿¡Como te atreves a hacerme esto?!-
-¿Oh? ¿y tu quien eres ,eh bonita?- respondió con burla, con unas ganas inmensas de reírse, cosa que si hizo. Entro a la casa como si fuera propia y se acerco a donde estaban estos dos –TU fuiste la zorra desgraciada que me engaño, asi que, ¿no te gusta ser mujer? Te querías coger a un hombre, ahora te los puedes coger con mas facilidad ¿no crees?
Joey apretó los puños con fuerza y camino en dirección de ella enojado. Yugi se mantuvo sentado en silencio, quería permanecer al margen de todo esto. Mai tan solo sonrio ampliamente.
-¡Deshaz esto!- exclamo Joey
-Obligame- respondió con gracia.
-UGHHH!- grito, llevándose las manos a la cara –Mai..mira..de verdad lamente haberte engañado, pero hasta tu tienes que admitir que la relación que tenemos es un asco y nunca funciono, estuvo mal haberte engañado y te juro que lo siento, debi haberte sido sincero..¡por favor regresame a la normalidad!- wow, hasta el habia sonado tan raro al pedir disculpas de ese modo…algo extraño, ya que jamás creyó llegaría a decir una disculpa asi. Quizas estar como mujer le estaba afectando.
-Oh, valla..eres tan dulce que no puedo seguir enojada contigo- hablo mientras le daba un abrazo y le acariciaba el cabello de forma maternal, algo a lo que Joey miro a Yugi con cara de ‘ayudame’ –la dulce niña esta arrepentida de sus actos, pobrecita, me compadeceré de ti…pero no del imbécil de tu primo Joey Wheeler-
Joey se quedo atonito, y la empujo para mirarla de forma retadora.
-¿De que demonios estas hablando?
-esto es lo que va a pasar ahora Joey- hablo, mientras su sonrisa se tornaba mas amplia y perversa. –Estas perdonado pero… no te voy a dejar que te salgas con la tuya. Veras, no voy a dejar que te hayas burlado de mi y no pagues por ello, asi que este es el plan que te propongo ahora, o más bien, esto es lo que tienes que hace r si no te quieres quedar como una niña para siempre. Asi que escucha atentamente a cada cosa que te diga.- Volteo a ver a Yugi, quien se mantenía como expectador desde hace buen rato – Con ayuda de Yugi, ya que lo has metido en esto, te quedaras siendo una mujer durante un par de semanas o aun más si se me viene en gana, yo te dire cuando puedes recuperar tu cuerpo normal y no me importa nada de lo que quieras o no. Si te atreves a molestar a Ishizu o pedirle que lo revierta..mas te vale no intentarlo porque te ira mucho peor. Ahora, ¿estas dispuesto a cooperar con lo que te dire?-lo ultimo lo pregunto con malicia, pues prácticamente habia arrinconado al rubio a que aceptara lo que fuese que le valla a pedir.
-¿Por qué mierdas me preguntas como si tuviera opción de elegir?- se cruzo de brazos, mirándole con el ceño fruncido. –Ya solo habla!-
-Esa es la idea cariño- saco una carpeta de su bolso –De ahora en adelante eres Jamie Hiroki, la prima lejana de Joey Wheeler que se quedo a cuidar de su casa mientras él salía del país de emergencia por un familiar herido en otro estado. Lo que haras será firmar esta carta en la cual precisamente se habla de la situación de ‘Joey’ y porque estará fuera de la universidad durante un tiempo indefinido…el papel ya esta firmado, sellado y autorizado por la universidad, solo falta tu firma para ser entregado.- le extendió la carpeta con una amplia sonrisa. Saco un vestido veraniego blanco, con dos tirantes delgados. Apretado de arriba y suelto de abajo, se lo lanzo a la cara a Joey mientras este leia que en el papel no estuviera regalando sus órganos ni nada por el estilo. –Te conseguiré mas ropa después, mientras pareceras un lindo angelito con esto puesto~- saco unos zapatos sencillos blancos y los lanzo al suelo con desgano. –Bien, es todo, ya te di una cubierta y ahora el resto depende de ti…te sugiero que vallas y entregues ese papel hoy mismo…y si, tienes que hacerlo tu~
Joey se quito el vestido de la cara y miro en distintas direcciones mientras se sentaba en el sillón, terminando de procesar el monton de cosas que le estaban pasando. Vio como Mai se daba la vuelta para retirarse, y Joey se volvió a poner de pie.
-¡Espera! ¿y después que mierdas me vas a hacer que haga?- pregunto, antes de que la rubia se fuera.
-Veras…esa es la idea. Ya te di una cuartada, asi que ahora es tu responsabilidad..has lo que se te venga en gana, ¿no crees? ¿Por qué no vas y ves el monton de beneficios que una mujer hermosa trae consigo mh?- rio por lo bajo, y miro a Yugi. –Lamento que tengas que meterte en esto Yugi, no tengo nada contra ti y lo sabes! Te quiero pequeñin – le guiño el ojo, se despidió con una mano y salió de la casa cerrando detrás suyo y partiendo en su automóvil.
-Maldita hija de su reputisim…
-¡Joey!-
-¡Yugi!
-No estes jugando Joey, esto es muy serio!
-Ya se que es muy serio, maldita sea, tengo ganas de vomitar! –se empezó a pasear de un lado a otro por la sala, lleno de nervios. -¿Cuál es la idea de esto? ¿Cuál es la idea de convertirme en una mujer bonita y resolverme la vida con este papel, y que además me de ropa? No lo entiendo Yugi, pero eso no es nada, nada bueno-
-Lo se, Joey, pero por el momento…creo que lo mejor será hacerle caso a Mai
Detuvo su caminar, volteando a verlo -¿Qué?
-Dije que mejor hay que hacerle caso a Mai, Joey…después de todo, es la mejor opción que tienes ¿No? Ahora eres una chica por muy raro que suene y..te resolvió las cosas, de algun modo, quizás tan solo quiere que aprendaz una lección con esto…Yo digo que lo veamos del lado positivo, dime Joey, ¿Cuántas veces en la vida tienes la oportunidad de ser una chica? Quizas….quizas hasta encuentres algo bueno de todo esto!- Yugi hablo con completo animo, tratando de hacerle ver el lado positivo de la situación –lamentarte y maldecir a Mai no hara que la situación mejore…
Joey se quedo callado unos segundos, luego se acerco y tomo el vestido y zapatos que Mai habia traido de mala gana, pero después dio un fuerte suspiro y asintio a Yugi.
-Tienes toda la razón…Por ahora me cambiare, además creo que ya vas tarde Yug..espera que me cambio y vamos juntos, ¿vale?
Yugi sonrio levemente al notar que Joey logro aceptarlo, asintiendo.
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Despues de haberse cambiado (Ademas de que se peino y arreglo para verse ‘bien’) y haber firmado el dichoso papel, ambos se fueron a paso apresurado a la universidad que no se encontraba muy lejos de su casa. Cuando llegaron, ambos lograron escuchar como daban el timbre de que la primera clase estaba por empezar.
-Oh! Joey…Jamie… yo…-
-Tranquilo amigo, a lo mejor estare asi pero…sigo siendo el mismo, puedo cuidarme solo, ya vas tarde as que no te retrases más de lo debido…-
Yugi sonrio levemente, asintiendo. –ten cuidado, no te metas en mas problemas de los que ya estas, ¿entendiste?
-No soy un niño Yugi! Yo puedo con todo.-
-Pues valla que literal no eres un niño!- contesto con una pequeña risa, no podía evitarlo.
Joey le miro de mala forma, tan solo se despidieron, ya hablarían mas sobre esto en un rato, y cada uno se fue por su camino.
Joey, o como ahora debía ser, Jamie Hiroki, caminaba por los pasillos mientras era observado por diversas personas de maneras distintas, aunque la mayoría le veía con cara de que era una chica muy linda, hasta las miradas lujuriosas que muchos le mandaban. Diablos, debía admitir que el hecho de ser visto asi era muy poderoso, le hacia sentirse grande y le metia una enorme seguridad y le alimentaba el ego. Cuando doblo en una esquina, se estrello de frente con un pelinegro que tambien parecía querer darse la vuelta.
-¡Ah! Perdón…- Levanto la mirada, y noto que aquella persona con la que había chocado era su amigo, Duke.Se quedo paralizado, no supo como reaccionar, y el pelinegro le estaba observando de un modo que jamás le había visto. Ah, claro, debía recordar que…era una mujer.
-Tu- dijo Duke, tomando ambas manos de Joey, quien observo las manos con los ojos abiertos, y luego levanto su mirada de nuevo con sorpresa. –¡Tu eres…eres idéntica a un amigo mio!- hablo, con animos en sus palabras, fue entonces que Joey recordó como era este sujeto cuando de mujeres hermosas se trataba. -¿Te importaría dejarme tomarte una foto ? Esto le va a encantar a mi amigo- sonrio, aunque de cierta forma coqueta.
-¡Eres un enfermo!- dije, y luego le dio un empujonsito y salío corriendo rápidamente para llegar a la dirección.
Sinceramente no le había gustado hacer aquello, pero no se le ocurrió nada mejor para zafarse de la situación y no estaba muy bien aun como para lidiar con el hecho de ser una chica y tener que encontrarse con un conocido, además de Yugi y Mai y solo porque sabían la verdad.
-jodida vida- se le escapo decir en voz alta cuando por fin llego a la dirección, abrio la puerta de esta y cuando entro se choco nuevamente con alguien, y provoco que se le cayeran un monton de papeles que al parecer traia en la mano. -¡Maldición!- exclamo, apretando los dientes, pero de inmediato se agacho a recogerlos sin siquiera ver quien era, y cuando termino de juntarlos y notar que todas eran copias de la misma cosa por lo cual el orden no importaba, se levanto y cuando por fin levanto la cabeza y extendió los papeles para ver quien era…su cuerpo se congelo.
Por qué de todas las personas que se pudo haber chocado en el mundo, tenia que haberse chocado anteriormente con Duke Devlin….y ahora con Seto Kaiba.
-Lo siento, no te vi- se disculpo Joey, algo que realmente le sorprendió de si mismo, porque…¿Por qué se habia disculpado con él? Jamás en la vida había pedido perdón por algo, definitivamente el ridículo cambio no lo tenia bien.
Kaiba no djo nada, y tomo los papeles, pero en vez de moverse, se había quedado parado viéndolo. Joey estaba acostumbrado a devolverle la mirada de forma retadora cuando este le vea asi, por lo tanto, naturalmente lo estaba haciendo.
-¿Qué tanto miras? ¿se te perdió algo o que?- dijo el rubio. Ahora era una chica..la verdad le daba muchísima curiosidad que clase de persona era Kaiba cuando una chica le respondia agresivamente, puesto que por lo general las chicas siempre tratan de ser lindas o amables con él porque, bueno…era Seto Kaiba.
-Nada, me recordaste a mi perro- fue lo único que dijo con indiferencia, y le cruzó por un lado. Joey sintió la sangre hervirle, esa respuesta le calaba en cada fibra de su ser.
-Este imbécil egocéntrico- respondió Joey cuando el otro ya le había pasado, provocando que Kaiba se detuviera.
-¿Qué dijiste?- dijo, y se giro nuevamente a la chica, quien se dio la vuelta tambien y le miro con una sonrisa divertida.
-Dije, imbécil egocéntrico- respondió con completa naturalidad. Decir palabrotas con la voz dulce y suave de una mujer era muy divertido. Kaiba frunció el ceño.
-¿Quién demonios te crees que eres mocosa?- respondió, obviamente enojado, nadie le hablaba asi, y mucho menos una desconocida. –Tu no sabes nada sobre mi-
Joey, con la sonrisa aun en su rostro, dio un paso hacia el frente, levanto la mirada y con el ceño fruncido pero sin quitar su sonrisa, coloco un dedo en el pecho del castaño.
-Soy Jamie Hiroki…¡y se más de ti de lo que te imaginas!- y con eso ultimo se dio la vuelta, camino meneándose de manera coqueta y entro a la dirección.
Se recargo en la puerta después de haber cerrado, la secretaria que le dejaría entrar estaba atendiendo a otra persona, y el mientras camino para sentarse en una de las sillas para esperar su turno. Su corazón latia con bastante fuerza, lo que acababa de pasar le había puesto de ese modo. De algun modo, sentia sus mejillas arder. Acababa de hacer algo que como Joey Wheeler de seguro hubiera terminado con la cara reventada, y le había traido mucha adrenalina el haber enfrentado a Kaiba de ese modo.
Amplio una sonrisa.
En definitiva…ser una mujer iba a ser muy, muy divertido.