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¡No soy tu conejillo de indias! por Nira Tao

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Notas del capitulo:

Hola mis chicos y chicas hermosos!!

Usagi: callate y pon la conti.

Nira: que mala... TnT, como ven, por tanto amor que le dieron a USagi termino teniendo vida en mis comentarios.

Usa; Um.. ni que fuera tan malo... ^.o 

Nira: aja... en fin por fin subo la conti!! xD jaja sorry, pero ando ya ocupada a inicio de año... que cosas, no?

USa; Y de colmo andas anferma... iuu- se aleja de sus mocos-

Nira: Dejame! que odio tener gripa T^T en fin disfrute

Al día siguiente Izaya despertó más tarde de lo usual, cerca de medio día, y sin contar que estaba  algo adolorido y con los músculos engarrotados, con pereza tomo una ducha caliente y comió algo de pan tostado con café. A los pocos minutos de sentare frente a su computadora Namie entró al departamento con el trabajo que ya tenía listo de varios clientes que tenía que ir a ver ese día, pero el rostro de castaña estaba confusa al verlo.

-¿Sucede algo Namie?

-Pensé que no estabas en casa- le entregó la información para sus clientes de ese día.

-Solo me quedé dormido- se levantó de su asiento y se encaminó a la salida, tomando su abrigo en el camino- Nos vemos~

-Si Izaya estaba durmiendo… ¿Quién estuvo en el Sunshine 60 haciendo bromas?- Al encender el televisor, en las noticias mostraron como algunas señales de tránsitos tenían caras graciosas pintadas con aerosol rosado, para luego mostrar como una mancha negra saltaba de edificio en edificio.

-Creo que pasaré por algo para almorzar en el camino- Al llegar a Ikebukuro, caminó tranquilamente hacia Russian Sushi, pero a lo lejos pudo distinguir aquella melena rubia que tanto conocía. Aquel detalle le dio un escalofrío. “Estúpida bestia, por tu culpa…” Estaba listo para lanzarle una de sus navajas, para al menos dejarlo calvo, pero vio que a su lado estaba su pegoste extranjero. “Varona-chan… ¿hace cuanto que jugué con ella?” Se preguntó con una sonrisa sádica al recordar aquel enfrentamiento cuando aún era una chica.

A paso firme, empezó a caminar hacia la pareja de guardaespaldas, pero al estar un poco más cerca vio que Shizuo dejó caer su celular al suelo, en ese momento una mejor idea se le cruzó, no mataría a nadie, pero haría enojar al rubio, mientras él podía escapar a Shinyuku el resto del día. “Aplastar el celular de Shizu-chan y poder disfrutar de su expresión cuando lo esté destrozando. Sí, es una gran idea, y mañana podré jugar con Varona-chan” Pensó triunfante, y de un gran salto se dispuso a pisar el celular.

Pero para su mala suerte, haber saltado desde tan lejos hacia un objeto ligero y de plástico sobre el asfalto, fue lo peor. Al caer sobre el aparato, terminó por resbalarse, golpeando fuertemente su cabeza en el asfalto, en cuanto al celular terminó volando hacia la cabeza del rubio, ocasionando que lo golpeara. Aún en el suelo, y sobándose la cabeza, donde ahora había un chichón, vio como el rubio volteaba lentamente con la mirada enfurecida.

-Ups… Shi… Shizu-chan~

-Estás muerto…

 Y como es costumbre para los ciudadanos de Ikebukuro, Izaya corría entre calles y edificios lanzando navajas y esquivando grandes objetos que intentaban darle fin. Shizuo lanzaba todo lo que estaba a su alcance. En el momento en que el moreno estaba por aterrizar, el rubio lanzó una señal de tránsito, como si de una jabalina se tratase, logrando enganchar el abrigo de Izaya en el muro de un edificio. Estaba a pocos metros para tener su cuello entre sus manos, pero el informante rápidamente lanzó una especia de bomba de humo color azul que lo hizo toser violentamente. Guiándose por el olor que desprendía el informante empezó a seguirlo por el humo, una vez pasándolo logró verlo sobre una alfeizar para luego saltar a un techo bajo de un edificio, lo siguió hasta las vías de los trenes donde para suerte de la pulga, su persecución se vio interrumpida cuando Izaya logró pasar por el otro lado de las vías del tren justo cuando pasaba.

-¡Nos vemos, Shizu-chan!~- y con una carcajada, se perdió de vista entre las vías de los trenes.

-Estúpida pulga, cuando te pesque…-Sacó un cigarrillo y lo encendió. “¿Qué harás?”, escuchó una voz haciéndole aquella pregunta, su conciencia se imagino, así que simplemente…- No lo sé- se contestó a sí mismo.

 

-Eso estuvo cerca- Izaya se detuvo en una pequeña estación para tomar el tren para el centro de Shinyuku- No tenía ninguna advertencia estas cosas- sacó el pequeño frasco con esferas con la etiqueta “Humo, Yo y yo”- Se supone que esto… ¿haría una copia mía para escapar?- leyó el reverso del frasco- Ah, solo si lo inhalas… Bueno no lo respire, así que no me interesa. Usagi debe de ver que algunas de sus cosas realmente no funcionan- dijo entre risas, sentándose en una de las sillas del metro para seguir con su camino.

 

 

-¿Shizuo aún no vuelve?- dijo Tom tocando la puerta de un pequeño departamento que estaba en el tercer piso del edificio.

-Negativo. Ya le informé de nuestra posición, pero aun no hay respuesta- dijo guardando su celular para revisar de nuevo si el rubio le había contestado.

-Bueno, ya nos alcanzará. Pero pensé que esos dos empezaban a llevarse bien de una vez por todas- suspiró y volvió a tocar- ¿Hay alguien en casa?

-¿Sí?- por la puerta se asomó una pequeña niña que no aparentaba más de nueve años, de piel blanca, cabello corto y ojos negros, vestía su uniforme de escuela, un vestido tipo marinero azul y blanco.

-Disculpa las molestias linda, ¿se encuentra tu papá en casa?- le da una tarjera de presentación- No somos sospechosos ni nada, pequeña.

-¿Papá les debe dinero de nuevo?- dijo la pequeña sin mostrar expresión alguna.

-Sí…- dijo simplemente el moreno. “Me recuerda a Kasuka”

-El no está por el…- se escuchó como alguien quebraba un cristal.

-¡Nina! ¡El almuerzo!- se escuchó la voz de un hombre dentro del departamento, la pequeña suspiró- ¿Quién molesta?- al ver la puerta ser abierta completamente por la rubia se sorprendió- Hola, belleza…- su sonrisa se borró al ver a Tom a su lado.

-Señor Sarata… - Dijo con una sonrisa Tom, quedándose en la entrada del departamento.

-No… no tengo dinero. Digo, aun no tengo el dinero completo- vio a su hija parada a lado de la rubia- Tuve que pagar la escuela de mi niña…

-Miente- dijo fríamente Varona, al notar como su jefe la veía de reojo.

-¡No! Es… Es verdad… ¿Verdad Nina?- al ver que su hija no contestaba, tomó un jarrón que estaba a su lado y lo aventó contra la niña. Varona sin problemas detuvo el objeto, y vio como el hombre corría dentro de la casa.

-Saldrá por la ventana, afuera hay una enredadera por donde siempre escapa- dijo sin emoción la pequeña.

-Varona…

-Senpai, está cerca- dijo viendo su celular.

-Él se encargará- marcó a Shizuo y le comentó lo sucedido para luego colgar- ¿Nina-chan?- la pequeña lo volteó a ver- ¿Sabes dónde está tu madre?

-No, papá dice que se fue porque no me quería, pero sé donde vive la abuela, suelo ir con ella cuando papá escapa.

-Bien. Ella es Varona-chan, ella te acompañará, ¿de acuerdo?- la pequeña asintió con la cabeza- Ella es muy fuerte así que te mantendrá a salvo, toma lo que necesites y ve con ella.

-¿Estará bien la niña?- dijo la rubia, una vez que la pequeña se fuera a una de las habitaciones.

-No lo sé, pero prefiero que se quede con otro familiar que en este lugar- vio como el departamento estaba lleno de basura y botellas de cerveza- Ve a su habitación y ayúdala, llamaré a la policía para esto.

La habitación de Nina, estaba limpio y ordenado, Varona le ayudó con una pequeña maleta donde metió su ropa, y la mochila donde tenía sus útiles de la escuela, antes de salir tomó un pequeño mono de peluche en brazos y salió de la habitación seguida de la rusa. Al salir Varona vio que su puerta tenía tres pasadores por dentro, con el seño fruncido salió para encontrarse con Tom, y antes de ir camino a la casa de la abuela, le susurró lo que vio.

-Que suerte que Shizuo, no estuvo- dijo sentándose en la entrada de la casa, mientras esperaba a los policías.

 

Mientas eso pasaba dentro de la casa, Shizuo recibió un mensaje de Varona, no se encontraba ya tan lejos de donde estaba su jefe, así que tomó un atajo por un callejón solitario, antes de salir de ese lugar, sintió que algo pasaba por sobre su cabeza, creyó haber visto a Izaya, pero al no sentir su aroma dio a suponer que no fue más que un ave que pasaba.

Al llegar al complejo de edificios, recibió la llamada de Tom, donde le decía que el deudor escapó dejando a su hija sola, Varona se encargaría de la pequeña, mientras él buscaba al tipejo que intentó atacar a la niña en sus narices para escapar. Furioso, colgó y guardó su celular. Recordó que antes de llegar vio como un tipo bajaba por una enredadera y salía corriendo. Siguiendo la misma dirección para seguirlo y darle su merecido.

 

-Esos tontos no podrán atraparme- dijo el hombre corriendo hacia un callejón, cuando bajó de la enredadera pudo ver al rubio vestido de barman entrar a su calle. Tan distraído estaba en su carrera por escapar que no vio a la persona que estaba frente a él, ocasionando que chocaran y callera sobre un joven- Maldición…

-Eso dolió- dijo una voz masculina, pero por el timbre que tenía, se notaba que era más joven que él. Al ver bien al joven que tenía debajo, se puso pálido, aquel abrigo, la piel blanca y cabello negro; era el informante de Shinyuku, pero algo en él era diferente- ¿Te quitarás de encima o te quito yo?- dijo con una radiante sonrisa.

-Lo lamento- se levantó lentamente, y sin despegar la mirada del bello joven de cabellos azabaches, que se sacudía el polvo de su abrigo.

-Esta bi…- al meter una de sus manos en sus bolsillos se quedó a mitad de frase, y la hermosa sonrisa del moreno se borró para cambiarla por una de tristeza- Los rompiste…- dijo sorbiendo su  nariz y con ligeras lágrimas que amenazaban en salir sacando lo que parecía ser unos grandes audífonos blancos con detalles rosados- Rompiste mis…

-Te encontré gusano- una voz gruesa interrumpió el lugar, ambos hombres vieron al recién llegado. Uno lo vio con absoluto terror, en cuanto al más joven lo vio impresionado- Te daré una buena lección.

-A… ¡Aléjate!- Sarata, tomó al joven por la espalda, con una llave dejó “inmóvil” al moreno, y con un bolígrafo que cargaba, colocó la punta de este en su cuello- Sí, si te acercas él morirá.

-¿Ah?- el rubio se fijó en el joven que era un poco más bajo que el deudor, y se dio cuenta que era Orihara Izaya. “¿La pulga? Imposible, no… huelo nada… además se supone que escapó hacia Shinyuku, ¿cómo?”- Mátalo, por mí mejor, si la pulga desaparece de la faz de la Tierra- dijo como si nada, pero en su mente ya tenía la manera para alejarlo de su pulga… “Tiene que ser una broma… No, no es mi pulga… bueno sí, yo lo asesinaré, así que lo salvaré solo para matarlo con mis propias manos. Pero, tiene algo diferente…”

-Que cruel es Shizu… Shizu-chan- dijo el moreno con una sonrisa y con ese timbre agudo e infantil.

-Entonces, si se trata de Orihara Izaya…- vio al menor y se restregó a su trasero y olió el aroma que desprendía su cabello- He escuchado, que eres una puta, Orihara-san. ¿Qué tan cierto es eso de que eres bueno en la cama?

-¿Qué?- dijeron ambos sorprendidos.

-No te hagas el tonto. Además, debo de admitir que para ser hombre te vez muy apetecible- Volvió a frotar su pelvis con el trasero del moreno.

-¡Oye! Suéltalo, ahora- dijo Shizuo intentando contener la ira que empezaba a crecer en él, arrancó una escalera de emergencia del muro.

-¿Por qué acaso te van las putas como Orihara?- rio estridentemente, al ver de nuevo al moreno, un escalofrío le recorrió la columna. Esos ojos rojos lo veían molesto, y antes esa vacilación, no vio venir el hecho de que el moreno se deshiciera de su agarre, golpeándolo en la boca del estómago haciéndole caer de rodillas.

-Nunca, vuelvas a tocarme de esa manera- dijo fríamente. El deudor, le dio un puñetazo en la mejilla izquierda, tan fuerte que el moreno sangraba por la comisura de los labios, que le sonreían sádicamente, al ver de nuevo sus ojos, vio que uno era rojo y el otro… de color magenta.

-Qui… ¿Quién eres?- dijo aterrado al ver como se posicionaba a sus espaldas y lo amarraba con los cables de sus audífonos rotos.

-Izaya…- con una sonrisa vio al rubio- Shizu-chan, es todo tuyo… nos vemos- se dio la vuelta para caminar hacia el centro de Ikebukuro.

-Alto ahí, tú no eres la pulga…- pasó de largo al deudor, quien suspiró aliviado, intentó arrastrarse para escapar, pero su camino se vio bloqueado de repente al ver caer un gran contenedor de basura ante sus ojos, estaba tan cerca de su cabeza que se desmayó del susto- ¿Quién eres?

-Claro que soy yo, Shizu-chan. Soy Izaya.

-Si fueras la pulga, te hubiera olfateado antes de entrar a este callejón- se paró a escasos centímetros del moreno, que aun tenía los ojos cerrados por la gran sonrisa que le daba.

-Waa, Shizu-chan es un pervertido. Sabe de mi aroma. Sabes, puede que te quedaran secuelas de la vez, de… ya sabes… guau, guau- Shizuo, lo tomó del brazo y lo acorraló contra el muro, quien gimió por el golpe.

-No, tú no eres la pulga- dijo cuando olió su cuello. Al verlo de nuevo a los ojos, vio que lo miraban un par de ojos bicolores, uno rojo y el otro magenta- Esos… ojos… magenta…

-¿Magenta?- dijo sorprendido y se cubrió los ojos con las manos- Diablos, debió haberse caído la lentilla con el golpe…

-Yo te he visto antes…- le retiró las manos del rostro- ¿Quién eres?

-¿Me recuerdas?- dijo coquetamente y colocando sus brazos alrededor del cuello del rubio- Dilo, ¿Dónde me viste?

-En mis sueño… Aparecías para decirme…

-Que te pertenecemos- le besó la punta de la nariz- Pero, por ahora… Llevemos al pervertido con Tom-chan y después me acompañarás a comprar unos audífonos nuevos- le sonrió dulcemente.

-Mira, no sé… ¡Ah! Esto es confuso y me molesta- golpeó la pared frustrado. Para luego darse cuenta que Izaya tenía arrastrando al deudor de su camisa.

-¡Shizuo-san! Ayúdame este tipo está muy pesado- el moreno hizo una expresión bastante tierna a ojos el rubio, fruncía el seño como señal de hacer mucho esfuerzo y hacia un puchero al ver que no se movía ni un centímetro el hombre inconsciente. En especial cuando ya lo había movido más de tres metros sin sudar siquiera.

-Espera, pulga alterna. Le preguntaré a Tom donde están- rápidamente le escribió un mensaje.

-No me llames de esa manera, suena horrible- hizo un puchero- Yo te llamo por tu nombre, no como Izaya-kun…

-Bien, ¿Cómo te llamas entonces?- cargó al deudor sobre su hombre como costal de papas. Y leyó el mensaje que le mando el moreno.

-Umm… Dime solamente, Psyche.

-Entonces vamos Psyche, llevemos a esta tipo a la policía- Empezaron a caminar hacia la estación de policía más cercana, viendo de reojo constantemente a la copia de Izaya, que parecía ser bastante inofensivo. “¿Debería de decirle a la pulga sobre esto?... Creo que mejor llamo a la mini pulga”

-Shizuo-san, ¿se encuentra bien?- dijo el moreno viendo como Shizuo fruncía el ceño bajo sus lentes de sol.

-Sí, de casualidad, ¿no tienes el número de la mini pulga? Digo, Usagi.

-¿Usa-chan?- el rubio asintió, llevó un dedo a su barbilla como si trata de concentrarse- No me lo sé, Izaya-kun lo tiene, pero él no regresará a casa hasta muy tarde. Pero si me consigues unos audífonos nuevos, puedo comunicarme con ella.

-¿Solo con unos audífonos?- Psyche asintió enérgicamente.

 

 

-¡BASURAS MUEVAN SUS DÉBILES TRASEROS!- gritaba una chica de cabello blanco atado en dos chongos, llevaba puesto un antifaz plateado y un vestido negro ceñido al cuerpo, la parte baja des vestido estaba completamente rasgado dejando ver gran parte de sus piernas, a penas y le cubría lo necesario- ¡Tú!- apuntó a un hombre vestido con un mocasín gris claro- Si vuelves a mirarme el trasero, terminarás como estos gusanos- apuntó con su Kwan Do al hombre que tenía los brazos y piernas rotos, llorando por piedad bajo uno de sus pies- Ahora sáquelos rápido, este lugar me da nauseas- vio con asco las paredes llenas de sangre, la mayoría de las personas de ese lugar estaban muy mal heridas, y otros pocos habían muerto por desmembramiento. Caminó con elegancia, sacudiendo la sangre de su arma, hasta la salida, donde un hombre alto de traje negro la esperaba con una botella de agua y una toalla- Gracias, Ryu-chan, eres el único que me sirve de esta bola de tontos- se sentó sobre una piedra, viendo a sus subordinados subir a los heridos en varias camionetas.

-Señorita, le llegaron varios mensajes del joven Orihara y una tal Yagiri Namie- le dio un celular con funda de conejito blanco esponjoso.

-Gracias, ayuda a esos tontos, y cuando terminen de recoger todo quemen el lugar- bebió un poco de agua y vio al gran hombre alejarse. Empezó a leer la información que le mandó Izaya, para después leer los de Namie, que al instante escupió su agua de la impresión y volvió a leer el mensaje por si había algún error- No… Miarda…

-La señorita me da mucho miedo- dijo un hombre de traje rojo cargando a un hombre con las piernas rotas- Acabar con una manda de locos armados hasta los dientes únicamente con esa enorme lanza.

-Eso fue lo más gore que he visto en mi vida- dijo su compañero, con el rostro verde- Ya ni los Yakuzas son tan sanguinarios.

-Deja la sangre de lado, que una mujer de esa estatura acabara con sesenta hombres armados en dos horas es más terrorífico.

-Pero sexy- dijo el hombre algo que antes se encontraba con Usagi, todos asintieron de acuerdo con su compañero. Lady Killer igual de hermosa como peligrosa, más lo segundo- Dense prisa, que la señorita debe de tener hambre, y saben cómo se pone.- Al instante todos empezaron a correr como locos, prácticamente lanzando a los herido dentro de las camionetas.

-¡Ryu-chan!- el gran hombre fue corriendo hasta la albina que se había puesto de pie, se veía nerviosa.

-¿Sí?

-Necesito la moto, ahora.

-Pero la misión…- se calló al ver como se quitaba el antifaz y la veía molesta- En seguida la preparo, vaya al hotel por un baño y algo para recuperar energías cuando termine, su moto la esperará afuera.

-Gracias- le sonrió inocentemente, subiendo a un pequeño auto- Estas a cargo,  los veo en Ikebukuro- así como se despidió arrancó para perderse el camino de terracería que había en medio de aquel bosque.

-¿Ahora que habrá pasado?

-Ese idiota de Iza-nii, no comió los bombones que le deje… Ahora él debe de estar por las calles suelto…- Frenó al llegar a un gran hotel de aspecto occidental tradicional, a paso rápido fue a su habitación para prepararse para salir en ese momento.

Al terminar de bañarse, se puso una blusa azul marino con un abrigo en forma de panda, una falda negra, mallas y botines del mismo color, su cabello lo volvió a ocultar bajo una peluca corta color negra. Al bajar a la recepción, “Ryu-chan” la esperaba con su casco negro con detalles plateados en forma de orejitas de conejo, y con una gran moto negra con blanco a su lado.

-Buen trabajo Ryu-chan- le dio la última mordida a su emparedado de queso, para luego subir a la moto- Creo que te llevaré conmigo a todas las misiones que tenga con los Awakusu-Kai, nos vemos- se puso el casco y a gran velocidad se alejó del hotel.

“Por favor, que Iza-nii no se estere de esto, o estaré muerta” pensaba al recordar las imágenes de los letreros pintados de rosa y la mancha negra que saltaba entre edificios, al principio se pensó que era Izaya, hasta que Namie le había confirmando que mientras eso pasaba el informante dormía. Y algo dentro de ella le decía que eso había sido liberado.

 

-Shizuo-san, ¿podrías sacarme esta lentilla? Está comenzando a molestarme- se restregó el ojo que aun tenía la lentilla roja.

-Puedes solo, además fuiste tú quien se las puso.

-Pero tarde horas en poder ponerlas- hizo un puchero, y jaló al rubio a un lado de la transitada calle- Vamos es muy molesto y no dejare de… picarte si no me ayudas- empezó a picar su mejilla con un dedo.

-¡Bien! Pero deja eso- le dio un manotazo, y se inclinó hacia Psyche, quien se quedó completamente quieto, esperando que le quitaran su tortura de  su ojo- No te… muevas…

-Shi… Shizuo…. No seas brusco, que duele- empezó a soltar gemiditos que ponían nervioso al rubio, más por las miradas que le dedicaban algunas personas.

-Cierra la boca, o no te ayudo- Psyche hizo un puchero, y sintió como el rubio le sacaba la lentilla.

-Que aburrido eres- parpadeó un par de veces, y vio a Shizuo a una distancia considerable de él- Gracias.

-¿Qué?- el rubio vio al más pequeño con sorpresa- Sí, en definitiva no eres la pulga, tú no eres molesto.

-Oh, gracias- sonrió y empezó a caminar empujando a Shizuo, quien solo se dejaba hacer- Pero te equivocas.

-¿A qué te refieres?- caminó hasta una plaza donde había varias tiendas de electrónica.

-Soy Izaya, pero a la vez no- vio al rubio confundido- Soy Izaya, por soy una parte de su corazón, por no decir, que YO soy el corazón de Izaya. Y no soy Izaya-kun, porque como vez, tengo voluntad propia y mi propia personalidad.

-Oh, ¿eres su lado humano?

-Ummm…. Más o menos. Izaya-kun es más humano de lo que aparenta, pero como sabes… él lo oculta para no salir lastimado- sonrió con tristeza- Por eso, se puede decir, que existo.

“Izaya dejó de amar, para que no lo lastimaran de nuevo, ni a él ni lo que ama” Shizuo volvía a escuchar a Usagi decirle aquellas tristes palabras.

-¡Mira!- Psyche jaló del brazo al rubio sacándolo de sus pensamientos, entró a una tienda de discos y vio una pared llena de audífonos de todos los tamaños, colores y formas.

-¿Cuál te gusta?- vio al rubio con una sonrisa y luego empezó a ver todos, hasta detenerse con unos que eran parecidos a los suyos. Un par de audífonos grandes de color blanco en forma de conejito, la parte interna, el cojín, era de un rosa brillante, la banda superior eran dos líneas delgadas del mismo rosa, y el cable que conectaba  a los aparatos, del mismo color.

-Este- dijo feliz, para luego ver al rubio y luego ver otros audífonos bastante extraños. Eran blancos con detalles rosados, su forma cuadrada y el hecho de que no se usaba con una banda superior, sino que el soporte era en la nuca, era como ver un rectángulo largo que pasaba por detrás de la cabeza de quien lo usara-… De…

-¿Te gustan más esos?- dijo apuntando los cuadrados.

-No, estos. Esos me recordaron a alguien- le dijo con una gran sonrisa- Tal vez, algún día los conozcas a todos- dijo en un susurro caminando hacia la caja de cobro, de tal modo que Shizuo no escuchó lo último.

-Serían, diez mil yenes- dijo el joven detrás del mostrador, intentaba mantener su amable sonrisa, pero el pobre no paraba de temblar de miedo al ver quienes estaban frente a él. “Debí declararme a Sora-san, ahora moriré sin haber sido amado por una bella mujer” Lloraba internamente el jovencito.

-Aquí tiene- Shizuo dio una tarjeta de crédito para sorpresa de Psyche, quien tenía la billetera (que le robó a Izaya) en la mano, y el jovencito al ver como su tienda y él seguían con vida- Considéralo un regalo, eres mejor compañía que la pulga, y por alguna razón, se siento tranquilo a tu lado…- dijo dudoso ante las palabras que salían de su boca.

-¡Gracias!- le abrazó por la cintura mientras el rubio firmaba y le entregaban su compra en una pequeña bolsa de plástico.

Al salir de la tienda Psyche abrió como pudo el paquete que protegía los audífonos, ante la atenta mirada del rubio.

-¿Cómo hablaras con Usagi?- se sentó en una banca que había del centro comercial.

-Yo no hablaré con ella, serás tú- Se puso los audífonos- Tu celular…- sin dudarlo el rubio se lo dio, y vio como los conectaba- Yo seré algo así como tu red, habla como normalmente lo haces- le devolvió el celular, se sentó a su lado y cerró los ojos.

-¿Hola?- Shizuo escuchó la voz de Usagi, y lo que parecía ser viento.

-Mini pulga…

-¡¿Cachorro?! ¿Cómo conseguiste mi número?- dijo sorprendida.

-Eso no importa ahora, dime ¿dónde estás? Necesitas ver algo…- vio de reojo a Psyche que aun parecía dormido sobre su hombro.

-Estoy en camino a Ikebukuro, tuve que salir ayer… pero Namie me mando algo, que me preocupa…

-¿Qué?- dijo serio.

-Mira, no espero que lo entiendas ni nada, pero ahora estoy preocupada porque Izaya no sepa de… lo que está pasando…

-Izaya está fuera de Ikebukuro- escuchó como suspiraba la albina- En cuanto a los grafitis… ya fueron borrados desde medio día.

-Oh, qué bueno. Ahora solo tengo que llegar a tiempo para encontrarlo… Digo… este…

-Sé de quién hablas, él está conmigo en este momento- volvió a ver a Psyche- Psyche, me esta comunicando contigo…

-¿Psyche? ¿Así se llama? ¿Co… Cómo es?

-Idéntico a la pulga físicamente, un poco más bajo y sus ojos son magenta. Es más agradable que la punga- suspiró- ¿A qué hora vuelves?

-Espero llegar en tres horas.

-¡¿Tres?! ¡Tengo trabajo!

-¿Y eso qué? Siempre olvidas tu trabajo para perseguir a Iza-nii, esto es casi lo mismo. Así que aguanta. Que Psyche te lleva al departamento donde estamos quedándonos, ahí los veo- cortó la llamada.

-Esa mocosa- sintió como Psyche empezaba a despertar- ¿Estás bien?

-Sí, solo tengo algo de hambre… Ser real es muy interesante- sonrío.

-Vamos a comer, ¿deseas algo en especial?

-Umm, no lo sé, nunca he comido nada. Lo que más te guste Shizuo-san.

-Vamos por un poco de ramen- empezó a caminar fuera del centro comercial, con el moreno dando saltitos a su lado- ¿No necesitas comer?

-Nop, ni siquiera soy humano, o al menos no lo era antes de…

-¿De qué?

-No sabría explicarlo, antes estaba dentro de Izaya-kun, pero cuando me di cuenta podía sentir un aroma muy dulce, al seguirlo vi una luz que me dejaba ver a través de Izaya-kun. Nos pusimos a conversar, y claro que pude…- vio a Shizuo con una sonrisa malévola- ¿Te gustó el regalo que te mande?

-¿Regalo?

-El video de Izaya-kun~

-Tú…- el rubio pasó el estar sorprendido, a ponerse azul del pánico para terminar rojo de vergüenza e ira. Al ver aquello Psyche, dio dos pasos lejos de él- ¿Por qué me mandaste esa cosa? ¡Tienes idea de los problemas que he tenido por eso!

-Lo mandé porque era lo que deseabas- el rubio se descolocó por aquella respuesta-¿Y por qué problemas? Solo te lo mandé a ti, aunque lo más seguro fue que Usa-chan lo haya descubierto ya que usé su computadora…- dijo poniendo un dedo contra su barbilla.

-Claro que lo sabe- se masajeó las sienes con ambas manos- Es aquí. Mientras ordenas y comemos quiero una buena explicación, eso de que “porque yo lo deseaba”, no tiene sentido, yo no siento nada por ese parásito- el moreno asintió con la cabeza.

El puesto de ramen era pequeño, una barra con unas cuantas mesas, a esas horas de la tarde no habían muchas personas, pero aun así se sentaron una la mesa más alejada para poder conversar tranquilamente. Una joven mesera tomó su orden, les dejó un par de tés helados y los dejó solos de nuevo.

Las noticias corrían rápido en Ikebukuro, desde el que habían visto a “Izaya” y a Shizuo paseando juntos por el centro y haciendo compras, muchos empezaron con los rumores.

“Lo han visto, Orihara y Heiwajima están dando un paseo en el centro comercial”

“Debieron de hacer las paces”

“Estoy segura, que son dos personas disfrazadas de ellos, es imposible que se lleven así de bien, de la noche a la mañana”

“¡Para nada, ambos son pareja!”

“¿Cómo pareja? Esos solo pasa en los mangas, esos dos son perros y gatos eternamente”

“Tal vez, tienen una tregua. ¿No lo han escuchado? Hay desapariciones repentinamente”

“Eso es más creíble, el informante y el hombre más fuerte, es la combinación perfecta para resolver aquel caso”

“Los policías aun no encuentran nada, pero estoy seguro que Orihara ya sabe todo”

Entre más comentarios que pasaban en salas de chat, en foros y blogs, que rondaban la internet desde temprano, ya no se sorprendían tanto en ver a los enemigos declarados, andar paseándose juntos. Aunque claro, no por eso los dueños de las tienes bajaban la guardia.

 

-Ahora dime, ¿Cómo es eso de que “yo” deseaba aquel video?- dijo el rubio viendo como el moreno probaba la bebida helada.

-Esta deliciosos- dijo con los ojos brillantes- Bueno…- tomó un dos servilletas poniendo una enfrente de la otra- Esta eres tú- señaló la que estaba del lado del rubio- Y esta es Izaya, ambos siempre han estado juntos desde Raira…

-También estaban Kadota y Shinra.

-Sí, pero ambos al momentos que juntaron sus miradas, hicieron una conexión de la cual ambos ignoran- usó su popote para crear un camino entre ambas servilletas- Ese “sentimiento” de querer “asesinarse” es solo porque no comprenden esa atracción que hay entre ustedes.

-No hay nada…- en aquel momento llegaron sus pedidos, poniendo un ramen de cerdo para Shizuo y uno de res para Psyche.

-Esos siempre me dice Izaya-kun, pero se mienten a ustedes mismo. En cada pelea, siempre se lastiman hasta el punto de asesinarse, más nunca lo hace. Sí, Izaya-kun te ha atropellado con camiones y apuñalado en zonas delicadas, más sabe que esas cosas no son capaces de matarte. Él sabe cómo darle fin a tu vida, así como tú a la de él- comió el naruto primero, saboreando aquel particular sabor- Además, como se lo dije a Izaya-kun, ambos siempre se buscan. Si uno de los dos se va, digamos, Izaya, por un tiempo, tú empiezas a preguntarte dónde está y por qué no ha aparecido para fastidiarte, y cuando menos te lo esperas él aparece y te pones… contento. Si ambos están molestos y fastidiados, se buscan para descargarse. Igualmente tú podrías haberte ido hace mucho para tener una vida sin Izaya, pero no lo haces.- sonríe antes la estupefacción del rubio- Más de una vez pudiste matarnos, pero no lo hiciste. Y después de lo que pasó con Rocchi- hizo un gesto de molestia- Esa parte tuya sabía que estaba mal ese beso, porque no éramos nosotros.

-¿Cómo sabes todo eso?

-Porque tú también tienes a alguien como yo en tu interior- empezó a comer su ramen con una gran sonrisa.

-¿Qué?

-Sí, también tienes una personalidad que ignoras, pero que tienes en tu interior. Yo puedo hablar con él, siempre estamos juntos cada vez que ustedes duermen o están cerca el uno del otro.

-¿Cómo es eso posible?

-Creo que podría decirse, que vivimos en una especie de mundo donde sus sentimientos y pensamientos están conectados…- tomó un pedazo de res de su plato poniendo a un lado, tomó un poco del cerdo de Shizuo poniéndolo en el otro extremo de su plato, los unió con un fideo y en medio puso un su último naruto- Como dije, cuando se conocieron el Raira, su destino fue marcado a estar el uno con el otro. Ambos diferentes, pero a la vez iguales. Aquí- señaló el naruto- Es de donde vengo, en ese “mundo” existimos sus personalidades. Por eso te pude ver en tus sueños- lo vio con picardía.

-Eso… Eso era privado…

-Está bien, no me sorprende, Izaya-kun tiene ese tipo de sueño desde… oh, creo que no debería de decirte esto aun- siguió comiendo tranquilamente.

Shizuo, comió mientras procesaba aquella información. Según él no sentía nada por la pulga, ya había tenido novias antes, pero ninguna le duraba, siempre le echaba la culpa a Izaya por molestarlo, pero en parte sabía que no funcionaban sus relaciones porque sus parejas nunca lo entendían, hasta cierto punto Izaya era su razón para seguir adelante, no porque lo estimara ni nada, sino que “tenía que matarlo” para que dejara de lastimar a los demás. Pero él no tenía una razón para tener otra personalidad como Izaya. Eso era lo que más lo confundía. Suspiró cuando terminó de comer, y al ver que aun faltaba una hora para que llegara la albina decidió pasar por un postre para comer con ella.

-Ah, que delicioso estuvo- dijo Psyche al terminar.

-Vamos por un postre…- dijo Shizuo dejando el dinero en la mesa y poniéndose de pie.

-¿Dulces? ¡Quiero macarrones!

-Bien, vamos.

“Qué raro, Shizuo-san debió de ponerse histérico o algo después de lo que le dije… pero está muy tranquilo” pensó Psyche mientras caminaba a lado del rubio que parecía estar perdido en sus pasamientos. Sin quitarle la vista se dio cuenta de un aura de paz que lo rodeaba. “¿Cómo? ¿En qué momento?... El gas, pero Iza tardó semanas…”

-¡Psyche!- el rubio lo sacudió tomándolo de los hombros- ¿Estás bien?

-¿Ah? Sí, qué pasa…

-No sé, te quedaste parado mirando el suelo, vamos falta poco para llegar a la tienda. ¿Sabes llegar al departamento de la pulga?

-Sí.

 

Después de comparar los macarrones se dirigieron al departamento en Tabata, una vez dentro Psyche lo sentó en la sala y le dijo que podía ver la tele mientras llegaba Usagi, mientras tanto él preparaba un poco de té.

-¿No necesitas ayuda?- dijo Shizuo llegando a la cocina.

-No, gracias. Estoy bien.

-¿Por qué tiene candado?- señaló un estante en la parte de arriba donde tenía un letrero de amenaza. “Tócalo y te castro”

-Son las cosas de Usa-chan.

-Oh- en la barra de la cocina vio un platón de cristal con una gran cantidad de galletas de chocolate, tomó una- ¿Puedo comerla?

-Sí…- Psyche, se golpeó mentalmente, estaba distraído y contestó por inercia. En un rápido movimiento se lanzó contra Shizuo, jalando su brazo para que no comiera la galleta- ¡No lo comas!

-¿Qué?

Shizuo terminó en el suelo por la repentina acción del moreno, ambos estaban en el suelo. Psyche estaba recostado en el suelo con el abrigo a medio poner y con la camisa levemente levantada, aún sujetaba la muñeca del rubio que se encontraba sobre de él.

Shizuo estaba entre las piernas de Psyche, quien lo veía detenidamente, tragó duro al ver que su camisa estaba levemente alzada. Se negaba a aceptar que le gustaba Izaya, pero no negaba que se sentía atraído sexualmente por el moreno, claro después de tantos sueños eróticos era inevitable. Sentía su corazón palpitar rápidamente, se acercó lentamente hasta su cuello rozándolo con la punta de su nariz, causándole un escalofrío a Psyche.

-Shi… Shizuo-san…- Psyche vio un destello color azul en los ojos miel del rubio, aquel sentimiento que en ese momento le invadía su ser lo conocía bien, y sin poder evitarlo su voz salió más aguda de lo que era.

La dulce voz de Psyche llamándolo le hizo estremecer, algo dentro de su corazón golpeó fuertemente su pecho, al inhalar la escancia natural del pequeño suspiró un poco frustrado, ya que podía parecerse a Izaya pero no olía como él, y eso era lo que más le gustaba. Podía sentir que una parte de él le gustaba Psyche, pero a la vez no, ese sentimiento lo tenía confuso, no se podía entender a sí mismo.

-¡¿Qué rayos hacen?!- Ambos voltearon a ver hacia la entrada de la cocina, donde Usagi estaba pálida y a su lado Izaya estaba rojo.

-Usa-chan, Izaya-kun. Bienvenidos a casa.- dijo con una sonrisa, aun estando bajo el cuerpo del rubio, que veía fijamente a ambos primos.

-Shizuo-san, ¿podría quitarse de encima de Psyche?- Usagi quería sonar normal, pero su voz le temblaba un poco.

-¡¿Quien es esta copia?!- gritó Izaya al ver mejor a la persona que estaba debajo del rubio. Usagi suspiró, quería evitar ese encuentro, llegando antes que el informante, pero para su mala suerte se lo encontró llegando al mismo tiempo que ella, así que no importaron sus excusas para que se fuera, al final término entrando con ella al departamento- ¡Usagi! Esto es obra tuya, lo sé, dime ¿qué es esto?- señaló a Psyche que apenas se ponía de pie con ayuda de Shizuo- ¿Y por que la bestia esta en el departamento?- le gritó a Usagi, quien solo se hizo chiquita y jugó con sus dedos.

-Izaya-kun, no seas así con Usa-chan. Ven vamos a tomar un poco de té- dijo poniendo en una charola las cuatro tazas con té de Sakura.

En la sala se podía sentir una fuerte tensión entre tres de las cuatro personas que estaban sentadas en los sofás. Izaya estaba en el sofá individual, a su izquierda tenía a Usagi quien jugaba con su tasa, sentada en un sofá para dos personas, y a su izquierda tenía a su clon recargado “cariñosamente” con el rubio que no hacía más que comer dulces.

-Usa-chan- dijo Izaya viendo a su prima con una sonrisa forzada- Explica, esto.

-Bu… bueno. Primero que nada, Iza-nii. Él- señaló a Psyche- no es un clon, en cierto modo eres tú. Y salió de tu cuerpo- se aclaró la garganta- Porque dormiste con esa vela aromática, que específicamente te dije que no usaras, porque estaba en modo experimental aun.

-¡Dejaste las velas muy juntas y todas se parecía! ¿Cómo iba a diferenciar tus cosas raras con las velas relajantes del hotel?... ¿Y Qué?- dijo al darse cuenta de la primera parte de lo que le dijo la albina.

-Izaya-kun, soy los sentimientos que mantienes ocultos desde hace mucho tiempo. Me llamo Psyche- Izaya vio dudoso a aquella persona que era idéntico a él, excepto por los ojos magenta.

“Esos ojos, son los que veía a veces. De la voz que me hablaba” pensó sorprendido, pero sin retirar su máscara de indiferencia.

-Yo no tengo sentimientos humanos, yo soy un dios- dijo con una sorna sonrisa.

-Tks, ya vas a empezar con esas tonterías, pulga.

-Mejor ni hables bestia, que te vez muy a gusto con mi otro YO- dijo con burla, aunque en su interior estaba ¿celoso?- Parece que si te gusto, Shizu-chan~

-Cierra la boca asqueroso parásito, Psyche es más agradable que tú- algo dentro de Izaya se quebró, lo sintió pero no dijo nada ni rompió su sonrisa falsa.

-¿Psyche?- dijo Usagi preocupada, captando la atención de ambos. Y se dieron cuenta que Psyche lloraba silenciosamente.

-¿Realmente me odias?- dijo Psyche mientras sus lágrimas caían por sus mejillas.

-¡No! Tú me agradas Psyche…

-¡Pero también soy Izaya!- se levantó de golpe y se abrazó a Izaya que sorprendido lo dejó sentarse en su regazo, ocultando su rostro en su cuello- Somos lo mismo…

-Interesante…- susurró fascinada Usagi, recibiendo una mirada asesina por parte de Izaya y Shizuo- No me miren así, en especial tú, Shizuo que por tu culpa está llorando.

-Pero yo no…

-No le dijiste a Psyche aquellas palabras, pero así es como se siente en este momento Iza-nii- vio a Izaya que estaba sorprendido, era verdad se sentía dolido pero no lo diría ni expresaría- Iza-nii no demostrará abiertamente sus sentimiento, pero Psyche que ES sus sentimiento, demuestra lo que pasa realmente dentro de Iza-nii se acercó a albos morenos- Iza-nii, solo tú puedes calmarte.

-¿Qué? Pero yo no…- escuchó como el rubio caía al suelo- ¿Shizu-chan?

Usagi al voltear a ver al rubio, vio que este estaba hecho un ovillo en el suelo, al acercarse vio su rostro sonrojada y respiraba con dificultad, al tocar su frente vio que estaba hirviendo, incluso podía jurar que veía vapor salir del cuerpo del rubio.

-I… Iza-nii, dime que no estoy loca por la falta de sueño y que puedes ver lo mismo que yo.

-Sí- dijo sorprendido viendo al rubio, Psyche seguía oculto en su cuello.

El cuerpo del ex barman desprendía mucho vapor de su cuerpo, cosa que no era normal entre los seres humanos, aunque el rubio no era cien por ciento humano, o eso pensaban ambos primos. El vapor que desprendía de su cuerpo empezó a hacerse más denso, de un color blanco y azulado, ambos colores danzaban a un lado del rubio hasta que empezaba a aparecer la silueta de un hombre alto.

-¿Qué?- Izaya no sabía que decir, Usagi se había desmayado al ver lo que pasaba, por lo que el único que presenciaba como aparecía aquella persona frente a sus ojos, de pie a lado del rubio lo dejó con la quijada en el suelo.

-¿Izaya-kun?- Psyche empezó a salir de su escondite al sentir como empezaba a alterarse el moreno, vio a la albina tirada en el suelo- ¿Qué le pasó a Usa-chan?- se limpió el resto de las lagrimas con el dorso de su mano, y volteó a ver la misma dirección que Izaya, topándose con un par de ojos azules que le robo el aliento.

-Psyche…- aquella gruesa voz, que destilaba paz al pronunciar su nombre lo hizo volver a derramar un par de lágrimas de felicidad-

 

 

 

 

Notas finales:

Listo!!! xD

no se pero siento que lo puse más corto de lo usual... no sé ustedes me diran xD

Aqui les dejo una img de iza-nii y psyche-chan xD 

http://www.zerochan.net/1523462

 

Esperemos que mi gripa se me quite y que la inspiración no me haga demorarme xD

nos vemos!!

 

Usagi: No se preocupen, si se distrae...- saca su kwan do- yo me encargo de que termine el siguiente capitulo Bye~


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