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¡No soy tu conejillo de indias! por Nira Tao

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Notas del capitulo:

Hi!!~ *w* aqui de nuevo

-w- bien no tengo mucho que decir, crei que terminaria a tiempo el capitulo siguiente pero... mi buena suerte solo duro para escribir dos capitulos y un poquito jajaja bien... que lo disfruten...

¬¬ yuuram... ahora mi venganza... por hacerme llorar xD T^T y lastimar a mi wolfy

-Annie-sama, ¿se encuentra bien?- un hombre robusto de cabellos cobrizos sostenía las maletas de una joven pelirroja que se encontraba frente a él, ella estaba dándole instrucciones de su trabajo cuando se detuvo abruptamente.

-Sí, no es nada Adam. Vámonos- ambos se subieron a un lujoso auto para salir hacia Shinyuku.

“¿Qué es esta sensación?” “No contesta… Esto es extraño”. Al mirar por la ventana vio como atropellaban a un gato negro de ojos amarillos, en ese momento sus miradas se cruzaron y sintió un escalofrío. Volvió a marcar a distintos número de celular pero nadie contestaba. “Espero que estés bien Iza-nii”

“Iza-nii, no podré volver esta noche  regresaré a Shinyuku por un par de cosas del viejo departamento, y me llegó información de que lo vieron por esa zona, te veo en dos días.

Atte. Usagi.”

 

 

-Revísenlo, suele esconder muchas cosas con él. No queremos que ataquen a nuestro jefe.

-Está limpio jefe.

-Perfecto.

Izaya apenas podía mantenerse consiente en ese momento, todo su cuerpo le dolía, no podía moverse. Escuchar aquellas voces como si fuesen eco, lo hizo despertar poco a poco. ¿Dónde se encontraba? ¿Por…? ¿Por qué no podía mover su cuerpo? Fue en ese entonces que se dio cuenta de lo vulnerable que se encontraba.

Recostado en el suelo sintió que sus muñecas se encontraban amarradas por unas esposas de cuero a sus espadas, al intentar moverlas escuchó cómo se movía una cadena, por el movimiento debía de estar esa cadena colgando del techo, que por el momento se sentían sueltas, apenas llegara ese dichoso jefe, lo mantendría colgado para dejarlo vulnerable. Sus tobillos se encontraban en la misma situación que sus muñecas, solo que estas no colgaban del techo, sino que la cadena estaba fijo al suelo. Sus ojos vendados, con más cuero, y amordazado con un arnés de bolita.

“¿Qué es esto una especie de recreación de “Cincuenta sombras de Grey?” Aguantó sus ganas de reír al recordar aquella novela “erótica”. “He leído peores cosas con Erika-chan…” Sus divertidos pensamientos se vieron interrumpidos por uno de sus captores.

-¿Bueno? Sí, sí… Entendido- escuchó como el que tenía la voz más gruesa habló por teléfono, para después dirigirse a sus compañeros- El jefe está por llegar, preparen las cosas- escuchó más cadenas y como dos hombres se movían de un lado a otro- ¿Estas despierto Orihara? No te molestes en contestar, el somnífero solo te hizo dormir hora y media. Pero ahora, esto te mantendrá “despierto” por un poco más de tiempo.

-Umm…- sintió como liberaban su boca pero antes de decir algo le metieron algo pequeño, del tamaño de un dulce pero de sabor amargo. No pudo escupirlo ya que enseguida le volvieron a poner aquel arnés. A Los pocos minutos el “dulce” se disolvió completamente.

-Listo, espero que te diviertas Orihara-san- le susurró en el oído, sintiendo su asqueroso aliento- Retírense todos, el jefe ya viene.

No escuchó nada más, solo tres pares de pies saliendo de aquella habitación y la puerta cerrándose. Una habitación común, pensó al escuchar la puerta cerrarse suavemente. Si planeaban torturarlo lo más seguro es que estuviera a las afueras de la ciudad, así nadie escucharía lo que le harían.

Calor, de repente su cuerpo empezaba a tener calor. “Esto es malo” Pensó intentando regular su respiración. “Se siente… igual que cuando Psyche…” Sus pensamientos se vieron interrumpidos al escuchar la puerta y alguien entraba a paso firme hacia él.

-Orihara Izaya, la alimaña más escurridiza y difícil de capturar- Esa voz, sentía que la había escuchado antes. Lentamente Izaya se sentó- Quien diría que te capturaríamos tan fácilmente, y claro sé que no te dejaste atrapar, en especial… por esto- Se tensó al sentir como le tocaban su cola gentilmente, y le quitaban su capucha.

“Maldición, ya había olvidado estas cosas. Tal parece que no se irán tan pronto como pensó Usagi” Se lamentó un poco por verse de aquella manera. El intimidante y peligroso informante de Ikebukuro atado como una puta con cadenas, amordazado y drogado, y para finalizar con un par de estúpidas orejas y cola de gato. Gruñó molesto al sentir como mentía una mano dentro de su camisa, acariciando su abdomen.

-Te has de preguntar, ¿cómo estas tan seguro?- le quitó la venda de los ojos, Izaya le costó un poco acostumbrarse a la luminosidad de la habitación, al menos tenían luces tenues. Cuando logró mejorar su visión vio a  aquel hombre hincado frente a él, de cabello negro y ojos azules, no mostró expresión alguna- Como te dije fue gracias a esto que estoy completamente seguro que te he capturado y dejado a mi merced. Creo que debo de agradecerle a tu primita que me ayudara…

Izaya se vio sorprendido ante aquello. “No Usagi, no sería capaz…” Parpadeó un par de veces y vio molesto a aquel hombre.

-Deja te quito esto, es molesto ser el único que hable- le quitó el arnés, mientras Izaya volvía a respirar un poco más cómodo, este hombre se acercó a una pequeña mesita de madera, donde había una jarra de cristal llena de agua, llenó un vaso y se acercó de nuevo al informante- ¿Agua?- sonrió con malicia al ver como empezaba a aparecer un sonrojo en las mejillas del moreno.

-Claro, por qué no- Sonrió con cinismo, sentía su cuerpo arder poco a poco, tenía que controlarse, no era la primera vez que lo drogaban, ya estaba algo acostumbrado y podía soportarlo, pero por alguna razón esta vez no.

-Sé que puedes con los afrodisiacos, pero este lo hice especialmente para ti y alguien más- Izaya endureció los ojos cuando le lanzó el agua al rostro y acarició sus orejas causándole un cosquilleo- Como dije, debería agradecerle a tu primita por ayudarme. Lo que te haya dado para escapar de mí resultó ser benéfico para lo que tenía planeado contigo – acarició el mojado cabello de Izaya y empezó a descender hasta llegar a su cuello-

-¿De qué hablas Kaoru-kun?~ No he visto a mi familia en años- Izaya siguió con su máscara de estar completamente bien, pero por dentro estaba muy perturbado. Kaoru sabía de Usagi, la había mencionado, y que alguien más probaría su dichosa droga, sin duda la albina.

-No tiene caso que me mientas, sé que está aquí y está trabajando contigo- Sacó una navaja del bolsillo de su sacó azul obscuro, jugando con ella entre sus dedos- Están metiéndose en asuntos muy, muy peligrosos esta vez.

-No he hecho nada ostentoso, ya sabes una que otra información sobre infidelidades o para empresas… pero nada interesante- Su cuerpo se estremeció al sentir la navaja cortando su camisa lentamente dejando su torso desnudo, y sin esperar Kaoru lo acarició con la mano libre.

 -Ta, ta, ta. Nada de mentiras…- Sujetó con fuerza el pene erecto de Izaya por sobre la tela de sus pantalones.

-Suéltame…- dijo entre jadeos, intentó moverse pero sus tobillos no le permitían moverse- Y… no miento…

-Oh vamos, eres él rey de las mentiras mi amado Orihara-kun. Recuerda nos vimos en aquel bar destruido, iban acompañado de un perro y eras una chica- Izaya se tensó, el muy maldito le quitó los pantalones con la misma navaja dejándolo completamente desnudo de la cintura para abajo- Te gustan los juegos, ¿no?- le colocó a espaldas de Izaya y lo empujó haciéndolo caer de cara al suelo.

-Oye ¿Qué…?- Estaba por volver a sentarse, pero el muy cabrón se sentó sobre su espalda alta y sintió que le colocaba algo en el cuello. Una correa, y de igual manera lo encadenó al suelo. No podía levantar la cabeza, su cola se movía inquita, estaba preso, estaba acorralado, esta vez no sabía cómo librarse de esa situación, la droga hacía que su cuerpo se sintiera flojo, a duras penas y podía mantener su máscara de cinismo, de prepotencia, pero sentía que poco le iba a durar también.

-Jugaremos a Verdad o castigo- se colocó de nuevo detrás de Izaya, le quitó el seguro a los grilletes que mantenían unidos sus tobillos, los separó haciendo que Izaya levantara el trasero y con las piernas separadas las enganchó al suelo.

“¿En serio este tipo tiene todo el suelo lleno de esas cosas?” Pensó fastidiado.

-Yo te hago preguntas, y tú me contestas con la verdad. Si sé que mientes te castigaré.

-¿Puedo jugar también?- dijo “divertido”, su respiración empezaba a pesar.

-Umm, de acuerdo pero solo, si yo lo permito- Caminó hacia otra parte de la habitación, para luego regresar a lado de Izaya con una mesita con rueditas llena de distintos objetos que usaría como castigo- Empecemos… ¿Qué relación tienes con el bar destruido?

-Solo buscaba información como siempre, te lo dije- dijo suavemente.

-No, eso no… Sabías dónde estabas pisando, sabías donde buscar, ya habías estado ahí. Te daré otra oportunidad…- tomó algo de la mesa y se arrodilló frente al trasero de Izaya- ¿Qué relación tienes con el bar?

-Nada, era la primera vez que lo he visto… ¡Ah!

Kaoru tomó una “balita”, un pequeño dildo rosado cubierto con un poco de lubricante, y sin avisar lo insertó de una sola vez dentro de Izaya, haciendo que soltara aquel grito. Él se limitó a sonreír al ver al informante temblar, y con paso lento se sentó frente a Izaya, admirado su rostro.

Izaya estaba dolido, no solo su trasero, sino también su orgullo y eso era lo peor. El maldito moreno estaba frente a él con una gran sonrisa, admirando su rostro contraído, las mejillas sonrojadas y con la boca abierta intentando respirar.

-Dilo o empezaras a gemir…- le mostró un pequeño control en sus manos.

-Fue a investigar…- tragó saliva- la noche anterior, el día que explotó, a penas y pude salir con vida…

-¿Para qué fuiste?

-Me encontraría con el líder y el doctor que crearon “La dama de negro” y la distribuían por la ciudad.

-Buen chico- sonrió- Ahora, sé que no irías solo a esos lugares y menos con aquel cuerpo de mujer, ¿quién te acompañó?

-Un guardaespaldas, siempre tengo a uno o más cuando voy a ese tipo de lugares.

-No me refería a eso, ¿quién te acompaño?- Izaya sabía que pedía un nombre, y sabía también quien era su guardaespaldas esa noche, solo quería confirmar lo que ya sabía- ¿Sin respuesta? Bien…- Apretó un botón y en ese momento Izaya empezó a retorcerse, sus orejas se fueron hacia abajo y su cola se erizó entre sus piernas. Apretó los labios y ojos para no dejar escapar ningún gemido.

-Suéltalo, sé que quieres gritar- Kaoru lo disfrutaba y mucho.

-¡No!- la vibración aumentó, sus piernas temblaban, quería tocarse- Te… lo… ah… diré…ah…- la vibración se detuvo e intentaba recuperar la respiración- Bunniely, su nombre es Bunniely.

-¿Bunniely?- entrecerró los ojos y le dio una fuerte cachetada a Izaya, haciéndolo sangrar por la comisura de su labio- Tu prima es muy fuerte, ¿verdad? Llamarla por los nombres que desea tomar cada vez que hace un trabajo es muy molesto. Usagi-chan siempre es mala con los nombres- sonrió al ver la mirada enfurecido de Izaya.

-Ahora, es mi turno- dijo Izaya serio- ¿Para qué me capturaste?

-Para que soltaras toda la información que necesito- dijo con simpleza- Mi jefe está molesto porque interfieren en sus planes y mi único problema eres tú y Usagi-chan, siempre me causan problemas.

-Ah~ Eso es porque somos mejores que tú, desde siempre. Además me enteré que Usa-chan te venció incontables veces en aquella academia.

-Cierra la boca- molesto volvió a presionar el control, haciendo que Izaya siguiera retorciéndose- Sabes, es bastante satisfactorio ver tu cara mostrando placer. Apuesto que nadie más que yo lo ha visto.

-Ah… Te… equ… equivocas- Izaya se estremeció al sentir como su cola tocaba sus miembro. No, no podía caer- Shi… Shizu-chan… fue… el… primero ¡Ah!

Kaoru vio molesto a Izaya al mencionar aquel nombre, apretó en el nivel máximo de las vibraciones el informante no podría aguantar mucho tiempo lo sabía, su cola negra empezaba a masturbar su miembro. Aquella vista era bastante erótica, Orihara Izaya masturbándose con una cola de gato y con un vibrador preparándolo.

-Orihara-kun, ¿sabes?- detuvo las vibraciones cuando lo vio correrse en el suelo, con la vista perdida y el cuerpo aun temblando levemente- Siempre he odiado a aquel monstro de Ikebukuro, por él no te vas… Por él no me miras a mí…

Kaoru, dejó libre las muñecas de Izaya, sus brazos cayeron sin fuerza a sus costados, de igual manera le liberó los tobillos y cuello. El informante podría escapar ahora, ya no estaba aprisionado al suelo, pero su cuerpo aun se sentía débil y adolorido, y antes de poder siquiera levantar la cabeza, Kaoru lo volteó, quedando boca arriba, y encadenándolo de nuevo, las muñecas sobre su cabeza y en el suelo, el cuello  y los tobillos para tener de nuevo las piernas separadas.

Izaya sudaba, se sentía asqueroso, aquel objeto aun estaba en su cuerpo, se había masturbado con su cola, estaba semidesnudo en el suelo, puesto que aun tenía su camisa rota y su abrigo. Su pecho subía y bajaba por su irregular respiración, el efecto de la droga aun no pasaba.

-¿Celoso?- intentó meterse de nuevo con aquel hombre aunque sabía que las tenía de perder. ¿Pero qué más podría perder?

-Claro, ahora te permito hacer la pregunta que desees.

-¿Cómo estás tan seguro que es Usagi mi guardaespaldas?

-Bueno, ella ha estado pegada a ti todo este tiempo, sé que es ella, porque no permitirías que ninguna otra mujer estuviera a tu lado de esa manera. Ya ni tu secretaria. En fin, con ella no destacas tanto, podría ser un cliente cualquiera, pero parece llevarse bien con aquel monstro. Ninguna persona cuerda en Ikebukuro se acercaría a él. Usagi-chan es lo suficientemente fuerte para estar junto a aquella bestia y seguirles a ustedes el ritmo del juego- Tomó un dildo blanco, le puso un poco de lubricante en la punta, dejando que se escurra lentamente por toda la longitud. Después tomó una pequeña vela roja y la encendió- Es difícil de encontrar a la pequeña rata, pero no imposible.

-Ahora, ¿no tienes nada más que preguntar?- Izaya no apartaba la vista de Kaoru, quien se sentó en el suelo a su lado, dejó el dildo en el suelo y la vela sobre su estómago.

-Esto no sería un pregunta, más bien un mensaje de mi jefe. Dijo que no te metieras más a fondo en la investigación de “La dama de negro” o te castigara de nuevo- sonrió al ver como la cera caliente empezaba a tocar la piel de Izaya, dando respingones con cada gota que le tocaba la piel.

-¿Cómo sabes que no hay nadie afuera esperando mi señal para darte una buena paliza?- desvió el tema, sabía a lo que se refería pero prefería no contestar ante aquello. “Maldición, duele”

-Tú te dejas capturar, pero cuando te encontramos huiste como de costumbre. Uno diría, eso no tiene nada de nuevo, Orihara siempre huye. Pero cuando te viste acorralado y sin suficientes armas para pelear contra mis hombres, recurriste a tu última opción- se acercó al oído de Izaya para susurrarle- Comerte el chocolate que te dio días antes- lamió el lóbulo de su oreja.

-Bastardo, no vuelvas a tocarme- dijo ya molesto. El maldito Kaoru lo había estado siguiendo tan cuidadosamente que no se había percatado. “Iza-nii, a veces siento que algo no está bien” Recordó que Usagi le había dicho algo así en algún momento, pero no le dio importancia, grave error. Sabía que su prima tenía un buen sentido hacia el peligro, no por nada seguía con vida.

-Jajajaja, no te enojes. Tomar ADN de gatos y sintetizarlo de tal manera que pueda alterar el cerebro para aumentar el porcentaje de su uso, para desarrollar e igualar la agilidad de los felinos para escapar es grandioso. Pero tiene un efecto secundario, las orejas y la cola, se nota que no lo había previsto, y tampoco pensó… que tu cuerpo reaccionaría de maravilla a cualquier otra sustancia que entrara a tu cuerpo- se puso de pie con el dildo en mano, y la vela apagada la dejó olvidada a un lado de Izaya, se colocó entre las piernas de Izaya.  Jaló un par de cuernas del techo, y una por una enganchó sus tobillos para mantenerlos en alto y darle una vista perfecta a su entrada, que aun era ocupada por la “balita”

-Mi turno, Orihara-kun… ¿Serías capaz de dejar todo lo que tienes y conoces para ir conmigo a cualquier parte del mundo?-  Kaoru lo vio fijamente con una dulce sonrisa. Izaya estaba confundido, no esperaba esa clase de pregunta. Ante su silencio Kaoru pensó que no había sido entendido- Orihara-kun… ¿Serías capaz de amarme?

Izaya estalló en una carcajada, pensar que Kaoru le había insinuado aquello con una cursi pregunta e imaginarlo decir aquellas palabras era gracioso, pero que las dijera tan libremente era delirante. Kaoru vio molesto a Izaya por burlarse de él, nadie se burlaba de él.

-Oh, Kaoru-kun~ Tal parece que no lo entiendes… Yo amo a todos los humanos, ninguno tiene más que otro. Claro eres un humano, pero no tanto considerando todas las cosas que has hecho.

-¿Eso incluye al bastardo, inútil y estúpido monstro que tanto adoras perseguir?- le gritó furioso.

-Shizu-chan, tampoco es humano… por lo mismo me gusta ver que acciones tomará, que reacciones pondrá, es tan diferente a un humano… ¡Ah!- gritó al sentir como le sacaban la balita tan bruscamente.

-Ya veo, si tanto amas a esa bestia…- metió el dildo de una sola vez, ocasionando otro grito desgarrador de Izaya. Kaoru movía violentamente el dildo, y sin dejar de hacerlo, puso su cuerpo sobre el del informante- Dilo… fuerte y claro… di mi nombre…

-¡Ah! Sh… Shizu… Shizu-ch… Ah…- Izaya empezaba a caer de nuevo en los efectos de la droga, pero aun estaba lúcido. Molestar y dañar su orgullo de Kaoru llamando a otro era lo mejor. Su perfecto rostro estaba deforme por la furia.

-Dilo… ¡Di mi nombre!

-Shizu…- fue interrumpido por un demandante y violento beso, Izaya le mordió el labio con fuerza. Kaoru se separó con los labios sangrando, el informante le escupió la sangre en el rostro. Jadeaba sin parar, sentir el cuerpo de Kaoru sobre de él mientras lo penetraba, y si sumaba el hecho que repetía una y otra vez el nombre del protozoo, empezaba a fantasear en el rubio, empezando a disfrutar- Shizu… o… ah…

Kaoru notó aquello, Izaya ya no paraba de gemir, su rostro sonrojado y un poco de saliva escapada de la comisura de su labio. Le dio una fuerte cachetada, para sacarlo de aquella fantasía pero no resultó. Shizuo e Izaya siempre terminaban golpeados, cortado y lastimado de todas las maneras, aquello solo lo hacía recordar aun más al rubio.

-Bien, te lo buscaste, serás mío quieras o no- Se desabrochó el pantalón, sacó el dildo y metió de una estocada su pene.

-¡No!- Izaya al sentir la carne del otro en su interior lo hizo despertar. Se retorcía desesperadamente sin importarle que se lastimaba el cuello, las muñecas y los tobillos- ¡Detente!- ahora su grito era seguido de dolor y desesperación. Kaoru se sintió satisfecho que a la segunda estocada Izaya lloraba amargamente.

-Jajaja… ahora… yo soy el primero- se acercó a su cuello- Y no dejaré que lo olvides- Dio otra estocada y mordió con fuerza el cuello de Izaya, quien no paraba de llorar y retorcerse.

Kaoru empezaría a disfrutar, cuando escuchó que la puerta era abierta de un portazo, y antes de que pudiera ver quien lo interrumpía sintió un fuerte golpe en la cabeza haciendo que cayera a un lado. Antes de perder el conocimiento vio a alguien vestido de blando frente a él, sus ojos mostraban rabia y deseos de sangre, y aquella pistola apuntándole al rostro.

-Pagarás por hacerle daño a Izaya-kun- con una sádica sonrisa le disparó en la entrepierna dos veces, uno dándole en el muslo y otro destrozándole el pene, haciéndole gritar desgarradoramente- No te mataré, porque eso no me corresponde, pero eso te enseñará a no meterte conmigo- vio a aquellos ojos sádicos de color magenta sonreírle- Dile a tu jefe… que el juego comienza…- pierde la conciencia.

-Psy… ¿Psyche?- Izaya a penas y podía decir una palabra, le dolía la garganta y todo su cuerpo, se sentía roto y sucio, quería desaparecer de la faz de la Tierra, aun podía sentir sus lágrimas abandonar sus ojos.

-Ahora no Izaya-kun, no es momento, tenemos que escapar- Psyche disparó a la parte metálica que tenía aprisionado a Izaya al suelo, las cuerdas fueron más sencillas, puesto que uso la navaja olvidada en el suelo, para luego dársela a Izaya- Rápido, pronto llegarán los demás, tenemos que llegar a un lugar seguro- el oji-rosa pasó un brazo de Izaya sobre sus hombros y pasó una mano sobre la cintura del informante para ayudarlo a mantenerse en pie.

-¿De dónde sacaste la pistola?- Izaya intentaba distraerse de alguna manera, mantenerse consiente.

-Tú me la diste. O al menos eso creo, no sé porque no uso navajas al igual que tú, tal vez sea porque soy solo una parte de ti, y soy un poco diferente en cuando a defenderme se trata- Psyche intentaba caminar lo más a prisa posible.

Recorrieron largos y obscuros pasillos, donde en su mayoría habían personas muertas y llenas de sangre, lo más seguro es que Psyche los haya disparado o hecho que se maten entre ellos. Al llegar fuera de la casa, había un bosque rodeando la vivienda.

-Por aquí. No está lejos la ciudad- Se adentraron cada vez más al bosque y una vez que vieron las luces de la ciudad, Psyche hizo que Izaya se detuviera- Escucha, tienes que ponerte algo, te daré mi ropa, y cuando vuelva a tu cuerpo corre hacia esa dirección- señaló por donde veía un letrero de comida rápida- Te encon…

Un disparo, pasos de varias personas, todo en segundos pasó ante los ojos de Izaya. Primero Psyche le daba instrucciones, y habían intercambiado abrigos, cuando escucharon el disparo, un grupo de personas estaba a sus espaldas buscándolos.

-Rápido- Psyche tomó de la mano a Izaya y corrieron dentro de la ciudad. Entre la gente y a la velocidad que corrían nadie se había percatado de la desnudez de Izaya.

-Psyche… tu…

-No te detengas- Izaya, veía como poco a poco Psyche empezaba a desaparecer, caían pixeles de su cuerpo que apenas tocaban el suelo desaparecía- Escóndete, yo los distraeré- empujó a Izaya en un callejón obscuro, y siguió corriendo por la avenida- Tsugaru… lo siento…

Otro disparo, toda la gente, entró en pánico, corriendo por todos lados, los hombres que buscaban al informante se detuvieron en medio de la calle donde vieron a Orihara desplomarse, pero grande fue su sorpresa ver  el abrigo abandonado con un agujero y una bala en el suelo.

-Lo perdimos- dijo un hombre a sus compañeros- Regresemos a ver el estado del joven Kaoru, e informémosle esto al jefe- todos asintieron y se alejaron del lugar.

Izaya corrió con el abrigo de Psyche cubriéndole las orejas de gato, pero no tenía caso su cola estaba al aire, al igual que el resto de su cuerpo. Se frenó abruptamente sintiendo como algo se rompía en su interior, vio el cielo nocturno siendo cubierto por gruesas nubes oscuras avisando que una tormenta se avecinaba, y fue lo último que vio antes de caer inconsciente entre un montón de bolsas de basura.

 

-----------------RAIRA AÑOS ATRAS --------------

-¡Atrápenlo!- un joven de cabello negro dirigía a un grupo de chicos, todos usando el uniforme azul de la preparatoria Raira.

-Insectos… ¡Dejen de molestar!- Heiwajima Shizuo, era de nuevo el centro de atención en las peleas dentro del instituto. De alguna manera apenas había llegado un grupo de chicos de tercero se había acercado a él para darle una paliza.

Shizuo estaba molesto, no solo por ese detalle, sino que lo habían atacado sin ninguna razón, y para colmo esa mañana llovía. Todos los chicos que intentaban darle algún golpe terminaban en el suelo llenos de lodo y sangre. Cuando hubo terminado con todos se dirigió a la entrada a paso tranquilo, pasaría a cambiarse primero por su uniforme de deportes, fue buena idea escuchar a Kasuka en dejar una ropa de cambio en la escuela para emergencias. “Compraré pudín de regreso, y le llevaré a Kasuka sus papas fritas favoritas”

Apenas había cruzado el umbral de la puerta cuando recibió un fuerte golpe en la cabeza, volteó lentamente topándose con el “líder” de los chicos de tercero, lo había golpeado con su propio paragua, que se le había caído cuando inició toda la pelea, fue tan fuerte el golpe que habían sido rota su sombrilla. Sin pensarlo un segundo, tomó el primer paraguas que había en el cesto de la entrada, y de un solo golpe lo mandó a volar.

 

-Waaa, no creí que fuera posible mandar a una persona a volar usando solo un paraguas- un joven Shinra veía todo desde el segundo piso, en el pasillo cerca de su salón de clases.

-Está Mary Poppins- dijo con una gran sonrisa Izaya, viendo como Shizuo devolvía el paraguas roto al cesto.

-Me sorprende que alguien quiera pelear con Shizuo con esta lluvia- vio a Izaya reír levemente- Aunque, algo me dice que tú tienes algo que ver en esto, ¿verdad?

-Fue realmente fácil engañar a esos monos de tercer años- Shinra lo vio fijamente, buscando una explicación- La novia de uno de ellos empezó a interesarse en Shizu-chan y yo solo le dije que tuviera cuidado… Umm… ¿Crees que Shizu-chan coja con resfriado después de esto?

-Izaya eres un caso perdido- Shinra soltó un suspiro y empujó levemente a Izaya- Vamos entrando, no quiero ver el pasillo destruido también. Pero creo que si es posible que enferme estuvo un buen rato bajo la lluvia.

Shinra sabía que aunque no se vieran en el pasillo estarían juntos en el mismo salón de clases. “Al menos se sientan alejados” Pensó un poco aliviado, solían comportarse la mayoría de las veces dentro del salón de clases, en especial Shizuo para no preocupar a su linda profesora.

El resto del día estuvo bastante tranquilo Izaya ya no siguió molestando al rubio, más que nada por el clima que lo había sentir pereza. Shizuo tampoco buscó la razón de la pelea de esa mañana sabía de Izaya estaba involucrado pero el muy escurridizo no lo vio a la hora del receso, por lo que lo dejó pasar, ese día su profesora le había llamado la atención por la pelea de esa mañana, así que se comportó en clases.

-Es verdad… mi paraguas está roto- Al final del día todos empezaba a irse a sus casa, la lluvia no había parado ni en ningún momento, por lo que todo llevaban sus paraguas- “Está bien, al menos tengo puesto la chamarra de deportes” Shizuo empezó a caminar a la salida cubriéndose únicamente con su mochila.

“Oh, pero si es Shizu-chan… Es verdad no trae paraguas” Izaya iba apenas saliendo con su paraguas cuando vio al rubio mojándose. Una sonrisa traviesa se puso en su cara, caminando rápidamente y cubriendo su rostro con el mismo paraguas. Las ventajas de los días lluviosos para Izaya era que el olor a humedad y tierra mojada ocultaban su aroma de Shizuo, que tanto decía poder olerlo a kilómetros.

Shizuo se detuvo al ver que alguien se metía en su camino, extrañado vio como la persona ponía su paraguas frente a él, retrayéndolo un poco para después abrirlo de golpe para que las gotas de agua salpicaran en todo su rostro.

-¿Qué demonios?- dijo limpiándose el agua del rostro, y fue cuando vio la sonriente cara de la pulga.

-Oh Shizu-chan, que alegría que ames tanto la lluvia como para darte una segunda mojada en el día- Izaya reía y daba vueltas sin parar a su paraguas, no le importaba mojarse un poco si lograba mojar aun más a Shizuo- Aunque en vez de verte atractivo, pareces un perro ahogado. En fin cada quien decide sus gustos- volvió a cubrirse con su paraguas y con una ágil vuelta se despidió con una mano- Nos vemos Shizu-chan, espero no ver tu horrible cara mañana- Izaya siguió caminando hasta pasar la reja de la escuela y fue cando se dio cuenta que no era seguido. “Es raro, no me siguió a pesar de todo… bueno…”

 

“Esa pulga… hizo un arcoíris” Shizuo pensó sorprendió, cuando Izaya lo mojaba con el paraguas girando había logrado que el agua y los pocos rayos de sol que intentaban salir crearan un arcoíris entre ambos. “Espera… ¿qué hago aquí parado como idiota mojándome? Debería de ir por él, por su culpa no tengo paraguas”

-Oh, no~ ¿Qué le pasó a mi paraguas?- Una chica de cabello castaño había captado la atención del rubio.

-Creo que fue Heiwajima Shizuo, escuché que esta mañana mandó a volar a uno de tercero con un paraguas- su amiga poniéndose su mochila en el hombro.

“Rayos, esto es malo… agh” Shizuo se sintió terrible al haber afectado a una chica de su clase.

 

“De verdad no me siguió” Izaya de vez en cuando volteaba a ver a sus espaldas para asegurarse de que no vendría el rubio para darle una paliza “Bueno, mejor para mí. No tengo muchas ganas de recorrer la ciudad o de pelear contra Shizu-chan con este clima. Este es mi día de suerte…” Sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando sintió que alguien, a sus espaldas, intentaba arrebatarle su paraguas.

-¿Ah? ¿Shizu-chan?- sorprendido vio al rubio parado tranquilamente detrás de él tomando el paraguas por el palo de metal- ¿Qué rayos crees que haces? Largo de aquí y devuélveme mi paraguas, estúpido protozoo

-Mejor lárgate tú, y dame eso- siguió sujetando el paraguas, le resultó un poco divertido ver como Izaya intentaba recuperarlo con todas sus fuerzas, no soltaba el mando del paraguas, él no tenía que moverse, pero el moreno seguía intentando recuperarlo.

-¿Qué? Pero si me pertenece a mí, tu rompiste la tuya esta mañana, ¿no?- Shizuo empezaba a desesperarse, y se dio cuenta que tardaría de más cuando vio que el palo de la sombrilla empezaba a dañarse por su fuerte agarre.

-Solo cállate, ya- el rubio le dio un puñetazo al moreno, haciendo que callera al suelo mojado y con la mejilla izquierda roja y adolorida- Ahora me llevaré esto, piérdete.- sin decir más se dio la vuelta y se fue caminando con el paraguas.

-Esa bestia, pegándome de esa manera y abandonarme en la lluvia…- se sentó en el mojado asfalto sobándose la mejilla- Ah… espera… Esa es la dirección para ir de regreso a la escuela- Izaya se puso de piel, tomó su mochila y se puso a correr para seguirlo- No lo entiendo, ¿para qué regresa?

Izaya confirmó que el rubio regresaba a la escuela, puesto que lo vio pasar la entrada corriendo con su paraguas, sin detenerse volvió a entrar, pero lo que vio lo hizo detenerse. Por alguna razón aquello le molestaba, se sentía humillado, ¿solo?, ¿traicionado? No, ¿por qué debía de sentirse así? No había razón, poco a poco la ira empezaba a apoderarse de él.

Apenas Shizuo llegó a la entrada de la escuela vio a la misma chica hablando con su amiga, ambas veían una revista aun resguardadas de la lluvia. “Perfecto aun sigue aquí”

-Oye…- se acercó a paso lento a ambas, que al verlo vio su rostro lleno de pánico, ambas temblaban apenas se acercó solo un poco- Em… Lo siento, pero parece que fui el responsable de haber roto tu paraguas, realmente lo lamento.

-Heiwajima Shizuo…- la chica no podía decir nada, le sorprendía que el rubio se disculpara por su destrozo, pero a la vez aun le tenía miedo, por lo que se aferraba al brazo de su amiga.

-Prometo pagarte el paraguas, pero por mientras usa esta para regresar a casa- Shizuo hablaba con calma, y le entregó el paraguas a la chica, que no hizo más que aceptarlo. En ese momento Izaya ya había estado lo suficientemente cerca para escucharlos- Apesta un poco a la pulga, pero es mejor que nada.

-¿La pulga?- confundida abrió el paraguas y se fue rápidamente con su amiga- Waa, eso fue aterrador.

-Bueno, creo que ya es hora de volver a casa- Shizuo se movió un poco los cabellos con su mano, recordando que había olvidado algo- ¿Dónde habré dejado mi mochila esta vez?- de repente sintió algo golpearlo en la cabeza- ¿Qué es esto?- Cuando tuvo en sus manos una navaja con sangre, supuso de quien se trataba- Una navaja… ¡Izaya! Maldito te….

Shizuo estaba enfurecido, si de por sí su uniforme estaba empapado ahora tenía sangre también. Molestó volteó a ver a Izaya, pero antes de saltar sobre de él para darle una buena paliza, se detuvo ante lo que vio. Izaya mostraba un rostro completamente distinto al que siempre veía, ya no traía su sonrisa falsa, sus mejillas estaban sonrojadas, tenía el seño fruncido, la boca torcida, y ¿lloraba? No, solo era el agua que le empapaba el rostro. Por alguna razón se sintió avergonzando ante aquella mirada, que no lograba descifrar.

-¿Qué es esa estúpida cara qué pones pulga?- Le soltó de repente acercándose un poco a él, aun sonrojado, pero esperaba que lo tomara como señal de que estaba muy molesto.

-¿Yo? ¿Qué hay de ti? ¿Por qué le das a otras personas el paraguas de otra persona?- Al igual que Shizuo le gritaba completamente Irritado.

En ese momento ya no sabían que pensar del otro, simplemente hicieron lo primero que sus mentes les ordenó. Pelearon de cerca como no lo habían hecho antes, Izaya esquivaba como podía los golpes del rubio, cuidando de no resbalar y caer al suelo, usando sus navajas para defenderse y hacerle uno que otro corte a su enemigo.

“¿Por qué?” Pensaban ambos mientras peleaban, abajo la lluvia que empezaba a hacerse cada vez más fuerte.

 “¿Por qué puso aquella cara?” Era lo que se preguntaba una y otra vez, cada vez que chocaba su mirada con la rojiza.

“¿Por qué reaccioné así? No debía… ¿Por qué hago todo esto?” Se regañaba a sí mismo Izaya por dejar que sus emociones lo controlaran por un momento, aunque sabía que era mejor esconderse por siempre bajo aquella mascara de cinismo e hipocresía, no dejaría que nadie más lo volviera a lastimar.

 

 

-Escuchen chicos, el día de hoy Heiwajima Shizuo y Orihara Izaya no asistirán a clases por un resfriado- una profesora de alrededor de treinta, de cabello castaño claro, ondulado, vistiendo un lindo vestido de cuello de tortuga y manga larga de color gris hablaba a sus alumnos- Kishitani-kun te encargo que les hagas llegar los deberes del día de hoy, por favor.

-Claro, sensei- Shinra sonrió mientras la clase empezaba. “Al final ambos se resfriaron” Rió por lo bajo.  “Par de tontos, deberían de rendirse ya, no tiene caso que lo oculten” Shinra sonrió al recordar todo lo pasado la tarde anterior, Celty no podría irlo a buscar ese día, así que se puso a seguir a sus amigos para ver que harían ese día de lluvia, y grande fue su sorpresa al ver a Izaya comportarse de esa manera.

-Que tranquilo se siente cuando ellos no rondan por la escuela- murmuraban los alumnos y uno que otro profesor al enterarse que ambos no estaban en el instituto.

 

-Shizu-chan es tan molesto. Molesto, molesto- Izaya estaba en cama completamente arropado, con una compresa fría en la frente  y una caja de pañuelos a su lado- Te odio…- murmuró antes de dormir.

 

-Maldición. La cara que puso la pulga sigue rondándome por la cabeza, y no me deja dormir- Shizuo igualmente estaba en cama con una compresa fría, daba vueltas por toda la cama intentando conciliar el sueño- Parecía que se pondría a llorar…

Notas finales:

bueno... ahora... solo me ire... lentamente... xD

USagi;.... quien quiere que la mate?! ¬¬

Nira: y ahora porque?! TnT

usa: en serio preguntas?- le lanza el capitula a la cara- ESO!! como le haces eso a IZa-nii?!

nira:.. ah... no se solo salio asi xD no lo tenia planeado de esa manera mis manos se movieron solas!!

usa: te las corto... simple...

Nira: lo haces y ya no habra fic

usa: rayos...

 

jajaja nos vemos xD yo y mis divagaciones ah... creo que necesito dormir xD


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