Ya habían pasado cinco días desde que la prima de Izaya había llegado a visitarlo, a pesar de eso ella no había aparecido de nuevo en la casa, a veces la escuchaba llegar muy tarde en la noche solo para dormir y antes de que él despertara ya había listo un desayuno para él, o mejor dicho, ella.
-Iza… perdón… Kanra-chan~- dijo Namie con burla, después de todo ese era el nombre que le había dado Izaya a su yo femenina.- Aquí está la información que necesitas para Awakusu-Kai. ¿Y qué paso con tu prima?
-Gracias- dijo recibiendo la información y revisándola de nuevo-. Eh, no sé, debe de andar por ahí.
-Vaya, parece que tienes el mismo trato para toda tu familia.
-Disculpadme por no acosar sexualmente a mis hermanas y a mi prima- le dijo burlándose de su secretaria.
-Yo no acoso sexualmente a Seiji, yo lo amo- de nuevo, la había perdido, ahora estaba en ese mundo fantasioso e incestuoso con su hermano menor-. En fin, parece que necesitarán a alguien más escurridizo para hacer el resto del trabajo.- dijo refiriéndose a lo que necesitaban ese grupo Yakuza.
-Está bien ellos se encargarán de eso, solo necesitan de esta información inicial- dijo cerrando la carpeta y mandando un mensaje.
-Si piensas reunirte con ellos en la noche, te sugiero que te cuides la espalda- Namie pudo ver con un poco de duda en su rostro-. ¿No has revisado aquella página de chismes? Eso es raro en ti…
-He estado un poco ocupado con esto, como para amar completamente a mis queridos humanos, pero ya que lo menciones, ahora tengo algo de tiempo para ver que hacen ahora.
Entró a aquella página de chismes que le había mencionado Namie, no había nada nuevo o relevante que le llamara la atención, hasta que vio dos artículos interesantes. Uno hablaba de la repentina desaparición de Orihara Izaya y que había dejado a una sospechosa y sensual mujer en su lugar. Casi muere de la risa al ver como describían su físico, tal parecía que causaba algo de temor y a la vez excitación en caso de alguno de sus humanos. Pero lo que no pudo evitar morir de la risa fue la expresión asustada de Shizuo.
“Heiwajima Shizuo ¿aterrado por una mujer?” Era el titulo que le habían puesto, tal parece que esa fue la reacción al ver a Izaya, lo que desconocían sus humanos. Tristemente Izaya igualmente se equivocaba, esa termino siendo la reacción del rubio al encontrarse con Usagi ese mismo día.
-Oh, algo nuevo- abrió el nuevo link que acababan de agregar a la página-. ¿”La bestia de Ikebukuro enamorado”?- leyó sorprendido y curioso por la nota.
“… La noche pasada se pudo ver la silueta del hombre más fuerte de Ikebukuro ABRAZANDO a una misteriosa mujer y BESANDOLE el cuello… Aun no se confirma la identidad de la misteriosa mujer, pero sea quien sea, parece que tiene más valor que nadie, ya que como todos sabemos Heiwajima Shizuo es un hombre de temer…”
Solo le bastó leer la primera parte del articulo y ver la imagen que venía adjunta, tal parecía que alguien les tomo ese foto mientras se perseguían. Molesto cerró la computadora y se tiró en el sillón a ver las noticias. Namie vio que la pequeña rabieta de Izaya, pero al leer el nuevo artículo que salió no pudo evitar mirar sorprendida a su jefe y la pantalla repetidas veces, en efecto ese, o más bien esa mujer era Orihara “Kanra”, para después estallar en una sonora carcajada.
-Oh por Dios, no sabía que tenías esos gustos- no podía parar de reír desde su escritorio, sentía como las lágrimas salían de sus ojos-. Ya decía yo que era raro que tanto dijeras que odiabas y matarías a Heiwajima-san pero no lo has hecho en todos estos años.
-Cierra la boca Namie, que eso no fue un “beso y abrazo” como dicen, ese monstro casi me rompe la espalda y no me beso, me MORDIO- dijo tocando su nuca, aun podía sentir sus dientes y esa extraña descarga eléctrica.
-Oh, conque te mordió- dijo jugando con uno de sus lápices-. Tal parece que marca su territorio…
Namie iba a continuar con sus burlas cuando escuchó que la puerta se abrió de golpe, por poco y pensó que era el rubio, pero al ver a una chica de cabello rubio, lizo y largo, y ojos azules entrar molesta se le hizo muy extraño, y más aun cuando vio que cuando tiró su abrigo blando al suelo, vio que su vestido azul cielo estaba cubierto de sangre.
-¿Y ahora qué te pasó?- Dijo Izaya sin la más mínima sorpresa, viendo como se sentaba en el sillón que estaba frente a él (ella).
-Tks, nada, solo que mi estúpido cliente dejó que su enemigo me tocara más de lo debido- lanzó lejos su peluca rubia, dejando al descubierto su cabello blanco-. Se suponía que el plan era solo darle una estúpida bebida con ácido y listo, el tipo quedaría muerto. Pero no, él accedió a que me manoseara- ahora se quitaba los lentes de contacto-. No pasó de mi pierna cuando le corté la mano y lo terminé descuartizando- suspiró y se recostó en el sofá-. Y con lo que me gustó este vestido, ahora tendré que deshacerme de él.
-Sí, sí una pena.- Izaya seguía cambiando los canales, cuando Namie llegó un poco de té para ambos.
-¿Asesinaste, Usagi-chan?- le preguntó sorprendida, al ver a la chica como si nada tomando el té.
-Sí, es parte de mi trabajo. Ah, está muy bueno.- se sonrojó al sentir como la bebida le relajaba el cuerpo.
-¿De qué trabajas?
-Ah, soy como Iza-nii, soy informante, pero a diferencia de “ella”- dijo con burla, viendo a Izaya que la ignoraba, a ambas-. Yo si me ensucio las manos, como vez- dijo señalando su vestido-. Además si me piden que acecine y de información lo hago.
-¿Pero asesinas a gente inocente, como Iza… Kanra-chan?
-No, asesino solo si es necesario, aun si le lo solicitan, no asesino a inocentes. Al que maté era un jefe ejecutivo que abusaba sexualmente a sus empleadas y las desaparecía para venderlas, el que me contrató fue su socio que ya no aguantaba que hiciera ese tipo de cosas… además ese gordo idiota, asesinó a la chica que pretendía.- dio otro sorbo a su té.- En ese aspecto no soy como Iza-nee.
-Oh, ya veo. Eso es muy interesante.
-Oh mira, saliste en la tele- dijo Izaya mientras le subía el volumen a la tv.
…”Acaba de ser encontrado el cuerpo del jefe ejecutivo de la compañía Ibazen, el hombre fue brutalmente asesinado, tal parece que el asesino fue la misteriosa “Lady Killer” ella misma dejó como siempre su tarjeta de presentación- en la pantalla se vio una orquídea manchada de la sangre de la víctima- Tal parece que el señor Takeda Takeshi, el socio ejecutivo, declaró que fue asesinado a causa de sus crueles tratos contra sus empleadas y el tráfico de personas…”
-Oh ya veo, eres esa chica- dijo Namie viendo la noticia- Eres buscada por la policía, pero creí que solo “trabajabas” en América y a veces en Europa.
-Sí, pero me mandaron a llamar por este caso, odio a esos idiotas que ven a las personas como simples objetos.
-¿No te mordiste la lengua, Usa-chan?- Izaya la vio con burla y superioridad, ella le regreso la murada confundida, suspiró ante lo incrédula o tonta que podía a llegar a ser su prima, era eso o simplemente aparentaba-. Me usaste como si fuera un ratón de laboratorio, ahora soy una chica por tus jueguitos tontos.
-Ah eso, eso fue un accidente, además no estás muerto. Y muy humano que parezcas, no lo eres para mí… Iza-nee…
-Por su puerto que no lo soy, soy un dios- dijo levantándose del sofá y extendiendo sus brazos.
-Y yo soy la Reina Victoria- uso su taza vacía como corona.
“Esta familia, en definitiva está loca” pensaba la pobre Namie mientras regresaba a trabajar. La escena de locos que presentaban Izaya y Usagi, fue interrumpida por el sonido de dos celulares, el más llamativo fue de la albina, con un sonido gracioso de “Have be fun” que decía la voz de una niña pequeña, lo que hacía que sonara algo tétrico.
-¿Qué?- vio a Izaya que la veía raro-. Es de un juego…- decidío ignorar a su primo y leyó el mensaje.- Oh, mas trabajo, tengo que arreglarme.- apenas dicho esto se fue a su habitación para asearse.
-Namie-san, puedes retirarte temprano- guarda su celular.
-Como quieras, nos vemos.- Guarda sus cosas y se retira del departamento. “Que bien podré pasar más tiempo con mi querido Seiji”
-Usagi, voy a entrar- al abrir la puerta de su habitación la vio más ordenada de lo que pensó. Solo vio la ropa que usaría en ese momento acomodado en la cama, y su laptop encendida en el pequeño escritorio. “¿Qué será esto?” Su curiosidad pudo más que su sensatez en ese momento, aunque como dice el dicho “La curiosidad mato al gato”, Izaya encontró un reporte de lo que hacía día a día con su apariencia femenina, y en otro documento había un listado de formulas liquidas que recibió ese mañana. Estaba más que aterrado, sabía que la fórmula para cambiar sexo era solo el inicio de su desgracia. –Tengo que deshacerme de esto…- susurro para sí mismo, pero no entontó nada en la habitación, ni en los escondites secretos que tenía.
-No los encontrarás Iza-nee- dijo Usagi más que divertida, sonreía diabólicamente-. ¿Acaso crees que soy tonta? Como si fuera a capaz de dejar algo tan valioso al alcance de tus manos- entro a la habitación usando únicamente su ropa interior y con el cabello amarrado en una coleta alta.
-Ni creas que volverás a hacerme algo…
-No te preocupes, no creo que sea buena idea usar algo ahora que estas en forma de mujer, no sabría qué otra cosa podría afectarte…- se sentó en la cama, para empezar a ponerse unas medias altas negras.
-¿A qué te refieres con algo más?- la miró seriamente.
-Ya sabes, el incidente “romántico” entre tu ese apuesto barman – sonrió con malicia- Debería de sentir celos, tienes suerte de haber atraído a semejante hombre… me gustaría tenerlo para mi- dijo casi babeando.
-¿Qué? ¿Shizu-chan?- la miró incrédulo y más que sorprendido-. Además no desvías el tema… responde eso de que algo me pasa.
-Bueno, recuerdas que ese noche estabas “húmeda”- vio a Izaya sonrojarse-. Eso es porque estabas excitado, me pregunte la razón, y aquí la tengo, claro que tuve que investigar un poco sobre ese hombre, Shizuo-san~- casi canto con devoción su nombre, lo que molestó a Izaya-. Ustedes se odian desde Raira, ¿verdad?
-Si…- dijo fríamente, Usagi simplemente sonrió.
-Escuché por ahí que Shizuo-san te encuentra con solo sentir tu aroma por los alrededores
-Eso dice, parece un perro.
-Bueno… si eso es así, entonces te sugiero que te alejes de él- Empezó a ponerse un vestido chino de color rojo brillante de filos dorados, los bordados del vestido era de flores pequeñas doradas y negras.
-¿Por qué? Siempre hemos pelado, nada me pasara aun con este cuerpo- dijo mientras le ayudaba con el cierre del vestido.
-No me preocupa tu seguridad física, Iza-nii- se acercó al espejo para empezar a maquillarse-. Sino tu virginidad- desde el espejo pudo ver como el rostro de Izaya se descompuso por completo, en su mente bailaba por lograr grabar ese momento. “Fue buena idea poner esta cámara en el espejo, muajajaja”
-Mi… mi vir… ¿virginidad?... No… no se de… que hablas… yo no…- trataba de recomponerse, pero aun seguía en shock, fue una suerte que no se desmayara en ese instante, aun tenía su orgullo, no se dejaría manipular por su pequeña prima, aunque ella las tenía de ganar en ese momento.
-Recuerda Iza-NEE, ahora eres mujer, puede que no seas virgen siendo hombre, pero ahora… aun nadie te ha “roto”- se río, mientras tomaba un pequeño bolso rojo y salía de la habitación, pero se detuvo en la puerta-. Ah, y si te lo advierto… es porque despides muchas feromonas, estas al combinarse con tu aroma natural, crearon una especia de afrodisiaco para quien lo huela, claro está que es muy bajo la intensidad de esa fragancia, solo alguien como muy buena nariz lo tomaría como “su postre favorito”
-Alto ahí- se acercó lo suficiente a Usagi como para tomarla por los hombros-. Me estás diciendo que esta estúpida mordida me la causo por estar en ¿“celo”?- ella solo asintió- Soy una mujer no un maldito animal, ¿cómo carajos es esto posible?
-Bueno eso es porque… no lo sé- Izaya la amenazaba con cortarle la garganta-. Tranquilo con un poco de perfume se debe de ocultar tu aroma de Shizuo- dijo dándole un perfume de frutos rojos, y una cajita de condones.
-¿Y esto para qué? ¿y cómo que no lo sabes?- dijo enseñándole los condones.
-Ya te dije la formula no la hice yo, fue una chica de la agencia. Y los condones es un, por si acaso.
-¡¿Por si acaso?!
-Bueno, es algo nuevo esto te tienes, y no sé si tu cuerpo es cien por ciento mujer. Tienes toda la apariencia pero no sé si tengas el aparato reproductor de una, ya sabes vagina, útero… Si tuviéramos a un doctor para saber más…
-¿Saber más? – suspira frotándose las sienes, se sentí más que estresado-. Mira, llamare a Shinra, el podrá checarme es un amigo mío, es un doctor clandestino, podrá revisarme y todo y así sabré como volver a la normalidad.
-Como quieras, pero eso serpa hasta mañana, que ahora tengo que salir- dijo mirando su reloj.
-Yo también tengo cosas que hacer. Mañana al medio día iremos.
Después de un par de horas Izaya estaba enfrente de una librería, esperando a que pasaran a recogerlo, claro que andaba de malas, ya que muchos hombre lo observaban como su fuera un trozo de carne en medio de una manada de lobos hambrientos. “Estúpida Namie, tenías que dejarme esto para usar en la reunión…” Al ser una cena en un elegante restaurante, Namie le había dejado un vestido negro, de falda ligeramente amplia que le llegaba por arriba de las rodillas, dejado al descubierto sus hombros, Usaba un abrigo largo que le cubría el vestido “Al menos el abrigo es parecido al mío” pensaba mientras veía sus zapatillas negras. Su cabello suelto y sus labios con un poco de labial rojo suave. “Como odio esto” Vio su reloj “¡¿A qué hora piensan llegar?!”
En ese momento frente a él se detuvo un auto blanco de ventanas polarizadas. Sabía que ese era el auto que lo recogería, apenas dio un paso y el chofer ya se había bajado para abrirle la puerta, con un suspiro entro y se encontró con Shiki.
-Oh, así que tú eres Kanra- vio detenidamente a la infórmate.
- Así es, Izaya-kun me habló mucho sobre usted Shiki-san
-Umm… ¿Y ahora por qué eres una chica Izaya?- eso dejó frio a Orihara, no esperaba que Shiki también lo reconociera-. ¿Quién te hizo eso?- vio un poco confundido al mafioso-. Me han llegado informes del bajo muncho que algunos miembros de los Awakusi-Kai se están volviendo chicas jóvenes, contigo ya son tres casos, nadie más que nosotros sabe de esto.
-Así que no soy el único… umm tal vez pueda venderles algo de esta información- habló normalmente, ya sabía que no tenía caso aparentar ser una chica ahora, pero lo vio seriamente.- ¿Por qué los transformaron?
-Aun no se sabe, tal parece que una pandilla callejera les jugo una “broma” por meterse en su “territorio”, claro está que ese es nuestro territorio, pero aun así… no le veo el caso de hacer esto…
-Es simple, es cuestión solo de humillarlos un poco. ¿Aun son chicas?
-No solo duraron así tres días.
-¡¿QUÉ?! ¡Eso no es justo!- se cruzó de brazos y juraría que estaba rojo de furia, en definitiva se vengaría de Usagi.- Yo llevo así cinco días, y aun no sé cuando volveré a la normalidad.
-¿Sabes quién es el de estas “bromas?
-Sí, pero no te preocupes, evitaré que salga de nuevo a la luz todo esto, no tiene sentido y es estúpido.
El resto del viaje pasó tranquilo hasta que llegaron a un lujoso restaurante de comida tradicional. Entraron a uno de los salones privados donde los esperaban Akabayashi y una chica de cabello negro amarrado en dos chongos, de ojos rojos y con vestido chino rojo. Cuando ambas pelinegras cruzaron la mirada se sorprendieron al verse en el mismo lugar.
-¿Qué haces aquí?- le preguntó Izaya a la morena.
-Eso mismo te iba a preguntar…
-Qué bueno que se conozcan, ya que necesito que ambas trabajen esta vez juntas- dijo Shiki mientras se sentaba en medio de la gran mesa-. Las mandé a llamar por algo muy importante, gracias a la información que nos dio Izaya hemos confirmado que hay una peligrosa droga rondando en Ikebukuro. Esto causa que las victimas que lo consuman se vuelvan adictas al instante, se vuelven locas, son capaces de matar a quien sea por tal de conseguir un poco más, cuando están bajo en efecto de esta droga no importa cuánto daño les causen, pueden incluso perder una extremidad y ellos seguirán peleando como si nada, no sienten dolor y no tienen conciencia propia.
-¿Algo así como zombis?- dijo un poco asustada la morena vestida de rojo.
-¿Le temes a unos simples humanos Bunniely?- dijo entre risas Akabayashi.
-Cierra la boca pelos de fuego, odio los zombis y los insectos, nada más- sonrió con malicia y se acomodó en el respaldo de la silla-. ¿Recuerdas que te hice trizas hace un par de días?
-Tks… olvida eso mocosa.
-Como decía, necesito que encuentren al líder de este grupo y al que profesor que hace esta droga, y me los traigan vivos, necesitamos saber que tanto daño puede causar esta droga y buscar un antídoto para los drogadictos. No podemos permitir que esto se propague.- vio a las morenas-. Kanra, tu irás como líder de un grupo que se encuentra al sur de la ciudad, y que planeas unirte para abarcar mas territorio con la droga, cuando estés con ellos, sabrás que hacer. Bunniely será tu guarda espaldas…
-No se preocupe, puedo hacerlos sola, y si necesitara a alguien yo mismo los traería conmigo.
-No, esto es más peligroso de lo que parece, y se a quienes te refieres, prefiero que esto pase con la mayor discreción posible, además Bunniely es alguien de confianza, ella acabará con cualquiera que se interponga- ve a la pequeña morena-. Bunnie… asesina si es necesario.
-Como usted diga- se pone de pie-. Vamos…
-Usa…
-Llámame Bunniely, así como yo te llamaré Kanra, ¿te parece?
-¿Por qué el cambio de nombre?
-Siempre lo hago, nunca doy mi verdadero nombre, no lo necesito.
-Ya veo- mientras subían al auto que los llevaría al encuentro con el líder de la droga, Izaya vio detenidamente a Usagi revisando su bolso-. ¿Por eso viniste a Ikebukuro?
-¿Ah?- terminó de arreglar su bolsa y vio a su primo-. Sí, esta droga se empezó a dar en los bajos mundos de Alemania, logré detenerlo a tiempo, pero parece que alguien más movía los hilos allá, y terminamos siguiendo la pista hasta aquí.
-Así que viniste solo por trabajo…- vio que suspiró y bajó la mirada ensombrecida, parecía triste.
-También vine para “despejarme” un poco… papá murió.
-Ya veo. ¿No lo soportó?- bajó la mirada, sabía que su tío no se encontraba del todo bien de salud, al menos no desde la muerte de su tía, Orihara Yuri.
-No solo fue la muerte de mamá. Papá dio con el tipo que la mandó a matar e intentó tomar venganza por sus propias manos, fue demasiado, cuando llegue a ayudarlo fue demasiado tarde- suspiro y limpió un lagrima que se le escapó.- Eso es una decepción para mí, he salvado a cada uno de mis clientes, no importa que tan fea sea la situación, pero no fue capaz de salvar a mi propio padre.
-No fue tu culpa, hiciste lo que pudiste- dejó que ella se le pegara, no se abrazaron ni nada, solo sentir el contacto de sus brazos fue suficiente.- ¿Y tus hermanos?
-Ellos se están encargando de los negocios de papá, querían que me uniera, pero… prefiero no hacerlo.
-¿Saben de lo que haces?- vio que negaba con la cabeza-. Estarás bien aquí un tiempo, pasa tiempo con Kururi y Mairu, estarán felices de verte y mostrarte la ciudad.
-Suena bien, pero eso no será hasta que termine con esto.
El resto del camino fue bastante tranquilo, no comentaron nada más, solo se enfocaron en cumplir con aquel trabajo. En cuando a Shiki y Akabayashi que apenas salían del restaurante, empezaron a surgir dudas en el más joven.
-¿Está seguro de que ellas dos solas podrán con esto?- preguntó Akabayashi.
-No te preocupes, ambas se conocen, son familia- vio a su subordinado-. ¿Conoces el término Femme Fatale?
-Sí, mujer fatal, pero ¿eso que tiene que ver?
-Esa chica Kanra, es un Orihara Izaya, pero en el cuerpo de una mujer- sabía que Akabayashi no se había dado cuenta, así que no veía razón para delatar a su mejor informante-. Es muy peligrosa cuando se lo propone. Y en cuando a Bunniely, es nuestra querida Lady Killer, ella jamás da un nombre real, por eso nunca la encontrarás con ese nombre. Así que no te preocupes, ellas dos podrás con esto, su una ya es peligrosa sola, imagínate las dos juntas…
-Jajajajaja, no me gustaría estar en los zapatos de esos sujetos.
Llegaron a lo que parecía ser un bar subterráneo, donde las condujeron a un pasadizo secreto escondido en el almacén de bebidas. Ni Izaya ni Usagi, sabía a dónde las llevaban, ya que les habían vendado los ojos apenas llegaron, “Es solo por seguridad” Les había dicho uno de los hombres que las recibió, ninguna de las dos confiaba, pero no eran tontas. Izaya fue contando cada paso que daban. Trece a la izquierda, cuatros a la derecha…Así sucesivamente, en su mente ya tenía un mapa mental del lugar, sabía que su prima no trabajaba de ese modo ella se guiaba por los olores del lugar, eso le ayudaría a escapar, ya que si los movían demasiado para confundirlo Usagi sabría si habían pasado por el mismo pasillo antes.
Cuando se detuvieron les quitaron las vendas, frente a ellas había dos hombres de apariencia sencilla. Uno de ellos era una pelón con anteojos, y usaba una gran bata blanca, debajo de esta una camisa a rallas color azul y un pantalón blanco. El otro hombre, fornido de cabellera rubia y ojos castaños, usaba una camisa de seda negra con los primero botones abiertos dejando ver sus musculosos pectorales, un pantalón de mezclilla y zapatos negros elegantes. Arriba de ellos había alrededor de diez hombres rodeándolos, todos armados.
-Es un placer conocerlas señoritas- dijo el rubio-. Es bueno saber que tendré por socio a mujeres tan bellas a mi lado. Mi nombre es Alphonse Mouzon, líder de esta gran organización, y él es el doctor Benjamin Willson, el gran inventor de la Doncella negra.
-Es un placer, mi nombre es Susuki Kanra, líder del sur de Ikebukuro, y ella es mi guarda espaldas Bunniely. Estaremos encantadas de hacer negocios con ustedes.
Durante un buen rato estuvieron tratando diversos temas, sin problemas, hasta que uno de los vigilantes se sintió en peligro al ver la chica del vestido chino dar demasiadas vueltas por la habitación.
-Oh lo lamento, a Buennie no le gusta estar mucho tiempo quieta, es como una leona enjaulada.
-No se preocupe, si quiere domar a una chica salvaje, yo sé cómo tratarlas…- sonrió perversamente y se relamió los labios.
-¿Y de qué está conformada la “Doncella de negro”?- preguntó Izaya deteniendo a Usagi, sabía que tenía ganas de matarlo, pero no podían, al menos aun no.
-Eso es muy pronto para explicar- dijo el doctor-. Pero antes de darles el sí, nos gustaría que hicieran una pequeña “iniciación” para poder confiar plenamente en ustedes. Sonrió inocentemente.
-“Oh genial, lo que me faltaba”- suspiró viendo a Usagi.
-“Al fin… esto será rápido”- sonrió dulcemente mientras tomaba su bolso y buscaba algo en ella.
-¿Qué haces?- dijo el rubio, mientras escuchaba como todos sus guardaespaldas apuntaban a ambas chicas con pistolas de diversos calibres.
-Solo me acicalaré un poco para ustedes- dijo dulcemente Usagi.
-Oh, eso me gusta, hay un baño subiendo esas escaleras- vio como la pequeña se fue dejando sola a Izaya- Entonces, ¿empezamos?
-Cuando quiera- sonrió sentado cómodamente en la silla.
El rubio y el doctor apenas estuvieron frente ella y escucharon una serie de gritos a su alrededor, cuando voltearon a ver las paredes y el borde de los balcones estaban chorreando de sangre, eso los aterro y volvieron a ver a la morena.
-Sí quieren podemos hacer esto por las buenas- dijo enseñándoles dos pares de esposas-. Me acompañan y salen por su propio pie o mi Bunniely arrastrará sus traseros hasta la salida de la manera más dolorosa posible.- Ambos sintieron escalofríos al ver ese par de ojos rojos viéndolos fríamente, cuando escucharon un ruido sordo caer a su espalda, voltearon a ver a la otra chica de ojos rojas sonriendo diabólicamente, sostenía una kwan dao, de mango morado con grabados dorados, la gran pesada hoja manchada de sangre al igual que el pequeño colgante que tenía forma de la cabeza de un conejito blanco.
-Tra… tranquilas, no intentaremos nada…- dijo nervioso el rubio.
-Traigan esa información con ustedes- Izaya vio como el doctor tomaba su maletín del cual nunca se despegaba, pero al acercarse a la mesa él tocó el botón de pánico, y antes de que reaccionaran él y su rubio compañero intentaron correr.
-Ni lo crean…- Izaya les lanzó un par de navajas en los tobillos haciéndoles caer dolorosamente- Les dije… por las buenas…- apenas terminó de esposarlos se vieron rodeadas de otros treinta hombres, unos con navajas, hachas y pistolas-. Tks, Bunnie…
-No te preocupes, Nee-chan, yo me encargo- sonrió y acabó con un solo movimiento a cuatro que venían de frente para detenerlas, los que traían pistola apuntaban a Izaya, pero este fácilmente las esquivaba y lanzaba sus navajas para asesinarlos.
Usagi parecía bailar entre los cadáveres de sus oponentes, descuartizaba y decapitaba sin dudar todo lo que pasara frente de ella, aun intentando atacarla por la espalda ella saltaba sobre su ponente que estaba frente a ella para que se asesinaran mutuamente. De un par de salto sobre los hombros de uno se los chicos que uso su cabeza como impulso con su Kwan dao, llegó al segundo piso. Detenía los disparos con la hoja de su arma usándola de escudo, y rodeado con sus piernas le partió el cuello al primer pistolero, los siguientes disparos fueron no le hicieron daño ya que uso el cuerpo del primero como escudo, así en menos de veinte minutos Usagi asesinó a treinta enemigos.
-Uff, eso fue divertido, ¿verdad Kanra-nee?- volteo a ver a su primo, como arrastraba a los dos hombres que se desmayaron del pánico, cuando vio que entre los cadáveres del primer piso tomaba una pistola y apuntaba a Izaya- ¡KANRA!
Se escuchó un disparo y el cuerpo de una de las morenas caer al suelo.
.......