Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

4 LUNAS por Fernia Saga

[Reviews - 18]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

En primer lugar pido disculpas x no actualizar pero en estas dias no me sentia bien por eso no pudo hacerlo antes.

Anteriormente dije q seria corto pero ire viendo de acuerdo a como siga. Asiq para empezar "le cambiere el nombre a 4 lunas"

En fin eso ya no importa... aca les dejo la conty.

Sobre el cap:ahora les toca a los junjou...jeje y el final...mmm... me lo reservo. 

Pov Normal

 

-Ya regrese –decía el castaño, entrando al departamento

EL escritor estaba durmiendo en el sofá. Abrazado a Suzuki.

-Usagi-san –se acerco para despertarlo

-¡Ahh..! –grito, mientras unos largos brazos lo acorralaban  

-¡Mierda¡ ¿Solo pretendías estar dormido? -exclamo enojado

-Necesito a Misaki –le contesto 

-¿Que dia…? –sus labios fueron apresados por los del novelista

Era un beso apasionado y cálido. Sin dejar a dudas el gran amor que sentían.

-Es-espera -lo empujo

-No –volvió a besarlo, sin importarle las quejas del más joven

-Hugh… -poco a poco cedía a las caricias del mayor

Para el castaño, los besos de su pareja eran tan adictivos; sin poder evitarlo toco el trasero del escritor. El albino se sorprendió.

-Vaya, estas muy deseoso –le sonrió pervertidamente

-¿Q-ue est…? –de nuevo apreso sus labios

En esos momentos el cerebro del castaño ni siquiera podía pensar correctamente, sólo se dejo llevar.

Estuvieron varios minutos hasta que la falta de aire se hiso presente. Se separaron para poder respirar.

-Vamos –le dijo

-¿Eh? –estaba desconcertado

-No pongas esa cara –le dio un pequeño beso en los labios

 El joven estudiante se sentía un poco desilusionado.

-Misaki –levantándose del sofá –Quiero hacerte el amor tan pronto como lleguemos

-¡IDIOTA! –grito

Salió corriendo hacia su habitación.

 

Ring… ring

 

-Takano –dijo

-Aun no, ¿Y ustedes? –preguntó

-Entiendo –corto

Al terminar su llamada, fue en busca de su adoración.

-Misaki –entro a la habitación

-¿Qué? –decía aun con las mejillas rojas

-¿Terminaste? –volvió a preguntarle

-Si –contesto, sin mirarlo

-Entonces, vamos -le tomo de la mano para salir del cuarto y con la otra llevo su maleta

El castaño se sonrojo aun más. Al mayor le complacía ver a su amado nervioso, aun después de todo lo que habian hecho.

-Misaki eres tan lindo –le dijo, mientras bajaban las escaleras

-Cá-llate… -exclamo

EL escritor sonrió.

-Usa-gi-san, ¿tu maleta? –preguntó

-En el auto –le respondió

-Usagi-san, ¿Qué pasa? –lo miro confundido

-¿Qué, quieres decir? –le devolvió la pregunta

-A ti no te gustan las fiestas –susurro

-No me gustan cuando son organizadas por Isaka –contesto

-¿Eh? Pero… -no pudo terminar

-Vamos, porque tenemos ir a un lugar antes  -dijo, antes de salir del departamento junto a su amado   

 

En el centro:

 

-Hiro-san –lo llamo

-¿Qué? –sin mirarlo

-¿Qué te parece este? –le pregunto, con unas estrellitas en los ojos

-NO –grito

-¿Por qué, no? –volvió a preguntar

-Jamás usaría algo así –frunció el seño

-Pero, es muy lindo -dijo

-No –exclamo enojado

-Pero, ese short y el látigo se te vería bien –continuo

-DIJE QUE NO –volvió a gritar

-Está bien –pronuncio con tristeza –¿Y este?

Suspiro –Esta bien

-Entonces, vamos –le tomo de la mano

-¿Qué estás haciendo? –dijo, muy apenado al ver a las demás personas mirándolos

El joven de ojos azules hiso omiso a sus quejas.

-Nowaki –lo llamo, mientras intentaba soltarse del agarre de su pareja

Fueron hasta un pasillo que daba hacia los vestidores.

-Entremos –le dijo

-¿Qué? –pronuncio algo sonrojado

-Pruébatelo –acoto con una gran sonrisa

-¡Estás loco! –intento escapar pero no tuvo resultado

-Dijistes, que estaba bien –contra ataco

-Ya no –exclamo nervioso

-Hiro-san –lo abrazo por la espalda

-Suéltame –volvió a gritar

-Vamos –le dijo

Entraron en el primer vestidor que vieron.

-Pro-fesor Miyagi -exclamo sorprendido

El mayor tenía la camisa desabrochada y con las manos sobre las nalgas de su pareja.

-Kamijyou –susurro, mientras dejaba al rubio en el suelo

-¿Que están haciendo? –le pregunto anonadado

-Eres ciego –contesto enojado, el pequeño estudiante

-SHINOBU –grito el profesor

-Vete, estamos ocupado –pronuncio con fastidio  

-Mal…. –le taparon la boca

El castaño quería reclamarle al rubio pero su pareja no le dejaba.

-Discúlpenos –sonrió, antes de irse junto a su amado

-¿Qué pasa, Miyagi? –le pregunto, mientras enredaba sus brazos en el cuello del mayor

-Nada –contesto con una sonrisa

 

-¿Por qué lo hicistes? –exclamo enojado

-¿Que hice? –le devolvió la pregunta y a la vez, lo metía en otro vestidor

-No-waki –le dijo nervioso

Una vez adentro, el menor lo arrincono entre la pared y lo beso.

-De-tente… -susurro

-Hiro-san –profundizo el beso

-Hugh –gemia el profesor

Era un beso muy apasionado y lujurioso.  

-Hiro-san eres hermoso –le susurraba

En los ojos del médico había mucha excitación.

-No di-gas e-so –besándolo con la misma intensidad

En el pequeño vestidor se escuchaban gemidos y ropa cayendo al piso.

-Es-pera, Nowaki –lo empujo

-¿Qué pasa? –decía, sin dejar de besar su cuello

-¿Q-uedamos en ver-nos con Akihiko? –dijo entre gemidos

-Tienes razón –besándolo por última vez

Volvieron a ponerse la ropa y salieron del pequeño lugar. Al salir se encontraron nuevamente con Miyagi y Takatsuki.

 

En el auto:

 

-Shinobu, basta –exclamo mientras dejaba las bolsas en la parte de atrás 

-No viste como te miraba –decía enojado

El pelinegro cerro la maletera para luego entrar en el auto.

-El tiene pareja -continuo 

-¿Y? –imitando al mayor

-El está con él hace muchos años –murmuro y se puso sus lentes

-¿Qué hay con eso? –volvió a preguntar

-Si está con él es porque lo ama -dijo

-Pues, no parece –acoto, sin dar su brazo a torcer

-El lo ama, como yo a ti –dándole un pequeño beso

-¿En serio? –le pregunto, sonrojado

-Sí, lo ama mucho –repuso

-NO, no me refería a eso –pronuncio enojado

-¿Entonces? –pregunto sin entender

-¿Me amas? –dijo, tímidamente

El profesor sonrió.

-Por supuesto, que si –dándole otro beso

El beso se intensificaba cada vez más. Provocando una gran excitación para ambos amantes.

-Mi-yagi –susurro –Acabamos de hacerlo

-Lo sé –volviendo a devorar sus labios

El mayor sin importarle nada, lo besaba con mucha lujuria y el rubio le correspondía de torpe manera.

-Tu tienes la culpa –lamio su oreja

-Umm… -gimió

-Me encanta tus celos –besaba el cuello del menor

-Miya… -volvió a gemir

-No sientas celos por Kamijyou –dejando rastros de saliva  –Al único que amo es a ti

-Viejo… -susurro y la vez se subía en el

Sus labios se movían al compás de sus latidos.

 

Toc… Toc

 

Ese golpeteo hiso que los amantes se separaran. Era un hombre de uniforme que tocaba la ventana  y los alumbraba con una linterna.

-¿Que quiere? –decía con fastidio, una vez abierta la ventana

-Shinobu –le regaño

-Mostrarme tu identificación –exclamo

El policía miro serio al profesor y sacó su libreta.

-¿Por qué? –replico el menor

Suspiro –Hazle caso

El menor volvio a su lugar y saco su carnet de su bolso.

-Conforme –le decía el menor, mientras que el oficial hizo una seña, al mayor para que saliera

Él salió del auto y habló con aquel hombre inoportuno el cual le pasó un papelito con una gran cifra como multa por espectáculos callejeros. Después el hombre se montó en su moto y se fue.

-¿Qué? –pregunto el rubio 

Miyagi no dejaba de verlo.

-Me saliste caro –tomando asiento 

El mas bajo sonrió.

 

En el departamento de los egoístas:

 

-¿Sabes, donde está el libro que compre ayer? –le pregunto

-Lo dejastes en el cuarto –continuo guardando lo que le faltaba

-Ya lo vi –decía

-Hiro-san, ¿Ya terminaste? -preguntó

-Si –contesto

Kusama sonrió y lo abrazo por detrás.

-No-waki, ¿Qué haces? –intentando zafarse

-Hiro-san- susurro antes de lanzarse sobre sus labios

Sus ansiosas bocas llenas de deseos se movían sin dar aviso a detenerse. El castaño disfruta las lentas caricias, sin poder reprimir sus suaves gemidos que escapaban de su boca.

 -Pa-ra… -deshaciendo el beso –Akihiko ya está por venir

-Todavía, tenemos tiempo –empujándolo hacia el sillón y el posicionándose sobre el

Sus varoniles manos recorrían sus piernas y sus labios volvían a sus labios.

-Hugh –gemia y la vez desabrochaba la camisa de su amante

 

Ding… Dong

 

-Llego –separándose del pelinegro

El menor no estaba muy contento pero no tenía opción. Este día era importante.

-Vamos –le dijo un poco desilusionado

Tomaron sus maletas y salieron de aquel departamento.

 

-Usagi-san, ¿Qué hacemos aquí? –le pregunto

-Esperando a unos amigos –respondió

-¿Amigos? –repitió

-A ellos –señalando hacia la puerta del edificio

-Akihiko –decía el mayor de los castaños

-Profesor Kamijyou –pronuncio nervioso

-Takahashi –sorprendido

-No sabía que era amigo de Usagi-san –repuso

-Somos amigos desde la infancia –agrego el ojos miel –Y tu, ¿Qué haces aquí?

-Pues… -seguía muy nervioso

-Naturalmente viene con nosotros –decía Usami antes de salir del auto para guardar sus maletas

-¿Vas a la fiesta? –pregunto el mayor

El menor asintió.

-¿De dónde, conoces a Akihiko? –volvio a preguntar mientras se sentaba en la parte de atrás

-El e-s ami-go de mi hermano –contesto

-Ya veo –acoto  

 

-¿Por qué tres?–haciendo espacioso para guardar las maletas

-La mayoría son libros –agrego

-Nunca cambiara –rodo los ojos

-¿Hablaste con él? –le pregunto intrigado el medico

-Aun no –respondió  

-Espero que salga, todo bien –decía algo preocupado el pelinegro  

-Saldrá bien -cerrando la maletera

Suspiro –Tienes razón

 

-¿Por que demoraron? –pregunto Kamijyou

El pelinegro tomo asiento al lado de su pareja y el escritor lo imito pero sentándose en el frente.

-Y lo preguntas –bufo divertido, este último

 

Ring… ring

 

El albino saco su teléfono. Y vio que era un mensaje.

-Nos vamos –dijo el profesor

-Claro –contesto, con una sonrisa en los labios 

Nowaki lo vio y sonrió.

 

En las afueras de la ciudad:

 

Un hombre de cabellos castaños miraba por la ventana.

-Mi señor… -decía tímida, la pequeña doncella

-Dime –tomando una copa de vino

-Esta todo preparado –le dijo, sin apartar la vista del piso

-Bien –acoto

-¿Desea algo más? –pregunto con miedo  

-Acércate -ordeno

La rubia empezó a temblar.

 

Continuara....

 

Notas finales:

Uno listo... faltan tres... jeje.

Tuve q modificar algunas partes peron pequeñas. Sorry por los errores pero solo puedo escribir luego del trabajo... y en esos momentos estoy muy cansada. 

Lo siento.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).