Timmy estaba acostado en su cama, estaba aburrido, y era fácil de adivinar. En su mesa de noche estaban sus padrinos mágicos en forma de pez, lo miraban preocupados.
Y es que, ya a los dieciséis años Timmy Turner aún tenía a sus padrinos mágicos a su lado, ya que a pesar de ser mayor seguía siendo inocente, además de que sus padres seguían siendo unos despreocupados y muy pocas veces los veía. Se podría decir que los vía los sábados y domingos, y eso era cuando tenía suerte.
Suspiro para después pararse. Se sentía extraño; desde hace semanas, sentía que sus amigos, AJ y Chester lo veían de manera diferente. Él creía que era por su apariencia casi femenina; él había esperado con ansias la pubertad, ya que creía que así se vería más varonil, pero no fue así. Su rostro se hizo más fino, sus brazos y piernas se hicieron más delicadas, y podría jurar —ya que también se lo habían dicho—, que ahora tenía más cadera, por lo cual su cintura era fina, ¡sus compañeras les tenían envida por eso! Decidió dejar pensar en eso, si no bajaba ya de seguro perdería el bus para ir a la escuela.
Wanda y Cosmo no irían con el, ya que él había dicho que Poof los necesitaría; por suerte dijeron que si, ya que quería un día solo con sus amigos.
No tuvo que esperar ni dos minutos cuando el autobús amarillo se paro frente a su casa. Entro a este, y ya allí busco a sus amigos; antes de sentarse, le devolvió el saludo a Tootie, quien le sonreía de manera nerviosa. Aún llevaba los lentes y los frenillos, pero ahora tenía el cuerpo más estilizado y el cabello más largo, incluso, algunos decías que estaba más linda que Trixie Tang.
El camino hacia el colegio fue corto, claro, quitando las veces en que se paraban para que uno que otro niño o adolescente entrará.
Timmy se bajo junto a sus amigos, ignorando el hecho de que Francis estaba molestando a un niño de doce años. No era por ser malo, pero Timmy sabía que era una suerte que ahora Francis los ignorara para llamar su atención por su propio pie.
Cuando entraron a él salón el timbre sonó, y corriendo, entro el profesor Crocker; Timmy bufo, aún no entendía como ese lunático seguía siendo profesor.
—Buenos días alumnos. Aquí están los que lograron pasar de años, así que empecemos...
Como siempre, Timmy lo ignoro, decidió que en el receso le pediría a AJ que lo ayudará con la materia en las tardes, era su amigo, así que no había problema, ¿verdad?
La clase paso normal; los sobresaltos de Denzel Crocker, uno que otra carcajada, y las ruidosas conversaciones de los populares al final del salón. Si, se podría decir que todo fue normal. El timbre volvió a soñar, y todos los alumnos gritaron, más la parte masculina, ya que la siguiente clase la daría la señorita McKellen.
Una mujer de cabello dorado, cuerpo reloj de arena y una estatura perfecta. A Timmy no le llamaba nada la atención, y había notado que a sus amigos tampoco lo hacía. Se le hizo extraño, pero decidió no preguntar.
Al estar ya en el comedor Chester fue a buscar la comida para el y sus amigos; Timmy supuso que fue porque tenía hambre, pero lo que no había visto era que AJ y Chester habían jugado piedra papel o tijera para ver quien se quedaba con él.
—Oye, ¿AJ?
—¿Qué pasa, Timmy? —preguntó tranquilo, aunque por dentro era un manojo de nervios.
—Me preguntaba si me podrías dar tutoría sobre las clases de Crocker, ya que nos las entiendo.
AJ respiro hondo varias veces para no pegar el grito, ¡estaría cada día unas horas a solas con su Timmy! Sonrió, para así ocultar su nerviosismo.
—Claro, no veo porque no —comento mientras veía la mesa.
—Gracias. —Timmy se acerco a él, para así darle un pequeño abrazo. Eso hizo sentir a AJ en las nubes.
Cuando Chester llego con las bandejas no hablaron mucho; comentaron sobre como seria la clase de la profesora McKellen y las estupideces que hacían Tad y Chad para llamar su atención.
En las dos horas de clase, todos hicieron grupos de dos, quedando Trixie con Timmy, el cual actuó normal. Hacia dos años había sobrepasado su enamoramiento con Trixie, además que por el momento no quería tener ninguna relación, a menos que está sea solo amistad.
Cuando llego el autobús se sentó de nuevo con Chester y AJ, solo que está vez está en medio de los dos, y aún así no notaba las miradas de odio que se enviaban sus amigos.
Se podría decir que en el momento que Chester y AJ se dieron cuenta de sus sentimientos hacia Timmy, lo hicieron al mismo tiempo, por lo cual creo una brecha más grande entre su amistad. Ninguno quería perder a Timmy por uno de ellos, pero tampoco se lo querían dar a alguien más. Algo muy complicado.
Mientras Timmy entraba a su casa vio a un chico acercándose a él; cabello negro peinado en un copete, camisa blanca y una chaqueta roja encima junto a unos jeans.
«Espera un momento —pensó preocupado Timmy—, ¡acaso el no es Gary!»