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Ryoga VS Rian por AokiLu

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Notas del fanfic:

Nada más ver la foto de Ryoga y ray en Halloween fue como LO NECESITO, NECESITO ESCRIBIR ESTO. Y aunque sea muy cortito es algo que quería sacar de mi cabeza y darle algo de vida.

Notas del capitulo:

Aquí os dejo con este pequeño oneshot con la batalla de Rian y Ryoga por el amor de Ray (?) 

Espero que os guste~ 

Acabábamos de terminar el live en el Takadanobaba AREA, hoy se había celebrado la Halloween Party de la PSC, y tanto nuestro grupo como otros muchos más participaron en ella. 


 


Pensar que iba a poder estar con Ryoga en un live al completo, antes y después de él me hacía feliz…


 


Habíamos pasado la mañana separados el uno del otro, y además no había querido decirme de que iba a ir, por lo que me callé y tampoco le hable sobre mi disfraz, de todas formas se atrevió a llamar a Tsubasa para preguntarle y este, tonto como de costumbre, le contestó y dijo que iba a ir de mayordomo, por lo que al verle tampoco se sorprendió tanto.


 


Admito que al ver su disfraz a primera vista tampoco sabía de qué iba, una bata, ojo tapado…cosas de Ryoga.


 


—¡Ray!—giré la cabeza una vez salir del escenario y rápidamente Ryoga me abrazó por detrás, levantándome unos pocos centímetros del suelo.


 


—¡Ah!—me asusté y me agarré a sus brazos para no caerme.


 


—Te agarras como si fueras a hacerte daño si cayeses al suelo, eres más alto que yo, idiota.—se rió mientras me bajaba lentamente.


 


—Calla, ha sido por el susto, además iba a beber agua y casi haces que me atragante.


 


—Claro, claro.—me dio la vuelta y me besó.


 


—Mmm…—lo abracé y correspondí.


 


Ryoga siempre había sido un niño pequeño, y eso que yo era menor que él, en casa acababa yo curándole cada vez que se cortaba, cocinando porque él no sabía y se quemaba…típico de Ryoga todo, torpe como él solo.


 


Me reí mientras lo besaba y se separó, mirándome fijamente a los ojos algo confuso.


 


—¿Por qué te ríes?—me mordió la mejilla.


 


—Estaba acordándome de algún que otro momento gracioso del live, tranquilo.—me separé de él y le agarré de las manos.


 


—Siempre me dices a mí pero eres tú más pegajoso que yo “RayRay”.


 


Me molestaba cuando repetía mi nombre un par de veces seguido, me recordaba a cuando me llamaban así de pequeño en el colegio.


 


—Calla.—le solté las manos.


 


—Vas muy muy sexy de mayordomo, ¿Lo sabías?—su tono era un tanto burlón.


 


—Gracias…tú vas…bien.


 


—¿Ah? ¡Cómo qué bien! Perfecto.


 


—No sé de qué vas.—me reí.—¿De paciente quizá…?


 


Ryoga estuvo quejándose un buen rato cuando Rian vino por detrás y me abrazó por la cintura, colocando su cabeza justo sobre mi hombro derecho.


 


—¿Mm?—giré la cabeza para mirarlo y me dio un suave beso sobre los labios—…


 


—Cómo no puedes saber de qué va tu propio novio, Ray-chan.—sonrió para así poder molestar a Ryoga.


 


—Apártate de él, anda. 


 


Ryoga odiaba a Rian, ese era el resumen de toda la historia, Rian y yo comenzamos a salir al de poco que se formó the LOTUS y cuando lo dejamos al de unos meses fue cuando empecé con Ryoga, desde entonces ambos habían estado molestándose el uno al otro, y yo como siempre, en medio de todo.


 


Los dejé ahí molestándose y me fui al vestuario, donde se encontraban Tsubasa y Ryuto.


 


—¡Buen trabajo Ray! ¡Buen trabajo!—Tsubasa se acercó y empezó a dar pequeños saltos frente a mí. Siempre igual, algún día pararía.


 


—Buen trabajo Tsubasa.—sonreí irónicamente.


 


—Uh, problemas en el paraíso por lo que veo.—Ryuto se acercó mientras se secaba el pelo con una pequeña toalla blanca.


 


—Sí, muchos.


 


—Ya sabes que…el tener lives conjuntos de este estilo…al final no es tan bueno como parece…


 


—Lo sé, lo sé todo, y siempre me decís lo mismo, pero también diré que uno, yo no elijo que grupos saldrán donde; dos, quiero estar con mi novio, que para algo es mi pareja, para un sitio donde puedo verle y estar con él, siendo trabajo, quiero aprovechar el poder estar con él; y tres, no es por ser el tipo de pareja que le da la razón siempre a su novio pero Rian se lo busca muchas veces.


 


—Eso es porque Rian sigue enamorado de ti.—terminó Ryuto.


 


Me daba igual, ya había pasado tiempo como para respetar las parejas de los demás, yo no aparecía frente a los ligues que llevaba a la sala en el descanso y me ponía a besarlo.


 


—Voy a comprar algo para beber, ¿Alguien quiere algo?—se ofreció Tsubasa.


 


—Voy contigo, que me parece que Ray necesita pensar un poco a solas.


 


Salieron del vestuario y aproveché para desvestirme y darme una ducha caliente, lo necesitaba. Apoyé las manos contra los azulejos de las duchas comunes y eché la cabeza hacia delante para así poder sentir el agua correr por mi nuca. Era una sensación totalmente agradable. 


 


—Qué sexy.—Rian entró a la ducha y se situó a mi lado, sin apartarme la mirada.


 


—Qué haces aquí Rian.—seguí sin apartar la mirada del suelo.


 


—Ducharme, estoy sudado, ha sido un buen live ¿Cierto?—posó su mano sobre mi espalda y automáticamente me aparté.


 


—¡Oe! No toques.


 


—Es solo la espalda.—miró hacia mi entrepierna y sonrió.—Aunque quizá me gustaría tocar otra cosa.


 


—Aléjate, voy a decírselo a Ryoga.


 


—Qué miedo, tiemblo por Ryoga, tu novio es demasiado tonto para mantener una conversación decente, y siempre recurre a la fuerza, deberías de enseñarlo en eso.


 


—No voy a hacer que mi novio cambie, pero de todas formas hay veces en las que si merecerías una buena torta en la cara, Rian.


 


Rian siempre había sido muy adorable conmigo cuando salíamos, me invitaba a cenar casi todos los fines de semana, incluso algún que otro día entre semana, sabía cocinar demasiado bien y solíamos ir a su casa, nos pasábamos ahí casi todas las tardes, y si, él novio perfecto, por qué lo dejé, no lo sé, conocí a Ryoga y nadie elige de quien enamorarse. Empecé a estar más con Ryoga en los ratos libres y al final me di cuenta de que quien me gustaba de verdad era él. De todas formas, la gota que colmó el vaso fue cuando me di cuenta de que Rian había pegado a Ryoga y él no se defendió porque ya tuvimos una conversación respecto a la violencia.


 


Ryoga sabía respetarme.


 


Rian no.


 


—Anda ven aquí, recordemos los viejos tiempos.—se acercó a mí.—¿Recuerdas este sitio?


 


—No.


 


—Nos dimos nuestro primer beso aquí, en el vestuario del Takadanobaba AREA, ¿No te gustaría volver a repetir ese momento?—se acercó tanto que mi espalda quedó apoyada sobre la pared.


 


—No. Estoy saliendo con Ryoga.


 


—También salías conmigo cuando empezaste a ver a ese imbécil.


 


—No te puse los cuernos Rian, lo sabes mejor que nadie, no estoy a favor de eso.


 


—Pero le veías mucho más.


 


—Ya tuvimos esta conversación, no voy a repetirla, si no te importa déjame terminar esto.—lo empujé un poco y salí de la ducha.


 


Me coloqué la toalla alrededor de la cintura sin siquiera haberme quitado el jabón con el agua de la ducha y empecé a sacar la camiseta de la Halloween Party que tendríamos que ponernos todos ahora.


 


—Venga—me abrazó por detrás una vez más—perdóname.—sus labios se posaron sobre mi cuello y empezó a darme besos casi invisibles.


 


—Para…


 


—En verdad no quieres que pare…—me quitó la toalla y me dio la vuelta para robarme un beso, que no le correspondí pero él insistió en proseguirlo.


 


—¡Rian!—lo empujé, me puse los bóxers y pantalones y salí con la bolsa en la mano y sin nada en la parte de arriba.


 


—¿Mm?—en ese momento se encontraba Tsubasa para entrar.


 


—No me vuelvas a dejar solo en los vestuarios, por favor—lo agarré de los hombros.—no lo vuelvas a hacer.


 


—V-vale…me das un poco de miedo…—lo solté y me fui donde los demás mientras me ponía la camiseta.


 


—Qué  asco joder.—tiré la bolsa y todo contra la pared para que se quedará ahí y me senté a su lado mientras me tapaba la cara con las manos.


 


Estuve unos pocos minutos así, sin decir nada, hasta que sentí una mano por mis hombros, acercándome a él. Cuando aparté una mano y miré de reojo vi que era Ryoga, aunque lo imaginaba por el olor de su perfume.


 


—Ryoga…—me acurruqué a su lado.


 


—Shh…quédate así el tiempo que necesites y luego me dices todo lo que quieras decirme.—sonreí y lo besé.


 


—¡Cómo te has atrevido a ducharte!—ambos nos reímos.


 


—Qué pasa…


 


—Tenemos que sacarnos muchas fotos, y si no estás bien puesto no quiero fotos contigo.


 


—¡Ryoga!


 


—Déjame.—me sostuvo del mentón y me giró la cara para que lo mirase.


 


En ese momento no dije nada y me dejé, empezó a maquillarme de la misma forma en la que estaba antes. Estaba muy gracioso intentando recordar cómo era y mordiéndose la lengua para concentrarse mejor, cada vez que me reía gritaba para que no me moviese, cómo no iba a quererlo.


 


Rian pasó por al lado y se paró, pero Iori lo empujó para que siguiese caminando y me guiño el ojo. Gracias Iori. No me preocupaba estar en los ensayos y así con Rian, ya que mayormente se comportaba así al estar Ryoga cerca y si no yo estaba mucho con Iori por si acaso, era un amor.


 


—¡Ya está!—me dio su iPhone para que me mirase y mientras me miraba comenzó a grabarme con la cámara de vídeo que llevaba a todas partes.


 


—¡No me grabes!


 


—Quejica.


 


—Anda—saqué el iPhone—posa, saquémonos una foto.


 


—Ray y sus recuerdos.


 


—Aquí habla, el de la cámara de vídeo, solo te falta dormir con ella.


 


—Bueno, ella no se quejaría como tú.


 


—No me quejo en nada.


 


—“Ay Ryoga, más despacio que duele”, “¡Ryogaaaa!”, “Ay, así así así, ¡Ah!”


 


—¡Oye! Esa última no es de quejarse.


 


—Pero quería recordártelo.—se rió.


 


—Chicos, a mí me parece muy bien lo que hagáis en casa, y me parecen bien vuestros juegos de cama, pero no los digáis en alto que me los imagino.—Tomo asomó su cabeza y la volvió al esconder al terminar la frase.


 


—…por qué nos pasa todo a nosotros.


 


—Anda saca la foto.—posó extrañamente y simplemente miré a la cámara para guardar este recuerdo.


 


Ryoga me cogió y me sentó sobre su regazo para darme pequeños besos por la nuca pero la gente no paraba de venir para o pedirme fotos a mí o a él.


 


—Ains…—hizo un mohín.


 


—Tranquilo—me levanté—luego en casa te doy amor.


 


—¿Me darás tus sonidos quejicas?


 


—Te daré mis sonidos quejicas.—le acaricié la mejilla y me reí antes de ir ambos a sacarnos fotos con los demás, sin dejar de mirarnos una y otra vez.

Notas finales:

Espero que os haya gustado.

Si queréis comentar algo, los reviews son bienvenidos.

Si que si espero que lo siguiente que suba sea PELR :3


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