Xiumin miró atentamente a la rubia frente a él, Sunny parecía tener una sonrisa permanente en su rostro y aunque sin duda era una bonita sonrisa comenzaba a ponerlo muy nervioso.
-Di-dijiste que me has estado buscando, ¿por qué?-preguntó curioso.
-Bueno...tú fuiste muy amable conmigo cuando perdí mi diadema y...quería agradecerte eso-respondió ampliando más su sonrisa, sus mejillas se volvieron rojas y sus ojos brillaron.
-¿Diadema?-murmuró tratando de recordar-Oh, eres la chica bonita de la diadema negra-dijo feliz por haber logrado recordarla.
Ella sonrió aún más, parecía muy feliz porque él hubiera logrado recordarla, sonrió incómodo y recorrió el lugar con la mirada en busca de Jongdae, tal vez él podría sacarlo de esa situación pero al parecer Jongdae había elegido el peor de los momentos para desaparecer sin dejar rastro.
-Yo realmente te quería dar las gracias por eso, ¿qué tal un helado como muestra de mi gratitud?-preguntó la rubia.
-Ahora yo realmente no puedo, tal vez en otra ocasión-respondió nervioso.
-Por favor, solo serán unos minutos-suplicó con un puchero.
-Es que…lo que pasa es que ahora estoy ocupado y por eso no puedo-explicó apenado.
-¿Ocupado?-su expresión se volvió adorablemente confusa y Xiumin casi rió al verla.
-Lo que pasa es…estoy…-¿cómo explicarlo?
-¿Es sobre esto?-preguntó tomando sin permiso el único volante que Xiumin traía-¿Un muñeco?-dijo extrañada.
-Bueno es…yo lo encontré y quería…trató de encontrar a su dueño-era una explicación rara ya sabía pero no era como si le pudiese decir la verdadera razón por la cual estaba haciendo aquello.
Ella miró aleatoriamente entre el volante y él un par de veces antes de comenzar a reírse, Xiumin frunció levemente su ceño sin comprender que era gracioso en aquella situación, ella trató entonces de controlar su risa hasta que logro hacerlo mirándolo nuevamente.
-Lo siento, no quise ser grosera-aseguró-Es sólo que esto es algo muy inusual, ¿ibas a hacer lo mismo con mi diadema de no haberte dado cuenta que era a mí a quien se le había caído?-preguntó risueña.
-Mmm tal vez-era extraño para los humanos ya lo sabía pero tal vez si ella comprendiera lo importante que eso era no estaría burlándose, aunque tampoco era como que pudiese explicarle ni nada.
-Bueno realmente lo hubiese agradecido en ese caso-afirmó ampliando más aquella sonrisa imborrable que parecía no tener ni una sola forma de irse.
-Mmm, yo…todavía tengo mucho que hacer entonces…
-¿Me podrías dar tu número?
-Bueno yo…no tengo un celular y ahora…estoy…estoy en la casa de un amigo y no sé si sea correcto darte el número de su casa-explicó incómodo.
-Ya veo-asintió, ambos se quedaron en un incomodo silencio y sólo entonces la sonrisa de ella se había ido regresando repentinamente-¡Tengo un idea!-exclamó emocionada asustándolo un poco-Yo te daré mi número y así tú prometerás llamarme-dijo.
-No lo sé yo no…no creo que…
-Por favor-suplicó.
-Está…está bien-aceptó finalmente, odiaba no poder decir que no cuando las personas insistían tanto.
-¡Maravilloso!-exclamó muy feliz, ella sacó entonces de su bolsa un bolígrafo y pequeño note block de post it de colores donde rápidamente comenzó a escribir, arranco el post it color naranja y se lo extendió-Aquí esta-anunció.
-S-sí-asintió tomando el post it.
-Llámame pronto por favor-pidió con un puchero.
-Lo hare-prometió inseguro.
-Nos veremos luego entonces-se despidió sonriente antes de dar media vuelta y caminar un poco deteniéndose repentinamente-Casi lo olvido-rió nerviosamente-¿Cómo te llamas?
-Xiumin-respondió inseguro, ella era una extraña después de todo.
-Xiumin, lo tengo-asintió y finalmente se marcho.
-Ella y su sonrisa dan algo de miedo-susurró para sí mismo cuando la vio desaparecer finalmente.
-Baozi ya termine-anunció Jongdae apareciendo de la nada asustándolo por su aparición repentina.
-Me llamó Xiumin, eres un estúpido y además me asustaste-se quejó mirándolo con reproche, Jongdae únicamente se rió y paso uno de sus brazos por los hombros del castaño que continuaba con su ceño fruncido.
-No te enojes Baozi-pidió recibiendo una mirada fulminante de Xiumin-¿Ya terminaste o te ayudo?-preguntó.
-No, ya termine-Jongdae asintió a su repuesta, ambos se quedaron en silencio lo cual era extraño si recordaba que Jongdae hablaba hasta por los codos.
-Vamos por helado-habló por fin.
-¿Tienes miedo de Sehun verdad?-cuestionó con burla.
-Mucho, además también quiero helado por eso iremos por él-sentención tomando la mano de Xiumin para arrastrarlo a la heladería más cercana.
Ambos entraron al pequeño establecimiento mirando atentamente todos los sabores de helados en el menú colgado en la parte superior de la barra, Xiumin amaba el helado y sólo ver el menú le hizo agua la boca.
-¿De que quieres tu helado, Baozi?
-De chocolate y galletas y por millonésima vez, es Xiumin, XIUMIN-recalcó.
-Bien, yo quiero uno de fresas con crema y para Baozi uno de chocolate y galletas-le dijo al encargado que sonrió divertido por la pelea de los dos chicos.
-Las personas como tú terminan muertas por ser desesperantes-masculló el malhumorado castaño.
-Eso no aplica para mí porque soy inmortal-rió.
Xiumin suspiró sonoramente y prefirió ignorarlo hasta que su pedido estuvo listo, al final compraron cuatro helados, Jongdae le dio el suyo a él y otro se lo quedó para él por lo cual todavía dejaba dos helados más y Xiumin tuvo mucha curiosidad sobre porque habían comprado dos helados de más.
-¿Para qué compraste cuatro helados si somos dos?-preguntó finalmente.
-Son obsequios para conseguir un indulto-respondió mostrándole su felina sonrisa.
-¿Un indulto?
-Ya verás-sonrió más confundiéndolo también más-¡Bunny Lu, Sehunnie, les traje helado porque soy un buen hyung que los ama!-dijo en voz alta para llamar la atención de los otros dos.
Xiumin comprendió entonces lo que Jongdae trataba de hacer y lo miró incrédulo para luego dibujar una sonrisa burlona en su rostro.
-Miedoso.
-Estoy salvando también tu vida Baozi ingrato-refunfuñó indignado.
-¡CORRAN POR SU VIDA ES UNA BESTIA DESPIADADA Y NOS DESTRUIRÁ A TODOS!-gritó Luhan que pasó a su lado corriendo despavorido.
Sehun iba tras él corriendo también, Xiumin y Jongdae se miraron entre sí para luego mirar la calle por donde sólo apareció un insignificante cachorro que llegó hasta ellos y comenzó a morder el pantalón de Jongdae que se rió a todo pulmón.
-Al parecer Oh Sehun no es tan aterrador como quiere aparentar, el aterrador cachorrito trato de morderlo al parecer-se burló empujando juguetonamente al pequeño perrito con su pie, el cachorro ladró y sé fue alegremente entonces en dirección opuesta a ellos bajo su atenta mirada.
-Jo-Jongdae-tartamudeó un asustado Xiumin que señalaba con uno de sus dedos al frente.
-¿Qué pasa Baozi?-preguntó sonriente alzando la mirada-Oh mierda-masculló al ver al enorme perro que les gruñía y mostraba los dientes, el enorme perro ladró y Jongdae arrojó los helados al suelo dando la vuelta-¡CORRE!-gritó tomando la mano de Xiumin para empezar a correr con el perro monstruo tras ellos.
No tardaron en alcanzar a Sehun y Luhan que corrían tan rápido como podían, todos gritaban mientras el enorme animal tras ellos ladraba furioso con la promesa de aniquilarlos si llegaba a atraparlos.
-¡Luhan te dije que no debías acercarte a perros extraños!-reprendió Sehun.
-¡Lo siento pero parecía un perro muy amigable!-chilló el chico-conejo.
-¡¿Qué haremos?!-preguntó-lloriqueó Jongdae.
-Tengo un plan-respondió Sehun.
-¡¿Cuál?!-preguntó Xiumin casi gritando.
Sehun sonrió de una forma escalofriante haciendo que Jongdae tuviera un mal presentimiento, Sehun aceleró la velocidad de su carrera pasando a Jongdae sin problemas llegando a Luhan que encabezaba la estampida, tomó su mano acelerando todavía más su carrera y antes de que Jongdae pudiese adivinar su plan lo vio doblar a la izquierda en una calle saliendo del camino del perro que ahora sólo los perseguía a Xiumin y a él.
-¡Mucha suerte chicos, nos vemos en casa!-dijo Sehun desde atrás.
-¡MOCOSO BASTARDO!-gritó Jongdae.
Miró al frente desesperado encontrándose con la imagen de Jongin y Kyungsoo que pegaban un aviso en aquel poste de luz.
-¡Ayuda!-chilló Jongdae llamando la atención de los otros dos.
-Jongdae y Xiumin tienen problemas-dijo Kyungsoo mirando como ellos corrían en su dirección.
-Aish que problema-se quejó Jongin.
Miró a Kyungsoo atentamente y sin decir ni una palabra escaló sin problemas aquel muro y luego tomó la mano de Kyungsoo para subirlo y así salir del camino del perro abandonando a los otros dos a su suerte.
-¡Lo siento mucho chicos pero debo proteger a mi gatito!-se disculpó el moreno cuando pasaron cerca de ellos.
-¡Los odio!-lloriqueó Jongdae.
-¡Deja de quejarte y piensa en algo idiota!-ordenó Xiumin.
-¡No se me ocurre nada!-respondió a punto de llorar.
Xiumin estaba por maldecirlo a él y a su futura descendencia cuando se tropezó con algo en el suelo y término de bruces sobre él como en esas películas de terror donde la chica se tropieza cuando el monstruo la está persiguiendo, miró hacia atrás viendo al enorme perro casi sobre él y luego apenas tuvo tiempo de registrar el momento en que Jongdae se movió poniéndose como su escudo.
-¡Aléjate de mi Baozi!-ordenó poniendo sus mano al frente en señal de alto cerrando los ojos con fuerza en espera del ataque o cualquier cosa.
-¡Jongdae no!-escuchó a Xiumin.
Un potente ladrido se escucho pero el ataque nunca llegó, abrió primero uno de sus ojos viendo como la enorme bestia estaba quieta y temerosa frente a él, parpadeó sin entender nada y entonces otro ladrido resonó provocando que el perro saliera corriendo asustado, se giró rápidamente para ver a Xiumin encontrándose con Chanyeol que ladraba una vez más para asegurarse que el perro se iría muy lejos.
-¿Estás bien?-preguntó Baekhyun a Xiumin mientras lo ayudaba a ponerse de pie.
-Sí, muchas gracias-sonrió.
-De nada, que bueno que Chanyeol y yo los vimos o de lo contrario ese perro los hubiera atacado-dijo Baekhyun-Bien hecho Channie-felicitó al más alto que sonrió.
-Tuvimos mucha suerte-afirmó Jongdae.
-¡Eres un idiota!-exclamó Xiumin antes de abalanzarse para abrazarlo-¡No debiste hacer eso, soy yo quien tiene que protegerte a ti y pudiste salir lastimado!-lo regañó.
-Lo siento-dijo con una sonrisa mientras correspondía su abrazo.
-No lo hagas de nuevo-pidió en un hilo de voz.
-Tal vez.
No iba a prometerlo porque si se trataba de protegerlo sabía que iba a volver a hacerlo aunque Xiumin no estuviera de acuerdo, Xiumin lo miró a los ojos con el ceño fruncido y él tan sólo sonrió más haciéndolo suspirar con pesadez.
Cuando todos estuvieron más tranquilos regresaron a casa donde los menores ya lo esperaban, Jongdae pasó todo lo que quedo del día acusando a Sehun y a Jongin de tratar de matarlos pero ambos menores ni se molestaban en prestarle atención.
El lunes finalmente llegó y Jongdae y Baekhyun se fueron muy temprano a la escuela dejando a Chanyeol y Xiumin cuidando a los otros cuatro, ellos se irían ese día por la tarde así que estaban muy ocupados con su equipaje, Xiumin estaba ayudando a Luhan en ese momento a terminar de hacer su equipaje.
-Listo-anunció sonriente.
-Gracias Xiuminnie-agradeció con su brillante sonrisa.
-De nada, ¿quieres que te ayude con algo más?-preguntó amablemente.
Luhan lo miró en silencio durante unos minutos, cosa que encontró extraña, él se levantó de la cama donde había estado sentado y fue hasta la puerta cerrándola para luego regresar a su antigua posición, todo ante la atenta y confusa mirada de Xiumin.
-¿Luhan?-llamó ya que por primera vez estaba realmente serio.
-Xiuminnie-comenzó-Yo sé del porque que estemos aquí-susurró despacio.
-Lo sé, tú nos diste la idea de...
-No, tú querías saber que pasaba si...si estabas lejos de tu best friend mucho tiempo.
-Yo...
-Es muy feo-murmuró-Y no porque estés solo o en lugar que no conoces si no porque...porque la idea de que algo pueda pasarle a esa persona te atormenta cada segundo...te da miedo pensar en que esa persona se quedará sola y desprotegida-su voz se quebró y Xiumin lo comprendió, ya sabía eso, aquel sueño y los últimos recuerdos todavía lo atormentaban.
-Luhan no tienes que hablarme de eso si no quieres-aseguró.
-Cuando eso pasó...no estaba asustado de estar yo solito en ese frío y oscuro lugar, lo que me asustaba era que Sehunnie estaba solito también...¿qué tal si recaía en su enfermedad?, ¿y si volvían a lastimarlo con palabras crueles?, ¿se sentía solo?, ¿tenía miedo?, ¿pensaría que lo he dejado?, ¿qué tal si trataba de hacer una tontería como cuando llegué a él?...esas preguntas me asustaban y me torturaban día y noche porque yo no iba a estar ahí para cuidarlo ni para salvarlo...ese miedo es lo peor-Xiumin lo vio llorar y no supo que hacer-Ese miedo jamás se va después de que lo conoces...te persigue a cada momento de cada día...es algo que no quieres que nadie experimente por eso...tú no tengas miedo y confía en Jongdae sin importar que tan mal se vea todo-pidió.
-Luhan-susurró.
-Luhan, ¿terminaste tu equipaje?-interrumpió Sehun y la mirada de Luhan se ocultó de él que lo miró desconcertado.
-Sí-respondió intentando sonar alegre.
-¿Bebé?-habló preocupado acercándose para verlo a la cara.
Luhan se resistió un poco cuando él trató de hacer que lo mirará y Xiumin sintió un agujero en su corazón cuando Luhan comenzó a llorar en los brazos de Sehun, salió de ahí en silencio sintiéndose culpable y preocupado, él mismo quería llorar, todo lo que Luhan le había dicho lo asustaba y la situación con Jongdae lo confundía, todas las preguntas que Luhan le había mencionado volvieron a él sumándose una más que lo preocupó aún más que todas las demás, ¿qué pasaba si terminaba olvidándose de su pequeño por Jongdae?
*****
Baekhyun miraba divertido como Jongdae peleaba infantilmente con la horrible máquina de dulces que le había robado su dinero, el de sonrisa felina pateó molesto la tonta máquina consiguiendo hacerse daño únicamente y provocando todavía más carcajadas de su parte.
-Eso, ríete que ya te veré a ti cuando está maldita cosa te haga lo mismo-bufó.
-Entonces yo sabré que no debo patearla-dijo entre risas.
-Para tu información yo...
-Jongdae-llamó Sunny llegando a su lado y volviéndolo un idiota con su bella sonrisa únicamente.
-¿Qué pasa Sunny?-preguntó embobado con la belleza de la rubia.
-No puedo creer que me preguntes eso-dijo haciendo un puchero-Eres tú quien me ha estado ignorando últimamente-afirmó.
-Voy al baño-habló Baekhyun antes de alejarse, no sabía porque pero no le gustaba Sunny, ella tan sólo le desagradaba.
-Está bien-asintió Jongdae mirando como Baekhyun se iba para luego mirar a Sunny-Lamentó si he estado actuando raro pero estaba ocupado-se excusó apenado.
-¿Entonces ya no estarás ocupado y podremos volver a salir?, extraño a mi mejor amigo-dijo acentuando más su puchero.
-Tan sólo dime la hora y la fecha, iremos donde tú quieras-prometió.
-Gracias Jongdae, tengo algo muy importante que decirte-confesó con las mejillas sonrojadas y Jongdae sintió como su corazón rebotaba en su pecho.
-Yo...yo también-murmuró.
-Entonces que dices si quedamos miércoles después de la escuela, hoy quedé con una amiga y mañana tengo que ir con mis padres a ver a mis abuelos y no puedo.
-Muy bien entonces, el miércoles será-asintió.
-Genial, esperó con ansias que sea miércoles-dijo sonriente antes de darle un beso en la mejilla como forma de despedida alejándose.
Jongdae se quedó inmóvil en su lugar con una sonrisa estúpida en los labios y su corazón latiendo a mil por hora, iba a tener novia luego de la horrible experiencia con Liyin, se sentía el chico más afortunado del mundo.
Las clases fueron igual de fastidiosas como siempre después del descanso, al salir de la escuela Baekhyun y él volvieron entre risas a la casa del pelirrojo, regresaría a casa ese día pero antes iba a acompañar a Baekhyun para despedir a los chicos y también quería ver a Xiumin, amaba molestarlo, era tan tierno cuando estaba todo gruñón que para Jongdae era como algo obligatorio hacerlo rabiar.
-¡Baozi!-chilló al entrar a la que había sido su habitación, lo vio parado junto a la cama y corrió para abrazarlo pero Xiumin en esa ocasión lo esquivo.
Jongdae frunció el ceño y trató una segunda vez pero el resultado fue el mismo, continúo unas tres veces más pero el resultado siempre fue el mismo, se dio cuenta entonces de la mirada triste que Xiumin tenía e inmediatamente se preocupo.
-¿Qué sucede Xiumin?-preguntó preocupado.
-Nada-respondió tajante para luego abandonar la habitación dejándolo solo.
Odiaba tener que ser así con Jongdae, quería abrazarlo y hablarle también pero si seguía así iba a olvidar a su pequeño, ya era suficientemente malo no recordar casi nada de él como para que sus pocos recuerdos con él se fueran a la basura, había jurado estar siempre a su lado y por mucho que también quisiera estar con Jongdae su pequeño era mucho más importante y por eso había decidido poner distancia entre Jongdae y él para de esa forma no tener lazos mucho más fuertes que le impidieran marcharse cuando llegara el momento de decir adiós y volver con su pequeño.
Todos se reunieron finalmente en la sala de estar, los chicos tenían ya sus maletas listas y fue entonces que todos salieron rumbo a la estación de trenes para despedir a los cuatro chicos, en todo ese tiempo Jongdae no dejó de mirar a Xiumin preguntándose que podía estar mal o que le habría hecho para que se enojara tanto pero no encontraba ni una sola respuesta.
-Bueno aquí decimos adiós-dijo Sehun-Cuídense mucho por favor-pidió el rubio.
-Sabes que sí, tú también cuídate y cuida de Lulu-Luhan rió cuando Baekhyun revolvió su cabello.
-Vendremos a visitarte cuando lleguen las vacaciones-prometió Jongin.
-Los esperaremos-aseguró Chanyeol.
-Bien, fue un placer conocerlos, Jongdae hyung, Xiumin.
-Igual-murmuró Jongdae cuando se percato de lo que pasaba a su alrededor y estrechó la mano de Sehun.
-Mantennos informados de lo que pase con lo de Xiumin-pidió Jongin mostrándole una gran sonrisa y él se limito a asentir porque en ese momento saber que pasaba con Xiumin era lo que más quería.
-Adiós Xiuminnie-escuchó chillar a Luhan que abrazaba a Xiumin pero él apenas le mostró algo que no sabía si podía llamar sonrisa.
-Cuídate Lu, tú también Kyungsoo-el chico-gato asintió.
-Adiós Jonggie-lo abrazó también.
-Adiós Bunny Lu.
Todos miraron como los cuatro abordaban el tren, Luhan no dejó de mover sus manos a manera de despedida a través de la ventana, el tren comenzó a avanzar hasta que sus nuevos amigos desaparecieron a través de las vías.
Jongdae y los demás salieron de la estación y caminaron juntos un poco más hasta que Chanyeol y Baekhyun se despidieron debido a que tenían una cita o algo así, Jongdae miró entonces a Xiumin que prácticamente lo ignoró en todo el trayecto por más que insistía en hablarle, no comprendía nada y quería saber que había hecho mal para poder pedirle una disculpa y así tratar de solucionarlo.
-Xiumin por favor-pidió y en esa ocasión él se detuvo-¿Qué te pasa, hice algo malo?, si es porque siempre te llamó Baozi lo siento, no lo haré más si te molesta tanto-prometió.
Por primera vez en todo el trayecto Xiumin se giró para mirarlo y eso realmente lo hizo sentir aliviado, sonrió pero al ver que Xiumin no hacia lo mismo la sonrisa se fue y la preocupación volvió.
-Xiumin por favor di...
-Ya casi volvemos, tu abuela no puede verme así que voy a volver a mi forma de muñeco-informó serio.
-Bien-respondió apenas, no entendía nada.
Xiumin miró a todos lados asegurándose que nadie lo veía, vio una última vez a Jongdae que lo miraba con atención y preocupación, lo ignoró aferrándose a toda su fuerza de voluntad para no olvidarse de la decisión que había tomado y en un parpadeo Xiumin se había ido dejando sólo al pequeño muñeco que Jongdae se apresuró a tomar para seguir su camino a casa.
-Ya regrese abue-informó al entrar a casa y ver a su abuela en la sala de estar.
-Bienvenido, ¿te divertiste?-Jongdae asintió forzando una sonrisa-Eso me alegra hace mucho que no lo haces.
-No exageres-rió sin ganas.
-¿Te llevaste a tu muñeco?-preguntó extrañada.
-Por supuesto que sí, no podría divertirme si dejó a mi Baozi atrás-respondió, aunque esas palabras iban más dirigidas a Xiumin que a su abuela.
-Hay Jongdae-suspiró-A este paso ninguna mujer va a quererte, supongo que tendré que comenzar a comprarte gatos-suspiró la resignada anciana.
-¡Oye!-se quejó.
-Eso no tiene nada de malo, la hermana de tu madre vive así y es muy feliz-aseguró.
Jongdae frunció el ceño al recordar a la única hermana de su madre, su tía, una mujer solterona de cuarenta y siete años que vivía sola con un montón de gatos.
-Siempre que está ebria ella no deja de decir que tiene una vida miserable-bufó.
-Sí pero la mayoría del tiempo parece feliz-aseguró ella.
-No es así-sentenció, dio un largo suspiró y decidió que lo mejor era irse, no estaba de humor para discusiones absurdas-Iré a hacer mi tarea-informó.
-Muy bien-asintió su abuela sin apartar la mirada de su programa de televisión.
Jongdae subió las escaleras de a dos y una vez que la puerta de su habitación estuvo cerrada arrojó todas sus cosas a la cama permaneciendo de pie frente a ella con su pequeño Baozi en manos.
-Baozi-murmuró-¿Por qué estas tan extraño?-preguntó afligido pero nuevamente no hubo respuesta y ahora sabía que no la habría-No sé que pase y de verdad quiero saber, estoy preocupado pero...sí esto es mi culpa de verdad lo siento Xiumin por eso, háblame por favor-pidió suplicante.
Él no respondió y de hecho no volvió a tomar su forma humana por lo que resto del día y Jongdae decidió no molestarlo más, tal vez si le daba su espacio mejoraría.
No fue así, al día siguiente todo fue igual, Xiumin por lo menos había tomado su forma humana pero seguía igual de distante y esa tristeza en su mirada no se iba, había intentado por todos los medios entablar una conversación con él pero cada vez que decía algo sus respuestas no iban haya del silencio o simples monosílabos.
Ese día acabó también sin obtener ningún resultado positivo y Jongdae no sabía que hacer, la actitud de Xiumin lo hacía sentir muy mal porque no había absolutamente nada que lo explicara y quería recuperar al chico que se quejaba y lo corregía cada vez que lo llamaba Baozi, no quería seguir tratando que ese distante y triste chico le hablará.
-Voy a salir-informó luego de terminar de arreglarse.
El miércoles había llegado y luego de haber llegado de la escuela se había ido directo a casa para prepararse para su cita con Sunny, había tomado la decisión de que si Xiumin no quería hablarle le daba igual, quería una actitud indiferente pues eso iba a tener.
-Sí-susurró en respuesta.
Jongdae no esperó ningún comentario más y se fue dejándolo solo, odiaba ser así, odiaba no poder hablar con Jongdae pero le asustada la idea de que Jongdae se convirtiera en alguien indispensable, su pequeño lo esperaba, no podía traicionarlo y abandonarlo, no a él pero... ¿por qué lloraba entonces?, no entendía nada y eso lo asustaba mucho.
*****
Cuando él llegó al centro comercial Sunny ya lo estaba esperando, se reunió con ella que le sonrió inmediatamente al verlo, Jongdae sonrió como un idiota por lo preciosa que ella lucía, ella siempre hacia que todo lo malo se le olvidara con su sonrisa.
-¿A dónde vamos primero?-le preguntó, iba a hacer todo lo que ella pidiera.
-Vamos a esa cafetería-pidió señalando el local.
-Muy bien.
-¡Jongdae!-llamaron a lo lejos.
Ambos giraron a ver quién era la persona que lo llamaba encontrándose con Baekhyun y Chanyeol que caminaban a ellos muy apresurados.
-¿Baekhyun, Chanyeol?
-Hola Baekhyun-saludó Sunny-¿Quién es tu amigo?-preguntó la rubia y como siempre que ella le hablaba Baekhyun no le respondió.
-Ven conmigo-ordenó y lo tomó del brazo arrastrándolo lejos sin darle tiempo de responder.
-Baekhyun, Chanyeol, ¿qué pasa?-preguntó confundido luego de que el pelirrojo lo llevara lejos de Sunny que miraba todo con evidente confusión.
-Tenemos algo importante que decirte y recordé que dijiste que estarías aquí por eso vinimos a buscarte-explicó Baekhyun-Dile Chanyeol.
-Baekhyun me dijo que estabas preocupado por la extraña actitud de Xiumin y pensé en averiguar un poco así que pensé en preguntarle a los chicos si sabían algo, hablé primero con Luhan y le comenté lo que pasaba con Xiumin, él lucía preocupado cuando le dije y me dijo que podía ser que todo fuera por culpa de la conversación que tuvo con Xiumin.
-¿Conversación?
Lo entendió todo entonces, tan sólo le bastó con que Baekhyun y Chanyeol le dijeran todo lo que Luhan y Xiumin habían hablado para comprenderlo, Xiumin no lo odiaba o estaba molesto con él, su Baozi estaba asustado y él no lo había podido ver, se sintió como un verdadero imbécil en ese momento, tenía que arreglarlo.
-Mucha gracias chicos-dijo antes de dar media vuelta y salir tan rápido como podía con dirección a su hogar olvidándose de Sunny.
Llegó tan pronto como pudo y entró rápidamente corriendo escaleras arriba hasta su habitación, escuchó débiles lamentos al otro lado de la puerta antes de abrirla e ingresar estrepitosamente, Xiumin lloraba y eso le partía el corazón.
-Aquí estoy Xiumin, no llores-susurró suavemente mientras lo mecía en sus brazos.
-Lo siento...lo siento mucho...lo siento-sollozó.
-No hay nada que temer, todo está bien.
-No es así...yo fui muy tonto contigo pero...pero tengo miedo...Luhan dijo que...
-Lo sé, ya lo sé pero él va a estar bien, él seguramente también está buscándote con la esperanza que vuelvas-afirmó para reconfortarlo.
-Tengo miedo...me da miedo olvidarlo...tú...tú te has vuelto tan especial y valioso para mí que...me da miedo no poder irme de tu lado cuando sea el momento...no quiero traicionarlo pero...tampoco quiero alejarme de ti-Jongdae acunó su rostro para mirarlo a los ojos y limpiar las lágrimas que corrían por sus mejillas.
-No tiene que ser así-afirmó-No vas a olvidarlo porque yo no voy a permitirlo y cuando el momento de que regreses a casa llegué no va a importar porque yo siempre voy a llamarte y te visitare, nadie va a impedir que yo vea a mi Baozi-sonrió.
Xiumin sintió muchas más lágrimas caer y se aferró a Jongdae, él siempre encontraba una solución a todo, con él jamás tenía que elegir, le debía tanto que jamás podría compensarle todo lo bueno que era.
-Gracias-hipó.
-De nada pero por favor prométeme que en el futuro me dirás cada vez que algo vaya mal-pidió con un puchero mal hecho que le sacó una débil risita.
-Lo prometo.
-Ese es mi Baozi-felicitó sonriente para luego depositar un suave beso en su frente que volvió su rostro de color rojo sin que la sonrisa se fuera de sus labios, era muy feliz en ese preciso momento.