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Una Vez al Año por CELESTE_KAIRI

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Notas del capitulo:

Palabras: 1456

Pareja: Ninguna

Advertencias: Los personajes así como la historia relatada aquí le pertenece a Cassandra Clare yo solo hice uso de ello para crear este pequeño relato.

~Una Vez al Año~

 

Mantenía su mano firmemente sobre el pomo de la puerta, sus ojos permanecían fuertemente cerrados mientras buscaba en su interior un poco de ese valor que poseía para girar la perilla y así, entrar en aquella habitación que hacía más de un año que no era visitada por nadie de la familia.

Los recuerdos que guardaba dentro de sus paredes eran agridulces, ya que no solo se rememoraban las pequeñas risas infantiles ni los momentos felices que pasaron juntos como lo que eran hasta aquellos momentos una familia, sino también la tristeza y el dolor que había cubierto cada gramo de sus vidas tras su fugaz partida.

Abrió lentamente sus ojos mientras dejaba escapar el aire que sin haberse percatado había estado reteniendo, sabía que debía entrar en aquella habitación, afrontar el dolor que aun después de aquel tiempo seguía ahogándolo, sabía que no debía postergar mas la espera ya que la única forma de cerrar la herida de forma que no lo mantuviera atado a la culpa era hacer frente a propia pena.

Con decisión finamente giro la perilla entrando con cautela en aquella habitación, la soledad se podía percibir desde el pórtico de la misma, el frio le recorrió el cuerpo mandándole pequeños escalofríos por toda su columna, haciendo que dejara escapar leves jadeos de solo rememorar cada instante vivido en aquel lugar, el cual se mantenía en silencio, sin vida, desde que su dueño había dejado de el mismo espacio que ellos.

"Max" un susurro broto desde sus labios mientras caminaba por la habitación observando cada objeto que en su día le había pertenecido a su pequeño hermano, recordaba su forma de ser tan alegre y comprensiva, su forma de sonreír, la forma en cómo lograba hacer miles de preguntas en un minuto y aun así tenía un tanto más por cuestionar, los pasatiempos algo mundanos que solía tener al pedir comic o mangas no muy propios de los neflim –según aseveraciones de su padre-

Tomo entre sus manos el pequeño peluche de felpa que estaba sobre su cama, lo recordaba por que fue uno de los primeros presentes que le había dado cuando era más pequeño, su hermano menor era muy cuidadoso con los objetos que le pertenecía por ello, aquel peluche seguía intacto después de tantos años. Las memorias lo golpearon de forma que las lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas sin poder detenerlas, apretó con algo de fuerza el pequeño peluche mientras llevaba una de sus manos para colocar la palma de esta sobre sus ojos.

"Alec" La voz de su hermano rompió el silencio de la habitación, haciendo con ello que limpiara las lagrima caídas de su rostro, tratando en vano de recuperar la compostura que por segundos había perdido por los miles de recuerdos en el lugar.

"Pensé que tardarían un poco más en alistarse para partir" su voz sonaba algo empañada a lo cual su hermana con gran esfuerzo entro en el lugar para rodear la cama y sentarse a su lado, apoyando su cabeza en su hombro colocando su mano sobre la del muñeco que Alec sostenía. "Lo extraño tanto… Todo esto es culpa mía Alec, si yo tan solo hubiera puesto atención, si tan solo le hubiera hecho caso en vez de cegarme por mi enojo… El estaría aquí... Es mi culpa" Al escuchar cada palabra dicha por su hermana, Alec paso su brazo por sus hombros para abrazarla fuertemente. "No es tu culpa, yo debía estar ahí con ustedes, no debí dejarlos solos, yo soy el mayor, mi obligación era cuidarlos ¿y yo dónde estaba cuando todo paso?" Mordiéndose el labio inferior tratando de ahogar el gemido de dolor que amenazaba por brotar de su garganta. "Salvando vidas" Agrego su hermana menor escondiendo su rostro en el pecho de su hermano.

Alec sabía que aquello era necesario, por más de un año había evitado entrar en aquel sitio por el dolor que le causaba los recuerdos de su difunto hermano, la culpa que aun cargaba sobre sus hombros era demasiada como para soportarla solo, pero debía mantenerse fuerte por sus hermanos, sus padres, sus amigos, su novio pero sobre todo, por el mismo, diciéndose así mismo que su hermano lo estaba viendo desde alguna parte del firmamento, cuidando sus pasos como un pequeño ángel que les sonreía día tras día, esperando que siguieran sus vidas, siendo felices por él.

"Creo que a Max no le gustaría que lo recordáramos así" dijo con firmeza haciendo que su hermana levantara su rostro, fijando sus ojos color marrón sobre los suyos "Además, esta habitación ha estado cerrada demasiado tiempo, el siempre fue feliz y lleno de vida… Estoy seguro que el querría que su cuarto luciera de esa forma ¿no crees?" limpiando las pequeñas lagrimas que habían surcado por el rostros de Isabelle, la cual le sonrió asintiendo a sus palabras.

"Es hora de irnos" la voz de Jace los hizo voltear hacia la puerta en donde el rubio los observaba apoyado en el marco de la misma cruzado de brazos "Concuerdo con Alec, un poco de vida en este cuarto hará que lo recordemos como lo que él fue… Nuestro hermano"

Ambos asintieron levantándose de su asiento, Alec dejo el peluche que sostenía en su mismo sitio, por alguna razón un poco de su pena se había aminorado, quizás jamás podría soportar su pérdida pero su recuerdo lo mantenía vivo para él, de la manera en que alguna vez el vivió.

Cerró la puerta tras de sí para segundos después seguir a sus hermanos hacia el piso inferior-específicamente el jardín detrás del instituto- en donde Magnus mantenía un portal abierto hacia Idris. Isabelle y Jace fueron los primeros en entrar siendo Alec el ultimo que entraría en el.

"¿Seguro que no quieres que te acompañe? Escucho a su novio preguntarle mientras observaba en su rostro u dejo de preocupación por el. "Sabes que me gustaría que vinieras conmigo pero… Esto es algo que debo hacer con mis hermanos, ya que mis padres no podían por sus ocupaciones y las reuniones en la clave" murmuro depositando un casto beso en sus labios con la promesa devolver al anochecer.

Una vez en Idris no tardaron mucho en llegar a su destino, el lugar de reposo de aquellos Neflim o mejor dicho, niños menores de doce años que aun no portaban runas en su piel y no podían ser incinerados por la falta de ellas para ser parte de la ciudad de hueso. Con paso firme avanzaron por el cementerio, el cual no contenía más que algunas pequeñas lapidas, ya que no era algo usual en su raza morir tan jóvenes, Isabelle fue la primera en detenerse en la lapida que buscaban, el nombre de su dueño reposaba en su cripta adornada con pequeños ángeles talladas en ella.

 

Maxwell "Max" Joseph Lightwood

Amado hijo y hermano

1998-2007

Tu partida inesperada ha dejado en nuestras vidas el recuerdo imborrable de tu juventud y alegría, estarás presente cada día de nuestras vidas.

 

Alec sabía que su hermana trataba de no llorar las lágrimas se acumulaban en sus ojos pero su dueña las retenía por fuerza, soltó un suspiro mientras una leve sonrisa aparecía en sus labios al igual que en la de sus hermanos. Alec se colocó en cuclillas para tocar la cripta "Hola Max, tal como te prometimos venimos a verte, Una vez al año ya que nuestras ocupaciones nos mantiene algo distanciados del lugar, pero no creas que te hemos olvidado… Todos te recuerdan en casa "Su voz relataba en pequeños fragmentos todo lo vivido en aquel tiempo, su noviazgo, su rompimiento, su reconciliación con Magnus, la transformación de Simón de vampiro a Neflim, el poder que el fuego celestial había provocado en Jace, el robo de Iglesia –una pequeña broma que Jace aporto- la separación de sus padres.

El tiempo se les paso volando, cuando se dieron cuenta el anochecer los sorprendió, Isabelle dejo un par de flores de color azul en la tumba de su hermano –cuyo nombre era "No me olvides" sugerencia que dio Clary al saber de su visita a la tumba de Max- prometiendo que vendrían el próximo año con más historias para él. Alec se quedó unos segundos antes de dar media vuelta y seguir a sus hermanos, cuando una voz infantil lo hizo regresar la mirada hacia el lugar.

"Espero que el próximo año me cuentes más anécdotas divertidas Alec o me enojare contigo"

Por unos instantes la imagen de su hermanito quien le sonreía apareció parada sobre su tumba, Alec se tallo los ojos ante aquel extraño acontecimiento, descubriendo que no había nada en aquel sitio, "Quizás fue producto de mi imaginación" murmuro retomando su camino junto a sus hermanos. Ya pensaría en aquello se dijo así mismo, después de todo el prometió que una vez al año vendría a verlo, más le valía tener mejores historias que contar que las del año anterior.

 

Notas finales:

Es todo, espero haya sido de su agrado, hasta luego.

Celeste Kairi.


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