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¿tienes tiempo en tu agenda para un secuestro? por Haku1008

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Notas del capitulo:

 cap doble, publicación del cap 4 "detalles"y 5 "¿terminó?", ojo con eso.

Miró al chico inconsciente entre sus brazos, era guapo, realmente no lo dudaba, pero ¿por qué él pensaba algo como eso? Le recostó con cuidado en la cama, tomó sus muñecas y las esposo a la cabecera de la cama y luego amordazo sus labios… sus labios… rosó sus labios con delicadeza… luego reaccionó y volvió a amordazarlo.

 

Al día siguiente el rubio despertó con un poco de dolor de cabeza y, al notarse amordazado e inmovilizado su malestar se asentó, miró al moreno que dormía descaradamente a su lado, se preparó y aprovechando que tenía las piernas libres le dio un rodillazo despertándolo.

-…- el pobre de Kuro se retorció de dolor hasta caer de la cama -¿¡qué rayos sucede contigo!?- reclamó el moreno

-¡¡mmnnnghn!!- le “respondió” el rubio

-oh, es verdad- le miró disculpándose, luego se le acercó –lamento haberte puesto a dormir je… pero tienes que ayudarme, no les digas nada a mis padres por favor

-……- el rubio le miró molesto e indiferente a sus suplicas.

-por favor, te lo suplicó, haré lo que quieras, pero por favor no se los digas.

 

-Kurogane, hijo ¿están despiertos?- escucharon del otro lado de la puerta la vos de su madre.

-¡¡…!!- el moreno se puso pálido

-¡¡mmnn!!- intentó gritar por encima de la mordaza

-shhh- rogó Kurogane

 

-¿Kurogane?- su madre puso su mano en la manija dispuesta a entrar

-sí, mamá, estamos despiertos- dijo logrando que su madre desistiera de entrar e invadiera su intimidad.

-qué bueno, traje un poco de ropa que encontré para Fye ¿puedo pasar?

-¡¡no!! Digo…- se levantó y abrió la puerta apenas un poco para recibir la ropa

-¿pasa algo?- preguntó su madre al notar un poco nervioso a su hijo

-n-no…

-de acuerdo- dijo no muy convencida –puedes decirle a Fye que baje, iremos de compras

-¿qué?

-sí, Tomoyo, ella y yo, una salida sólo de chicas n.n para conocernos mejor y comprarle ropa adecuada para la fiesta

-……- su expresión era un poema

-la esperamos en 5 minutos, iremos hasta ******- sin más su madre se fue.

 

-…- el moreno volvió a cerrar la puerta, miró en sus manos la ropa que le habían traído para Fye, era un pans color azul claro, luego miró al rubio, se acercó hasta él, no podía hacer nada, no podía seguir ocultándolo –por favor- volvió a pedir una vez que le soltó.

-…- el rubio se incorporó de inmediato y le arrebato la ropa, se encerró en el baño y al poco tiempo salió cambiado con su nueva muda de ropa.

-¿l-les dirás?- preguntó el moreno

-tu familia no merece que les hagas esto, ni yo tampoco, dile adiós a tu farsa- le sonrió triunfador y salió de la habitación dispuesto a contar la verdad.

-…- Kuro se dejó caer pesadamente sobre la cama, miró su antigua habitación, sus cosas seguían ahí, igual a cuando se fue… ojala nunca se hubiera ido, ojala nunca hubiera seguido su estúpido sueño, ojala nada hubiera pasado como pasó… aplastó su cara con la almohada sintiéndose completamente derrotado.

 

 

Fye bajó las escaleras de prisa.

-wo, justo a tiempo, cuñadita- Tomoyo le atrapó del brazo –vayamos de compras!!!- lo jaló con ella

-p-pero…

-descuida, por el dinero no te preocupes- le dijo la madre de Kuro quien también salió tras ellos y prácticamente le obligaron a entrar al auto

-yo, tengo algo que me gustaría decirles- dijo el rubio

-¿¡estas embarazada!?- gritó Tomoyo emocionada

-¿o.O? ¿qué? ¡¡no!! ¡claro que no!

-era broma n.n mírate, te has puesto roja

-¿eh?- el rubio toco sus mejillas, era verdad, se sentían calientes, movió su cabeza desviando ese tema

-¿qué color creen que me quede más?- preguntó la chica

-mmm un color oscuro no estaría mal ¿tú qué crees Fye?- preguntó la madre de Kuro mientras conducía

-¿yo?... mmm un color oscuro, sí- dijo no sabiendo que más decir, no sabía nada respecto a la moda de mujeres, aunque Eiri, su asistente lucia vestidos en color negro con detalles brillosos para resaltar y que no se vea tan formal, también morado oscuro y… ¿¡qué rayos!? ¡tenía que decirles que él no era su cuñada! ¡¡que ni siquiera era mujer!!

 

-también compremos zapatos n.n te verías genial con un vestido azul, resaltaría tus ojos- le dijo a Fye

-n-no creo que…

-también lo creo, o uno rojo si prefieres n.n –dijo la madre de Kuro amablemente

-pero yo no…

-no te preocupes, papá lo pagara todo, creo que está fascinado contigo- le comento alegre

-¿eh?

-sí, papá siempre quiso a alguien realmente especial para mi hermano y n.n todos creemos que ha sido un suertudo al encontrarte a ti n.n en verdad siempre quisimos lo mejor para mi hermano, y todos estamos agradecidos de que te haya encontrado

-… bueno, sobre eso…

-¿sí? Cualquier cosa no dudes en decírnoslo- le dijo la madre de Kuro dándole confianza

-… yo no soy…

 

 

 

 

 

Se dio un baño, se cambió y se dirigió a la cocina

-ya te levantaste ¿eh?- dijo su padre animadamente mientras  preparaba el desayuno, para él era tan extraño verlo así, es decir, tan tranquilo, tan feliz, tan… orgulloso de él

-s-sí- se sentó en la mesa, recordaba sus días ahí, las muchas discusiones con su padre, lo mucho que estaban en desacuerdo siempre, las palabras tan duras que se dijeron antes de que el moreno se saliera de casa.

-¿sabes?- dijo mientras comenzaba a servir para ambos –cuando te fuiste de casa…

-…- el moreno bajó la cabeza

-yo, hm… jamás creí que lo lograrías, dude de ti y… me disculpo

-¿¡…!?- le miró sorprendido

-lamento no haberte apoyado, hijo

-……

-pero lo has hecho perfectamente bien tú solo, yo…- su voz se atoró por un extraño nudo en su garganta, ese mismo nudo que sintió cuando nombraban a Tomoyo entre las graduadas de su generación y ésta pasaba a recibir su documentación –hm, te has convertido en todo un hombre

 

-…- se sentía un bicho, quería gritarle que era falso, que siempre tuvo razón, que no lo logró, y llorar, confesarle que todo era una farsa, ya ni siquiera tenía un empleo, no tenía casa y mucho menos una pareja como Fye ¡joder! ¡Fye ni siquiera existe!

-estoy orgulloso de ti

-……- debían de ser las palabras más felices de su vida pero, en vez eso se le clavaron muy en el fondo de sus entrañas –papá

-n.n comamos antes de que se enfrié

 

 

 

 

-¡¡regresamos!! ^^ -anunció Tomoyo animadamente apenas entró en la casa con montones de bolsas en las manos, en la sala los esperaban Kuro y su padre.

-bienvenidas- saludó el hombre mayor amablemente -¿qué tal les fue? ¿Pudieron encontrar algo de tu agrado, Fye?

-eh, s-sí, no debió tomarse tantas molestias- dijo el rubio muy apenado, también traía barias bolsas en sus manos

-no es molestia, Kurogane tiene ropa aquí, pero tú, comprarte un poco de ropa era muy necesario, tu comodidad es primero que nada

-……- Kuro observaba en silencio, todo parecía normal en Tomoyo y en su madre, será que el rubio no les dijo nada, miró a Fye, intrigado, no entendía porque el rubio no les dijo nada si era la oportunidad perfecta incluso de escapar o ir a denunciarlo.

-por cierto, les preparamos la comida, pasemos a comer todos- ofreció el mayor muy animado

-vamos Fye, te encantara, papá cocina delicioso- Tomoyo lo tomó del brazo y le jaló con ella.

El rubio comprobó que lo dicho por Tomoyo era verdad, no le dirigió la mirada en ningún momento al pelinegro, y al finalizar se retiró argumentando que estaba cansado y fue directo al cuarto por un anhelado baño, esas compras con la madre de Kurogane y con Tomoyo le habían dejado devastado, y más porque él mismo… no terminó sus pensamientos ya que la puerta del baño fue abierta inesperadamente.

-l-lo siento- murmuró Kuro por aquella intromisión, estaba tan intrigado acerca de lo que había pasado en su salida de compras y la razón de que Fye no les haya dicho nada como había jurado que lo haría, que no lo pensó dos veces antes de ir a por el rubio y como no lo vio en la habitación entró directo al baño, no pensó en ningún momento que le encontraría con poca ropa por no decir nada de ropa, bajo el agua que caía de la regadera, húmedo…

-¿puedes dejar de mirarme?- dijo molesto forzándose a no parecer avergonzado o intimidado por lo que no se cubrió ni le dio la espalda, al contrarió continuo con su aseo como si el moreno no estuviese ahí.

-am yo… no… ¡lo siento!- se volteó avergonzado de sí mismo, ni siquiera se había dado cuenta de que se había quedado observando al rubio de manera tan fija y detallada –lo siento… qu-quería h-hablar con-tigo

-quieres saber por qué aun no le eh dicho nada a tu familia ¿no?- cerró las llaves del agua para comenzar a enjabonarse

Kurogane asintió con un monosílabo y giró la cabeza un poco para mirarle por el rabillo del ojo, no lo entendía, su cabeza decía no, pero no podía evitar mirarlo, no tenía pechos y aun así sus pezones lucían antójales, tuvo el ligero antojo de retorcerles con saña para después lamerlos con ternura, no tuvo tiempo de reprenderse mentalmente por tales pensamientos cuando el rubio se agachó para enjabonar sus piernas dejando en pompa su blanco trasero, Kuro tuvo que voltear de nuevo hacia la pared ante la ola de emociones que se agaloparon en él al observar esa erótica y sencilla posición, no lo entendía, le gustaban las mujeres, jamás se había sentido atraído hacia ningún otro hombre, la sola idea en sí era asquerosa, es decir, los hombres son rudos, toscos, tienen un pene colgando ¡esa debería ser razón suficiente para no voltear a mirarlo siquiera! Pero… si lo pensaba de mejor manera, giró el rostro apenas un poco para poder verle de nuevo, ahora el rubio tallaba su cabello casi con placer, tragó saliva, el rubio no era exactamente un hombre tosco, su figura era sutil, sus movimientos eran delicados casi rozando la sensualidad, su olor no era tampoco demasiado fuerte pero era adictivo y sus modales de niño mimado lo convertían en una especie de ser andrógino que no podía simplemente pasar desapercibido. El agua comenzó a caer de nuevo sobre la suave piel llevándose los rastros de jabón de una manera lenta y desesperante a la vista.

-no lo hice por ti

-¿¡eh!? ¿qué?... ¿qué?- dijo aturdido

-dije que no lo hice por ti… es sólo que…- su atención se dirigió al moreno y descubrió su mirada fija en su… -¡pervertido!- le gritó molesto al tiempo que le lanzaba la barra de jabón que le dio justo en sus partes bajas -¡contigo cerca no puedo relajarme ni bajar la guardia ni un solo momento!

-…..- Kuro tenía el rostro rojo y contraído por el dolor mientras que su cuerpo se fue doblando poco a poco hasta quedar tirado en el piso por la misma razón, ¿por qué su madre había tenido que ponerles la barra de jabón más grande que encontró, no pudo acaso comprar jabón chiquito como el de los hoteles?

-cerdo, sucio, marrano, pervertido, ladrón y mentiroso- el rubio murmuraba insultos mientras salía del agua y se enrollaba una toalla en la cintura para salir de ahí, no toleraba estar en ese espacio tan reducido con un ser tan horrible como lo era su secuestrador. Buscó otra toalla para secarse el cabello y el cuerpo de la cintura para arriba.

-mierda- murmuró sin voz.

 

-aish debí haberme largado cuando tuve la oportunidad- decía molesto mientras buscaba entre los cajones del moreno algo que usar, Tomoyo y la madre del moreno le habían obligado a comprar ropa de todo tipo, aquellas prendas que a ambas mujeres les gustaba para la linda rubia lo compraban y claro todo aquello era ropa de mujer ¡ni loco usaría ropa interior femenina! Por suerte encontró ropa adecuada del moreno que podía usar para dormir aquella noche; unos simples pans desgastados y una playera que le quedaba ridículamente grande pero al menos estaban limpios. Vió al moreno salir evidentemente adolorido. Sonrió y sin más arrojó a sus pies una almohada y una manta delgada –ahora duermes en el piso- dijo ante la mirada interrogante del moreno –ni loco permitiré que duermas a mi lado- dijo mirándole con superioridad de arriba abajo.

-….- Kurogane le miró indignado ¿quién se creía para mirarlo de esa manera, para ordenarle dormir en el piso ¡y para dejarlo sin futura descendencia!?

-que descanses- dijo sonriéndole con soberbia para meterse luego bajo las cálidas sabanas de la cama y descansar al fin de ese día agotador, mañana sería otro día, mañana con decisión se levantaría y regresaría a casa.

    

 

Notas finales:

Mil gracias por sus lecturas ^^ 


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