Salieron de la ciudad sin dificultades, el sol se ocultaba cuando llegaron a una gasolinera a las afueras, Kurogane cargó el tanque y cerciorándose de que el chico rubio seguía inconsciente caminó hasta el suvenir que ahí había para comprar algunas cosas, claro que todo fue pagado con el dinero del rubio ya que él no traía ni un solo centavo. Arrancó de nuevo… buscó en la radio alguna canción que le agradara pero al no encontrar ninguna simplemente lo apagó.
-mm…- sus ojos comenzaron a abrirse… dio un respingo al recordar todo -¿¡pero qué…!?
-amm, sé que te dije que era un asalto pero las cosas cambiaron y ahora es… un secuestro- dijo el moreno con dificultad.
-…… ¡¡eres un idiota!!- el rubio se le echó encima provocando que el auto zigzagueará por la carretera.
-¿¡pretendes matarnos!?- dijo mientras luchaba por mantener a la bestiecilla rubia quieta y por mantener el control del auto.
-¡¡sal de mi auto!!
-¡au!- dijo cuándo el rubio le atinó un golpe -¡se acabó!- frenó de repente, el rubio perdió el equilibrio y cayó con la cara contra la entrepierna del moreno –o///o ¡¡perdón, yo no quería, te juro que no era mi intención!!- dijo nervioso
-… ¡¡eres un cerdo pervertido!!- el rubio comenzó a lanzar golpes con más fuerza
-¡no era mi intención!- sujetó sus muñecas y le obligó a recostarse de espaldas en sus piernas mientras forcejaban
-¡¡déjame, pervertido!!
-yo no quería hacer esto pero no me dejas opción
-¿¡¡……!!?- el rubio miró alarmado el trapo húmedo que el moreno había sacado de pronto y que le acercaba a la boca, intento zafarse pero el moreno sostenía sus muñecas sobre su cabeza con una sola mano logrando inmovilizarlo, además de que aún le mantenía recostado sobre sus piernas -¡no!- intentó desviar el rostro.
-lo siento- se disculpó sinceramente y le cubrió boca y nariz con aquel trapo ya preparado con anticipación por si llegaban a esos casos.
-¡¡mm!! ¡mm!! ¡¡mmm!!- forcejeaba intentando zafarse y no respirar pero…
-……- el moreno observó como poco a poco el forcejeo del rubio se hacía débil y el cómo sus ojos comenzaban a cerrarse… hasta que el chico quedo inconsciente de nuevo, suspiró con pesadez y se dispuso a sacar de sus cosas algunas prendas con las cuales amordazar al rubio, le ató las muñecas a la espalda siendo cuidadoso de no lastimarlo pero también de que el amarre no resultara endeble, luego prosiguió a amarrar sus tobillos y por último le cubrió la boca –de verdad lo siento- le susurró volviendo a acomodarlo en el asiento mirando en la oscuridad su rostro, no podía dejar de pensarlo, no le gustaban los chicos pero aquel rubio sí que era atractivo.
Abrió sus ojos poco a poco, el sol le segó de inmediato y tardó un rato en acostumbrarse, intento mover su cuerpo pero le resultó imposible, notó las ataduras en sus extremidades.
-veo que estas despierto- le dijo animadamente su detestable conductor ah, y también su secuestrador.
-……- el rubio le miró resentido
-llevamos conduciendo toda la noche, llegaremos pronto
-¿¿……??- el rubio no entendía nada de lo que aquel chiflado decía, exhaló completamente frustrado ¿por qué le pasaban ese tipo de cosas a él? Miró por la ventanilla los caminos totalmente desolados de la carretera ¿a dónde lo llevaría?
-¿quieres un poco?- el moreno se estiró para quitarle la mordaza y luego le extendió con una mano un vaso de café mientras con la otra conducía.
-……- el rubio le miró desconfiado, luego el aroma se le hizo apetecible, desde ayer que no probaba nada, atrapó el popote con la boca y comenzó a sorber
-……- le miró de reojo y sonrió.
-……- se alejó y se sorprendió cuando el moreno le extendió un panecillo de chocolate –no comeré de tu mano u.u –dijo con dignidad
-pues no tienes opción, ni de chiste te desatare
-enfermo- murmuró desviando el rostro
-anda, están deliciosos- canturreó intentando convencerle
-……-el rubio suspiró, de ninguna manera lo haría, ni aunque estuviera muriendo de hambre y el panecillo oliera delicioso (T.T)
-eres testarudo ¿eh?- dijo divertido alejando el panecillo y comenzando a comerlo él mismo.
-ah…- le miró incrédulo ¿no le iba a insistir? Y además ¡¡ese era su panecillo!!
-mmm delicioso- dijo hablando con la boca llena
-eres asqueroso ¿lo sabías?- le reclamó volviendo la vista al frente con molestia
-……- en respuesta Kurogane tan sólo sonrió
-¿a dónde me llevas? Digo, si se puede saber- dijo sarcástico
-¿siempre eres así?- dijo sorprendido
-¿”así” cómo?- preguntó molesto y amenazador
-pues “así” YO soy el secuestrador, el malo de la historia, el rudo, los corderos no pueden gritonear al lobo
-¿a quién rayos llamas cordero?- dijo aún más molesto, entrecerrando los ojos
-lo ves, ahí está de nuevo- se quejó
-oh, disculpa que mi humor no sea el mejor, tal vez sea porque ¡¡¡un maldito pervertido me secuestro!!!
-ok. Ok ¡ya entendí! ¿qué sucede contigo?- murmuró
-……- respiró hondo intentando calmarse
-y no soy ningún pervertido, aquello fue un accidente, ya te lo dije
-sí, lo que digas… espera- le miró asustado -¿no querrás llevarme para obligarme a hacerte cosas pervertidas o sí? O.O
-¿¡qué!? ¿¡quién crees que soy!?- dijo con desagrado
-te advierto que en mi vida eh hecho un oral así que no creo que te sirva
-¡¡no soy ningún pervertido!!- dijo indignado
-TT.TT hazme lo que quieras, pero regrésame antes del 27 tengo una junta muy importante
-¿¡por qué dices todo eso!?
-amm bueno, tampoco me gusta el bondage, ni cera caliente ni tampoco perforaciones en ninguna parte de mi cuerpo, de ahí en adelante puedo hacer cualquier fetiche, pero no te llamare amo ni te pediré permiso para venirme
-¡¡deja de decir eso!!- decía traumado ¡¡Dios!! ¿¡quién era el pervertido ahí!?
-y tampoco metas otra cosa a mi culo que no sea tu pen…
-¡¡SUFICIENTE, POR AMOR A TODO!!- dijo frenando y bajando cubriendo sus oídos intentando suprimir todo lo que había entrado en su cabeza ¡¡ni siquiera en su vida se había imaginado acostándose con otro hombre, mucho menos haciéndole cosas tan…!! -¡¡AHHHH!! ¡¡¡las imágenes no salen de mi cabeza!!!
-¿¿……??- el rubio le miraba desde el auto, era el pervertido más raro que haya visto jamás
-¡¡ahhh!! ¿¡por qué a mí!? ¿¡no pude haber encontrado a alguien más cuerdo para secuestrar!? ¡¡juro que no merezco esto!!
……
Durante varias horas el paisaje consistió en metros y metros de follajes, algunos verdes, otros cubiertos por la nieve… el rubio suspiró ¿cuánto más faltaba? Es decir, no era que quisiera llegar a ese desconocido paradero que el moreno le preparaba, pero tampoco quería seguir andando por la carretera sin rumbo alguno… sintió como sus ojos se cerraban contra su voluntad y comenzaba a cabecear, él trataba de resistirse no se sentía seguro durmiendo con el pervertido de al lado, pero, se sentía tan cansado ¡¡no!! No podía dormirse, quien sabe que cosas sucias le haría mientras dormía… le miró, el moreno continuaba atento en la carretera, quizá, sólo quizá, podría dormir unos 5 min, sí, sólo por un ratito…
Cuando volvió a despertar el auto estaba aparcado, sintió libertad en sus piernas pero, miró las esposas que ahora cubrían sus muñecas mientras lo ataban a la puerta del copiloto, sus brazos se mantenían levemente estirados hacía arriba, intentó zafarse en un vano esfuerzo y es que, por la apariencia de las esposas, llegó a pensar que éstas podrían ser de juguete, estaban cubiertas con una especie de tela peluda color rosa fosforescente.
-tiene que ser una broma- dijo para sí mismo, buscó al moreno con la mirada pero no lo encontró, él se encontraba solo en el auto, miró el lugar dónde habían aparcado esta vez, era el típico restaurante desolado en las afueras dónde podían descansar los conductores de autos con grandes cargas, miró al moreno salir del lugar con algunas bolsas y subió al auto saludándole como si la situación en la que ambos se encontraban fuera de lo más común.
-traje comida china- dijo comenzando a buscar en las bolsas que llevaba, abrió un empaque y con un utensilio tomó un poco y le acercó al rubio en la boca, el olor dulce llenó su olfato y el antojo se hizo irresistible, incluso el pollo bañado con salsa agridulce le pareció irresistible, pero…
-……- muy a pesar de sí mismo desvió el rostro
-vamos ¿me sumaras un cargo de homicidio también?- bromeó el moreno
-……- estaba a punto de reclamar cuando unos cuantos toquidos en la ventana del rubio les hicieron voltear, el rubio sonrió agradecido por la suerte y el moreno maldiciendo la suya.
-genial- dijo nervioso y bajó la ventana del rubio.
-¿qué sucede aquí?- preguntó un oficial de policía mirando seriamente al moreno y a las muñecas esposadas del chico ojiazul.