“Su deseo”
Suspiró con cansancio y vio a las demás empleadas y con los niños afuera, él más bien se quedaría a comer su almuerzo de una buena vez. Se adentró a paso tranquilo en la sala de profesores y sacó el envase con su almuerzo antes de meterlo al microondas, colocándole un minuto y media para calentar la comida.
Mientras el tiempo pasaba se distrajo viendo cómo los niños correteaban en alrededor del parque de juegos en el patio trasero de la gran casa, todos ellos tenían una gran alegre e inocente sonrisa plasmada en sus rostros, los hacía ver tan preciosos e invaluables, mucho mejores que cualquier pieza de arte del Louvre. Ellos tenían su propio estilo y podían hacer con él lo que se les viniera en gana, lástima que cuando él fue niño no lo sabía y seguro ellos tampoco.
El microondas sonó y lo sacó de sus pensamientos. Agarró un par de palillos y empezó a comer. Volvió a divagar en pensamientos sobre niños, las cosas que probablemente estuvieran en su cabeza eran cosas como reconocer colores, figuras, letras y números. Su trabajo se hace presente en este punto, él enseña a los niños a manejar las sílabas del vocabulario coreano, mientras que su compañero TaeMin se encargaba de la escritura de estas.
-Ahí estás. Te estaba buscando.- TaeMin entró en la habitación.
-Oh, vamos. El lugar no tiene tantos cuartos, pudiste haber buscado aquí primero.- Respondió LuHan al extraño saludo.
-Si bueno, nunca se sabe si estás en el baño así que también esperé a que salieras.- Rió el otro chico sentándose frente a él en la mesa. -Yo me iré temprano, mi clase ya se dió por hoy y MinHo me vendrá a buscar. Iremos a cenar hoy.-
-Déjame adivinar, es su aniversario.- Dijo rodando los ojos.
-Siiii, ya han pasado cuatro años desde que nos casamos, y con SeulGi estamos más que contentos~.- Dijo con emoción. LuHan sonrió al ver como su compañero pensaba en la gran vida que llevaban él, su esposo y su hija.
En ese preciso momento su corazón se estremeció, creyó haber encontrado lo que le faltaba a su relación con SeHun para que todo fuera perfecto. Un hijo, esa era la clave de la felicidad eterna. Una creación de los dos para atesorar su gran amor mutuo por el resto de sus vidas. Abrió los ojos como platos con una gran sonrisa. TaeMin le miró confundido y por ello relajó su expresión, más tarde tendría una buena sesión con SeHun por buenas causas.
Oh SeHun es su esposo, se casaron hace ya año y medio. Recuerda perfectamente que todos sus amigos estuvieron presentes, esos amigos con los que alguna vez tuvo un grupo musical pop muy famoso que solo había logrado unirlos más como la familia que realmente eran. SeHun le había pedido matrimonio a LuHan mucho después de la disolución del grupo, cuando ya SeHun y su padre tenían su propia empresa automotriz, cuando por fin era el momento para hacerlo se juntaron en uno y se casaron felices y contentos.
Pero recientemente SeHun y su padre tienen muchos negocios, demasiados para ser mencionados, lo que lo hacen pasarse muchísimas noches en vela a él y a LuHan que siempre está al cuidado de su menor -porque sí, SeHun es menor que LuHan- además de la cantidad de viajes al extranjero para más de estos negocios. Todo este tema afectaba psicológicamente a LuHan, aunque él no quisiera admitirlo, y le estaba causan gran melancolía aún más porque trabaja de profesor en una guardería.
Sip, una guardería.
LuHan es completo fan de los niños, no me pongo a decir las cosas que le gustan de ellos porque es simplemente todo. Su trabajo lo hacía mantenerse perdido en ese mundo infantil, que para él era como un campo de rosas primaveral, o más bien así olía -siempre regaba el lugar de aromatizador por las mañanas-.
---Horas más tarde---
-Adios Dino~!- Se despidió de el último niño que se iba del lugar tomado de la mano de su madre.
-Hasta el lunes Lu hyung!- Chilló el niño feliz antes de subir a su auto.
LuHan rio un poco y se metió nuevamente a su casa. Si, la guardería era en su casa, cosa que le facilitaba mucho las cosas. Además, con el personal de aseo que tiene gracias a SeHun, no debe preocuparse por limpiar el desorden. Subió a su habitación y se desnudó para meterse entonces en la ducha, aunque podría decirse mejor como “piscina bajo techo” porque era algo inmenso. Cerró sus ojos y se imaginó la procreación que podrían tener él y SeHun.
Niño, cabellos castaño y ojos marrón oscuro, nariz afilada y labios claros. La imagen de SeHun cuando era joven. Su parecido maternal sería más psicológico, el niño pensaría mucho en ayudar a las personas a su alrededor, le gustaría estar tranquilo y no haría demasiado berrinches al crecer, no sería malcriado y al contrario obedecería a sus padres. Si, la imagen del niño perfecto para LuHan. Solo faltaba ponerle un nombre como… JeongHan más o menos, su nombre era discutible aún.
El sonido de la puerta cerrándose lo despertó de los sueños. Sacó su mano fuera del agua y vio la piel de sus dedos arrugados, ya era hora de salir, cenar y darse su sesión con SeHun. Se arregló con ropa ligera y fue escaleras abajo.
-SeHunnie, llegaste.- Le saludó.
-Hola cariño, cómo te ha ido hoy?- Preguntó con expresión casi indiferente antes de besarle suavemente sus labios. Se miraron a los ojos mutuamente y finalmente sonrieron. -Eso me dice que bien.-
-Sí, bueno, y a tí?-
-Igual, mi padre accedió a darme dos semanas de vacaciones, pero es el próximo mes.- Suspiró dejando su maletín en las escaleras.
-Un mes no es mucho. Ya podrás tener tiempo.- Sonrió avanzando al comedor, antes mencionado como sala de profesores. -Trajiste comi-- LuHan fue interrumpido por un beso profundo de su esposo.
-Sabes que no me gusta dejarte a un lado Hannie, también que quisiera tener todo el tiempo del mundo para ti…- SeHun besó su frente y lo abrazó por la cintura. -Y sí, traje comida.-
-Pollo frito?-
-No, mucho mejor. Pizza.-
-Si, esta noche será grandiosa. Comamos arriba.- Sonrió LuHan llevándolo a la habitación de arriba con todo y caja de pizza.
---Minutos más tarde---
Estaban viendo una película cómica, riéndose estruendosamente. La pizza se había acabado y a los minutos la película también. SeHun aprovechó para apagar la tv y voltearse a admirar a su esposo, LuHan imitó sus acciones. El ambiente se llenó de electrones y estos se adherían a las potentes miradas de ambos hacia el otro, era algo casi inexplicable y bastante complejo. Se acercaron y se fundieron en un profundo beso apasional.
-SeHun-ah, quiero pedirte algo…- Susurró LuHan cuando se separaron unos centímetros. -Es algo así como un sueño para ser feliz, y quiero cumplirlo contigo.-
-Lo que sea, Hannie, lo que sea para verte feliz.- Dijo SeHun.
-Quiero un hijo.- Dijo finalmente.
-Un… hijo?- Preguntó confundido.
-Si SeHunnie… No quiero seguir sintiéndome solo aquí, falta alguien más en mi vida.- Sonrió.
-Hannie, no lo sé… Estamos preparados para esto?- Cuestionó viendo ahora al techo. -Estoy preparado para esto?-
-Estamos más que listos SeHunnie.- Le dijo firme. -Todos los requisitos para estar listos están hechos.-
-De verdad?-
-De verdad.-
-Entonces sí.- Sonrió y se colocó encima de su mayor antes de empezar a mordisquear su cuello directamente.
LuHan tuvo una idea antes de empezar a perder la cordura, algo rápido pero con amor, que no fuera a dañar la relación por el apuro. Separó un poco a SeHun y le susurró.
-Te necesito con fuerza SeHunnie.-
Dicho esto SeHun se deshizo de la ropa de ambos en cuestión de segundos para poder deleitarse con el pecho suave de su mayor. Sus manos acariciaban los costados mientras que su boca estaba en el cuello, LuHan ya presentía lo que sentiría esa noche. Es entonces que SeHun separa su boca del cuello para llevarla a los pezones ya rígidos del otro y estimularlos con su lengua propia. LuHan empieza a perder la cordura y busca algo para entretenerse también, lo más tentador no está a su alcance en ese instante por lo que su única opción de entretenimiento es aferrarse a las sábanas. La mano de SeHun baja a la entrepierna del otro, empezando a masajearla con lentitud, cosa que sabe vuelve loco a su esposo, se despega de su pezón para besarle sus labios y con su otra mano busca la contraría de su esposo para entonces llevarla a su entrepierna propia. LuHan comprende la situación y empieza a estimular la hombría de SeHun con su mano aunque lo quiere tener dentro de su boca también, este pensamiento lo hizo empujar a SeHun para quedar de rodillas frente a su miembro, le dió una suave lamida a la punta para de una vez introducir el grueso miembro en su boca y comenzar a succionarle. SeHun gruñó con fuerza, este trabajo de felador era el punto fuerte de LuHan en cuanto a sexo se refiere, y eso le vuelve literalmente loco. Un par de minutos pasaron entre sonidos obsenos de LuHan succionando a SeHun y jadeos y gruñidos por partes de este último, antes de que SeHun en su punto más alto separara a LuHan de su entrepierna.
-Es tu turno Hannie.- Le dijo SeHun para voltearlo y ponerlo de rodillas contra la cama. Buscó en menos de cinco segundos un bote de lubricante en su mesa de noche y regó el líquido en su mano. Con dos dedos empezó a preparar la entrada de su esposo. -Calma Hannie.- Dijo al oír chillar de dolor a LuHan.
-No me duele pero, mierda está frío.- Chilló moviendo un poco su trasero para ojos de SeHun.
-Bueno, desde mi punto tu en realidad lo necesitas porque estás más caliente que pizza recién horneada.- Bromeó coqueto SeHun y LuHan bufó sonriendo, los chistes de su esposo ofenden y hacen reír a la vez, de alguna manera. Después de unos minutos habló nuevamente. -Listo Hannie?-
-Si SeHunnie… Solo hazlo rápido, puedes?-
-Vale. Si así lo deseas…- SeHun suspiró antes de enterrar su hombría dentro de LuHan que soltó un grito ahogado. Para suerte de todos SeHun no se movió. -Espera un momento… Tenemos tiempo sin hacerlo, no puedes apresurarte.- Susurró tomando en su mano derecha el miembro de quién estaba bajo él y empezando a acariciarlo.
Poco a poco LuHan destensó su cuerpo, SeHun estaba en lo cierto, con el tiempo desde la última vez que lo había hecho había dolido y había que acostumbrarse al tamaño, cosa que no tardó demasiado. LuHan no se aburría gracias a la mano de SeHun y par de minutos después movió en círculos su caderas, dándole permiso a SeHun para moverse. Y así lo hizo, empezando con un ritmo de embestidas lentas pero profundas, llegando lo más profundo posible dentro de LuHan que solo se retorcía bajo de él temblando y gimiendo bajito. Con el paso de lo minutos el ritmo aumentó, así como la fuerza de SeHun proporcionadas en las embestidas y los gemidos de LuHan que lo causaban morder la almohada para no gritar. SeHun tuvo que pegar su cuerpo a la espalda de LuHan para poder mantenerse firme en todo momento, porque el interior de su esposo no era fácil de dominar sabiendo que lo vuelve loco el estar dentro de él.
No pasó mucho tiempo cuando LuHan gritó el nombre de su esposo. Contrajo su interior al venirse en su mano -que estuvo todo este tiempo estimulando el miembro de LuHan- y escuchó a SeHun gruñir su nombre antes de morder su oreja y correrse dentro de él, provocando que el grito se alargara unos segundos demás.
Cayeron uno al lado del otro acostados en la cama, SeHun abrazando a su mayor por la espalda. LuHan suspiró cansado y sonrió antes de hablar bajo.
-Solo queda esperar a que la naturaleza haga su trabajo…- Le dijo a su esposo.
-Se que no nos decepcionará Hannie. Porque sabe lo mucho que nos amamos.- Le besó la nuca antes de sentir como el cuerpo bajo sus brazos se volteaba.
-Tienes razón Hannie. Te amo.-
-Y yo a ti.- Respondió antes de besarlo.
Poco pasó antes de dormirse.
---Cuatro meses después---
Sonrió al terminar de enseñarle a WooZi como decir y reconocer correctamente las vocales ae y e, eu y u, eo y o. El niño poco después guardó sus cuadernos y fue a jugar con Seung Kwan, uno de sus mejores amigos, al patio de juegos. Ese niño junto a Dino eran de sus preferidos, ambos tenían parecidos en personalidad a su hijo perfecto pero no era exactamente lo que quería. Lo que él esperaba era algo único.
Sí, esperaba un hijo, confirmado por el doctor, sería un macho de buen corazón, estaba seguro de eso. Tenía cuatro meses de embarazo, estaba más que feliz, su amigo KyungSoo lo había felicitado y con alegría lo invitó a su boda con JongIn. LuHan pensó en ellos dos, tenían una relación mas vieja que la suya con SeHun, pero ellos no se habían casado hasta el día de hoy por razones que no conoce bien. Le deseaba la misma suerte que él le deseó por su futuro hijo.
Pronto su vida estaría completa, y JaeMin sería el nuevo reto del HunHan.