--¡Ya levántate Choi! – dijo un acicalado Heechul. Choi hizo caso omiso, solo se movió como un rodillo dos a tres veces; antes de ser empujado violentamente por Heechul. Cayó boca abajo y se incorporó lentamente como si hubiera bebido mucho por la noche.
De pronto se dio cuenta de que veía doble --¡Ah! Que modales Choi Siwon, ni saludas. La diva refunfuñona andaba gruñéndole otra vez, fue entonces que todo se iluminó, pensó que nunca antes había sentido esa sensación, esa misma que te da cosquillas en el epigastrio y te ruboriza las mejillas.
Veía más que un joven parado, con la sonrisa cínicamente ladeada; veía más que a un joven elegante, a un Hyung que paso de ser su amigo a ser su amante; era una sensación poco conocida, una sensación no identificada anteriormente –Desprecio –pensó –si eso debe ser –pero su corazón le aseguró que no era así, pues una sensación muy grande de bienestar crecía dentro suyo; las endorfinas estaban potenciándose en su cuerpo bien formado.
Heechul no entendió la fisonomía de Siwon, en aquel momento, tenía cara de que alguien le había revelado un gran arcano. Fingió mantenerse estoico y viró para irse de aquel cuarto; así evitaría tener más tiempo con Siwon, él se sentía muy incómodo y culpable; pero como a Siwon le invadía una sensación de satisfacción y placer espiritual que no había experimentado nunca antes.
Siwon no intentó detener a la diva, era innecesario; es decir no tenía porqué hacer un embrollo de todo lo sucedido, era mucho mejor ni mencionarlo, ni mencionar que la noche anterior se había acostado con su Hyung y lo peor… se había dormido como un niño en su regazo.
El sexo no incluía más contacto que el necesario, --¡¡ahhhhhhhhh!! –una sensación de molestia se asentó en su mandíbula… pero de pronto era consciente de que no podía dejarlo así, es decir veía a menudo a su Hyung y si no hablaban del tema, todo se volvería más raro de lo que era en ese momento. Recordó entonces cuando Donghae le comentó que había tenido relaciones con Hyukjae y que después de eso todo contacto entre los dos había quedado prohibido, no exactamente prohibido, sino que no podían estar cerca porque aunque habían estado de acuerdo en que solo era sexo; al dormir juntos algo más quedó en ellos –Imbécil!!—gritó Siwon, claro eso debió ser, se sonrojó por su memoria de corto plazo, Hae le había dicho claramente que si quería sexo jamás se acurrucase con esa persona, porque a veces el calor del pasar de la noche, te hace sentir tan identificado, tan relacionado con ese ser; que afloran las emociones más cándidas, dulces y perfectas de tu interior, lo que lo hace ser mucho más valioso para ti.
Bueno… pero a pesar de haber cometido ese craso error Siwon no se siguió culpando, era inútil; nada podía remediarlo. Se quedó cabizbajo, observando su orgullo; pensó que a él no le pasaría lo que a Donghae y Hyukjae, puesto que él lo había planeado con anterioridad y lo de la noche anterior solo había sido la consecuencia de su irremediable soberbia.