Heemin abrió los ojos porque aquel color naranja detrás de sus párpados lo fastidiaba en demasía...y ahora qué haría la verguenza lo ostigaba.
Se levantó y caminó sin dirección alguna, estaba algo despistado y entonces la sensación de no haber comido casi durante todo el día cobró su membresía.
Un escalofrío recorrió su cuerpo y entonces palideció por completo.
Jungmo corrió por inercia algo decíale que debía apurarse para atenuar la caída de aquel esbelto muchacho.
Y entonces la escena de película quedo fija en la mirada de muchos transeúntes, unos se enternecieron y suspiraron; otros pensaron que estaban filmando un dorama yaoi o algo parecido...y es que fueron instantes magnéticos y mágicos...donde el tiempo y el espacio fueron uno solo confabulándo para hacer que fuera perfecto.
Siwon salió del baño, extrañamente estaba más nervioso que de niño antes de un recital. Inspiró profundamente y marcó el número de su Hyung.
-Alo...Heechulssi? -El número que usted marcó, está fuera de servicio...inténtelo más tarde.
Siwon se quedó sorprendido la diva nunca dejaba su teléfono sin carga y tampoco solía ir a lugares donde no hubiera cobertura, eso era improbable, ¿qué estaba pasando?
Siwon salió del restaurant, buscaría a la diva en cualquier parte del mundo si era necesario.
Sin embargo para encontrarla solo bastaron unos cuantos pasos.
- ¿estas mejor?
- Sí Momo, gracias
- Hee parece como si no hubieras comido todo el día.
- Pues es cierto, Momo querido...muero de hambre.
Jungmo sonrió y la ilusión comenzó a asentarse en su corazón.
- Bueno entonces no rechazarás la invitación a la cena que he preparado. Porque realmente lo he hecho con mucho esfuerzo, es más preparé la comida con la receta de tu mamá, claro no me preguntes como la obtuve porque es una larga, larguísima historia, entonces Hee...aceptas?
Hubo un silencio incómodo, tan largo para Jungmo tan fugaz para Hee.
- Claro que sí Momo...
Jungmo lo cargó entre sus brazos, lo que sorprendió grandemente a Hee, no se lo esperaba, es que era demasiado rápido, su corazón estaba lastimado.
Heechul se sentía traicionado y el desprecio por sí mismo aumentaba cada segundo que pasaba...realmente aunque sus necesidades físicas indiquen que necesitaba comer, el no tenía apetito...lo único que tenía era ganas de desaparecer.
Siwon estaba completamente irritado, enfadado, descontrolado...apenas y pudo mantenerse estoico cuando Jungmo cargó a Hee. Claro los hubiera detenido, lo hubiera hecho, pero con qué excusa...qué pensaría la gente.
Simplemente no, ¡NO!, no podía hacer que sus sentimientos fueron tan evidentes. Dejar ir a Hee en brazos de otro le provocó mucha intranquilidad, pero los prejuicios, la razón y los estereotipos aún ejercían gran poder sobre su cuerpo...más nada podría aquietar el torbellino desatado en su corazón.
Hee miró a Jungmo con la ternura de una madre por su hijo, aunque las circunstancias eran ciertamente poco apropiadas para ello. Sin embargo al sentir su cálido y fornido cuerpo era lo único que podía hacer...de alguna manera se sentía cómodo, el dolor y la verguenza habían disminuído.
Pronto la diva se quedó dormida abrazada al cuello de Jungmo.
Continuará...