Era invierno en la cuidad de Magnolia y todos se encontraban emocionados por la próxima navidad. El gremio de Fairy Tail en particular estaba lleno de risas y sus miembros llevaban días adornando el lugar para la fecha.
Tenían pensado realizar una gran fiesta y celebrar todos juntos, por lo que esperaban dejar todo listo y perfecto. Lucy se encontraba en la parte de arriba colgando muérdagos y escarcha de colores cuando se le ocurrió una brillante idea.
Lucy: Chicos deberíamos hacer un intercambio de regalos un día antes de navidad. Creo que sería lindo y así seguro todos recibirán algo.
Erza: ¡Es una gran idea! Adoró estas festividades definitivamente tenemos que hacerlo.
Lucy: ¿Entonces qué opinan los demás? Pueden abrir el regalo en la fiesta o la mañana de navidad dependerá de lo que quiera cada quien.
Mira: Si el maestro está de acuerdo a mí me parece buena idea.
Makarov: Siempre y cuando me incluyan, lo permitiré.
Lucy: Perfecto iré a preparar papeles con los nombres para que sea secreto y aleatorio.
Levi: Te ayudo Lu-chan seguro será divertido.
Y así además de preparar el gremio para la fiesta, las chicas comenzaron a preparar todo para realizar el intercambio. Habría reglas para que todos recibieran buenos regalos y ni hubiera problemas.
Todos los magos iban escribiendo su nombre en papeles que Lucy y Levi repartieron y podían poner sugerencias de regalos o cosas que les gustaban para facilitar a la otra persona la tarea de buscar un obsequio sin quitar la sorpresa.
Cuando ambas chicas terminaron de recoger los papeles, los doblaron y los metieron en una caja que pusieron en el centro del gremio. Todos fueron pasando uno por uno y tomaron un papel asegurándose de no tomar el propio.
Esa tarde cada quien fue a su casa comenzando a pensar en que regalar a quien les había tocado. En una pequeña casa a las a fueras de la ciudad un chico de cabellos rosas observaba el papel que había tomado con el nombre de la persona que menos esperaba.
Bufo exasperado en el trozo de papel solo había un nombre lo que le haría muy difícil encontrar un buen regalo para esa persona.
Natsu: ¿Por qué tenía que tocarme él? De todos los del gremio tenía que tocarme Gray y el muy bastardo ni siquiera escribió que quería.
Siguió observando el papel hasta que decidió que no tenía remedio. Tendría que espiar al mago de hielo para lograr obtener ideas de que regalarle.
En otro lado de la cuidad un chico de cabellera azabache suspiraba una y otra vez mientras miraba hacia el cielo.
Gray: Un intercambio... la verdad es que lo que yo quiero no puede ser envuelto en una caja de regalo. Supongo que lo que me den estará bien.
Siguió suspirando con anhelo y cierto deje de tristeza en su mirada antes de ir a dormir, debía madrugar para poder ir de compras al día siguiente.
No era algo que le gustará mucho pero había varios regalos que deseaba dar sin mencionar a la persona que le había tocado. No lo conocía mucho pero tenía algunas ideas y el papel traía sorpresivamente algunas notas sobre sus gustos.
A la mañana siguiente el mago de hielo se levantó y comenzó su recorrido por las tiendas. Primero compro un obsequio para Lyon, una hermosa esfera de nieve y algunos chocolates rellenos, sus favoritos desde niño también añadiría una pequeña tarjeta y una extensa carta.
Después compro unos libros un par para Lucy y otros para Levi. Para Lucy además añadió un par de caramelos y una linda bufanda rosa con guantes integrados.
Para Erza una pulsera de plata con su nombre grabado en ella, un par de vales para que pudiera comprar muchos pasteles de fresa y algunos chocolates. Juvia recibiría otro conjunto de bufanda y guates aunque en color azul y un bonito gorrito como los que solía usar.
La pequeña Wendy obtendría un abrigo color lila y muchos caramelos. Loke una gran botella de vino y un par de revistas con hermosas chicas en su interior.
Cana obtendría un par de botellas de sake y un suéter verde. Y a los demás les había comprado diversidad de golosinas y alguno que otro regalo extra. Ya solo le faltaban dos y uno de ellos era el más difícil de todos.
Primero entro en una tienda y compro el obsequio de la persona secreta que le había tocado y después volvió a casa a dejar todos los demás regalos que había comprado.
Volvió hacia las tiendas por la tarde y dio vueltas entrando en casi todas sin lograr encontrar un regalo que le convenciera. ¿Por qué era tan difícil elegir un regalo para él?
Gray: Por qué lo amo... realmente no importa el regalo que le de él nunca va a darse cuenta de lo que siento por él y yo... soy demasiado cobarde como para confesarle a Natsu que me gusta.
El chico suspiró y siguió caminando hacia el mar de tiendas sin saber que lo que se había dicho a sí mismo había sido escuchado por la persona que llevaba toda la mañana siguiéndole con la esperanza de encontrar un buen regalo para él.
Natsu: Le gusto... ¡Le gusto!
El dragon slayer no cabía en la emoción que sentía y no terminaba de creer lo que había escuchado. Corrió lleno de felicidad hacia su casa y se encerró en su cuarto.
Gray le gustaba, no estaba seguro de cuando había comenzado pero sentía algo mucho más grande que simple amistad por él. Abrazó su almohada y miró hacia el techo ya tenía una buena idea de que regalarle y estaba seguro de que esta navidad seria inolvidable para el azabache.
Así pasaron los días y finalmente llego el día de la fiesta. Todos estaban alegres comiendo, bebiendo, conversando unos con otros y hasta bailando.
Pronto llegó la noche y comenzaron el intercambio de regalos. Hubo risas, sorpresas y mucha emoción por parte de todos.
Gray le dio su obsequio a Gajeel, una guitarra y una chaqueta de cuero además de varias piezas de metal. El otro agradeció excitado antes de ponerse la chaqueta y subir a cantar con su guitarra nueva.
Happy le dio su regalo a Natsu y Natsu le dio una caja de regalo a Gray sorprendiéndole. La fiesta siguió y Gray entrego los demás regalos a los miembros del gremio recibiendo varios el mismo. Antes de irse le entrego una caja mediana a Natsu y salió corriendo del lugar hacia su casa.
Llegando se encontraba completamente sonrojado y sus manos le temblaban coloco todos los obsequios que había recibido bajó el árbol con la intención de abrirlos hasta la mañana siguiente pero no pudo contener su curiosidad y tomó la caja que le había entregado Natsu.
No era muy grande, tampoco pesada pero si muy bonita con un enorme moño encima. Abrió la caja con cuidado y se encontró con una carta encima de lo que parecía ser otra caja. Tomó la carta y la abrió comenzando a leerla.
“¡Hola! No soy muy bueno escribiendo cartas así que seré breve, primero que nada quería agradecerte por haber estado conmigo este año, sé que peleamos seguido pero ciertamente no me imagino a nadie más como mi rival aunque no seas tan fuerte como yo, es divertido discutir contigo y creo que disfruté mucho de todas las misiones en las que trabajamos juntos. No lo diré jamás en voz alta pero eres mi mejor amigo y me alegró de haberte conocido. Sobre el regalo debes seguir algunas instrucciones para poder abrirlo. Primero debe ser mañana así que tendrás que esperar y deberá ser en el lago que está junto al gremio, eso por qué este regalo no está completo. La otra parte era muy grande para llevarla al gremio así que te estaré esperando ahí mañana para entregártela. Llega temprano y no lo abras antes o te golpearé."
Natsu.
Gray comenzó a reír después de terminar de leer la carta, definitivamente Natsu la había escrito. Sentía curiosidad por saber que era ese regalo que Natsu iba a darle y no pudo evitar sonrojarse al pensar que Natsu le daría algo grande, tanto que no lo había podido llevar al intercambio. ¿Qué sería?
Tendría que esperar hasta la mañana siguiente para enterarse. Se fue a dormir con una sonrisa en su rostro y una enorme calidez y emoción en el pecho aguardando con excitación el momento de ver a Natsu.
A la mañana siguiente le levantó temprano y se arregló intentando verse bien para Natsu. Sabía que nada pasaría entre ellos pero no podía evitar querer verse bien para Natsu, más sabiendo que estarían los dos solos.
Tomó la caja con el regalo de Natsu y se dirigió rápidamente hacia el lago donde él y Natsu solía pelear de niños, ese lugar le traía tan buenos recuerdos.
Llegó y vio a Natsu recargado en un árbol, llevaba la chamarra negra adornada con llamas en las mangas y parte de abajo que le habia obsequiado el día anterior, la cual se le veía espectacular a ojos de Gray.Se quedó tan embelesado viéndolo que no notó como se le iba acercando hasta que lo tuvo enfrente.
Natsu: Hola Gray me alegra que hayas venido.
Gray: Te vez muy bien.
Natsu: Oh si gracias realmente me gustó mucho tu regalo y no puedo esperar para darte el tuyo. Cierra los ojos.
Gray: ¿Cerrarlos?
Natsu: Confía en mí.
Gray hizo lo que Natsu le pidió y sintió como el pelirrosa tomaba de sus manos la caja que traía consigo.
Espero unos momentos hasta que sintió algo frio en su dedo. Abrió los ojos y vio un hermoso anillo en su dedo anular. Era de oro blanco con pequeños diamantes alrededor y uno mediano en forma de copo de nieve al centro.
Gray sorprendido alzó la mirada y vio a Natsu sonriéndole mientras tomaba su mano.
Natsu: Gray hace mucho que estoy enamorado de ti y quisiera saber si te gustaría estar conmigo y ser mi pareja.
Gray: Natsu yo no sé qué decir nunca imagine que esto sucedería algún día y si quiero estar contigo ahora y para siempre.
Natsu se acercó a Gray y tomándolo por la cintura le planto un tierno beso en los labios. Estuvieron un rato abrazados hasta que Natsu decidió romper el silencio.
Natsu: Ese anillo es mi compromiso hacía ti y juró que jamás voy a dejarte y de ahora en adelante voy a protegerte. Te amo Gray.
Gray: Yo también te amo Natsu. Creo que esta es la mejor navidad que he tenido y el tuyo mi regalo favorito.
Volvieron a besarse y ambos se quedaron ahí sentados observando el amanecer, juntos prometiéndose no olvidar nunca esa navidad.