*Tiempo Actual
¿Cuánto tiempo más se quedaría callado? No tenía la más mínima idea, pero se conocía mejor que nadie, ya no aguantaría mas, notó que cierto peli-cereza se sentía atraído por el tensai, no solo él, sino también Shishido, Ootori, Taki, etc. Suspiró frustrado ante la situación, se levantó del sillón del consejo estudiantil junto a su fiel compañero Kabaji, quien era el que se encargaba de ponerle los regalos a cierto peli-azul.
—Vamos Kabaji, ore-sama debe elegir algo para declararse— jamás por su cabeza había pasado confesarle sus sentimientos a alguien pero por él haría una excepción muy grande.
Estaba sorprendido sabia mejor que nadie que Atobe Keigo no se le declararía a nadie pero Oshitari Yuushi lo consiguió —Uss— le siguió como siempre.
Se montan los dos en la limosina, Keigo se dedica a mirar por la ventana, como si en realidad estuviera interesado, solo tenía en mente una sola cosa. Indicó al chofer que los llevara a la tienda más importante, se dispone a recordar una antigua charla que sostuvo con el chico.
~ (Flash back) Hace dos Semanas~
Salió del salón de manera tranquila, su mejor amigo lo mando a llamar ¿Qué estaría pasando? Ni tenía idea, pero con paso firme llego a la sala estudiantil, observo que el chico miraba por la ventana de lo más entretenido.
—Keigo me mandaste a buscar, ¿sucedió algo?— se quedo unos centímetros alejado
—No pensé que llegaras tan rápido, seré directo, ¿te gusta alguien?—
Se sonroja levemente ante la pregunta de su amigo —puede ser, no estoy seguro— no quería decirle aún quien le gustaba, debido a que estaba confundido.
Se sorprende y sonríe — Ya veo, espero que esa persona te haga feliz, puedes regresar a dar clases— no quiso mirarle desde que entró pero se sentía feliz, en su voz lo notó, estaba confundido.
~Fin del flash back~
Suspiró al llegar, se bajan y caminan con tranquilidad, entran al local, el peli-lila comienza a recorrerla con mucha calma, mirando cada cosa con detenimiento, toma unos libros de ciencias, matemáticas e ingeniería, conocía los gustos de su amado, consigue unas novelas románticas y un CD de Showa. Va a la caja y paga al vendedor todo lo comprado, sale por delante mientras Kabaji carga las compras, llegan a la limosina y se dirigen nuevamente a la escuela.
Por fin habían terminados las clases del día, se encontraba cansando, realmente las clases de gimnasia no eran lo suyo las detestaba como a nadie, caminó hacia las cancha de tenis, pasa a cambiarse de manera rápida, últimamente notaba a su mejor amigo extraño, no dejaba que lo vieran cambiarse cuando para él era de lo más natural. Salió con prisa al llegar, empieza a hacer estiramiento de los músculos, termina y empiezan a correr, nota que el capitán esta serio y con muy mala cara.
No lo soportaba, estaba furibundo al ver como intentaban coquetear con el que era su novio, si lo era aunque no lo supiera era suyo y de nadie más, disimuladamente empieza a meterle porrazos a cada integrante excepto a Yuushi y Kabaji, ninguno sabía con exactitud que le pasaba.
—Todos menos Kabaji y Yuushi, jugaran contra ore-sama, preparasen para perder— sentencia con demasiada frialdad dejando pasmado a todos los presentes
— ¿Qué demonios te pasa Atobe? ¿¡Como que solo nosotros!? — reclama el de la gorra enojado
—Calla Shishido, recuerda que te ayude a regresar así que guarda tus palabras— mirando como si nada al de la gorra
—Pero no es justo— dice el chico del collar de cruz
—Ootori soy tú capitán y harás lo que digo— mira al peli-azul
—Si tú jugarás con ellos, ¿Qué haremos Kabaji y yo? — le mira con tranquilidad
—Tú y él jugaran en la otra cancha solo un set, luego pueden descansar— sonríe viendo que ambos asentían y se iban hacia la otra cancha — ¿están listo para perder contra mí?— Se dirige a los demás titulares que quedaron en la cancha.
Comienza a jugar contra Kabaji, mientras en la otra cancha solo se escuchaba la risa de Atobe, lo conocía, les estaba dando una paliza de primera categoría. Se dispuso a concentrarse en su partido, el cual se pone muy difícil teniendo en cuenta la fuerza que tiene su oponente. Pasaron 15 minutos y ambos partidos terminan; de un lado, el ganador fue Keigo y del otro, Yuushi.
—Maldito Atobe— el castaño estaba en el piso totalmente agotado
—Jugó muy enserio, no se guardo casi nada— dice el de la cruz mirando al chico de la gorra el cual era su compañero de dobles
—No entiendo aun porque nos dio porrazos— dice el saltarín del equipo
—Ore-sama no le gusta que miren lo que le pertenece— dice sin más retirándose del lugar viendo que sus otros compañeros vienen de regreso —las practicas han acabo— tranquea los dedos, acercándose a su amigo —Yuushi deberías descansar, te vez un poco pálido— se preocupa
—Ha de ser porque no he comido, buscare algo con azúcar — se retira a la estantería para comprar algo
—Kabaji cuídalo por favor— se va a sentar bajo la sombrilla
—Uss— con mucho cuidado y sin ser visto va a cuidar al chico de lentes
Llega a la estantería, pide unos dulces y algo salado, después de pagar se sienta a comer en el lugar hasta terminar, se levanta y camina hacia los vestidores cuando ve al chico de la gorra frente a él:
—Oshitari debo decirte algo— desvía la mirada avergonzado
—Si Shishido, dime que pasa— le observa con tranquilidad
—Tú me gustas demasiado— se acerca dándole un beso al tensai
Se queda estático ante lo ocurrido pero no podía aceptarle, lo separa de él —lo siento mucho pero no puedo aceptarlo, me gusta otra persona lo lamento— se va corriendo mientras Kabaji se va con Keigo, llega y lo mira.
— ¿Qué pasa Kabaji?— le mira esperando una respuesta
—Amo Keigo, el joven Shishido beso a Yuushi-sama— se pone nervioso al revelar la verdad.
—¡¿Qué demonios dices?! ¿Como que lo beso? ¿A donde se fue Yuu? ¡Responde!— se pone colérico al enterarse de lo ocurrido.
—Vestuarios— se limita a responder.
—Que nadie entre ahí— camina rápidamente.
Se encontraba sentado en las bancas mirando el suelo fijamente pensando como había ocurrido aquello, se toco los labios lamentando que la persona que amaba no fuera la primera en hacerlo, la puerta se abre y se cierra de golpe, al levantar la vista mira a su amigo que camina hacia su persona con paso firme, se pone de pie, cuando queda petrificado su mejor amigo lo estaba besando, sintió su cuerpo temblar, unos pasos más y siente que su espalda toca el casillero.
No le agradaba saber que otro hubiera probado aquellos labios que aun ni ore-sama había deseado tocar, lo sintió temblar mientras el beso continuaba, le acaricia bajo la ropa, abandona los labios del tensai para besar el cuello con deleite, los gemidos y jadeos eran música para sus oídos, le mira a los ojos fijamente mientras el contrario trata de recuperar el aire.
—Con este beso queda demostrado que eres mío— sonríe con autosuficiencia
—Entonces tú eras— siente otro beso suave
—Sí, ore-sama es tu admirador secreto— se arrodilla ante el peli azul — ¿Quieres ser mi novio?— sonríe al notar el sonrojo
—S-sí quiero— sonrojado hasta las orejas
—Te quiero mi Yuu— se pone de pie besando otra vez al tensai —vamos a cambiarnos quiero cenar contigo—
Ambos individuos se empiezan a cambiar rápidamente, luego salen de los vestidores viendo a todos los compañeros de su equipo que no le quitaban los ojos de encima.
—Solo para que sepan, Yuu sale con Ore-sama así que de ahora en adelante quien se intente acercar con otras intensiones morirán en mis manos—
Le toma la mano a su novio, caminan hasta llegar al carro, se suben, mira por la ventana como podía decir aquello sin sonrojarse, sintió algo en sus muslos, era la cabeza de Keigo, no lo duda y empieza a acariciarle el cabello viendo aquella sonrisa que le gustaba, se puso a pensar que solo él había tenido el privilegio de ver esa sonrisa sin arrogancia, conocía partes que nadie notaba del peli-lila, sonríe para sí mismo.
Llegan a la casa, bajan del auto, cuando van a cenar, Keigo le detiene y le entrega una bolsa, la abre tiene libros de ciencia, matemáticas e ingeniería, novelas románticas y el CD de su grupo favorito, sonríe y lo abraza. Entran al comedor se sientan, empiezan a comer entre risas y acaricias, terminan de cenar, nota que su novio toma su mano y lo guía a la habitación al entrar todo estaba decorado de manera muy cursi, se sonrojó porque sabía que era lo que pasaría.
—No sería la primera vez que dormiríamos juntos, solo que esta vez será más especial amor mío— Lo besa con intensidad.