-Despierta.
BaekHyun abrió poco a poco los ojos, le dolían las muñecas y el estómago le gruñía. A decir verdad le dolía todo el cuerpo, cada centímetro de su piel ardía y no sabía porque esa oleada de dolor repentino le hizo sacudirse con ferocidad como si eso mejorara la situación.
Se quedó quieto, aprendiendo a que debía evitar moverse tan brusco si esperaba que el dolor se extinguiera. Cuando abrió por completo los ojos solo fue capaz de ver una silueta alta iluminada por el has de la luna de la puerta abierta.
Movió sus brazos una vez más y fue consciente de los grilletes de sus manos que estaban conectados a esquinas superiores de la pared por medio de un aro metálico, sus pies estaban asegurados de la misma manera, le recorrió un terrible pánico el verse limitado y atrapado de esa manera.
El hombre frente a él simplemente lo veía o quizá no, BaekHyun era incapaz de saber que gestos o en qué dirección sus ojos se dirigían pues la luz no le dejaba ver su rostro.
-¿Quién eres? ¿Qué es lo que quieres?
-Si quieres seguir vivo debes revelarme las tácticas que planea llevar a cabo la orden de la espada de oro al llegar al norte. Si no entonces me encargare de hacerte sufrir tanto que desearas la muerte.
BaekHyun se quedó estático, ese traje negro, esa capa platinada, el escudo en su traje. Sus ojos se abrieron con sorpresa y automáticamente retrocedió. ¿Cómo no fue consciente de su vestimenta antes? Estaba cegado por el temor a tal grado de ignorar el detalle de esos enemigos a muerte a los que debía identificar y evitar a toda costa.
-E-eres un capa plateada.
No pudo ser capaz de verle la cara pero estaba seguro de que estaba sonriendo. Se quedó pegado a la pared como si fuera a evitar la muerte a manos de uno de esos hombres a los que tanto temía.
La orden de los jinetes de la espada de plata era una organización que buscaba la guerra y destrucción de las dos órdenes de espada (oro y bronce) de la ciudad perdida con el fin de la generar una sola orden opresiva. Los capa plateada son los jinetes de la orden temidos por ser hombres sangrientos y violentos que recurren a prácticas de tortura a sus enemigos.
-Serás mi cautivo hasta que me des lo que quiero.
-¡Espera! ¿Qué pasa si no conozco las tácticas de la orden?
El hombre no respondió simplemente se dio la vuelta y salió, cerró la puerta de madera tras de sí y BaekHyun fue sumido por la oscuridad. Comprendió entonces que no había manera de salir vivo.
Todas sus esperanzas y sueños por continuar en la orden y ganar el puesto de general se vieron frustrados, su sueño por generar un reino nuevo en la ciudad perdida estaba deshecho y su deseo por continuar cabalgando para defender el honor de su orden fue destrozado.
Al caer en manos de un jinete de capa plateada toda esperanza había que perderse.
La verdad sería incapaz de darle lo que quería a ese capa plateada pero aun si tuviera la respuesta no se la daría pues fue entrenado para siempre ser fiel a la espada de oro, a su orden y su entera razón para luchar. Pero lo dudó pues no se trataba solo de él sino también de su pequeño hermano, Ben. BaekHyun era lo único que tenía, su amigo, KyungSoo no sería capaz de continuar cuidando de Ben en su ausencia pues debía mantener su misión como capa dorada.
Contuvo las ganas de llorar de frustración, la situación en la que se encontraba era difícil de asimilar, sobre todo porque no recordaba cuando fue que los capas plateadas lograron capturarlo. Estaba seguro de que no caería en manos de los barbaros pero se olvidó de cuidarse de los peores.
Recuerda que había logrado clavar su espada en la espalda un bárbaro que violaba un cadáver de una pueblerina, también que había escuchado el grito casi gutural del hombre corpulento antes de clavarla más fondo y terminar con él. BaekHyun recuerda que estuvo a punto de sacar su espada del cuerpo del bárbaro y luego como recibía el impacto de una silla de madera y todo oscureció.
Ahora se encontraba encerrado, hambriento, adolorido y asustado. ¿Qué sería de él? ¿Ese lugar sería el último recuerdo de su vida?