Era una tarde cualquiera, Mabel y yo encontramos toda una familia de mantícoras que decidieron atacarnos porque Mabel "accidentalmente" agarró uno de sus huevos y nos comenzaron a perseguir y no fue hasta cuando estabamos reodeado por ellos contra un risco que me di cuenta del gran huevo amarillento que sobresalía de la mochila de mi hermana. Menudo catástofe, casi morimos pero por alguna razón esta experiencia resulto siendo más agotadora que las demás.
Inmediatamente nos escaminamos lo más rápido que el cansancio nos lo permitió hacia la Cabaña del Misterio.
Una vez que llegamos entramos por la puerta con rostros cansados, pasamos hacia las escaleras sin saludar ni a Wendy ni a Soos y al tío Stan. Solo subimos mientras nos pesaban los pies, hacía nuestra habitación para dormirnos en nuestras camas directamente.
Pasaron segundos, minutos, talvez un par de horas cuando me levante de entre las suaves sábanas. mis ojos querían abrirse pero mi cuerpo quería seguir durmiendo. Al fin y al cabo la curiosidad hizo que abriera mis ojos puesto que sentía mi cuerpo... raro...
Levanté mi cuerpo como si cada extremidad me pesará 5 toneladas, mis parpados estaban incluidos desgraciadamente. Logré sentarme en la cama una vez que logrè enderezarme. Me mantuvo en una incomoda posición de espalda jorobada meintras trataba de convencer a mi cuerpo de que aún es de día y había cosas que hacer para que dejara de lado su estado inerte.
Abri los ojos y los talle esperando que no estubieran rojos para encontrarme con la borrosa imagén de un cuerpo en un manchón rosado.
Cuando mis ojos se acostumbraron completamente a la luz pude apreciar mejor todo. Frente a mí estaba la rosada cama de Mabel llena de sus peluches raros cuando... esperen...
¿Por qué la persona que estaba acostada en la cama de Mabel tenia una gabardina azul, camisa anaranjada, pantalones de mesclila, botas negras, cabellos castaños cortos y una gorra azul con blanco? Lo analicé por unos segundos pero una rara y resca brisa en mis piernas no me dejo concentrarme, no usaba short desde los 12 años y no me acordaba de haberme puesto mi camisón para dormir. Baje la mirada para abrir los ojos como platos al ver mis blancas piernas al aire pero mis muslos ocultos un una falda negra. Mire mis manos que tenian las mangas de un gran y abrigador suéter color rosado con un dibujito de un boxeador bailando ballet.
Ansioso me levanté de golpe y me mire en el espejo. Mis mejillas seguain siendo blancas y mi nariz algo roja, no tenia braquets en los dientes como Mabel pero eso no evitara que me alarmara al verme. No todos los dñias te levantas viendote como una niña y sobre todo, ¡pensar que te ves atractivo! ¿O "atractiva"?
¡Solo había una solución lógica para esto! ¡Algo que pasó en el bosque nos hizo cambiar de cuerpo (otra vez) con Mabel!
Estaba por correr a "despertarlo" cuando cuando noté algo raro en mi nuca. Metí mis manos entre el largo cabello castaño que llevaba para sentir como algo se aferraba a esta hasta que por fin lo identifiqué.
-Extensiones.
Fruncí el ceño con rabia al notarlo. Pero solo por si acaso pase mi mano por encima de la falda.
Suspire más que aliviado.
Él seguia ahí.
Caminé con paso firme a la cama de mi hermana donde la tomé del hombro y la sacudí levemente. Al ver su falta de reacción solo pude atinar a sacuidrla un poco más fuerte. Por suerte ella abrió ligeramente los ojos.
-Buenos días, Mabel. - dijo somnolienta mientras volvía a acomodarse para dormir para volver a abrir los ojos, esta vez como platos. - ¿¡Mabel!?
-¡Mabel!
-¿¡Dipper!?
-¡Mabel!
-¡Pato!
-¡Oink!
-¡Dipper!
-¡Mabel!
-¡AH! - gritaron ambos al unisono.
Así ambos acabaron practicamente gritandose en las caras mientras Pato salía corriendo de aquel lugar, asustado.
-¿¡Volvimos a camibar de cuerpos!?
-¡No! ¡Solamente tenemos la ropa del contrario.
5 segundos después de mirarnos a los ojos ambos nos levantamos y salimos corriendo a tropesones por las escaleras hasta la planta baja donde nos encontramos con las tremendas carcajadas del anciano y la pelirroja.
-¿¡Qué rayos les pasa!?
-¿¡Cómo se atrevieron si quiera a tener la idea de camiarnos las ropas!?
-La tentación fue más fuerte, amigo. - dijo Corduroy entre risa y risa.
-¿¡Y por qué pensaron que esto iba a ser divertido!?
-¡Ah! - se escuchó afuera de la casa.
Curioso, me di la vuelta para abrir las polvorientas ventanas que estaban atrás de mi y mi hermana ante la atenta mirada de los 4 presentes (si contamos a Pato, claro). Tenía la ventana abierta de par en par mientras miraba con suspicacia los pinos del bosque siendo levemente iluminados por el suave brilló de la luna.
-¿Qué fue eso? - pregunté a nadie.
Mire los árboles y los arbustos, no parecía que abría alguien por ahí, parecia que inmediatamente todo se había detenido en cuanto abrí la ventana, ni siquiera una brisca nocturna se podia sentir.
Cerré la ventana una vez que creí seguro el perímetro para voltearme con el ceño fruncido y los brazos cruzados a los más altos.
-¡Wendy! ¡Se supone que ya tienes 20 años! ¡Comportate como alguien de tu edad!
-Psshh... no seas tan aburrido niño. - dijo la de 20. - demás, ¡es la primera vez que las tengo!
-¡TÚ-Ugh! -grité, cada día este par de chiflados se ponían más necios que de costumbre.
Ambos personajes se pusieron practicamente a bailar pensando que habian ganado la batalla. Mire a Mabel. Sonreimos y acentimos a la vez.
-Bien, les daremos medio minuto para comenzar a darnos mucho dinero con el cual mañana saldremos a comprarnos cosas Dipper y yo. - dijo Mabel, sonriendo sínica.
-Y porque vamos a hacer eso? - preguntó Wendy.
-Primero porque puedo decirle al tío Ford que estuviste besuqueandote con Linda Susan. - amenazé
-¿¡Qué!? ¡Eso fue hace 4 años y ni siquiera nos besamos!
-Si pero eso é no lo sabe. - le respondí, sin poder evitar aquella sonrisa que sentía que era tan grande como la sonrisa del gato Cheshire/Rizón.
-Y yo, Wendy, por suerte conseguí el número de tu adorada pareja. - dijo Mabel mientras sacaba mi celular de los pantalones y lo sacudía. - ¿No querras que se entere de que eres fujoshi, verdad?
-¡No! ¡Aún no estoy lista!
-¡Entonces, por el dinero! - esclamamos ambos al mismo tiempo mientras Wendy salía corriendo y el tio Stan nos miraba con el ceño fruncido.
-Ustedes son unos mocosos malcriados, crueles, manipuladores, estafadores y ladrones... - murmuró con un tono que parecía desdén para luego dar una inmesa sonrisa. - ¡Me hacen sentir tan orgulloso!
-¡El dinero!
-¡Ya voy! - exclamaba el anciano para salir corriendo.
Le sonreí a mi hermana y para cuando nos fuimos a dormir ya teniamos en mano 157 dólares, la mayoría de parte del tío Stan.
Al levantarnos en la mañana noté que Mabel ya se había levantado asñi que sin perder tiempo agarre mis ropas y me vestí lo más a prisa posible para bajar con las escaleras y al entrar a la cocina vi a Mabel que llevaba la mitad del desayuno, al tío Stan leyendo el periódico y al tío Ford cocinando panqueques.
Me sneté en la mesa y comí lo más apurado posible pero aún así Mabel tenía la ventaja y termino antes que yo y salió de la cabaña. Una vez que yo termine deje los platos en el lava trastes.
-Mabel y yo vamos a salir al centro comercial. - anuncié a mabos gemelos mientras levantaba todo el fajo de billetes que tenía y lo guardaba en uno de mis bolsillos.
-¿Dondé sacaste tanto dinero? - cuestionó Ford mientras Stan comenzaba a sudar frío.
-Negocios. - respondí simplemente con aquellan sonrisa. - Simples negocios.
-¡DIPPER! - gritó la dulce y para nada chillona voz de mi hermana. - ¡VEN AQUÍ!
Por favor, nótese el sarcasmo.
-¡YA VOY!
Me despedí de los tíos para encaminarme a la entrada y abrir la puerta donde se encontraba una sonrojada Mabel y un rubio desconocido.
-¿Quién eres tú? - le pregunté
-Ehmm... Yo soy... Will... Weasley...
Su tono de duda no me convencio para nada.
-Will es nuevo en el pueblo por lo que le enseñaremos Gravity Falls.
-Yo nunca decidí eso. -comenté con el ceño fruncido.
-¡Vamos! - exclamó mientras practicamente me empujaba al carrito.
Así se pasó el día, rápido e incómodo. Yo no hablaba más que para burlarme un poco de lo que decía Mabel, ella se la paso hablando todo el rato contanto un millón de cosas que hasta un punto te dejan de ser interesantes pero le sigues prestando atención y Wil... el no hizo nada en todo el camino... bueno, si hizo algo raro.. nunca se sentó. Ni siquiera cuando nos subimos al carrito. Se quedo parado en la parte de atrás, tan quieto que a pesar del movimiento del vehiculo dudaba de su respiración...
Al final del día no pudimos comprar nada y dejamos a Will al comienzo del bosque donde dijo que lo dejaramos.
-¡Hasta mañana, Will!
-Adios... - logró decir antes de que aceledaramos para volver a la cabaña.
Una vez que llegamos saludamos a los tíos, fuimos arriba y me pusé a leer mientras Mabel jugaba con Pato.
-Sabes... - comentó sonrojada. - Will parece ser un buen chico...
Genial.
Mabel se enamoró.
Otra vez.
Todo esto iba a terminar como un gran problema
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Mientras tanto, en otro se encontraba nuestro Dorito amarillo jadeando de cansancio. A pesar de las grande gotas de sudor que resbalaban por su cuerpo 2D levanto uno de sus brazos y lo abajo, abriendo un pequeño portal.
-¡Bill! - gritaba una voz desde dentro del portal. - ¡Queremos salir!
-¿¡Ya conseguiste alguna ruptura!?
-¿Me extrañas, bebé?
-¿¡Cuánto te vas a tardar!?
-Wow wow wow wow... Calam, chicos. - dijo Bill mientras comenzaba a cerrar el portal. - Esto apenas esta comenzando...