Abrí mis ojos pesadamente estaba nervioso, ya había pasado una semana desde lo sucedido y hoy vería tanto a Max como a Marcos, aun recordaba claramente lo que había pasado en su casa, lo cual me había ayudado para recapacitar y pensar, yo no tenía ningún motivo por el cual debía hablar con él, más bien a pesar de las constantes llamadas del suegro había decidido alejarme, este a pesar de todo me entendió, gracias a la suegra que apoyaba mi decisión, a pesar de todo seguíamos comprometidos.
Suspire y me puse el uniforme, no quería ir no deseaba verlo aun cuando tuve una conversación con ella sobre lo que creía eran los sentimientos de su hijo, y luego cuando la vi a Emily en el parque por Marcos, me molestaba su aptitud y su forma tan arrogante de tratarme sin importarle mis sentimientos.
Lo tengo totalmente claro en la mente cuando llegue al parque y me deprimía por lo sucedido ella llego si Emily la hermana de Marcos, esta se sentó a mi lado y me lo conto.
- Vi lo que sucedió – mascullo mientras me miraba el rostro, tal vez ya mi mejilla había tomado un tono rojo, no le respondí no creí que ella viniera más porque apenas y he hablado con ella.
- No importa, de todos modos él y yo realmente no somos nada- susurre diciéndole la verdad, después de todo él, no se fuera fijado en mi si no fuera por su padre.
- Lo más probable es que sea así, pero eso no quita que le gustas- murmuro ella buscando una reacción de mi parte, quise reír ante sus palabras.
- El que quiere no lastima- gruñí enojado con él, realmente no quería verlo y no sabía qué hacer cuando lo tuviera enfrente.
- No sé qué responder- dijo seria mientras me miraba- sé que sonara egoísta pero por favor no lo lastimes tu a el- me pidió y no la pude entender.
- Como podría yo lastimarlo- susurre pues aunque quisiera hacerlo, no sabía cómo proceder.
- Lo odias- me pregunto y yo solo la mire, paso por mi mente todo lo que he vivido desde que lo conocí y me sorprendió la respuesta que di.
- No- fue lo único que pronuncie mientras me levantaba, no pensaba seguir lamentándome, pensaba olvidarlo aun que como debo olvidar algo que no siento.
- Tu puedes hacer que él te quiera- mascullo Emily mientras me tomaba del brazo evitando que me fuera.
- Pero yo no quiero quererlo y mucho menos que él me quiera- respondí mientras me liberaba y me iba, era cierto yo no amaba a nadie, ni quería hacerlo ya que el amor era solo una mentira y no existía además a mí me gustan las mujeres con pechos, aun no me acuesto con una pero sé que me gustan y si no me gustan pues entonces me declaro asexual, no me gusta nada.
Rayos deja de pensar en eso, me grito mentalmente mientras me dirijo a la cocina, ahí como siempre está mi familia y Evans este no me ha molestado desde lo sucedido con Marcos y la verdad me alegro, porque si me dice algo le parto la puta cara porque él es el culpable de lo que me esté pasando esto.
Comí un emparedado y fue a regañadientes porque no tenía hambre, más bien quería era vomitar por los malditos nervios que sentía, cuando al fin termine de comer. Salí junto con Evans de la casa, este me había esperado lo que me sorprendió.
- Hoy vuelve Marcos a clase- dijo en voz baja pero lo suficiente alto para que yo lo escuchara, lo mire y suspire.
- A si- dije sin ánimos mientras seguía mi caminar lento hacia el instituto, este me miraba sospechoso.
- Se pelearon- pregunto de manera prudente, no sé porque me sorprendió pensé que a Evans no le importaba lo que yo hiciera con mi vida.
- Simplemente no me importa lo que el haga- murmure realmente seguía molesto por lo que había pasado.
- Él no es tan malo, estas muy enojado- porque esto me parecía un interrogatorio, lo cual comenzaba a fastidiarme.
- Tu qué crees- cuando hice esa pregunta este agacho la cabeza, no dije más nada era mejor que nos apresuráramos.
- El piensa que eres muy lindo- me dice avergonzado y nervioso lo cual me hizo detener, lo mire sin poder creerlo.
- Hablaste con el verdad- dije mirándolo enojado, este se puso nervioso y maldijo bajo.
- Vale si hable con él, quiere que ya sabes- dice nervioso, o así que ese imbécil se quiere disculpar, usando a mi hermanastro como intermediario pues que se joda.
- No me importa- gruñí y camine más rápido hasta dejar a Evans atrás, al fin pude ver las puertas del instituto ahí se encontraba Marcos recostado a la pared buscando con la mirada a quién sabe quién.
No me importo seguí caminando y casi quise sonreír cuando sus ojitos brillaron al verme, desde cuando era tan guapo, se abra echado algo, no debo estar delirando como no lo vi en una semana parece diferente si eso es, seguí caminando y me dispuse a pasarle por un lado.
- Espera Alex quiero hablar contigo- me dijo mientras me tomaba del brazo, con mucha dificultad lo mire serio.
- Yo no tengo nada que hablar- murmure y pude ver como sus ojitos se entristecían, rayos se ve como un cachorrito regañado.
- Por favor hablemos a la hora del almuerzo en la azotea, te esperare- dijo para luego irse no pude negarme pues este ya no estaba.
Suspire y me dirigí al salón, solo para que Max se lanzará y me diera un abrazo de oso que me incomodo, lo aparte de mí y me fui a sentar, Sam me hablaba pero yo solo no lo escuchaba, solo pensaba en Marcos y en lo que me tendría que decir, las clases empezaron y en todas estuve muy distraído, hasta que sonó el timbre me fui al comedor ahí estaban todos menos Marcos tal vez me esperaba en la azotea.
- Las clases de la profesora Marcela sí que son aburridas, casi me duermo- me dijo Sam mientras se sentaba seguido de Max, yo hice lo mismo y comenzamos a comer, no tenía por qué ir a verlo pues él se lo había buscado.
Los minutos pasaban y cada vez se acercaba la hora de volver a clase, no aguante más y disculpándome con los muchachos fui a la azotea faltando cinco minutos para que el timbre sonará cuando llegue para mi sorpresa Marcos seguía ahí, sentado en el piso y viendo el cielo, este al verme sonrió y me pidió que me sentara cosa que rechacé.
- Bien que tienes que decirme- dije frio haciendo que este se levantara, me miro y suspiro estaba nervioso, se le notaba sus manos temblaban.
- Quiero disculparme por lo que paso- murmuro mientras me daba un ramo de flores, ok eso era muy cursi pero tengo que admitir que me hizo feliz aunque no lo pienso demostrar.
- Crees que con un ramo de flores y una disculpa te voy a perdonar- dije alzando una ceja con duda.
- Y las llaves de mi lamborghini- dijo entregándome las llaves de su carro lo que me hizo alzar la otra ceja, más que todo por sorpresa.
- Un auto y…- no me dejo de hablar pues saco otra llave y me la dio- esto es- pregunte confuso.
- La casa de la playa- murmuró- y crees que con todo lo que me das te voy a perdonar que me golpeaste- susurre- si quieres te dejo que me pegues pero solo una vez- dice el idiota.
- Y tú piensa que con todos lo que me das y me permites te voy a perdonar- volví a preguntar esperando su respuesta.
- No tengo más para dar, a menos que quieras mi ropa, si quieres me la quito- masculla y me hizo sonrojar.
- Darme todo esto, fue idea del suegro verdad- gruñí esperando una respuesta clara, Marcos bajo la cabeza.
- Si fue su idea, pero en verdad quiero que me perdones- dijo en voz baja y sus mejillas ¿sonrojadas?- me perdonas si- rayos está a punto de salirme una sonrisita boba, aguanta él te pego y es un imbécil no puedes perdonarlo, pero míralo esta arrepentido y mirarlo parece perrito lastimado, pero ese un imbécil, ¿y si lo hago sufrir?
- Porque debería perdonarte además tu dijiste que era un horrible nerd, que nadie se fijaría en mi- masculle enojado recordando sus palabras.
- Era porque estaba celosos además, tu eres muy lindo y a mí me…- no termino de hablar sus ojos se abrieron como platos, sorprendido ante lo que iba a decir igual que yo me sorprendí, este me dio la espalda y con la mano se tapó la boca.
- Yo te …- dije tratando de sonsacarle la información tan valiosa que estaba a punto de conseguir.
- Nada, solo perdóname- volvió a decir el timbre sonó dando por terminada la conversación, Marcos se dirigió a la puerta pero antes de salir lo detuve.
- Marcos yo…