Pov Marcos.
Llegue a la casa molesto más que eso indignado por lo que le había hecho Sebastián a Fabián, es decir cómo diablos podía ser tan idiota de defender a una perra antes que a su hermano, quería molerlo a golpes pero me controlaba por el simple hecho de que Alex estaba a mi lado, y no quería hacer una tontería como la última vez.
Subimos a mi habitación hoy él se quedaría a dormir, no permitiría que se fuera sabiendo cuantos locos hay en la calle y pues quien sabe lo que le podrían hacer a mi novio.
- acaso todos los de tu familia tienen que ser tan imbéciles - soltó molesto también por lo de Fabián, ahora que lo pienso desde cuando estos dos se llevan tan bien.
- qué quieres decir con todos- murmure con una ceja alzada.
- no te hagas, tú también estas incluido- soltó mientras rodeaba los ojos, con un tic en la frente, lo acorrale contra la pared y me relamí los labios.
- dices eso pero tú y yo sabemos muy bien, que te gusto de esa manera- dije mientras mi respiración chocaba con la suya.
- Cállate eso no es cierto- dijo sonrojado, lo que me hizo sonreír ¿porque mentía? si se le notaba en su hermosa mirada lo que sentía, no pensé mucho en lo que hacía y sin más uní nuestros labios en un intenso beso, trato de alejarme más no lo permití tome sus brazos y los eleve con una sola mano, con la otra levante su camisa y acaricie con la yema de mis dedos su suave piel.
- ¿qué haces? - pregunto sonrojado mientras yo solo me preocupaba en besar su cuello, era tan suave al tacto que deseaba tomarlo y jamás alejarme del.
Le quite la camisa y tuve el impulso de aferrarme con fuerza del, lo mordí con fuerza en el cuello quería que todo el mundo supiera que me pertenecía a mí y a nadie más, bajé mi mano y apreté su trasero atrayendo su cuerpo si era posible al mío.
- detente- susurro en voz baja con las mejillas sonrojada, me estaba provocando quería seguir por ello ignore sus palabras, bajé de su cuello y comencé a besar sus hermosas tetillas eran tan rosadas que me provocaba morder y jugar hasta estar satisfecho.
- qué crees que haces, estás loco- gruñó mientras soltaba y jadea va, no aguante más me separe y lo lance a la cama quería que viera cuanto lo deseaba y sabía que también le gustaba, sino porque su miembro crecía sobre el ajustado pantalón.
- sabes que te gustos admite lo ya - gruñí mientras devoraba su boca con intensidad, este se movía de un lado a otro pero entre el forcejeo rozó con su mano mi miembro ya despierto.
- vez como me pones, y ni siquiera piensas en acerté responsable- susurre con voz ronca mientras me quitaba mi camisa, sus ojos no podían estar más abiertos tal vez por lo que dije o por el simple hecho de verme sin camisa.
- Marcos no podemos hacer esto estamos en la casa de tus padres - Tartamudeo con vergüenza, si supiera lo que me provocaba que dijera mi nombre así.
- al diablo con ellos- mascullo mientras le quito el pantalón para ver su despierto amiguito oculto do bajo ese apretado boxes.
- no me toques ahí- murmuró mientras de su boquita se escapaban deliciosos sonidos provocados por mi ágil mano, era la primera ver que le hacía esto aún hombre, normalmente las mujeres me lo hacían a mi o me convencían para follar con ellas, pero nunca pensé estar en una situación donde yo sería el que estuviera desesperado por atención.
- di que te gusta- murmure a su oído mientras con mi mano masturbaba por encima del boxers a Alex, quien no dejaba de morderse los labios tratando de acallar los gemidos que luchaban por salir.
- eres un gilipolla - gruñó mirándome con placer, sonreí si pudiera verse en el espejo no diría lo mismo.
- pero te gusta este gilipolla- gruñí sin ofenderme mientras atacaba sus labios, me mordió y si me dolió, pero la excitación al someterlo me animo a continuar con mis caricias.
- eres umm ah- gimió cuando se corrió con desesperación, le arranque el boxers tenía que entrar en él, debía hacerlo mío.
- Alex- susurre justo cuando penetrer su cálida entrada desgarrando todo en el proceso.
Sentí como algo chocaba fuerte contra mi cabeza, haciendo abrir mis ojos con fuerzas, en que momento me había quedado dormido.
-¿qué diantres estabas soñando pervertido? - grito la voz melodiosa de Alex en la mañana, lo mire molesto había arruinado el momento.
- Quieres saber- susurre con una ceja alzada este me miro molesto dudando si debía o no preguntar, aun así su curiosidad era uno de sus peores enemigos y por lo tanto se volvía mi amigo.
- si- respondió al fin, lo que me hizo sonreír me acerque y lo acorrale, quería ver su expresión cuando se lo diga.
- que te follaba- solté y sentí como un puñetazo impactaba directo a mi rostro, solté una carcajada sabía que esa podría ser su reacción pero valió la pena, sus mejillas estaban rojas y sus labios estaban apretados, mientras un tic adornaba su frente definitivamente Alex estaba molesto.
- ¡vete a bañar imbécil!- me grito mientras me lanzaba el uniforme en la cara, aun con la sonrisa en la cara lo mire.
- Alex- susurre su nombre bajo lo que hizo que me miraran aún molesto, por lo que había dicho.
-Qué - gruñó mientras se apoyaba en la puerta dispuesto a salir y dejarme sólo.
- Me gustas y un día de estos te are completamente mío- admití serio lo que hizo que sus ojos se abrieran de la sorpresa lo había dicho, al fin lo había dicho.
- tú también me gustas, aún que sigo sin querer salir contigo, aun eres un imbécil- susurro para luego salir y dejarme sólo solté una carcajada y me recosté en la cama con una estúpida sonrisa en la cara, así que le gusto pero no quiere ser mi novio de verdad ¿he?