- Bien me alegro que aceptaras, salir con mi hijo ahora vuélvanlo a dormir- ordeno mi ahora “suegro” a sus hombres- tranquilo solo será mientras salimos de aquí hoy te llevare a la casa para que almuerces y conozcas a mi familia- dijo mientras aquellos hombres se acercaban a mí, trate de protestar pero fue inútil de un momento a otro ya estaba inconsciente.
Abrí mis ojos pesadamente, me encontraba acostado en la parte de atrás de una limosina, al frente de mí el “suegro”, me sonrojé violentamente incorporándome nervioso mierda este hombre no me quitaba la mirada de encima que tendrá.
- Que tengo algo en la cara- gruño de manera altanera si creía que por ser mafioso le tendría miedo pues se equivoca, bueno tal vez tenga razón pero solo un poco.
- Nada solo veía lo lindo que eres- me dice y yo no puedo evitar sonrojarme aún más, pero que le pasa a este viejo.
- Salta cunas- le insulto con un tic en la frente, tratando de hacerme el enfadado y este solo me sonríe.
- Solo te lo estoy diciendo, además no te he hecho nada malo o si- dice con una ceja alzada, lo miro unos instantes y llego a la conclusión que si me ha hecho algo.
- Me va a lanzar a las garras de su hijo acaso eso está bien para mi salud mental y física- digo como si fuera lo más obvio del mundo, una carcajada se escapa de sus labios mientras me mira intensamente.
- Supongo que no, pero no te puedes negar además me interesa saber cómo racionará mi familia a saber de qué Marcos es Gay y tiene novio- dice con una sonrisa maliciosa, como si sabía que un desastre se aproximaría.
- Usted definitivamente odia a su hijo y yo soy la victima que piensa usar- digo mientras distingo a lo lejos una mansión porque eso era lo que era, rodeada de una hermosa vegetación.
- No lo odio es solo que él debe aprender a no mentir y hacerse responsables de sus actos, la verdad desde que era chiquito siempre lo hemos consentido y bueno todos le dan lo que quiere y pues espero que tú le des lo que él quiere pero no de la manera que el esperaba- dice con una sonrisa maliciosa viéndome de una manera extraña la verdad no entendí lo que decía.
- Señor- hablo el chofer del auto al abrir la puerta de este, mi “suegro” bajo primero y yo le seguí después, entramos a la mansión y yo me quede tipo embobado con la grande y hermosa que era.
- Sorprendido- pregunto y yo solo asentí como niño chiquito que le enseñan el helado más grande y jugoso para comer.
- Querido bienveni…- no termino de hablar una mujer quien bajaba las escaleras de la casa/mansión esta me miro y yo la mire a ella, era hermosa su cabellos eran negros y sus ojos verdes tenían un buen cuerpo que no había perdido su belleza aun después de los años- pero que lindo- grito para luego lanzarse y darme un fuerte abrazo, me sonroje y trate de liberarme.
- Etto suélteme.. auxilio me ahogo- murmuraba ya que sus pechos grandes me tapaban la cara, debido a que era unos centímetros más alta que yo y para peor llevaba tacones, mire al viejo ese pidiendo auxilio y este se estaba partiendo de la risa malditoooo…
- Cariño por favor suéltalo- dice tratando de ocultar sus sonrisa, la mujer me soltó algo avergonzada mientras yo respiraba exageradamente, mierda creí que iba a morir esperen eso me debió gustar porque lo detuve a cierto esa mujer puede estar casada, y que soy hombre no puedo ser gay, maldita sea todo esto esculpa de Marcos y el viejo.
- Hola amor y quien es este pequeñín tan lindo- dice luego de besar al “suegro” en sus labios, me sentí incomodo como cuando veo a mi madre abrasada con Miguel.
- Es el novio de Marcos en el almuerzo pensaba decirlo, por cierto no ha llegado este a un- dice como si nada, haciendo que la mujer me vea confundido, esta le responde a su esposo y le dice que los demás ya salieron de sus clases y que están cada uno en su cuarto, menos Marcos que un no a llegado, este sonríe y se dirige al parecer a llamarlo.
- Te gusta mi hijo- me pregunta la mujer con una sonrisa rara, la miro extrañada talvez ahora que lo sabe me quiera matar.
- Lo único que diré será acoso y amenaza usted ve si lo entiende- susurre bajito no sé porque pero me atreví a pronunciar aquello, ella me vio con sorpresa y luego de un rato soltó una risita.
- Cuando estés en problemas venme a ver seré tu confidente, y si quieres podemos hablar pero será mejor cuando no este mi amorcito- dijo con una sonrisa cómplice, lo que me hizo sonreír, al parecer no estaría solo en este embrolló.
- ¿Qué pasa?- pregunta dos gemelos mientras bajan la escalera, uno con cara de fastidio y el otro con una sonrisa nerviosa- papa nos dijo que lo esperamos en la sala- dicen como si nada los dos al mismo tiempo.
- O seguro les va a presentar a el novio de Marcos- dice señalándome haciendo que sus hijos me miren con la boca bien abierta.
- Vaya así que al final Marcos es una marica- dijo uno de los gemelos con burla, detrás de ellos apareció una hermosa chica que me vía sorprendía y un hermoso chico al parecer el mayor de todos, que tenía la boca descuadra por lo escuchado.
- Que Marcos ¿Qué?- hablo otra voz esta ves era un pelinegro de ojos azules parecía ser mayor que los gemelos pero menor que la chica y el otro chico.
- Etto..- no sabía que decir ahí frente a mí se encontraban cuatro jóvenes y todos con una expresión muy pero muy graciosas.
- Será mejor los dejos para que se conozcan- dice la madre de estos, dejándome totalmente indefenso ante sus monstruosos hijos.
- Ven vamos a la sala -dice uno de los gemelos mientras me arrastra hacia la sala- por cierto me llamo Daniel pero me puedes decir Dani- me dice con una sonrisa.
- Umm.. yo me llamo Alex- dije con simpleza mientras veía como todos me miraban con mucha demasiada curiosidad.
- Bien Alex yo me llamo Sebastián y soy el mayor de mis hermanos ahora bien me puedes explicar quién es el de abajo tu o Marcos yo opino que tu- me dice señalándome, siento como mi alma se va volando, me siento insultado.
- Pero qué coño dices Sebastián deberías empezar primero por cómo es que sale con Marcos- grita el otro gemelo viéndome desconfiadamente.
- Vamos Damián acaso no crees que eso es más importante- dice mientras asiente con la cabeza como un sabio en búsqueda de la sabiduría.
- Él es el de abajo- todos los presentes me miraron como si les acabara de decir que es el fin del mundo.
- Pero como ¿Por qué?- dice mirándome con exageración Daniel quien me tomaba de los brazos pidiendo una explicación.
- Porque primero me muero antes de abrirme de piernas- dije orgulloso haciendo que ellos me vieran tipo, pero si tienes más cara de que te den duro.
- Así que eres simplemente la nueva perra de Marcos me sorprende que él te trajera- me dice el tipo que desde que llego no me deja de ver mal.
- Para que lo sepas aquí la única perra es Marcos y sabes porque, si exacto es un imbécil y todo lo que está pasando es su culpa así que si no te agrada la relación ahorita mismo vamos lo encaramos, y tú le das una paliza yo lo insulto y lo termino y luego tú te encargas de convencer al viejo- dije tipo hay que hacer un plan, hasta que me acorde de la amenaza del “suegro”- no esperen yo no quise decir eso si nos amamos mucho y tenemos una relación jajaja- dije ahora nervioso viendo a todos lados estos me miraron tipo que estas ocultando.
- ¿Quién es el viejo?- pregunta la chica mirándome seriamente como si me estuviera viendo desnudo mierda debo huir.
- Vamos cálmense Fabián y Emily- dice Sebastián mientras se me acerca y me toma del brazo desprevenido.
- A ver suelta toda la sopa- dice mientras me zarandea, esto es todo un enredo alguien ayúdeme.
- O rayos todo esto es culpa del maldito viejete- digo desesperado mientras me libero y me deprimo de mi suerte.
- Otra vez me estas llamándome viejete- dice una voz espeluznante que hizo que los hermanos de Marcos se asustaran al igual que yo, ahí frente la puerta estaba mi “suegro”.
- Papa- dice Emily con los ojos abiertos y confusos, ok esto se está complicando que hago para arreglar esto.
- Bueno puedo explicarlo lo que pasa es que estaba hablando sobre umm… Marcos y después..- no termine de hablar cuando alguien apareció detrás del suegro.
- Alex ¿Qué haces aquí?- me pregunta Marcos viéndome con cara de confusión, luego me mira un rato- te vienes a disculpar por la patada que me distes en los cojones cuando te bese en el recreo, porque si es eso tu sabes que lo pudimos hablar en el…- lo calle con mis mano mierda este sí que era un tremendo idiota.
- Así que si me dijiste la verdad- dice el viejo viéndome seriamente, aunque en sus ojos podía notarse la diversión.
- Papa desde cuando llevas ahí- dice nervioso Marcos acaso eres ciego idiota, ok debo calmarme esto saldrá bien.
- Hijo veo que te has vuelto muy atrevido, es por ello que decidí traer a Alex aquí, ya que como puedo ver y escuchar son novios- dice lo que hace que yo vea a los ojos a Marcos pidiendo que tenga los cojones para negarlo- es por ello que he decidido comprometerlos, como veo que se llevan bien y hasta se han besado pues que mejor que asegurar su futuro juntos- dice con una sonrisa el viejete, puedo ver la cara de sorpresa y terror en Marcos y puedo jurar que la mía es igual, sus hermanos algunos nos ven con burla y otros simple por curiosidad.
- Solo para dejar en claro si esto continua así TU serás el que lleve el vestido de novia- dije con un tic definitivamente toda mi furia la pagaría con él.
- Y hoy se queda a dormir Alex, para que te empieces a sentir responsable por tu pareja compartirán cuartos hoy- vuelve hablar el viejete.
- Marcos tu HOY duermes en el sofá- dije yo con un tic más fuerte en la frente, mientras este me miraba con la boca abierta.
- Pero… es mi casa- dice viéndome de arriba abajo como pensando por lo menos tendré diversión.
- O duermes en el sofá o hoy te quedas definitivamente sin la posibilidad de tener hijos- dije furioso mientras lo amenazaba con pegarle otra vez en la entrepierna.
- Tranquilo padre yo cuidare muy bien de MI novia- dijo viéndome desafiantemente, lo mire con furia y quise lanzarle el jarrón más cercano a la cabezota.
- Bien ahora vamos todos a la mesa es hora de almorzar- nos invitó mientras caminaba adelante, lo empecé a seguir y pude sentir como Marcos me daba una nalgada, me enoje y lo patee en el pie esto era su culpa y si creía que la tendría fácil pues estaba muy equivocado.