Sanji llamo a todos para ir a la cocina y cenar. Cenaron entre risas y bromas, tal como lo haría la tripulación Mugiwara.
- ¡Gochisosamadeshita*! - gritó el capitán.
(Gochisosamadeshita*= gracias por la comida).
- De nada Luffy - se fue a fregar los platos.
- Bueno, yo me ire a dormir - dijo el renito.
- Yo tambien, pero... ¿me mostraría sus bragas antes, Nami-san?
- ¡Claro que no! - lo golpeó en la cara - me ire a mi camarotte.
- ¡Súpeeer, mañana sera Navidad!
- ¡Sí! - Luffy, Chopper y Usopp se pusieron a festejar antes de tiempo.
- ¡Callaos e iros a dormir!
- Bien... - todos se fueron con un puchero.
- Buenas noches cocinero-san...
- ¡Buenas noches Robin-chwan!
- Espero que los chocolates sirvan de ayuda.
- ¿E-eh...? - se dio la velta pero la morena ya no estaba - aveces Robin-chwan me da miedo... ¿qu-qu...? - se fijo por la ventana, estaba Zoro de guardía. El rubio se quedo embobado viendolo, pero cuando el otro se dio la vuela, se escondio - ¡ah, casí me vé! - gritó por lo bajo.
***
Ya era la mañana de Navidad, y todos se levantaron entusiasmados, pero antes Nami los interrupio.
- Debemos abrir los regalos en la noche, sera más navideño.
- Joo... Nami, pero... - Luffy hizo un puchero.
- Nada de peros, vamos a desayunar y después arreglar el barco.
Desayunaron y fueron a la bodega por algunos adornos. Terminaron y volvieron a la rutina de cada uno.
- ¡Navidad, Navidad, hoy es Navidad! - cantaban el capitán, el doctor, el tirador y el esqueleto. De nuevo comenzaron con otra canción - ¡era Rodolfo un reno, que tenía la nariz, roja como una fruta (no me acuerdo como era n.n), con um brillo singular! - Chopper se pinto la nariz roja, a lo que todos rieron por su parecer.
- ¡Te pareces, Chopper, jajajaja!
- ¡Es verdad Chopper-san, yohohohohoho!
- Oi chicos, ¿me ayudarían a poner las mesas para el festín?
- ¡Sí, vamos! - corrieron a la cocina.
- ¡Pero no toqueís nada! - tambien corrio.
En la parte trasera del Sunny...
- ¿Y cómo va el regalo espadachín-san?
- Ah, Robin... pues va bien, sólo necesito algo más.
- Lo puedo conseguir por tí.
- No, yo ire al pueblo a por él... y por cierto gracias por la costura, se ve bien.
- Esa es la ventaja de tener nakamas mujeres.
- ¿Cómo?
- Nada, que te vaya bien - se fue.
- Esa mujer es muy misteriosa - se levanto y bajo del barco, hacia el pueblo.
***
- ¡Feliz Navidad!
- ¡Empecemos con el intercambio!
- ¿Quién empieza?
- ¡Yo, yo, yo! - dijo el capitán.
- ¿Y quién es?
- ¡Es Usopp! - le entrego su regalo.
- ¡Sabia que eras tú! - tambien le dio su regalo y abrio el suyo - un tirachinas nueva, gracias Luffy.
- ¡Un dibujo de la bandera, sugoi! ¡gracias Usopp! Shishishishi.
- Ahora yo - dijo el cyborg - toma Chopper.
- ¡Gracias Franky! ¡libros de medicina! - abrazo al carpintero - voy yo, Brook...
- Yohohohoho, Chopper-san...
- Te he comprado unas partituras en una tienda de música.
- Gracias Chopper-san... a Franky-san le doy mi regalo.
Abrio una gigantesca caja - ¡Súper, herramientas y pinturas de carpinteria! debio costarte una fortuna.
- La verdad es que huyeron de mi cuando intente pagarles y al final me lo obsequiaron, yohohoho.
- Mi turno - la pelinaranja fue con su colega arqueóloga - para ti Robin, debes saber que es ¿verdad?
- No, no lo espie, fu, fu - rompio la emvoltura color morado - nuevos libros sobre los Foneglifos, gracias navegante-san, toma.
- Pesa mucho, aver... ¡¿son collares?!
- Los compre en una joyeria.
- ¡Dios Robin, gracias!
- Oigan faltan...
- ¡Shhh! - las dos chicas callaron a Franky.
- Ellos están en otro lugar, vamos a celebrar.
- ¡Sí! - gritaron al unisonido.
Mientras eso pasaba, Sanji estaba en la cocina, sacando los chocolates y llendo atrás del Sunny, el cielo se veía hermoso, adornado con bellas estrellas y luna llena. Recargo sus brazos en la barandilla, y como tenía su bufanfa con ella se cubrio.
Se quedo pensando en el peliverde, en donde estaría, en que estaría haciendo o si le gustaba a él o no, esas dudas se desvanecieron cuando tomaron de su bufanda azul y le cubrieron los ojos.
- ¿Qu-qué...?
- Aun no te he dado mi regalo cocinero - le dio la vuelta, abrazandolo de la cintura y desatando la bufanda - Sanji...
- Eso significa... ¿qué te gusto...?
- Más que eso... te amo Sanji.
El corazón del ojiazul di un brinco, haciendo que sus mejillas tomaran un rojo carmín intenso.
- ¿De... verdad?
- Sí.
- Entonces ¿que me daras?
- Primero, algo que yo hize... y con un poco de ayuda de Robin.
- ¡Hahaha! ¿le pediste ayuda a Robin-chan?
- Anda, riete cejas de sushi - solto el abrazo y le dio un peluche - ten...
- E-es un... oso con tu haramaki y pendientes... es muy lindo.
- Segundo, esto lo compre.
- ¿Qué es?
- Un dije de plata.
- Pe-pero... sólo es un regalo y yo solo te dare uno, además no puedo aceptarlo, ya me diste uno y...
- De eso no te preocupes. Date vuelta - Sanji obedecio y se dio la vuelta, dejando que el espadachín le colgara el dije.
- Gracias...
- Me falta uno más.
- No Zoro, ya no puedo aceptar más.
- ¿Entonces no aceptaras un beso?
- Zo-zoro...
- Sabia que si lo aceptarias - volvio a abrazarlo de la cintura, acercandose a sus labios, los cuales beso con suavidad. Se separaron por oxigeno.
- Falta... darte... el mio - de su traje dejo a la vista una caja de color negro y listón rosa - son chocolates...
- ¿Recordaste que no me gusta lo dulce?
- Si lo recorde, tienen Sake... perdona, solo te dí un regalo... - bajo su mirada azul.
- No tienes por que disculparte, si no me hubieras dado ningun regalo... - tomo su mentón y alzo su mirada - tú serías el mejor regalo - beso su frente.
- Gracias por los regalos, y gracias por corresponder a mis sentimientos.
- Gracias a ti. Feliz Navidad, ero-cook - rió.
- Feliz Navidad, Marimo - rió junto con él
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