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Un 24 de Diciembre comenzó nuestra historia por Koi-chan

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Notas del fanfic:

He vuelto con un Aoita xD Esto se lo dedico a Kiharu, espero y te guste.

Notas del capitulo:

No se ilucionen con el lemon, es mi primer fic de esta pareja y hice mi mejor esfuerzo. 

La mayoría de las personas consideran esta época del año aburrida, es decir, ¿Pasar tiempo con la familia? algunos pasan las 24 horas del día con su familia y seres queridos, es de entender que no les guste este día. Para otros, es una celebración familiar, viene familia lejana con la cual nunca te relacionas y te sientes fuera de lugar, si bien sabes que es familia y deberías estar cómodo, eso jamás pasara, no puedes ser tu mientras personas que solo has visto una vez en tu vida te observan, en mi caso, ambos eran el problema. Esos eran mis pensamientos antes de que aquel hombre que jamás había visto en mi vida cruzo la puerta, pero no nos apresuremos a los hechos, mi historia seria muy breve y no tendría caso haber relatado todo lo anterior si lo demás lo diría tan simple, no, ese no es mi estilo. Les diré un poco sobre mi y como fue aquel día de mi vida que nunca olvidare.

 

Tengo 19 años, vengo de una familia noble y de bajos recursos, pero gracias a un familiar de mi madre nuestra vida cambio repentinamente, creo que no es apto decir que todo fue gracias a mi tío, pues el pobre sufrió un accidente automovilístico. Al haber muerto, el abogado como siempre leyó su testamento donde nos nombraba dueños de todas sus acciones y empresas, al parecer se culpaba de haber tratado a mi madre tan mal en sus días de juventud y jamás ayudarla cuándo esta lo necesitaba. Así pues, mi vida comenzó con la rutina de siempre, el 23 de diciembre no había clases, como siempre en estos meses, sin embargo, quería salir un rato con mi amusgas así que salí sin avisar.

 

Me fui caminando a una cafetería cercana a la U, ya sabía que mis amigos estarían allí, la cafetería es bastante popular aunque los precios son caros, pero vale la pena. El lugar es bastante agradable y se puede respirar con tranquilidad, cuando se necesita pensar, relajarse o hacer trabajos allí es el lugar perfecto, cabe mencionar que tiene una hermosa vista desde todos los ángulos. Aunque en temporadas como esta, es el lugar ideal para embriagarse, y conociendo a los tipos que tengo por amigos, no dudo que estén allí. Faltando poco para llegar varias personas que no conocía me saludaban, ya era normal en mí, como también era normal pasar de largo cuando se intentaban acercarse a mí.

 

the GazettE, la cafetería estrella, y el único lugar donde puedo ser realmente yo. Abrí la puerta con mi sonrisa más grande, creo que es bastante obvio cuanto amo este lugar, pero es imposible no hacerlo. Su aroma, ¿cómo describirlo? olía a la combinación perfecta de comida, como también la combinación perfecta de olores naturales, cada día su aroma cambiaba pero se identificaba con los olores de las flores, el de ese día podía recordar perfectamente que se podía respirar con tranquilidad el olor de las gardenias, aun aroma totalmente agradable para mis sentidos.

-Miren quien llego- Una camarera que estaba cerca de allí se fijo en mi llegada.

-¿Me extrañaste?- le pregunte en tono burlón.

-La verdad si, eres el único de la pandilla que no había vuelto en dos semanas.

-Ya sabes, no tolero el alcohol.

-¿Y entonces qué haces aquí?

-Solo vine a pasar el rato, ¿están aquí?

-¿Crees que no? tus amigos son unos alcohólicos y the GazettE parece su segundo hogar.

-Lo suponía, tomare lo de siempre, gracias- Subí al segundo piso mientras buscaba con la mirada a mis amigos, no fue tan difícil encontrarlos gracias al maldito desorden que siempre causan. Sonreí al verlos molestando a Kouyou, realmente extrañaba pasar tiempo con ellos.

-Aki, ven- Shima me vio y me llamo captando la atención de todos logrando así que sonrieran al mirarme. Sin hacerme el rogar y a paso rápido me dirigí a su mesa.

-Vaya, vaya, el chico "no me gusta beber" esta aquí.

-Si quieren me voy.

-No, cállate Ruki- Shima como siempre no quería estar solo con el enano, no es novedad, la mayoría de sus bromas empiezan molestando a los labios de Uruha.

-Ya, ya, no te pongas sentimental, ven y dame un beso y hagamos las paces.

-Idiota- lo golpee amistosamente y me senté a su lado. De inmediato un empleado se acerco a nosotros y me dejo un vaso de agua, pero antes de irse le guiño el ojo a uno de mis amigos.

-Oye Kai, ¿Lo conoces?- cuando se fue Uruha se pego a mi amigo como un chicle y susurro aquello, aunque puedo asegurar que lo escucharon hasta en Europa.

-No, jamás lo había visto.

-Creo que le gustas- Opino el enano.

-¿Qué?

-Opino lo mismo que Ru, casi te come con la mirada.

-¿Comérselo? por favor Reita, ¡lo violo con la mirada!

-Si siguen hablando les meteré las baquetas por el culo, además, a mi no me gustan los hombres.

-Nunca has tenido una relación Homosexual, no creo que debas opinar.

-¿Acaso tu si Ue?

-No, pero solo digo que si no se ha intentado no se puede opinar Shima.

-Ya, ya, Akira, se que te gusto pero lo nuestro no funcionaria.

-Si fuera gay, ten por seguro que serias el ultimo en mi lista enano- Acto seguido mi amigo me golpeo severamente en la cabeza, pero nosotros solo nos reímos de su infantil acto, ya estaba acostumbrado a que me hiciera de todo solo por bromear con su estatura.

-¿Que harán mañana? - Kai tomo un largo trago de su cerveza mientras respondíamos su pregunta.

-Dormir- Kouyou se encogió de hombros restándole importancia al asunto.

-Follar- No era de extrañar que Takanori sonriera al decir aquello, pues Shima se puso rojo como un tomate, y es que el pobre tiene 17 años, es el menor de todos, por ello el más inocente. Kai y yo solo sonreímos al verlo, aun era un niño.

-Ustedes por lo menos tendrán la tarde para hacer lo que se les plazca, en mi caso toda mi familia vendrá- Mi cara de fastidio era notoria.

-Ya, Aki, igual podemos hacer lo todos los años, ya sabes te subes a media noche, te conectas y hablamos por chat, eso sí, tendrán que esperarme, hay muchas personas que me desean feliz navidad- Y aquí volvió el Takanori presumido.

-Me gustaría, pero éste año no podre hacerlo.

-¿Eh? ¿Porque Kai?

-Iremos a pasar la navidad y año nuevo en la casa de mi tía, y allí no hay internet.

-Ya veo- dejando esa conversación comenzamos con nuestras bromas hacia el pato y el enano, de vez en cuando a mi pero jamás a Kai, el da miedo cuando se enoja. Todo estaba bien, nuestras carcajadas resonaban por todo el lugar, y aunque ya nos teníamos que ir, ninguno quería hacerlo, Kai según nos dijo se iría hoy, y no tenía muchos ánimos de alejarse de Tokio por unos días, en cuanto a Ruki al llegar nuevamente estaría solo, como todos los días no haya nadie esperándolo en casa, y por ultimo Uruha, aunque tenga familia que lo espera le gusta estar más con nosotros, su relación familiar no es la mejor, entonces, ¿cual es la prisa?

-Wow, ya son las ocho, el tiempo se paso rápido-Kai se levando se su asiento mientras terminaba su cerveza para después coger su abrigo que estaba en el respaldo de la silla.

-Sí, creo que es hora de irnos-Le secundo Uruha siguiéndolo al primer piso, en cuanto a Ruki y a mí, sonreímos y nos fuimos detrás. Al haber pagado y despedirnos salimos de the GazettE prometiendo volver nuevamente. Podía sentir el frio viento en mi cara, y lejos de molestarme me encantaba.

-Bien chicos, los llamare cuando vuelva a Tokio, no hagan estupideces mientras no estoy.

-No prometemos nada mamá Kai- hablo Uruha haciéndonos soltar una risa por el apodo.

-Ay patito, lo digo por ti.

-Sí, sí, eres mala influencia- Ruki se colgó de Kai acusando a Uruha.

-¿Cómo se te ocurre? la mala influencia eres tú, enano del demonio.

-Por favor, un ser tan hermoso como yo, ¿cómo puede ser malo?

-Si claro, hablo quien dijo que iba a follar toda la tarde.

-Cállate iguana.

-Bueno, Akira, te los encargo.

-Si hacen algo yo los tiro por un barranco, no te preocupes Kai.

-Te lo agradecería infinitamente. Cuídense- Nos despedimos de sonrisitas y comenzamos a caminar directo a nuestros hogares con bromas algo pesadas, pero servían para pasar el rato. El siguiente en irse fue Uruha excusándose con que miraría unas guitarras, aunque Ruki y yo creemos que es imposible que este una tienda abierta a estas horas, pero no nos hiso caso. Quedando solo los dos, decidí acompañar al enano a su casa, él como siempre no puso objeción.

-¿No te regañaran si llegas tarde?

-No creo que les importe, están demasiado ocupados planeando el día de mañana.

-¿Te envidio sabes?

-Mejor cuéntame con quien saldrás mañana.

-No hay nadie.

-Dijiste que fallarías.

-Quizá llamé a alguien que me haga compañía.

-¿Porque no me sorprende?

-O llame al pato para salir, no lo sé.

-Solo no nos llegues embarazado un día de estos.

-¡Akira!, solo me acuesto con mujeres.

-Eso dices.

-Desgraciado, te golpearía pero me caes bien.

-Oh, gracias por no golpearme su imbecibilidad.

-Ja Ja, que divertido. Mejor dime, ¿ya tienes novia?

-No, no quiero pareja, además, nadie me ha llamado la atención, todas son muy superficiales e irritantes, en cuanto a los hombres, simplemente no me atraen o no ha llegado alguien que me atraiga lo suficiente.

-Bueno, no desesperes, ya llegara tu media iguana. Gracias por traerme.

-No hay de que, hablamos mañana.

-Dale- Me aleje de mi amigo para irme a mi casa, ya eran las diez y estaba seguro de que mi mamá me mataría, pensando en la excusa perfecta caminaba a paso rápido y desesperado.

 

Llegue a mi casa mas rápido de lo esperado y me quede mirando la puerta dudando en abrirla, justo cuando iba a acercar mi mano al pomo de la puerta esta se abrió mostrándome a mi mama furiosa y con el ceño fruncido, creí que no podía ser peor pero en ese momento mi padre se posiciono al otro lado de la puerta también con el ceño fruncido, en su cara se podía leer fácilmente una frase Estoy en problemas.

-¿Que son estas horas de llegar Akira Suzuki?

-Lo siento mamá, fui a dejar a Takanori a la casa.

-¿Y no pudiste llamarnos? ¡Por dios! va a ser media noche y ni siquiera un mensaje.

-Perdón- me sentía como perro regañado, así que no pude evitar bajar mi cabeza un poco.

-Bien- Mi padre relajo su expresión facial y luego suspiro- Por lo menos nada malo te paso, entra- le hice caso y me quede en la sala mientras ellos entraban, después como si nada hubiera pasado se dirigieron al comedor y se sentaron mirándome fijamente.

-¿Sucede algo?- pregunte tomando asiento.

-Sabes que mañana es un día importante ¿verdad?- gire los ojos con cierto fastidio, toda la semana estaba con el mismo tema, ¿como quería que lo olvidara?

-Sí.

-Pues mañana no solo vendrá familia Akira.

-¿A no? ¿Quien más mamá?

-Unos amigos de tu padre también estarán aquí, y algunos traerán a sus hijos.

-¿más gente?- Mire a mi padre con desesperación.

-Sí, pero con tu madre hablamos y sabemos que no te agrada este tipo de cosas, así que para que te sientas más cómodo puedes invitar a Takashima, Takanori y Yutaka.

-¿Enserio?

-Sí.

-Los adoro, son los mejores- literalmente me lance a abrazarlos, pero es que estaba tan feliz, por fin pasaría un 24 de diciembre con personas que me hacen sentir cómodo- Que descansen, los amo- y así de sonriente subí a mi cuarto y me lance a la cama deseando que fuera mañana.

 

 

Aunque en ese momento solo pensaba en pasar un rato con mis amigos, ya saben, alejarme de todo ese ambiente familiar, en ese entonces no fui consciente de que habría compañeros de mi padre y sus familias, poco me importaba entablar alguna conversación con ellos, yo solo pensaba en pasarla bien una navidad, y aunque no fue como la esperaba, la diversión no quedo fuera. Pero no lleguemos allí tan rápido, aun hay mucho que debo contarles, como por ejemplo, cómo fue que los estúpidos de mis amigos dejaron que pasara así la navidad, malditos.

 

Me levante bastante enérgico y decidido a visitar a mis fieles amigos para informarles la noticia, si los llamaba no me aseguraba que fueran. Me vestí con lo primero que encontré, pero antes de salir me asegure de que todo estuviera en orden, ya saben, cabello decente, mi fiel bandita, uno que otro accesorio para combinar. Baje tranquilamente al primer piso, estaba emocionado, pero no era para tanto. Al dirigirme a la cocina mis padres estaban desayunando tranquilamente. Me senté con ellos esperando que me hablaran, pero al ver como pasaban los segundos y no reparaban en mi presencia, decidí comenzar yo la conversación.

-Buenos días.

-Oh, no sabíamos que estabas allí Akira- No, que va, si no me dices no me doy de cuenta, ¿se nota el sarcasmo?

-No importa, ¿que es lo que hacen para que estén tan distraídos?

-Organizamos la fiesta de esta noche, esto es muy importante- Mi padre contesto sin siquiera mirarme, yo solo aproveche que no me miraban y rodé los ojos con fastidio.

-Entiendo, iré a desayunar a la casa de Shima- No espere su respuesta y me levante de la silla para después darle un beso en la mejilla a mi madre y desearle un buen día.

-Llévate el dinero que está en la sala y ve a comprar un traje- Lastimosamente no fui lo suficientemente rápido para salir y mi padre alcanzo a detenerme.

-¿Eh? ¿Estás hablando enserio?

-¿Tengo cara de estar bromeando?

-Ni siquiera me miras, ¿cómo puedo saber que expresión facial tienes?

-¡Akira Suzuki!

-Vale, vale, lo comprare, pero enserio ¿es necesario?

-Muy necesario.                                                                       

-Está bien. Adiós- Seguí mi camino para recoger el dichoso dinero.

-Cuídate cariño, ya sabes que tienes que estar a las siete en punto.

-Lo sé mamá, adiós- Tuve que gritar un poco para que me escuchara ya que ya estaba en la puerta principal. Decidí caminar hasta la casa de mi amigo, no vivíamos tan lejos, quizá...cuatro casas a la derecha, ¿o son cinco? realmente no recuerdo. ¿Qué puedo decir de la vida de mi amigo? a pesar de ser el más alto es el menor, ha estado conmigo desde que tengo memoria, su relación familiar no es muy estable por su padrastro, a decir verdad se odian mutuamente y si ambos están en casa, solo quiere decir una cosa, problemas.

 

Es el chico más popular después de Taka, aunque es bastante tímido. El es un pobre inocente y el blanco de las bromas sexuales de Takanori. Sin embargo cuando se conoce más a fondo, él es el que corrompe a Ruki, difícil de creer ¿no? Kouyou no es un santo al cien por ciento, y cuando quiere, puede dar miedo. Al principio es alguien difícil de llevar, pero con el tiempo se comienza a conocer sus rarezas e ideas locas pero divertidas.

 

Antes de golpear en la puerta de su casa alcance a escuchar unos gritos, suspire al saber quien más se encontraría en casa. Golpee antes de que la pelea se fuera a mayores, en seguida los gritos se detuvieron y pude escuchar unos pasos acercándose a la puerta. Al abrirse apareció Shima totalmente desarreglado, cosa que no es propia de él (Ruki le pego lo diva y Kai lo ayudo).

-¿Akira? ¿Qué haces aquí?

-Tengo algo que decirte, pero antes, ¿tienes queso en el cabello?

-¿Eh? ah sí, es doble crema, ¿quieres?

-¿Hace cuanto no te lavas el cabello?

-No recuerdo.

-No gracias, comételo tu.

-Tú te lo pierdes. Ven, pasa- Lo seguí dentro de su casa mirando toda la sala comprobando lo que ya suponía, la pelea estaba en la cocina. Mire a Shima dudoso en seguir a la cocina, pero el solo sonrió y siguió derecho. Suspire negando levemente con la cabeza y entre a la cocina a paso lento. Estaba hecha un desastre, la madre de Shima estaba arreglada con un traje elegante y me sorprendió que no estuviera igual que su hijo y su esposo.

-Akira, que alegría tenerte aquí, toma asiento, ¿ya desayunaste?

-No, salí algo apresurado para hablar con Shima.

-Ya veo, toma- Amablemente aquella sonrisa con una hermosa sonrisa en su rostros, me dejo un poco de café con un plato.

-Muchas gracias- Le devolví la sonrisa y me senté en el puesto vacio que se interponía entre Shima y su padrastro.

-Come bien, estás en tu casa-Aquel señor mee sonrió tan amablemente mientras me habla que por un momento se me olvido que era el peor enemigo de mi mejor amigo.

-Gracias- Cogí la taza de café y le di un gran sorbo mientras interrogaba a mi amigo con la mirada. Este tan solo apoyo su mano en mi hombro y se acerco a mi oído.

-Le agradas, de hecho todos mis amigos le agradan más que yo- En ese momento reprimí una risa, si le agradaba yo, realmente odiaba a Shima, y es que todas las personas me juzgan por mi bandita y mi estilo de vestir, realmente, ni yo confiaría en mi si me encontrara.

-Bueno, me tengo que ir a trabajar.

-Yo también- Los dos adultos se levantaron y recogieron sus platos.

-¿No te cambiaras?

-No hay tiempo, llevare algo de ropa y lo hare en el trabajo.

-Oye papá- Todos miramos a Uruha confundidos, si le dice así nada bueno va a pasar- tienes una pequeña mancha en tu camisa- La sonrisa burlona de mi amigo era notoria, y es que la camisa, estaba totalmente manchada.

-Mm puede que sí, pero mi cabello no parece un nido de pájaros-oh, justo en lo diva de Shima.

-Ya basta, compórtense, Akira está presente- los seis pares de ojos se posaron en mi.

-No se preocupe- Mire a la madre de Shima con una sonrisa- Ya me acostumbre con Shima.

-¿Lo ves mamá? no hay de qué preocuparse...oye, espera, ¿a que te refieres con que te acostumbraste?

-Nada, nada.

-Eres un...

-Takashima, cuida tu lenguaje.

-Pero mamá, el ya está acostumbrado.

-Nada de peros, compórtate.

-Si mamá- Shima respondió a regañadientes entrecerrando sus ojos.

-Si patito, soy un invitado compórtate- solo para joderlo un rato le hable.

-¿Escucharon eso? creo que una iguana sin nariz hablo- ¿Cómo se atreve a hablar sobre mi nariz?

-Maduren los dos, nos vamos. No quiero que te metas en algún problema Kouyou, ¡entendiste? Cuídate Akira.

-Antes de que se vayan- Me levante de la silla y mire atentamente a los padres de mi amigo- quiero saber si Shima puede pasar la navidad esta noche en mi casa. Como sabrán en estas fechas en mi casa toda mi familia se reúne y este año mi padre traerá a algunos amigos a casa, así que me dieron permiso de llevar a mis amigos, y quiero que Kouyou este si no es problema.

-A mi me parece una gran idea- Sabia que el padrastro de Shima no se iba a oponer.

-Yo también quisiera ir- Mi amigo hablo mirando a su madre atentamente.

-No lo sé, ¿y si causa problemas?

-¡Mamá!

-He sido su amigo desde que tengo memoria, ya me acostumbre.

-¡Reita!

-Creo que es buena idea cariño, además, va a estar a tan solo unas cuantas casas más, y dejaría que me relajara por fin un día.

-¡Oye!

-Está bien, pero si causa problemas llámame inmediatamente.

-Como se nota que confían en mí.

-No se preocupe, todo está bajo control.

-Gracias por quitármelo de encima esta noche Akira.

-¿Cómo te atreves a decir eso?

-No es nada, usted también merece descansar.

-Oigan, ¿alguien me puede prestan atención?

-¿Lo ves cariño? deberíamos hacer un intercambio de hijos, yo me quedo con Akira y su familia se queda con Kouyou.

-¡Estoy escuchando todo por favor!

-Shima, silencio que hablamos los adultos- Mire a mi amigo para decirle aquello, notando que tenía el ceño fruncido.

-Bien, te lo encargo Akira. Nosotros ya nos vamos, cuídense.

-Gracias por prestarme atención- Kou hablo cuando escuchamos la puerta principal cerrarse.

-No hay de qué.

-Idiota, ¿cómo es eso de que habrá amigos de tu padre?

-No me dieron muchos detalles pero en general, solo unos pocos amigos de mi padre estarán, aunque me dijeron que algunos traerán a sus hijos.

-¿Invitaras a Taka?

-¿A poco crees que no? necesito que lo vigiles.

-Lo iba a hacer igual.

-No podre estar mucho tiempo con ustedes.

-Ya me lo imaginaba, aunque el enano no soporta el alcohol al igual que tu, simplemente le doy una copa y queda dormido.

-No es mala idea.

-Nos matara si se entera.

-No lo dudes.

-¿Y bien? ¿Qué planes tienes para esta tarde?- Uruha se levanto y salió de la cocina, yo por supuesto en ese momento lo seguí.

-Acompáñame a comprar un traje.

-Mm, no gracias, mejor me quedo descansando hoy.

-Pato, si no me acompañas le diré a Taka que estas peor que un vagabundo y le diré a Kai que odias su comida.

-No te atreverías.

-Pruébame.

-Bien, bien, te acompañare- De mala gana subió a su cuarto y cerró la puerta fuertemente logrando que el ruido se escuchase por todo el lugar.

 

No pasó mucho tiempo para que el pato se arreglara y saliéramos a comprar dicho traje. Esa tarde consistió en tiendas y mas tiendas, las cuales muchas no sabía que existían, pero digamos que la tarde fue movida con el pato, no sabía cuál era su maldito problema, y aun sigo sin saberlos, pues cada vez que me probaba algo, en seguida me decía que no era el indicado, en cierta medida estaba y estoy algo molesto, Toda la tarde estuvimos en eso y no pude avisarle a Takanori ni llamar a Kai a ver como se encontraba, pero por otro lado le agradezco que haya decidido aquel traje de seda y de un tenue gris.

 

-Deberías saludar Reita- Después de comprar el traje salimos para tomar el autobús, en el trayecto algunas personas saludaban a mi amigo y a mí también, esta zona está cercana a varias Universidades donde estudian algunos conocidos de Uruha y Kai, yo jamás les devolvía el saludo, y mi amigo me reclamos por ello.

-¿Porque? no los conozco y a pocos los distingo.

-Un así, es descortés, eres popular, deberías aparentarlo.

-Solo lo soy porque me hablo con las dos divas de esta zona y el chico perfecto, además, no necesito tantos amigos, con ustedes me basta y me sobra.

-¡oye! eres algo cruel.

-No seas niña. Gracias a ti no tengo más tiempo libre, ahora tu llamaras a Kai y le preguntaras como esta y también le avisaras a Takanori.

-Vale, vale, te veré más tarde en tu casa, cuídate ¿ok?

-Eso debería decírtelo yo, uno nunca sabe con los violadores de hoy en día.

-¡Akira!

-Ya, ya, cuídate- Mi amigo tomo el autobús para ir a la casa de Taka y yo me fui en otro para llegar mas rápido a mi hogar. Literalmente Shima se me comió toda la tarde, apenas llegue solo pude ponerme el traje y ayudar a mi madre a arreglar todo, maldito pato.

 

Siete y media de la noche y la familia empezó a llegar, yo solo quería que llegaran mis amigos, pero conociendo a las divas se tardarían en llegar, se me veía pasar por toda la casa con mi sonrisa hipócrita saludando a todos, primos, primas, tíos, tías, sobrinos, y muchos más, cansado de pasearme de un lado para otro me senté en el gran sofá de la sala escuchando la conversación que tenían mis tíos, poco me importaba pero no había nada que pudiera hacer, ya que no podía tomar alcohol agarre un vaso de plástico y serví un poco de gaseosa que estaba en el centro de la mesa. En ciertos momentos me preguntaban cosas pero yo solo les respondía con monosílabas y a veces me hacia el desentendido. A las ocho y media de la noche mis amigos llegaron.

-Pensé que no iban a venir- les dije aliviado al ver como se dirigían a mí y saludaban a mi familia.

-Sentimos llegar tarde iguanita, Shima no encontraba su celular, se le pego lo despistado de Kai.

-¡Hey!

-No es novedad- les señale los asientos que estaban vacios a mi lado y de inmediato se sentaron, todo iba de maravilla, por primera vez me sentía cómodo en estas reuniones familiares y agradecía que mis amigos estuvieran allí, en un momento tuvimos la oportunidad de hablar con Kai, parecía que ya se había tomado unas cuantas cervezas, pero nada relevante. Takanori al ser el mayor muchos le ofrecían copas y aunque era tentador no podía aceptarlas, el alcohol no es su fuerte y regularmente después de unos minutos cae dormido si toma más de un trago, Pero la tentación pudo más que el, en un momento de descuido de nosotros toma la copa más cercana y no dudo en beber su contenido, lastimosamente a los pocos minutos le toco a Shima dejarlo en mi habitación profundamente dormido, ahora que lo pienso debí tomarle una foto mientras Uru lo cargaba, pero ya que. Me quede en la sala y a los pocos minutos que Kou subiera con el enano, el timbre sonó, mire a mis padres tratando de averiguar quien podría estar llegando a esta hora, en ese momento se me paso por la mente que ningún amigo de mi padre había llegado. Mire el reloj que colgaba en la pared, diez de la noche, algo tarde ¿no?

-Pensé que no vendrían- Mi padre abrió la puerta.

-Lamentamos la tardanza- Me dio igual quién hubiera llegado en ese momento, tan solo para dar buena imagen mire quienes iban entrando y salude a los recién llegados. Invitado, tras invitado, todo hubiera estado bien si esa negra cabellera no se hubiera puesto en mi campo visual.

-El es mi hijo Yuu- aquel hombre era tan apuesto, desprendía sensualidad por todos sus poros, sus ojos, eran tan hermosos que me perdí en ellos por un segundo, era alto, moreno y tan atractivo, ese traje lo hacía lucir tan endemoniadamente atractivo.

-Y el es mi hijo Akira- Mi padre me señalo y el voltio a mirarme, mi corazón comenzó a latir rápido, tanto que incluso pensé que se me saldría. Sus labios se curvaron en una hermosa sonrisa y me estiro la mano.

-Soy Yuu Shiroyama, un placer, Akira- Mi nombre pronunciado por sus labios me dejo atontado por unos momentos. Aterrice nuevamente a la realidad al recordar donde estaba, en ese momento no sabía que pasaba por mi mente, o porque me sentía así de nervioso, lo pude disimular muy bien.

-El placer es mío, yo soy Akira Suzuki- estreche su mano mientras lo miraba a los ojos, en ese momento una corriente eléctrica paso por mi mano, y creo que el también la sintió, porque me sonrió y me miro a los ojos, me miro de la misma manera que yo quería mirarlo y de la misma que hubiera hecho de no ser porque tenía familia al frente. Solté su mano y gire mi vista al puesto donde antes estaba con mis amigos, allí se encontraba Uruha quien me veía atónito, en ese momento rogué para que no hubiera notado nada.

-¿Cuántos años tienes Yuu?- Mi padre hablo logrando que volviera mi vista al pelinegro del frente.

-Tengo 20.

-Oh, eres mayor que Akira- aquel alto y sensual peligro poso nuevamente su mirada en mi, sus ojos de color marrón oscuro eran tan hermosos, brillaban con tanta intensidad.

-¿Cuántos años tienes Akira?- Su voz, su jodida voz era tan dulce, era gruesa pero no se excedía, simplemente perfecta, y a cada momento que decía mi nombre tan dulcemente, me sentía tan feliz.

-19, pero creo que no eres mayor por mucho.

-Opino lo mismo-Su sonrisa no se quedaba atrás, ese hombre era tan perfecto, no, es perfecto. Después de unos minutos más conversando en la puerta, entraron, mi padre fue a conversar de negocios con el señor Shiroyama, en cuanto a Yuu, se fue por ahí y yo volví a mi lugar con Shima.

-¿No vas a decirme nada?-Cuando me senté pasaron minutos de silencio y yo no era capaz de mirar a Kouyou, así que cuando se canso de esperar, decidió hablar.

-¿Decirte qué?

-A mi no me engañas Suzuki, te conozco, te gusta ese pelinegro.

-¿Qué? no.

-No mientas.

-No miento, es la verdad.

-Entonces ni hay problema que lo grite ¡cierto?

-No, shima, detente.

-¡Akira, está enamorado de...!

-Baja la maldita voz- le tape la boca a mi amigo antes de que continuara, la mirada de varios presentes estaba puesta en nosotros, y ello también incluía a Yuu, quien me miraba confuso pero tenía una sonrisa pintada en su rostro. Mentiría si digiera que no me contuve para no asesinar a mi mejor amigo en ese momento.

-¿Lo ves?- El maldito pato tenía una sonrisa de oreja a oreja en su rostro.

-Bien, bien, me gusta, pero solo es atracción.

-Claro que si, por eso, ve a hablar con él.

-¿Qué? no, quiero pasar este día con ustedes, o bueno, contigo.

-¿Porque?

-Quiero divertirme.

-Te aseguro que te divertirás más con él.

-¡Shima! no esa clase de diversión.

-¿yo que dije? eres un malpensado Aki.

-Si claro, yo.

-Deja de comportarte como una colegiala enamorada y háblale, además aquí estaré yo si me necesitas.

-Uruha yo...

-¡Que vayas carajo!- Sin dejarme replicar mi amigo me levanto y me empujo en la dirección que se encontraba Yuu. Me encontraba muy nervioso, ¿desde cuándo me pasaba eso por alguien? sin duda Yuu era diferente, no sé cómo pero llegue donde estaba el, Su perfil era hermoso, tenía una copa el comisura de sus labios y a mi parecer miraba un punto del gran salón de mi casa, hasta que reparo en mi presencia y sonrió.

-¿Quieres una copa?- Amablemente me ofreció aquella copa de vidrio que antes posaba en su hermosos labios.

-No gracias, no puedo tomar.

-Oh, eres responsable.

-No realidad no, solo no tolero el alcohol.

-Ya veo. Tu casa es muy bella, es espaciosa, cómoda, me agrada.

-Gracias.

-Akira Suzuki, es buen nombre.

-Puedes decirme Reita, mis amigos me llaman así.

-Reita, te queda mejor, a mi dime Aoi.

-¿Y a que te dedicas Aoi?

-Estudio, hasta hace poco nos mudamos a Tokio.

-¿Que estudias?

-Medicina.

-¿En dónde?

-En la universidad de Tokio.

-¿Enserio?

-Sí.

-¿Qué haces después de clases?

-Hey, esas son muchas preguntas- Aoi soltó una pequeña risa y pude sentir como mis mejillas se teñían de un leve carmesí, por suerte mi bandita cubría mi sonrojo. El amor de mi vida, digo, Yuu, bebió un poco de su copa- Yo también quiero saber de ti.

-¿Porque?

-Digamos que tengo curiosidad sobre algo pero no puedo preguntarlo directamente.

-¿Qué es?

-Primero que todo, ¿A qué te dedicas tu?

-También estudio en la Universidad de Tokio, me sorprende que no te haya visto nunca.

-Reita, ya decía que tu nombre era bastante conocido para mí.

-¿Ah sí?

-Por su puesto, muchas chicas en la facultad hablan sobre ti y lo apuesto que eres, también hablan de tus amigos, y supongo que aquel que te mira en el sofá es uno de ellos. Eres toda una celebridad.

-A mi no me mires, toda mi "Fama" se la debo a ellos.

-Lo imagine- Después de un rato nos soltamos más, y empezamos a hablar sobre música, teníamos tanto en común, sabía que Kou me vigilaba en caso de que yo me metiera en algún problema, pero eso no paso, aunque debo admitir que si mi amigo no estuviera a tan solo unos metros no estaría tan tranquilo. Después de unas horas más hablando con Yuu se hizo media noche, todos salimos al patio y nos dimos unos a otros la feliz navidad, extrañamente no encontré a Uruha ni a Yuu. El cielo se iluminaba de pólvora y todos reunidos los admirábamos, los niños impresionados no apartaban sus ojos y los adultos bebían mientras sonreían.

 

Me disculpe con mis padres y les informe que estaba cansado e iría a mi cuarto, como siempre no pusieron objeción. Pensé, si el enano estaba despierto quizá podía joderlo un rato, por fortuna (o desgracia) Yuu se encontraba en las escaleras para subir al segundo piso, mi corazón empezó a latir rápidamente al ver cómo me sonreía, ahora podía estar seguro de que esa sonrisa era solo para mí.

-¿Ya te vas a dormir?

-No me gusta estar con toda mi familia haya fuera- Le conteste con simpleza mientras me acercaba a él.

-Te entiendo, a veces es muy abrumador.

-Lo es, ¿no has visto a mi amigo? temo que se haya acabado con todas las botellas de la casa.

-No, no lo eh visto.

-Ya veo.

-¡Iras a tu habitación?

-Sí, ¿quieres subir?- Bien hecho Akira, Tu lo invitaste y el pato recibió la culpa de lo que paso, bueno, omitan esa pequeña interrupción de la historia.

-¿Porque no? no conozco a la mayoría de personas que están afuera, me sentiría intimidado.

-Vamos entonces- Comenzamos a subir en silencio pero antes de subir el ultimo escalón un quejido nos llamo la atención.

-¡Que fue eso?- Aoi me susurro, yo solo lo mire y encogí mis hombros en señal de no saber nada.

-Aggg, enano, ¡engordaste!

-Pato insensible, no engorde estoy rellenito.

-Es lo mismo.

-Que no.

-Que sí.

-Que no.

-Que sí.

-Que no.

-¡Oigan!- Yuu tenía una mano en su boca para evitar que su risa saliera, decidí intervenir antes de que su pelea continuara.

-Akira.

-Iguanitaaa, el pato me esta masacrando.

-Enano exagerado- Uruha intentaba subir a Taka a su espalda, pero ya que Ruki estaba medio llevado no ayudaba mucho.

-¿Se van?- Les pregunte cuando ambos se callaron.

-Voy a desearle feliz navidad a mi madre y le dejare un mensaje a Kai, creo que bebí mucho así que no tardaría en quedarme dormido, y me llevo a Taka, ¿o quieres que vomite en tu cama?

-Llévatelo, llévatelo- No puse objeción alguna.

-Akiii, Uru me violo- Yuu y yo miramos a Uruha espantados.

-¡Claro que no! no me miren así, no mientas Ruki.

-Admítelo, tu quieres sepso conmigo- Aoi y yo reprimimos una carcajada al ver el rostro rojo como un tomate de Uruha.

-¡Que no! a ver si dejas las drogas.

-Ya, ya, no hagan tanto escándalo- Me acerque a Uruha con la intención de ayudarlo con Ruki.

-Un momento- El enano se separo de Shima y de mí- ¿Quien es el pony?

-¿Pony?- Uruha me miro desentendido cuando pregunte y movió una mano enfrente de la cara del enano.

-Sí, ese pony negro que está enfrente nuestro- Uruha se carcajeo y yo me contuve mientras a Yuu le salió una venita en su frente y fruncía su ceño.

-Al menos no soy un enano gordo.

-¡Que no estoy gordo pony! estoy rellenito.

-¡Es lo mismo!- Aoi y Shima respondieron al unisonó. Trió de inmaduros.

-Vale, vale, ya vetee a casa enano panzón, digo, rellenito- Pude ver como Ruki giro su cabeza 360º apenas hable.

-Oh, iguana si nariz te acabas de ganar un enemigo poderoso- y rellenito.

-Uruha, llévate al drogado, ¿quieres?

-¡Pato!

-¡Iguana!

-¡Pony!-Y de la nada hablo Ruki.

-¡¿Yo que tengo que ver?!- Aoi se estaba riendo, pero al momento que hablo Ruki parecía que un aura negra emanaba de él.

-Nada, pero no negaste que eras el pony.

-¡Enano gordo!

-¡Que no!

-¡GORDOOO!

-Uru, llévatelo antes de que corra sangre.

-Estoy contigo- Como pudimos pusimos a Ruki en la espalda de Uruha pero este solo peleaba, e incluso casi mata al pato, pero eso es otra historia- Bueno, nosotros nos vamos.

-Cuida de Ruki, y dale saludos a Kai de mi parte- Le dije a modo de despedida mientras abría la puerta de mi cuarto.

-Claro, feliz navidad a ustedes dos, y ya saben, utilicen condón.

-!Uruha!

-Adios, adios.

-Chao pony, chao Iguana- Uruha empezaba a bajar las escaleras con dificultad debido a la gran cantidad de alcohol que había ingerido.

-Adiós enano gordo- lo último que vimos de Ruki esa noche fue la mirada amenazante que le dio a Aoi.

-Lamento que hayas visto eso- Le dije cuando esos dos desaparecieron de nuestro campo visual.

-No te preocupes, tus amigos me agradan, aunque…¿pony?

-No me preguntes, él fue quien me puso iguana, a veces creo que solo piensa en animales.

-ya veo- Entramos a mi cuarto y rápidamente corrí las cortinas de la pieza, allí se podía ver a la perfección como Uruha iba arrastrando a Ruki quién parecía estar dormido- Parce que te preocupan mucho- No me di de cuenta y Aoi estaba atrás mío.

-Más que todo Ruki.

-¿Puedo saber porque?

-De niño siempre estuvo solo, hasta que nos conocimos en la secundaria, en ese entonces tenía 16 años, pero siempre ha estado solo, sus padres están viaje casi todo el tiempo y en estas fechas ni se molestan en llamarlo, me preocupa, no, a todos nos preocupa que alguna vez haga un estupidez.

-Debe ser duro, aunque estoy celoso de él.

-¿Eh?

-Siempre pareces protegerlo, también te tomas la molestia de saber si algo malo le pasa, el tiene toda tu atención aunque no la quiera y yo, que si la quiero no me la das- Dejo de mirar a los dos idiotas que estaban casi llegando a la casa de Uruha, me miro y sonrió.

-¿De qué hablas? Es la primera vez que te veo.

-Tú a mi sí, pero yo a ti no, al principio me negué a creer que fueras tu, por ello te examinaba en la fiesta, jamás te he visto de cerca, pero cuando me dijiste tu sobrenombre, no pude negarlo. Siempre te veía con tus amigos en the GazettE o a veces solo, yo me hacia unas mesas atrás observándote, no pienses que soy un acosador, simplemente me era imposible separar mis ojos de ti. Me gustas, Akira, y me gustaría que nos conociéramos más, quiero saber todo de ti, hasta el punto que no puedas ocultarme nada.

-Yuu, yo…

-¿Si?- Lentamente su rostro se fue acercando al mío, mi cuerpo no respondió, tan solo podía ver sus labios.

-Yo…No sé qué decir- Fue apenas un susurro, pero lo suficientemente audible para que sonriera.

-Entonces, no hables, aquí entre nos, las palabras sobran- Sus labios sobre los míos fue la sensación mas placentera que alguna vez había podida imaginar. Los fuegos artificiales seguían iluminando el cielo, y las exclamaciones de la gente no dudaron en aparecer. Yuu puso su mano en nuca para profundizar el contacto, estábamos allí, sintiéndonos el uno al otro, lentamente sus labios comenzaron a moverse sobre los míos, incitándolos a seguir el juego, juego que no dudaron en aceptar, comenzamos una pelea sabiendo obviamente que el ganaría, nos separamos unos segundos, no paso mucho hasta que volvió hambriento a mi boca nuevamente, su lengua se asomo y supe enseguida lo que debía hacer, abrí un poco mas mi boca invitándolo a seguir.

 

Poso su otra mano en mi cintura mientras su lengua jugaba en mi cavidad, mi lengua se rozaba levemente con la de el haciendo suspirar, el aire nos empezó a faltar y nos separamos unos milímetros, nuestras bocas seguían unidas por un hilo de saliva. Sus ojos marrones brillaban con tanta intensidad, la luz de la pólvora reflejada en sus ojos era simplemente perfecto. Lentamente me recostó en la cama mientras se posicionaba sobre mí, se quito la chaqueta y volvió a atacar mis labios. Sus manos se paseaban por mi torso lentamente haciéndome sentir frágil, la temperatura de nuestros cuerpos subía y yo ya no soportaba solo besos y toques, sabía que el tenia mi misma necesidad, se acerco a mi cuello, lo lamia, chupaba y mordía, era jodidamente placentero y yo solo suspiraba.

-Quítate ese molesto traje- Su voz estaba cargada de excitación y deseo.

Sin replicar me levante un poco para poder quitarme la chaqueta, aquel pelinegro no se separaba de mi cuello y sus manos parecían más inquietas ahora que ambos necesitábamos más. Después de unos minutos estaba solo en bóxer y Yuu jugaba con mis pezones, mientras lamia uno su otra mano se encargaba de estimular los otros, pequeños jadeos y gemidos se escapaban de mi boca.

-Tu camisa Aoi- No tenía control sobre mí mismo, apenas u podía hablar.

-Quítamela tú- Se separo de mi para que pudiera quitársela, su mirada estaba llena de expectación, deseo y dulzura. Dejando los malditos nervios de lado podría decirse que literalmente arranque su camisa.

-Oye, esto es caro- A pesar de que su tono fue de reproche, su sonrisa me confirmaba que solo era una broma.

-Después compras otra.

-¿Tan necesitado estas?

-Solo si se trata de ti

Nuevamente se lanzo a besarme mientras me levantaba un poco para que sus manos bajaran hasta mi trasero, dios, ese hombre me ponía a mil. Nuestros miembros se rozaron levemente haciéndome soltar un gemido y a él, un gruñido que expreso al morder mi labio inferior. Sus manos jugaban con mi trasero, lo apretaban y de vez en cuando enterraba sus uñas en el. Rápidamente me soltó y se quito el resto de ropa que le quedaba, lo miraba con expectación, su cuerpo era tan perfecto.

-¿Te gusta lo que ves?- Me pregunto al ver que no apartaba mi vista de su torso- Pues te tengo noticias, es todo tuyo- Sonreí complacido al escucharlo.

Se subió a la cama y se acerco a mi entrepierna, suspire al sentir su aliento allí abajo, con total delicadeza agarro mi ropa interior con sus dientes y poco a poco la fue bajando.

-Mhn- No pude evitar gemir al sentir el frio, y tampoco puede evitar soltar otro al sentir la mano de Yuu en mi extensión, su mano subía y bajaba con una lentitud que me exasperaba, de repente su mano se detuvo, y Aoi dio una lamida a todo mi miembro, desde la punta hasta arriba.

Comenzó con unas lamidas para después introducir la punta de mi miembro en su boca, su lengua, jugaba en la punta haciendo círculos, sin previo aviso se introdujo toda mi extensión a la boca.

-Ahh, Yuu, mhhn- Gemía sin descaro su nombre, y eso parecía encantarle.

Lo sacaba y lo volvía a meter, de vez en cuando lo mordía ligeramente. Yo mordía mis labios y me tapaba la boca para evitar gemir tan fuerte.

-Yuu, ya no aguanto- Le avise para que se quitara pero en lugar de eso acelero el ritmo. Me corrí con un sonoro gemido- Te necesito- Le dije desesperado mientras me acercaba a él para besarlo.

-No eres el único necesitado- Me empujo a la cama y con total delicadeza puso tres de sus dedos en mi boca, yo negué con la cabeza mientras le miraba en la total oscuridad.

-Hazlo y ya.

-No, te podría lastimar.

-Te necesito ahora, estaré bien.- Dudando acerco su miembro a mi entrada y poco a poco lo fue introduciendo en mi ano. Mordí mi labio para reprimir un gemido, Yuu también tenía sus labios apretados y sus ojos estaban cerrados, se notaba que se contenía por no introducirse de una vez.

 

Ya adentro espero unos segundos a que me acostumbrara a la intromisión, cuando le indique que se moviera lo hizo lento, sacándome gemidos ahogados. Se acerco a mi boca y no dudados en besarnos apasionadamente, su miembro salía y volvía a entrar cada vez más rápido, en unos minutos encontró aquel punto que me hacia gritar, sus embestidas cada vez eran mas certeras y rápidas, nuestros gemidos se escuchaban por toda la habitación y el sonido húmedo de su miembro entrando en mi me excitaba a más no poder, No aguate mucho y llegue al clímax, segundo después el termino en mi interior. Salió despacio arrancándome el último gemido del día. Se tumbo sobre mi mientras yo acaricia su negro cabello, nuestras respiraciones agitadas era lo único que se escuchaba en mi habitación

-No pienses que esto es solo sexo para mí- Aoi me saco de mis pensamientos. Me hablo mientras se recostaba a mi lado.

-¿Entonces qué es?

- Ya te lo dije, me gustas, y no es solo atracción física, no puedo decir que es amor tampoco, pero si sé que estoy significo para mí.

-Entonces, ¿Ahora qué?

-Te lo dije, déjame conocerte, quiero pasar el resto de mi vida junto a ti.

-No lo sé Aoi.

-¿Te gusto?

-Sí, pero es solo atracción, apenas hoy supe de su existencia.

-Entonces también date el tiempo de conocerme.

-Pero antes, ¿sobre qué tenias curiosidad?

-Sobre lo que estaba a punto de gritar tú amigo, pero ya me quedo claro.

 

 

Aun no sé cómo me convenció de intentarlo. Después de ese día empezamos a hablar todo el tiempo, después comenzamos a salir, nuestra primera cita fue en the GazettE. Pasaron los meses y nuestra relación comenzó oficialmente, Yuu y Ruki se llevaban de maravilla, regularmente si él no estaba conmigo, era claro que estaba con Ruki, usualmente ambos se hacían bromas el uno al otro. Aoi y Uruha se llevan muy bien, tenían gustos muy similares y ambos se juntaban para joder al enano, en cuanto a Kai, al principio no se llevaron muy bien pero con el tiempo se calmaron las aguas y se dieron el tiempo de conocerse.

-Iguanaaa, responde- Gire mi cabeza a la izquierda encontrándome con un Ruki muy molesto.

-¿Que sucede?- pregunte desinteresado.

-¿En que estabas pensando?, eh picaron- Y Uruha tenía que hablar.

-Nada que tú no hayas pensado- Sonreí triunfal al ver el rostro de Uruha completamente colorado, a pesar de que tenga 18 aun es inocente. Si, ha pasado un año desde que mi historia con Aoi comenzó.

-Reita, yo te creí el más responsable- Kai negó lentamente con su cabeza mientras sonreía.

-Si claro, Yo soy su novio y tengo claro que de responsable no tiene nada- Mire a Yuu incrédulo, ¿Enserio piensa que el responsable de la relación es él?

 

Hoy es 24 de Diciembre nuevamente, mis padres están de viaje así que este día están mis amigos y mi novio a mi lado, la noche la pasamos entre broma y broma, de eso se tarta la navidad ¿no? estar junto a tus seres queridos, gente con la cual te sientas cómodo y agusto, una noche donde puedes estar junto a personas que les importas y que se preocupan por ti, la navidad no es solo beber y estar de fiesta, es disfrutar en familia, disfrutar el único día del año en el cual puedes agradecerle a esas personas por todo su apoyo. Eso para mí significa este día, y aunque mis padres no estén, me siento en familia junto a esos tres idiotas de mis amigos y al lado de mi novio. Hace un año comenzó la historia de mi vida, hace un año encontré a quien estaría en mi vida para siempre.

Notas finales:

Bien, espero y les haya gustado, como dije hice mi mejor esfuerzo.

Feliz navidad a todos y todas :D


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