Podría decirse que fue una madrugada como a las 5:30 de la mañana cuando todo comenzó. Una mujer de cabellos castaños rozando lo pelirrojo y ojos negros dormia en una gran cama de sábanas azules junto con las dos personas que más quería en todo el mundo: Su amado esposo y el pequeño niño que estaba en su vientre.
Hubiera sido otro día normal cuando algo le impidio continuar durmiendo. Abrio sus ojos incomoda ante el dolor que comenzaba a ejercerce en su vientre, jadeo de dolor hast que sintio como ago mojado resbalaba de entre sus piernas.
-¡Victor! - llamó la mujer mientras comenzaba a sacudir con fuerza el hombro de su esposo. - ¡Victor Cantoni! ¡DESPIERTA DE UNA BUENA VEZ, CARAJO!
-¿¡Q-qué ocurre!? - cuestionó exlatado.
-¡TU HIJO ESTA NACIENDO! - empezó a gritar histérica la castaña. - ¡ESO ES LO QUE ESTA PASANDO!
Inmediatamente el pelinegro se levantó como resorte, tomó a su esposa con facilidad con su fuerza sobre humana. Saló coriendo del lugar con su esposa gritando en sus brazos mientras le jalaba las mejillas y el cabello. Por suerte el hospital más cercano estaba a 2 calles de ahñi por lo que corrió por las desoladas calles de Caltanisseta, Sicilia hasta entrar por aquellas grandes puertas de vidrio, siendo recibidos por una multitud de enfermeras y el helado clima.
Las enfermeras y el pelinegro pusieron a la mujer en una camilla mientras corrían de un lado para el otro intentando calmar a la mujer que le gritaba a su pareja hasta de que se iba a morir.
Una vez que entraron a una de las tantas blancas habitaciones se cerró la puerta con la castaña, el pelinegro, doctores, enfermeras.
Segundos, minutos, horas... hasta que por fin los gritos y los bruscos y apurados movimientos se detuvieron. un silencio apagado se hizo presente, siendo interrumpido por el leve llanto de un infante.
La enfermera, después de envolver con ternura al recién nacido en una manta azulada mientras se la entregaba al hombre -Es un sano y y guapo varón.
El hombre tomo entre sus brazos al bebé y lo miró con detenimiento. Un pequeño niño de cabellos negros y patillas rizadas al igual que su esposa. su ojos negro se abrieron para observarlo con curiosidad mientras dejaba de llorar.
-Eres tan guapo como tu padre. - dijo divertido el mayor mientras se acercaba a la cama. - ¿A ti que te parece?
Pero el cuerpo de su esposa solo se quedaba inerte ente las sábanas, con los ojos cerrados y rostro calmado.
-Matilda...
Preocupado, Victori se acercó a la castaña, no respiraba. Agraró con una de sus manos su muñeca mientras que con la otra abrazaba al bebé. No había pulsó.
Su esposa, Matilda Arcobaleno había muerto...
-Señor Cantoni. - llamó la enfermera. ajena a la muerte de la mujer en la cama. - ¿Cómo llamara a su hijo?
-Su nombre.... - pensó un poco el mayor. - Él se llamara... Reborn Arcobaleno.
Así, Victor cuidó a su único hijo solo y lo entrenó para volverse tan fuerte como él en lo que mejor sabía hacer: matar.
Victor era un asesino profesional y no es que obligaría a su hijo a volverse asesino al igual que él pero al menos le enseñaria a defenderse contra cualuiera que le quiera hacer daño a él y/o a algo que quiera proteger.
Cuando Reborn llegó a la secundaria conoció a una chica llamada Luce a la cual quedó enamorado, aunque también cuando llegó a la secundaria su padre murió en un asesinato, dejando solo a su hijo.
No es que Reborn no hubiera tenido con quien quedarse y por eso vivió solo. No. El conoció a muchos de los amigos de su padre, entre ellos había un en especial que se ofreció a darle hogar, un hombre llamado Timoteo pero se negó y nadie lo impidio pues aunque aún era joven, Reborn era responsable, cuidadoso y podria acabar con un oso sin muchos problemas.
Lo años pasaban, Reborn ya no sabía nada aceca de los amigos de su padre o de Timoteo por lo que siguio su vida como un adolescente normal a exepción de sus arduos entrenamientos pues aunque ya no estubiera su padre el seguiria esforzandose para ser el mejor.
Cuando acabó la preparatoria decidio estudiar medicina puesto que fue la misma carrera que Luce quiso estudiar en la universidad y, ¿a quién quería engañar? En esos momentos seguía siendo un adolescente inexperto.
Al final pasó la universidad pero no consiguió a la chica puesto que esta a la mitad de la carrera se enamoró de un hombre rubio llamado Ganma del cual se volvió pareja así que Reborn buscó trabajó como el excelente doctor que era y lo encontró en un pequeño hospital, igualmente en Italia.
Ese día estaba terminando su turno, evitó con su ya característica destreza a las enfermeras que le perseguían como colegialas y se acercó a un grupo de doctores que rodeaban una pequeña televisión antes de irse.
-*En otras noticias, últimamente ha habibido una gran cantidad de destrucciones de vías públicas, el gobierno no esta seguro si se trata de terroristas o que pero...* - dijo la reportera que estaba en la pantalla
-Yo me sigo preguntando si es alguna clase de intimidación por una nueva vanda de criminales. - dijo Skull, con tono aterrado.
-No lo és. - aseguro Reborn. - Si hubieran alguna clase de intimidación o amenasa los hubieran hecho en lugares más poblados como el centro, estos parecen ataques accidentados al ser tan pequeños, tal vez se libraba un enfrentamiento entre dos grupos poderosos pues si fueran grupos nuevos los derrumbes de aquella zona serían más grandes pues los más poderosos tienen más control de su poder.
-Parece que sabes mucho de esto. - dijo Fon, mirandolo con sospecha.
Reborn ignoró lo que dijo el chino para salir de aquel hospital a pasó calmado.
Ya era de noche y las calles comenzaban a desolarse pues era domingo en la noche y todos se preparaban para el yan tan odiado lunes. Cuando llegó a una distancia prudente del hospital sintió como unas personas lo estaban vigilando. inmutó su pasó a la vez que lo analizaba bien. Sentía 6 miradas sobre él.
Su caminar disminuyó ligeramente de ritmo pero nunca dejo de avanzar y, en lugar de encaminarse hacia su casa, giró en una esquina para quedar en un callejón sin salida.
Cuando llegó hasta el fondo se dio la vuelta con calma para ver como se posicionaban frente a él las 6 personas que había predicho. 5 chicos y una chica pero lo que extraño al mayor era que ni siquiera parecían mayores de 18 años.
Inmediatamente el primero en atacar fue el único pelinegro presenté el cual sacó unas tonfas de quien-sabe-donde-land y empezó a arremeter contra él. Al estar desarmado Reborn optó por esquivar sus golpes hasta que en un momento de ira el otro se distrajo, mandandoló a volar. En el mismo instante la chica y chico con peinado de piña intentaron golpearl utilizando sus tridentes. Reborn volvio a optar por esquivar y así lo hizo.
Abajo, salto, izquierda, abajo, derecha, arriba, salto, abajo... hasta que llegó un momento donde el pelinegro de patillas esquivó a ambos personajes, llendo hacia el lado izquierdo para luego patear al chico que cayó al suelo con la menor bajo él.
Los últimos tres no se hizieron esperar, el de cabellos plateados saco dinamitas que le empezó a lanzar a la vez que el peliblanco y el moreno corrian hacian el. El primero con unos guantes y el segundo con una espada.
El primero en acercarse fue el peliblanco por lo que después de tres jabs y un gancho* perfectamente esquivados pateo al otro en las costillas, el cual cayó sobre el de la espada y antes de que estos pudieran reaccionar, Reborn ya había corrido hasta ellos donde con un solo puñetazo avento a ambos sujetos sobre el chico de las bombas.
Reborn miró los 6 cuerpos en el suelo y luego miro su bata blanca y sus ropas. Ningún rasguño o siquiera alguna arruga.
Pero lo que alarmó al pelinegro fue el escuchar suaves pasos haciendose más fuertes atrás de él. Con rapidez se volteo para ser bien recibido con un puño azotando contra su mejilla. Lo último que vio antes de caer inconciente fueron un par de grandes y brillantes ojos anaranjados que resaltaban ante la oscuridad de aquella fría noche.
Continuara...